LA HORMA DE MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y FILEMÓN - Revista Grada - Goyo Jiménez , fotos,.
Goyo Jiménez,.
Goyo Jiménez: "Habría menos jetas en la política si las elecciones fueran a leches y a muerte",.
Goyo Jiménez. Albacete, 1970. Estrena como actor Ni de coña, película sobre terapias de pareja; su show Aiguantulivinamerica 2 es un fijo en Madrid y colabora en la radio con Alsina. Parece un cómico, pero es un empresario con nóminas que pagar.
- ¿Cómo llevas que te escriban los chistes?
- Soy actor aparte de humorista y he trabajado en el teatro clásico, así que igual que respeto a Shakespeare respeto a cualquier guionista. Me parece que es un lujo el cambio de chip. Uno está acostumbrado a hacerse sus cosas y hacer lo de otros de vez en cuando es un entretenimiento maravilloso.
- Es una película sobre terapia, ¿para qué la necesitas tú en la vida real?
- Todos necesitamos terapia. Terapia de crispación, de polarización... El mundo está partido en dos. Enfrentamiento de derecha contra izquierda, de altos contra bajos, de viejos contra jóvenes... Pero a mí, sinceramente, la terapia no me hace falta porque la hago cada vez que actúo. Tengo la enorme fortuna de que cobro por hacerme terapia a mí mismo.
- ¿Tienes esperanzas de que esta polarización que estamos viviendo pueda reconducirse?
- No muchas. Es una bronca en la puerta de una discoteca que estás grabando desde un balcón. La mayoría de los ciudadanos somos observadores de gente que se calienta. A lo mejor deberíamos empezar a comercializar esto. Llenar los estadios de fútbol de políticos que tienen ganas de bronca, vender entradas, que se peguen y retransmitirlo como un deporte. Lo podríamos llamar la Liga de crispados.
- Como volver al circo romano...
- Algo así. Habría que hacerlo: metes dos políticos a darse de leches y sólo sale uno. Lo podíamos haber hecho con Trump y Biden cuando el recuento se alargaba. Como la cúpula del trueno de Mad Max: entran dos, sale uno y ese es el presidente. Creo que la política sería un ejercicio bastante menos cínico y se apuntarían menos jetas si las elecciones fuesen a muerte. Si pierdes las elecciones, mueres. No tienes otra oportunidad. Eso sí que es un reto político importante.
- Por suerte se resolvió en las urnas, porque no parece que Biden esté para muchos golpes.
- Yo creo que depende de la hora del día. Le falta un tercer café siempre, como a Forest Whitaker. Tampoco Trump está hecho un chaval. Me recuerda a esa gente que lleva una especie de carcasa, esos trajes de gomaespuma para disfrazarse de luchador de sumo. Él la fachada la mantiene, pero por dentro está hecho polvo.
- Tu espectáculo de mayor éxito es 'Aiguantulivinamérica'. Visto el panorama, ¿aún quieres vivir en América?
- Sí, estoy en Madrid haciendo la segunda parte. ¿Qué sostiene ese espectáculo? Que sabemos más de América que de nosotros. Me hace mucha gracia que la gente la semana pasada se hablaba de Wisconsin, de Michigan y de Pensilvania como si estuvieran hablando de Cuenca de La Rioja o de Soria. Con una naturalidad... Oía a los tertulianos decir "porque la gente en Michigan es más demócrata" y me daba la risa. Claro, te has tomado tú muchos vinos con gente de Detroit. Es muy curioso y un poco triste.
- Tienes dos espectáculos en teatros, la película, en la radio con Alsina... ¿Hay que multiplicarse para cuadrar las cuentas ante la situación?
