BLOC CULTURAL,

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sábado, 29 de noviembre de 2014

EL PERRO DALMATA, Alain Seban: «Queremos hacer en Málaga algo deslumbrante» / ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ! BAYONA CIERRA LA TRIOLOGIA,.

TÍTULO: EL PERRO DALMATA, Alain Seban: «Queremos hacer en Málaga algo deslumbrante»,.
Alain Seban posó ayer para SUR junto al Cubo del Puerto, sede de la primera filial del Pompidou fuera de Francia. EL PERRO DALMATA, Alain Seban: «Queremos hacer en Málaga algo deslumbrante»-fotos,
  • Presidente del Centro Georges Pompidou,.

  • Resultado de imagen de perro dalmata«Hablamos de crear un centro con lo esencial y lo mejor del Pompidou», reivindica el presidente de la institución francesa,.


Alain Seban se acerca a las paredes acristaladas del Cubo del Puerto y llama con la mano a Bernard Blistene, director del Museo Nacional de Arte Moderno del Centro Georges Pompidou. Juntos empiezan a debatir sobre las posibilidades del recinto que acogerá la primera sede fuera de Francia de la institución que preside Seban. Luego posa relajado para el fotógrafo mientras se abre la capota gris del cielo. Apura las últimas horas de su fulgurante visita a la ciudad después de acudir al CAC Málaga y de presentar la imagen corporativa del Centro Pompidou Málaga. Aún queda una parada en el Museo Picasso y, en medio de esa apretada agenda, Seban atiende a SUR en una entrevista exclusiva para desgranar las claves del proyecto que el Pompidou prepara en Málaga.
–Su visita a la ciudad llega justo cuando se cumple un año del anuncio de la creación del Centro Pompidou Málaga. ¿Cómo se gestó el proyecto?
–Hace dos años me encontré con el alcalde de la ciudad en Madrid. Tuvimos una reunión y en ella me planteó la posibilidad de crear un Centro Pompidou aquí en Málaga. Hasta ese momento no habíamos pensado para nada en realizar este tipo de proyecto. Fuimos desarrollándolo, pensamos mucho en él y rápidamente nos pusimos a trabajar y volvimos a reunirnos con el alcalde para decidir si podíamos llevarlo a cabo aquí en Málaga. Se habló de otro edificio de la ciudad, pero no cumplía las expectativas. Inmediatamente surgió la opción del Cubo y tanto mis colaboradores como yo nos entusiasmamos con ese edificio. Vimos que el Cubo era el lugar para instalar el Centro Pompidou en Málaga.
–En París comentó en septiembre que el Centro Pompidou ha dirigido su mirada hacia distintos continentes a la hora de articular su expansión internacional. ¿Qué motivos llevaron a la institución que preside a decantarse por Málaga como primera experiencia?
–Nuestra intención es crear en Málaga un laboratorio experimental y necesitábamos un lugar con esa vocación para desarrollar ese tipo de proyecto que sirva de escaparate del Centro Pompidou Provisional. La localización geográfica también ha sido muy importante, porque queríamos un lugar con acceso fácil desde París, pero que al mismo tiempo fuera muy diferente. Málaga ofrecía una combinación ideal entre una distancia muy accesible entre París y su extraordinaria situación en el contexto mediterráneo en relación con el Magreb y con el resto de África. Aunque el argumento decisivo que realmente explica por qué estamos en Málaga es el dinamismo cultural de la ciudad, que brindaba la posibilidad de realizar proyectos innovadores, así como la labor y la voluntad del equipo de Málaga y del alcalde en particular.
La estima de la ciuda
–Desde su llegada en 2007 a la presidencia del Centro Georges Pompidou ha querido dar a la institución un carácter nómada. ¿Está la iniciativa de Málaga a medio camino entre la sucursal permanente de Metz abierta en 2010 y el proyecto Pompidou Móvil planteado durante unos meses en ciudades francesas como Chaumot o Cambrai?
–Efectivamente, se situaría a mitad de camino. El de Málaga es un centro provisional, pero nos permite echar raíces en la ciudad, al mantenernos durante más tiempo que el Centro Pompidou Móvil.
–¿Aspiran entonces a echar raíces en Málaga, pese al carácter temporal del proyecto?
–Absolutamente, por supuesto. Queremos echar raíces en Málaga. Cinco años son suficientes para profundizar en este proyecto, desarrollar nuestros contactos con los centros educativos, con los actores locales artísticos a través de proyectos de dos o tres años que serían suficientes para llevarlos a cabo; pero sobre todo creo que hay tiempo para ganarnos la estima de la ciudad y de los malagueños. Queremos ganarnos el corazón de Málaga, el cariño de los malagueños.
