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jueves, 3 de junio de 2021

El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida - Katovit ,. / La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - Gigantes verdes que se pierden en Cáceres ,. / RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO - Cuando el coronavirus te atrapa por tercera vez: «Ya no sé ni qué decir, no tengo palabras» ,.

       TITULO: El Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA -  La noche encendida -  Katovit ,.
Resultat d'imatges de la noche encendida con pedro ruiz 
  La noche encendida,.
 
  'La noche encendida' no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia, sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.

 

 Katovit ,.

Katovit, cuando las anfetas nos las compraba mamá | BuenaVida | EL PAÍS

foto / Aún sigo soñando con ella. Con la Selectividad, digo. Con la EBAU, actualizo. Me despierto sobresaltada en mitad de la noche: estoy frente al folio del examen y no sé ni una respuesta. La aprobé hace más de treinta años y sigue produciéndome pesadillas. Puede que haya cambiado el nombre de la prueba, pero no la angustia, ni el temor, ni el agobio, el mismo que te entra al recordar aquellos días previos al examen, cuando la calle explotaba bajo la luz del sol y tú languidecías bajo la luz del flexo.

Mientras hilvanabas unos temas y pespunteabas otros, la casa orbitaba a tu alrededor: tus padres bajaban el volumen del televisor, le decían a tu hermano que no te molestara, te obligaban a comer más de la cuenta porque necesitabas energía, te decían que todo iba a salir bien. Los padres se convertían en nuestros entrenadores personales. Y en nuestros camellos, que bajaban a la farmacia a comprar Katovit por cajas.

No escatimaban en drogas con receta, como tampoco lo hacían en libros o fotocopias; lo que fuera en tal de poder pregonar a los cuatro vientos, orgullosos, que su mayor había entrado en la facultad, que iban a tener en la familia a un médico, o a un ingeniero, o a un abogado; lo que hiciera falta para que nosotros, hijos de sus entrañas, fuéramos a la universidad, el ascensor de la escala social, la llave que nos abriría las puertas de una vida que les estuvo vedada a ellos, adolescentes que tuvieron que dejar los estudios a un lado para ponerse a trabajar y matar el hambre heredada. Hoy, sin Katovit que echarles a los chiquillos a la boca, y después de lo dicho por el ministro Garzón, van a tener que ir a un narcopiso a pillar seis latas de Red Bull. Pobres. Y suerte a todos. 

 

TITULO: La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - Gigantes verdes que se pierden en Cáceres  , .

La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques  -   Gigantes verdes que se pierden en Cáceres ,.  .fotos,.

 

Gigantes verdes que se pierden en Cáceres,.

Han talado los dos pinos australianos de la estación de tren y se mueren los dos olmos del Palacio de Justicia, mientras se nombran otros árboles como singulares,.

Antes y ahora. Ya no están las casuarinas d ela estación./ J. REY
 
Antes y ahora. Ya no están las casuarinas d ela estación.

Ael biólogo Chema Corrales le parece increíble que Cáceres haya perdido las dos enormes casuarinas de la Estación de Ferrocarril, dos ejemplares de pinos australianos que medían 22 metros. «No me explico cómo se ha hecho la obra de la remodelación de la estación con tan poca sensibilidad medioambiental –afirma–,Los árboles son santuarios", escribió el poeta y filósofo alemán Herman Hesse. "Cuando hayamos aprendido a escuchar a los árboles, nos sentiremos en casa. Eso es la felicidad".

En su libro "Árboles: reflexiones y poemas", Hesse ve a los árboles desde un punto de vista filosófico y establece la importancia que tienen para nociones esenciales como la verdad, la belleza, el hogar, el sentido de pertenencia o la felicidad. 

 Resultat d'imatges de La hora de los Fósforos  La Cope  CARLOS HERRERA

 

  • El sorprendente valor de los árboles para combatir la contaminación en el aire de las ciudades

Los árboles se han vuelto a poner de moda, en las redes sociales diferentes hashtags sobre ellos se hacen cada vez más presentes en sitios como Instagram.

La artista e ilustradora inglesa Clare Curtis se encuentra entre los artistas contemporáneos que toma su inspiración de árboles y bosques.