- Te lo digo de corazón: soy como un crío grande al que le dejan jugar a diferentes juegos. Para mí, hacer radio con Carlos Alsina, que es un tío increíble, es un lujo. Nos deja jugar, juega con nosotros y es un goce. Que de repente te llamen para hacer una película o dos es otro lujo. Evidentemente mi trabajo es el de cómico encima de un escenario y lo demás son proyectos puntuales que igual surgen que no, pero tengo la suerte y la fortuna de poder escoger. Una de las consecuencias negativas de esto del Covid ha sido que, evidentemente, hemos tenido que suspender muchas funciones. Y la consecuencia positiva es que he descubierto que existe una cosa que se llama tiempo libre. Y estoy dedicándome a hacer un montón de cosas que tenía pendientes: películas, lectura, un montón de plancha... Me gusta mucho leer, sobre todo ensayo porque estoy en esa edad. De momento, yo llevo la situación con equilibrio, aunque he tenido que renunciar a la vida de cómico crápula.
- ¿Eso ha sido por el Covid o por los 50?
- En general, yo he sido muy serio siempre, también siendo más joven. Cuando trabajo me ha parecido sagrado llegar bien a la función. Intentas dar la apariencia de crápula, porque siempre gusta, pero realmente te vas acostar a tu hora. Te levantas, haces tu rato de entrenamiento, intentas comer saludable, no bebo, no fumo. Ahí voy.
- No eres Ernesto Sevilla, vamos
- Me pillas en Albacete, que es la tierra de ambos. No sé qué vida lleva ahora Ernesto, aunque yo le he conocido una vida muy divertida. Cada uno coge la fórmula que le funciona. Si a Ernesto le funciona esa y le hace estar bien en el escenario, chapó. Pero a mí no me funcionaría porque entre otras cosas me quedaría sin voz. Yo soy uno de los principales causantes de contaminación acústica en este país. Hablo muy fuerte y grito mucho, entonces pierdo la voz con una facilidad pasmosa. Ahora simplemente evito salir y evito hablar, porque no puedo quedarme sin voz, la necesito para trabajar.
- ¿El humor manchego existe?
- Acabo de terminar de grabar un programa para TVE que se llama Un país para reírlo y nos hemos dedicado a ir buscando las idiosincrasias humorísticas de cada región o territorio. Y lo de La Mancha brilla especialmente. Ha pasado a ser una señal de carácter dentro de la propia profesión. Cuando dices humor de Albacete o de La Mancha es garantía de calidad, como beberte un Ribera o un Rioja. Me gustaría es que esto se institucionalizase en el buen sentido, que se empezase a explotar. Porque lo curioso no es tanto que digamos en España lo de La Mancha, sino que lo digan en Australia. Yo estuve el año pasado actuando allí y en Nueva Zelanda y sabían qué era La Mancha. ¡Es que es El Quijote! No se nos olvide que el libro más importante de la literatura española es un libro de humor manchego. Y Quevedo también era manchego y humorista. Hay una tradición de humor histórica.
- Estudiaste a la vez Derecho y Arte Dramático. Eso sí que es jugar a dos bandas.
- Ya habrás notado que soy bastante resabido y pedante. Enseguida cito el Quijote y te suelto una frase en latín para mostrar qué listo soy. Yo soy un humanista y académicamente tengo una formación de humanista. Después lo he intentado complementar con una formación científica ya a mi aire. Soy una persona muy inquieta y me defino siempre como un océano de sabiduría con un dedo de profundidad. Me gusta mucho aprender de todo y eso me ha llevado al oficio que tengo. Porque es curioso cuando de repente actúas para una empresa o un banco y puedes hablar de economía porque he estudiado economía. Yo he actuado para jueces de la Audiencia Nacional, unos tíos con un sentido del humor increíble, y funciono porque he estudiado Derecho. Cada vez que afronto un texto o un espectáculo, intento hacerlo desde el conocimiento. Porque es mucho más divertido. Me parece muy interesante tener que ahondar en un tema y descubrir cómo hacer la broma. Para mí esto es un juego y, cuanto mejor conozcas el juego, mejor lo juegas.
