TÍTULO: DESAYUNO - CENA- MARTES, Stephen King, en la mente del asesino,.
En casi medio siglo de carrera, Stephen King (Portland, Maine, ... esta vez su microscopio narrativo se fija en la mente del asesino, movido por ...foto,.Tras 50 novelas, el mago del terror se pasa al género negro con 'Mr. Mercedes', primera entrega de una trilogía policial,.
En casi medio siglo de carrera, Stephen King (Portland, Maine, 1947)
ha explorado todos los mecanismos del horror y el suspense. Pero el rey
del terror salta al género policíaco sin dejar de estremecer con 'Mr.
Mercedes' (Plaza & Janés). Es otra novela concebida para las ventas
masivas en la que King radiografía a un asesino múltiple que siega vidas
'armado' con un lujoso automóvil. Es la primera entrega de una
trilogía. En clave negra, en su primera ficción detectivesca explora
King uno de sus temas eternos, la lucha entre el bien y el mal. Pero
esta vez su microscopio narrativo se fija en la mente del asesino,
movido por unas obsesiones que desgrana en casi quinientas páginas.
Al alba, una legión de parados se amontona ante la oficina de empleo de una deprimida ciudad estadounidense con la esperanza de acceder al millar de puestos de trabajo que oferta. Han pasado la noche al raso, en busca de la oportunidad que les niega la crisis, pero se enfrentan a una muerte terrible. De la bruma irrumpe un rugiente Mercedes que se lanza contra ellos. Podría ser un fatal accidente pero un segundo basta para confirmar que el conductor es un asesino. Da marcha atrás y vuelve a lanzarse contra el grupo dejando ocho muertos y casi veinte heridos.
Nadie sabrá quién conduce. La policía será incapaz resolver el caso, hasta que Bill Hodges, un agente retirado y obsesionado por la masacre, reciba meses después un mensaje sin firma en el que alguien dice ser el responsable de los asesinatos. Arranca entonces un juego de espejos entre el perseguidor y el perseguido que mantendrá en vilo al lector. El gato y el ratón son Hodges y Brady Hartsfield, el asesino cuya culpabilidad no logra demostrar el policía, y que disfrutó tanto de la sensación de matar con su coche que quiere recuperarla. 'Mr. Mercedes' es la primera novela de una trilogía. «Hodges, Jerome y Holly volverán en 'Finders Keepers' el próximo año», confirmó el propio King en Twitter. La segunda entrega, disponible en inglés en junio de 2015, es una fábula sobre el poder de la narración que gira en torno a un lector que lleva demasiado lejos su obsesión por un escritor solitario.
Libro a libro ahonda en nuestra psicología, los temores infantiles, la locura, las situaciones extremas y la crueldad humana y su eterna lucha entre el bien y el mal. Ingresa cada año decenas de millones de dólares, pero nunca olvida que «al principio me despreciaron como a un escritorzuelo». «Al acercarme un poco al final, creo que he conseguido cierto grado de respeto», afirmó en su día un King que creyó «ser a la literatura lo que McDonald's es a la gastronomía».
Estereotipado durante décadas como un mero facturador de bestsellers, en los últimos años su fortuna crítica no deja de ganar enteros y premios. A pesar del éxito universal, King mantiene su vida familiar en su apacible Maine natal, que en sus novelas se torna sangriento, siniestro y terrorífico. Tras sus galácticos récords de ventas se esconde un escritor torturado y un padre de familia hipersensible que juega al béisbol con sus amigos de la infancia y casi nunca satisface la curiosidad de los medios. Su éxito no ha conjurado, con todo, su mala suerte. Una enfermedad ocular lo tuvo al borde de la ceguera y un brutal atropello al borde de la muerte.
Educado en el campo, fue un joven huraño, «excéntrico, lector empedernido, que siempre iba en zapatillas de andar por casa, fuera invierno o verano», según lo retrata uno de sus profesores en el documental 'Stephen King: resplandor en la oscuridad'. Lo realizó David Stewart en 1999 e incluye una de sus raras entrevistas en la que King habla de su adicción al alcohol y a las drogas, -que nunca interfirieron en su trabajo- o de la degeneración macular que casi lo deja ciego.
Pinchadiscos y rockero aficionado junto a Matt Groening, padre de 'Los Simpson', tras algún bache en los 90 se recuperó en la primera década del nuevo milenio sin dejar de ser maltratado por la vida. Una furgoneta lo atropelló en 1999. Necesitó cinco operaciones para recuperarse. Conjuró sus fantasmas destrozando la furgoneta de marras -que había comprado- con un bate de béisbol.