También, la práctica del shinrin-yoku, el término japonés para inundarse de la "atmósfera del bosque", está de nuevo en boga como una forma popular de prevenir y curar enfermedades dentro de la medicina japonesa.

En los últimos años, está habiendo un aumento pronunciado de la literatura sobre árboles, con nuevos libros en el tema.

Algunos títulos son "La vida secreta de los árboles", de Peter Wohlleben; "Laberinto extraño", de Will Ashon; "La larga, larga vida de los árboles" de Fiona Stafford y el cuento alegórico "El hombre que plantaba árboles", de Jean Giono.

Pero, ¿a qué se debe esta reciente obsesión? ¿Por qué los escritores y artistas están tan empeñados en los árboles?¿Qué nos pueden enseñar? ¿Realmente pueden darnos paz y felicidad?


El artista alemán Anselm Kiefer pintaba frecuentemente bosques como este detalle de "Resurreción", 1973.

Entre los libros con los árboles como temática, hay una antología: "Arbóreo: una colección de nueva escritura del arbolado" que explora la literatura, historia, mitología, folclore y cultura de los bosques.

Muestra ensayos de arquitectos, artistas, académicos y otros autores que están relacionados con asociaciones simpatizantes con los árboles y los bosques en general.

Algunos de los colaboradores son el poeta Zaffar Kunnial, los autores Tobias Jones, Helen Dunmore, Ali Smith, Germaine Greer, Richard Mabey y muchos otros.

Bosques para árboles

Una de las colaboradoras de "Arbóreo", la ya nombrada Fiona Stafford, señala que la actual obsesión de la literatura se debe en parte a que los nuevos escritores tienen una mayor conciencia sobre el medio ambiente.

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"Pero este tipo de literatura también forma parte de antiguas tradiciones literarias", le Stafford cuenta a BBC Culture.


Fiona Stafford: "Hockney hace que los árboles comunes se conviertan en energía y color brillante", como en el ejemplo dela imagen.

Stafford ama los árboles desde que era pequeña.

"Los árboles parecen crear un mundo proprio dentro de ellos mismos, no sólo en términos de fauna, sino que se presentan como lugares imaginarios donde todo es posible".

La autora cree que hay algo "muy relajante" acerca de "un objeto tan grande que está tan lleno de vida y alimenta tranquilamente a todas las cosas que viven dentro de su corteza".

Stafford apunta a clásicos de la literatura como "Robin Hood" o "El viento en los sauces" y añade que el libro de Frances Hardings de "El árbol de mentira", recientemente galardonado, será también un clásico en el futuro.

Los árboles nos conectan nos conectan con otras personas y unen pasado y futuro"

Fiona Stafford, escritora.

A Stafford también le interesa cómo las artes visuales toman inspiración e interpretan esta temática. Su artista favorito en este sentido es David Hockney.

La experta asegura que "Hockney pinta los árboles y bosques con tal pasión e intensidad que transforma una escena común en algo formidable".

El trabajo de John Crome y Gustavo Courbet también exploró el roble, que tiene un estatus mítico, representando fuerza y dignidad.


Los bosques de la tierra natal de David Hockney, en Yorkshire (Inglaterra), inspiró la serie de dibujos en iPad, incluyendo los Tres Árboles (2008).

Stafford también explora el lado oscuro del monte, que asegura "es la esencia de los cuentos del folclore europeo".

Desde los Hermanos Grimm a los cuentos rusos de Baba Yaga. El miedo a los peligros que esconde el bosque están presentes en historias como "Caperucita Roja" o "Los chicos en el bosque" pero también se puede ver en obras para adultos como en "El Bosque Oscuro", de Dante.

Sylvia Plath y Robert Graves son otros dos artistas que también dibujaron un bosque oscuro imaginario y hay creativos visuales como Anselm Kiefer que tienen como tema el lado oscuro de los árboles y los bosques.

Abrazar a árboles se popularizó tras un incidente cerca de Jodhpur (India) en el siglo XVIII, cuando un grupo de mujeres llevó a cabo una protesta en un monte y perdieron la vida.

A pesar de estas referencias oscuras, los árboles emergen como una fuerza positiva en la literatura más reciente.

Pero, ¿esto significa para Stafford que los árboles nos pueden hacer más felices?