- Tienes formación clásica y físico de actor de carácter, ¿no te ofrecen dramas?
- Sí, sí. Me llegan muchos, pero el problema es poder hacerlos. Ten en cuenta que yo he construido una empresa: nos dedicamos no sólo a mi labor sino a producir un montón de cosas, desde vídeos corporativos hasta otros espectáculos. Lo primordial es mantener la productora y su calendario es a menudo incompatible con otros proyectos a nivel personal. Nosotros programamos con un año y medio de antelación y, cuando luego te surge un proyecto, cuesta mucho encajarlo. Muchas veces hay que renunciar, porque yo tengo una empresa con ocho puestos de trabajo que tengo que mantener. No se trata sólo de mi gloria personal, tengo que ser coherente con lo que hago y las nóminas hay que pagarlas todos los meses. Esa es mi prioridad. Tengo el mismo problema que cualquier PYME en este país.
- ¿Nunca te ciega el ego?
- Muchas veces la gente siente que tiene que demostrar algo: "Yo soy actor". Mira, yo quiero hacer bien mi trabajo, pero tengo una vida personal que me importa más. Está muy bien trabajar y ser exigente, pero mi vida personal está armada y no necesito demostrar nada a nadie ni a mí mismo. Yo ya sé lo que quiero, lo tengo y soy feliz. ¿Que surge una película y se puede hacer? Genial. Pero es difícil. Para Ni de coña tuve que acumular todas mis horas de trabajo en tres días y medio. Me levantaba a las cuatro de la mañana y rodaba 14 horas, porque tenía que volver para mis actuaciones.
- ¿Ese ritmo compensa?
- ¿Te acuerdas de La gran evasión, que hacen tres túneles simultáneos por si acaso? Pues yo igual. Tengo un montón de túneles abiertos y si me pillan uno los nazis, pues voy a por otro. Ese es mi plan. Yo siempre he querido hacer los proyectos desde origen. Si me invitan a proyectos ajenos y puedo participar, estupendo, pero mi prioridad siempre son las producciones propias.
- Con aquello del Derecho y de los clásicos ibas para tío serio, ¿cuándo descubriste que eras gracioso?
- Yo siempre lo he sabido. Empecé a hacer bromas a los 14 años y a cobrar por ello. Cuando entré en la RESAD decidí que no iba a hacer comedia, que iba simplemente a venderme como actor serio. Me centré en hacer drama y tragedia y un día, al interpretar El sueño de una noche de verano, mis compañeros me dijeron: "Lo tuyo no es la comedia". Convencerles de eso ha sido el mejor papel que he hecho en mi vida. Siempre he utilizado el humor. Primero, como un arma defensiva. Fui un niño gafotas y empollón y el humor era mi forma de defenderme del acoso escolar. Después lo he utilizado como arma de seducción, de presentación y de convicción. Otros utilizan los músculos o el miedo, pero mi estrategia social ha sido ir por la vida de gracioso. Es una fachada útil, pero la mayor parte de los humoristas encerramos a un tío serio y depresivo.
- El payaso triste.
- Exacto. De hecho, cuanto más triste he estado, mejor humor he hecho. Se me ha muerto mi padre y el mismo día que lo he enterrado, he ido a actuar. Porque igual que otros van a la iglesia, salir a un escenario es mi liturgia defensiva ante el dolor. Si la vida no tiene sentido, lo único que podemos hacer es reírnos mientras. Muchas veces me dicen que no me tomo nada en serio, pero... ¿acaso hay algo que se pueda tomar en serio?
- Algo habrá. ¿Qué te tomas en serio?