Al alba, una legión de parados se amontona ante la oficina de empleo de una deprimida ciudad estadounidense con la esperanza de acceder al millar de puestos de trabajo que oferta. Han pasado la noche al raso, en busca de la oportunidad que les niega la crisis, pero se enfrentan a una muerte terrible. De la bruma irrumpe un rugiente Mercedes que se lanza contra ellos. Podría ser un fatal accidente pero un segundo basta para confirmar que el conductor es un asesino. Da marcha atrás y vuelve a lanzarse contra el grupo dejando ocho muertos y casi veinte heridos.
Nadie sabrá quién conduce. La policía será incapaz resolver el caso, hasta que Bill Hodges, un agente retirado y obsesionado por la masacre, reciba meses después un mensaje sin firma en el que alguien dice ser el responsable de los asesinatos. Arranca entonces un juego de espejos entre el perseguidor y el perseguido que mantendrá en vilo al lector. El gato y el ratón son Hodges y Brady Hartsfield, el asesino cuya culpabilidad no logra demostrar el policía, y que disfrutó tanto de la sensación de matar con su coche que quiere recuperarla. 'Mr. Mercedes' es la primera novela de una trilogía. «Hodges, Jerome y Holly volverán en 'Finders Keepers' el próximo año», confirmó el propio King en Twitter. La segunda entrega, disponible en inglés en junio de 2015, es una fábula sobre el poder de la narración que gira en torno a un lector que lleva demasiado lejos su obsesión por un escritor solitario.
Psicología
King, que hace honor a su apellido como indiscutible rey del terror,
es uno de los escritores mejor pagados y más leídos del planeta. Y
mantiene el cetro pese al acoso de competidores como Stephenie Meyers o
Anne Rice. Lleva publicados medio centenar de títulos de los que ha
vendido más de 400 millones de copias y que han dado lugar a casi
cuarenta películas, algunas tan memorables como 'Carrie' y 'El
resplandor', cuya continuación, 'Doctor Sueño', publicó King el año
pasado. También a series como 'La cúpula', adaptada a la televisión por
Steven Spielberg. Libro a libro ahonda en nuestra psicología, los temores infantiles, la locura, las situaciones extremas y la crueldad humana y su eterna lucha entre el bien y el mal. Ingresa cada año decenas de millones de dólares, pero nunca olvida que «al principio me despreciaron como a un escritorzuelo». «Al acercarme un poco al final, creo que he conseguido cierto grado de respeto», afirmó en su día un King que creyó «ser a la literatura lo que McDonald's es a la gastronomía».
Estereotipado durante décadas como un mero facturador de bestsellers, en los últimos años su fortuna crítica no deja de ganar enteros y premios. A pesar del éxito universal, King mantiene su vida familiar en su apacible Maine natal, que en sus novelas se torna sangriento, siniestro y terrorífico. Tras sus galácticos récords de ventas se esconde un escritor torturado y un padre de familia hipersensible que juega al béisbol con sus amigos de la infancia y casi nunca satisface la curiosidad de los medios. Su éxito no ha conjurado, con todo, su mala suerte. Una enfermedad ocular lo tuvo al borde de la ceguera y un brutal atropello al borde de la muerte.
Educado en el campo, fue un joven huraño, «excéntrico, lector empedernido, que siempre iba en zapatillas de andar por casa, fuera invierno o verano», según lo retrata uno de sus profesores en el documental 'Stephen King: resplandor en la oscuridad'. Lo realizó David Stewart en 1999 e incluye una de sus raras entrevistas en la que King habla de su adicción al alcohol y a las drogas, -que nunca interfirieron en su trabajo- o de la degeneración macular que casi lo deja ciego.
Pinchadiscos y rockero aficionado junto a Matt Groening, padre de 'Los Simpson', tras algún bache en los 90 se recuperó en la primera década del nuevo milenio sin dejar de ser maltratado por la vida. Una furgoneta lo atropelló en 1999. Necesitó cinco operaciones para recuperarse. Conjuró sus fantasmas destrozando la furgoneta de marras -que había comprado- con un bate de béisbol.
Desayuno - un cafe con leche y tostadas de pan con aceite y mermelada,.
Cena, una tortilla de patatas, pan, beber agua, postre una manzana,.