"Los árboles evocan todos los sentidos: olores frescos, el sonido de las hojas, el cantar de los pájaros, la textura de su corteza. Todo esto los hace llamativos, especialmente para la gente de ciudad", sentencia la autora.

"Nos conectan con otros y a su vez unen pasado y futuro", dice Stafford.


"Los árboles son poemas que la Tierra escribe en el cielo", escribió el poeta americano-libanés Kahlil Gibran.

Los árboles como cura

"Dedicar tiempo a los árboles puede ser una forma de superar el estrés", dice Tobias Jones, un autor que está entre los contribuyentes de la antología "Arbóreo" y que habló en un panel del Hay Festival para abordar el tema.

Jones afirma que "el síndrome de falta de naturaleza es real y que es el ambiente más reconfortante que existe".

Quizás sea por eso que su última obra con árboles como temática se titule "Un lugar de refugio".

En el monte te enfrentas a tus miedos"

Tobias Jones, escritor.

Durante la investigación que Jones hizo para un libro anterior, descubrió cómo la salud mental de los individuos mejoraba mientras vivían en el bosque.

Según el autor, los árboles son una panacea para la angustia y la ansiedad. "En los bosques te enfrentas a tus miedos", dice.

Además, el tiempo que empleas tratando de ser autosuficiente, cortando madera para calentarte, para fabricar mobiliario u otras cosas esenciales "es terapéutico y pacífico".

"Hay algo acerca de que los árboles sean podados para regenerarse que hace que sea bueno para la salud mental y para entender el sentido de continuidad y de reconstrucción de nuestras vidas".


Los árboles siempre fueron emblemáticos, como se ve en este antiguo grabado de espíritus protectores.

La idea de abrazar árbol comenzó en India en 1730 con la rebelión de las fieles de una secta que veneraba la naturaleza.

Ser un "abrazador de árboles" está considerado un insulto por sus connotaciones hippies pero sus orígenes se remontan a la India de 1730. Un grupo de poder en el país quería construir un nuevo palacio a las afueras de Jodhpur, que a su vez era hogar de fieles de la secta naturista Bishnoi.

Los maharajah ordenaron derribar algunos árboles milenarios pero una mujer, Amita Devri, junto a otras seguidoras de la secta de los bishnois, se aferró a los árboles rodeándolos con sus manos y piernas para protegerlos de los camiones. Finalmente, las 353 protestantes murieron en el incidente.

Así que detrás del término "abrazador de árbol" hay mucho más que un simple insulto o imagen. De la misma manera que hay mucho más detrás de los árboles.

Como dijo Herman Hesse: "En sus ramas más altas el mundo cruje, sus raíces descansan en el infinito; pero no se pierden allí, luchan con toda la fuerza por una sola cosa: cumplir sus propias leyes, construir su propia forma, representarse... Nada es más ejemplar que la belleza de un árbol fuerte".

 

TITULO:  RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO -  Cuando el coronavirus te atrapa por tercera vez: «Ya no sé ni qué decir, no tengo palabras» ,.

 RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO - EL BOTIJO -   Cuando el coronavirus te atrapa por tercera vez: «Ya no sé ni qué decir, no tengo palabras» ,.   , fotos,.

 

Cuando el coronavirus te atrapa por tercera vez: «Ya no sé ni qué decir, no tengo palabras»,.

Desconcierto, incredulidad y la sensación de verse atrapado por un virus que se niega a abandonar su cuerpo; así se siente David, un leonés que por tercera vez ha dado positivo por el Coronavirus SARS-CoV-2| «Parece que al virus le gusta mi cuerpo. Sería como para bromear de no ser por las secuelas que me han quedado», asegura a leonoticias,.

Manchas en la piel derivadas de la covid-19 tras sufrir la enfermedad en tres ocasiones. /
 
Manchas en la piel derivadas de la covid-19 tras sufrir la enfermedad en tres ocasiones.
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Si alguien podía pensar que el Coronavirus SARS-CoV-2 era un enemigo relativamente sencillo de derrotar era precisamente él. Joven, con apenas una treintena de años a las espaldas, deportista, de constitución atlética, acostumbrado a mil y una batallas en su intenso día a día.