- Me tomo las cosas en serio, pero no a pecho. Lo bueno del humor es que destensa. Hemos empezado la entrevista hablando de la crispación y lo recupero para decirte que si hay algo que baja la crispación es una buena broma. La risa la utilizan los grandes primates como elemento liberador de tensión cuando se ponen chungos. La risa es la puerta de salida de emergencia en el pasillo de la angustia y ahora es más necesaria que nunca, precisamente para destensar, para dejar de tomarnos tan en serio. Aunque los chistes sean muy malos, como el de Fernando Simón de las enfermeras, son sólo chistes, no se hacen con la idea de herir a nadie. Hay que evitar los chistes malos, por supuesto, sobre todo según en qué momentos y qué personas, pero un chiste es un chiste. Que no se nos olvide nunca. No es más que eso.
- ¿Te has tenido que disculpar por algún chiste?
- Claro. Igual que te digo una cosa te digo la otra. Si cuentas un chiste malo que no ha hecho gracia, pues se pide perdón y ya está. Es lo lógico en este oficio. Yo cada vez que cuento un chiste malo, y cuento muchos, pido disculpas al público, que ha pagado y no se lo merece. Tampoco pasa nada por pedir disculpas.
TITULO: Como Sapiens,.
Cachuela contra la pandemia,.
Olores y sabores,.
Cómo recordar el tiempo en que éramos felices y no lo sabíamos,.
De todos los puentes del año, el de los Santos es el más cacereño. En Cáceres, este fin de semana salíamos al campo a asar castañas. Esta costumbre está muy extendida por la España occidental, pero hay lugares como Ourense y Cáceres donde lo de asar castañas en el campo y en una lata es casi un deber inexcusable. Este año, la pandemia ha acabado con las castañas asadas en grupo.
Escribir en tiempos de pandemia permite entender los estados de ánimo y descubrir que evocar el tiempo pasado, tan necesario ahora, tan buscado, es uno de los recursos más seguros para llegar al lector y tocar su fibra sensible. El Día de las Castañas que no va a poder ser despierta en los cacereños recuerdos, estimula sentimientos y se suceden las anécdotas en la sobremesa.
Hace cerca de 40 años leía 'La nostalgia ya no es lo que era', autobiografía de la actriz francesa Simone Signoret. Compré el libro porque me gustó el título y así descubrí la vida de aquella mujer casada con Yves Montand, Oscar a la mejor actriz por 'Un lugar en la cumbre' y musa de la intelectualidad francesa de la Rive Gauche. Recuerdo haber visitado su tumba en el cementerio del Père-Lachaise y la memoria me lleva enseguida a París y a las ciudades que visitábamos cuando podíamos viajar.
Pero no hace falta irse muy lejos para descubrir que la nostalgia ha vuelto a ser lo que era y que, robando la frase al memorable final de 'Casablanca', siempre nos quedarán los recuerdos. Cualquier detalle sirve para suscitar el pasado, cuando éramos felices y no lo sabíamos. Aquel tiempo en que iba a visitar a mis padres y los besaba al llegar y al partir. Cuesta habituarse a no mostrar cariño. Es duro no besar a tus padres desde marzo.
La otra mañana, yendo a trabajar, a la altura del Gran Teatro, me llegó el olor a churros que subía desde la plaza Marrón. En otoño, temprano, Cáceres huele a churros y ese aroma aceitoso que, en cualquier lugar puede resultar desagradable, en Cáceres nos hace sonreír porque nos recuerda que aunque la enfermedad aceche y esté prohibido casi todo lo que nos emociona, podemos recuperar el tiempo perdido gracias a los olores y a las conversaciones.
Bastó contar a la hora de la comida el golpe de nostalgia que me provocó el olor a churros para que la sobremesa se convirtiera en un ejercicio de recuperación de las sensaciones de la infancia. La pandemia, las normas que estrangulan la convivencia y los sacrificios que hacemos para preservar nuestra salud y la de los otros nos están obligando a buscar refugios seguros donde encontrar la calma y la emoción. Por ejemplo, la memoria olfativa: olor a churros por el Gran Teatro y, 50 metros más adelante, el olor casi comestible de las tortas del Casar reventonas de la charcutería de Martín y el de las gambas a la plancha del bar El Norte, aunque en realidad olía a las cabezas de gambas que el señor Gutiérrez colocaba sobre la plancha del bar para que, crepitando, despidieran un aroma a marisco que tentaba a quienes pasaban por la plaza de San Juan.