–¿Cree que les dará tiempo en cinco, diez años como mucho?
Alain Seban y Francisco de la Torre se estrechan la mano junto al Cubo.–Nuestro objetivo es ofrecer una experiencia al visitante al Centro Pompidou con la colección, las exposiciones temporales y las actividades para diferentes públicos. Además, nuestros equipos indagarán en las posibilidades de trabajar de manera conjunta con los actores culturales de la ciudad, tanto del sector educativo, como del sector artístico. Para nosotros es una nueva manera de concebir la presentación de nuestra colección, porque en París hemos seguido quizá un hilo cronológico y aquí tenemos nuevos espacios, nuevas posibilidades y podemos romper ese hilo para brindar una nueva manera de presentar nuestra colección. Hay diferentes volúmenes (en el Cubo) que nos ofrecen distintas posibilidades. (Seban pasa a hablar en español) Son espacios que no existen en París y podemos mostrar obras que son demasiado grandes para presentarlas en París, por ejemplo.
–El Centro Pompidou Málaga se presenta como un «laboratorio» de carácter provisional. ¿Entiende que ese planteamiento tan en apariencia etéreo haya podido plantear ciertas dudas sobre la iniciativa?
Alain Seban y Francisco de la Torre se estrechan la mano junto al Cubo. / Salvador Salas
–El ADN del Centro Pompidou París es mantenerse en constante movimiento. Si va cada año puede comprobar cómo cambian las exposiciones, cómo se innova... siempre estamos buscando una constante evolución. El concepto de museo como una institución inmóvil está obsoleto. Un museo tiene que ser dinámico y estar siempre organizando cosas nuevas.
–Sin embargo, la fórmula de museos franquicia cuenta con no pocos detractores. ¿Qué opina de la conversión de los museos en marcas planetarias?
–Esa pregunta habría que hacerla si la marca Pompidou se limitase a estar en los bolígrafos, los papeles o en otros soportes de publicidad, pero ese no es este caso. En este caso hablamos de crear un centro con lo esencial y lo mejor del Pompidou. La cuestión de la marca conocida en todo el mundo tiene que ver más con que el Centro Pompidou Málaga se va a beneficiar de nuestra reputación, de nuestra imagen, que va a reforzar de manera inmediata y muy fuerte la posición de Málaga en la geografía mundial del arte contemporáneo y de la cultura.
Sinergias locales
–Ha anunciado una «estrategia de colaboración» entre Málaga y París para compartir proyectos expositivos. Esta misma semana han inaugurado en París una ambiciosa retrospectiva sobre Jeff Koons. ¿Podría recalar el proyecto en España a través de Málaga?
–La idea es intercambiar exposiciones entre Málaga y París. En este caso, la retrospectiva de Jeff Koons ocupa 2.000 metros cuadrados en París, aquí los espacios para las exposiciones temporales son de 300 o 400 metros cuadrados, así que sería un poco más complicado. Además, en Málaga ya tienen un Centro de Arte Contemporáneo con una colección y unas exposiciones muy ambiciosas que hace un trabajo formidable con el que obviamente queremos trabajar y colaborar.
–Junto con esa colaboración con el CAC Málaga, la apertura del Centro Pompidou Málaga coincidirá con el estreno en la ciudad de la sucursal del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. ¿Han previsto sinergias con esta o con otras instituciones del ámbito geográfico cercano?
–Por supuesto, es fundamental. Estamos aquí para consolidar esa dinámica.
–¿Cómo le gustaría que apreciara el público, tanto local como foráneo, el Centro Pompidou Málaga?
–Queremos deslumbrar, que lo sientan como algo deslumbrante, un resplandor... Un encantamiento.

TÍTULO: ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ! BAYONA CIERRA LA TRIOLOGIA,.
  • El reparto de la película posa con J. A. Bayona (de pie, segundo por la izquierda) y el productor Paolo Vasile (primero por la derecha). Rueda 'Un monstruo viene a verme', su tercera entrega sobre las relaciones madre-hijo,.

  • El director de 'Lo imposible' desarrolla un drama fantástico a partir de una novela de Patrick Ness con Sigourney Weaver y Felicity Jones,foto,.