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Su historia es la evidencia de que el virus no responde a un patrón único y que no tiene un orden establecido cuando se instala en el cuerpo humano. David, que siempre se sintió con fuerza para resistir la cornada de un toro, reconoce ahora que Coronavirus SARS-CoV-2 ha sido como una apisonadora que le ha pasado por encima en tres ocasiones para sorpresa personal y de los propios equipos médicos.

 Resultat d'imatges de EL BOTIJO

 

Fue en marzo pasado, hace casi un año, cuando David -nombre no real al preferir mantener el anonimato- achacó a la mala suerte sufrir coronavirus. Entonces le embistió como un Miura y le provocó semanas de dolencias para las que los equipos médicos no encontraban explicación.

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Problemas

De aquella el Coronavirus SARS-CoV-2 le provocó serios problemas respiratorios acompañados de fiebre y malestar general. La situación se complicó y aparecieron problemas en «los riñones, el hígado, y el estómago» además de un sarpullido en la piel contra el que luchó durante meses.

El proceso, en su conjunto, se extendió durante cerca de medio año. Pastillas a diario y una lucha sin descanso hasta conseguir volver a la normalidad.

Aquel contagio, recuerda hoy, pudo llegar tras una relación personal con una pareja italiana. Estuvieron juntos en febrero y ella también tuvo que enfrentarse a la misma enfermedad.

Manchas en las piernas derivadas del efecto del coronavirus.
Manchas en las piernas derivadas del efecto del coronavirus.

«Soy inmune... o no»

«Reconozco que me relajé porque me sentía inmune y normalicé todas las relaciones, ni siquiera utilizaba la mascarilla porque los médicos me comentaron que tenía un número importante de anticuerpos», aseguraba más tarde en un reportaje en leonoticias.

Todo parecía normal hasta que a finales del pasado mes de octubre David volvía a sentirse «muy agotado, como si me hubieran dado una paliza. No era normal porque tengo un buen fondo físico. Pero la realidad es que no podía hacer nada de lo que se puede considerar normal para una persona de mi edad. Me costaba hasta levantarme del sofá».

Decidió acudir al médico convencido de que el problema podía ser cualquier otro menos el coronavirus. Y todo bajo una teoría irrefutable: «Soy inmune».

«Cuando me comentaron que era positivo de nuevo me quedé de piedra ¡Yo ya había pasado la covid!», sentenciaba. Más tratamiento y más recuperación. Hasta terminar de superar otro periodo que ahora considera «de crisis». «En esa segunda ocasión no tuve secuelas en órganos como la primera vez, ni tuve nuevos daños en la piel, pero la debilidad muscular que he tenido no es normal, es como si llevara meses en la cama. Era brutal, me ha destrozado en el aspecto físico. La musculatura se me ha quedado en nada, como un bebé», sentencia.

Efectos en la piel tras pasar por primera vez la embestida del virus.
Efectos en la piel tras pasar por primera vez la embestida del virus.

Incredulidad y secuelas

Sufrir en dos ocasiones el ataque del virus parecía suficiente para este leonés hasta este mes de enero. Entonces, juntos después de la Navidad, regresó una fiebre muy leve y algún escalofrío. Nada importante, se suponía.

Claro que esas sensaciones, unidas a las manchas en la piel, obligaban a acudir de nuevo al médico. «Era coronavirus, y por tercera vez». En esta ocasión la incredulidad se entremezcló con una especie de desazón tremenda, absoluta. «Ya no sé ni qué decir, no tengo palabras», sentencia.

No hay pesadilla comparable a lo sucedido, por mucho que en esta ocasión el ataque viral no haya tenido una carga tan elevada. «Parece que al virus le gusta mi cuerpo. Sería como para bromear de no ser por las secuelas que me han quedado», asegura.

David espera que la de ahora haya sido la última experiencia de este tipo. «Ya está bien», añade. Eso sí, lo ocurrido le deja cicatrices que son imborrables.

«Intento relativizar lo sucedido pero es difícil dejar a un lado la neumonía bilateral que me ha quedado latente y la pérdida total de la masa muscular. Por no hablar del cambio de color de la piel de los gemelos, los empeines de los pies y las uñas de los pies. Y a todo eso, la caída del pelo«, concluye.

 

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