Cada ciudad tiene sus olores y sus sabores, todos valen si se trata de recurrir a la nostalgia para combatir el agobio. La misma mañana en que el olor a churros me hizo feliz, invité a mis alumnos a desayunar. Lo hago todos los años a principio de curso para que tomen notas, realicen un ejercicio proustiano y escriban después recurriendo a los resortes creativos de la percepción y la memoria. Los alumnos de la provincia de Cáceres pidieron churros grandes; los de Badajoz, una tostada gigante con cachuela. Los caminos de la nostalgia son inescrutables.
Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - La Policía de Trujillo pone 186 denuncias por incumplir las normas anticovid ,. . , fotos,.
Detenido tras robar a una mujer en un portal de Badajoz y sacar un cuchillo a la Policía,.
El ladrón, de 44 años, fue arrestado con ayuda de un agente de la Policía Local que estaba fuera de servicio,.
La Policía Nacional de Badajoz, en colaboración con un policía local fuera de servicio, detuvo ayer a un hombre de 44 años acusado de un robo violento en el centro de la ciudad.
Los hechos sucedieron sobre las 20:45 horas cuando varias llamadas al 091 alertaron de un robo con tirón en la avenida Juan Carlos I. El ladrón huyó después por la calle Martín Cansado.
Inmediatamente acudieron varias dotaciones policiales, localizando en la calle Amparo a un agente de la Policía Local fuera de servicio que pidió al ladrón que depusiera su actitud, procediendo los agentes a su inmediata detención. El individuo portaba un cuchillo con el que intentó agredir a los policías, que tuvieron que reducirle.
El policía local escuchó gritar a la mujer que había sido víctima del tirón, explicándole ésta las características físicas, la vestimenta y el lugar de huída del presunto autor. Este agente tuvo que recorrer a la carrera varias calles del centro persiguiendo al ladrón y, en colaboración con la Policía Nacional, proceder su detención.
Ya en dependencias policiales, la víctima del robo con violencia, una mujer de 63 años, relató que al entrar en el portal de su vivienda observó que tras ella accedió un hombre que, sorpresivamente y con violencia, le dio un fuerte tirón del bolso, tirándola al suelo y huyendo a la carrera.
El detenido es un hombre de 44 años de edad, con antecedentes, que tras la instrucción del pertinente atestado fue puesto a disposición de la autoridad judicial.
TITULO: HOY LE TOCA - La Segunda es de segunda,.
La Segunda es de segunda,.
foto / Hoy juega la selección española Sub-21 contra Islas Feroe y el martes contra Israel en dos partidos clasificatorios para el Europeo. En la jovencísima plantilla de este combinado se sostiene el futuro del fútbol español. Parte de este potencial está construido sobre los hombros de algunos jugadores de equipos de Segunda División que han sido capaces de generar y desarrollar talento. Sin embargo, mientras estos jugadores de la división de plata están convocados con la selección Sub-21, LaLiga Smartbank no se detiene y sus equipos pierden a algunos de sus jugadores más valiosos: por ejemplo, Javi Puado para el Espanyol; Manu para el Sporting y Clemente en la U.D.Logroñés.
Eso implica un agravio enorme para el equipo que les paga. La igualdad en Segunda es tan grande que cada gol, cada jugada vale oro. Los ascensos, descensos y permanencias se deciden, a veces, por un sólo punto. Es una categoría infernal donde se disputan muchísimos partidos -por eso, en parte, es tan difícil reubicar el calendario-, y un jugador de ese calibre es clave. El mensaje que se lanza es que los equipos pequeños no son importantes y que son mero telón de fondo para espectáculo principal. Poco importan que asciendan, desaparezcan o que no puedan retener a sus canteranos.
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