    Es como el rey Midas que todo lo que toca lo convierte en oro. Sucedió con 'Él orfanato', siguió con 'Lo imposible', y ahora J.A. Bayona prepara su tercer pelotazo, 'Un monstruo viene a verme', que rueda estos días en el Parc Audiovisual de Cataluña en Terrasa (Barcelona) con Sigourney Weaver y Felicity Jones. Cerrará una trilogía sobre madres e hijos, idea que partió de Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset, que produce el filme. «La novela tiene todos los ingredientes de mis películas anteriores: relación madre - hijo, la muerte, la sensación de abismo. Al autor de la novela le gustó mucho el acercamiento que le propusimos de su libro, en un punto intermedio entre lo real y el cine de género, que toca la fantasía de una forma más abstracta que en 'El orfanato'», explica Bayona.
    Basado en una novela de Patrick Ness, 'Un monstruo viene a verme' es un drama fantástico que narra la historia de Conor (Lewis MacDougall), un niño de 12 años que trata de hacer frente a la enfermedad de su madre (Felicity Jones), que sufre un cáncer terminal, con la ayuda de un monstruo que viene a visitarle por la noche. Jota, como se le conoce en el mundo del cine, añade que busca emocionar. «Siempre busco historias que emocionen. Aquí no solo hablo de una madre con su hijo, también de la abuela con su nieto y también de la figura del padre, que aparece en un determinado momento. El monstruo explica lo que al niño no le gusta, que las cosas no son blancas o negras, sino blancas y negras a un tiempo», explica el director.
    Para Bayona lo complicado no es trabajar con niños sino con un gigante: «Al contrario de lo que decía Hitchcock, trabajar con niños no es complicado, hay que entenderlos, aquí lo difícil es recrear un gigante de 11 o 12 metros y meterlo en sitios». Para ello el cineasta ha buscado el 'stop motion' y los efectos especiales, presumiendo de una postproducción muy larga.
    Películas de verdad
    «Me interesó saber que la película la iba a dirigir Jota, que es un gran creador, cosa que no se puede decir de todos los directores», añade Sigourney Weaver, que interpreta a la abuela del pequeño. «En mi día a día me doy cuenta de que nadie hace películas de verdad, de tomarse el tiempo de contar una historia sobre una madre y su hijo. Me siento orgullosa de trabajar con Bayona y con un equipo español que lo está haciendo muy bien», añade la actriz.
    Weaver debuta como abuela, «pero mi personaje, como se describe desde el libro, es el de una mujer muy moderna y no tiene el aspecto de una venerable viejecita. Es un personaje que se transforma viviendo una experiencia heroica porque el cáncer se lleva a su hija, pasando de ser alguien con algo de glamour a una mujer que carece de él», añade.
    Felicity Jones, que interpreta a la hija de Weaver, una mujer que se separó de su marido y que ha criado sola a su hijo en oposición a la forma de ser de la abuela, explica que su personaje «quiere vivir, existir, conservar la relación con su madre y su hijo pero está aburrida de la enfermedad y sueña con liberarse de ella». La actriz de 'Spiderman 2' se documentó a fondo para interpretar a una mujer con un cáncer terminal: «Interpretar a alguien que sufre esta enfermedad es una responsabilidad enorme ya que millones de personas la padecen. Por eso primero quise entenderla desde el punto de vista técnico, hablé con médicos y oncólogos, y después, me entrevisté con pacientes y gente que había pasado por quimioterapia. Más allá de esto, una vez en el plató he dejado que mi instinto me guíe. Pero esta no es una película sobre el cáncer, sino sobre las relaciones humanas». Como el título indica, hay también un monstruo, el inmenso (en todos los sentidos) Liam Neeson, un monstruo gigantesco que estuvo en los primeros días de rodaje y que volverá en la última semana. La película se rueda durante quince semanas: tres se han rodado ya en diferentes localizaciones de la campiña inglesa, y ahora están en plató, en Terrasa, durante doce semanas más, donde se recrean con sorprendentes decorados móviles. La película será la gran apuesta del cine español para 2016, cuando se estrene el filme. Sobre el presupuesto nadie quiere decir nada, pero Paolo Vasile, con su habitual humor, indica que «cuesta más que 'Ocho apellidos vascos' pero menos que lo que esa película recaudó», recordando el último bombazo de taquilla de Telecinco Cinema.

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