TÍTULO: LA CHICA LUNES -10- AL DOMINGO -16-NOVIEMBRE,..Lady Comfort no es un sofá,.
Los fines de semana acudo a un espectáculo deportivo cuyas protagonistas responden a nombres tan sugerentes como Jara, Comfort o ...foto,.
Cada 15 días asisto a un drama protagonizado por 12 mujeres,.
Los fines de semana acudo a un espectáculo deportivo cuyas
protagonistas responden a nombres tan sugerentes como Jara, Comfort o
Nacimiento. Acostumbrado a futbolistas cuyos apelativos (Chori, Piojo,
Puñal) espantan, uno llega al pabellón, se entera de que va a ver jugar a
Lady Comfort y al instante se relaja y hasta duda de si aquello será un
partido de baloncesto o la presentación del último modelo de chaise
long de Roche Bobois. Además, resulta que la señorita Comfort tiene unos
magníficos fundamentos baloncestísticos y juega con una técnica
depurada y espectacular.
Los fines de semana acudo a ver al equipo Al-Qazeres de baloncesto femenino, que juega en división de honor, y disfruto empapándome de tesón, generosidad y todo eso que llaman los valores del deporte. Hay, por ejemplo, una jugadora portuguesa, que responde al bellísimo nombre de Carla do Nascimento. La descubrí en una fase de ascenso y me asombró. La muchacha juega sin dejar de correr ni relajar la tensión ni un segundo, contagia al equipo y acaba electrizándonos a todos.
Para acabar de enchufarme a cada partido, procuro sentarme detrás del banquillo de la señorita Comfort y compañía. Así disfruto viendo cómo se enfadan, aunque lo disimulen, cada vez que las sustituyen. O me sorprendo al comprobar cómo la pareja de la señorita Nascimento se atreve a criticarla en voz alta porque a veces corre frenética y se lía al entrar en la zona. ¿Puede haber mayor ejercicio de autocrítica y anti complacencia que un novio criticando a su novia en público para exigirle lo máximo? A mí, esos detalles me maravillan y el resultado, la verdad, es lo de menos, aunque si ganan, me hacen muy feliz.
En el equipo hay una jugadora de nombre muy lírico, Jara, y apellido muy cacereño: Salgado. Su característica más singular es que siempre sonríe. La he visto lanzar un triple en el último segundo perdiendo de dos, fallarlo y seguir sonriendo como si relativizara la situación con madurez y filosofía. Al fin y al cabo, ¿qué es un triple comparado con la inmensidad del universo y la angustia del sentimiento trágico de la vida?
No crean que todo es buenismo, rollito guay y sonrisas en este equipo. Hay una jugadora llamada Verónica que es la frialdad por antonomasia. La he visto ganar partidos ella sola sin mover un solo músculo de su cara y puede lanzar un triple estratosférico en el último minuto y con empate sin que se le mueva una ceja.
El otro día coincidí en la plaza Mayor de Cáceres con otra jugadora. Andrea Vilaró se llama. Ella esperaba una mesa libre en una terraza y yo llegué después y quise colarme, bien es cierto que por despiste. Ella se acercó a la mesa, me aclaró, tan amable como firme, que estaba antes que yo y mi parte animal entendió enseguida que debía retirarme. Menos mal. El otro domingo, la señorita Vilaró le puso un tremendo tapón a la mejor jugadora rival y, no contenta con ello, le lanzó una mirada que me acongojó al imaginar qué me hubiera sucedido en el caso de que hubiera pugnado por aquella mesa que era suya.
Hace un par de semanas, una jugadora americana muy valiosa y de nombre poco confortable (Jemerigbe) se enfadó y no quiso salir a jugar (no son perfectas). Fue un momento difícil, que vivimos con tensión tras el banquillo. Pero todo ha quedado en un capricho que se ha resuelto con mano izquierda: la jugadora de nombre difícil no ha vuelto a recaer en rabietas posadolescentes y se nota cómo sus compañeras la miman disimuladamente para que se sienta a gusto.
Como ven, más que ir al baloncesto, acudo cada 15 días a percibir un retazo de vida: la madurez infalible y serena de Callan Taylor, las emociones nada contenidas deYaiza García, la eficacia discreta de Marta Tudanca, el aprendizaje en silencio de Elena Corrales... Estoy deseando volver a sentarme tras su banquillo para disfrutar del laberinto de pasiones protagonizado por Lady Comfort y sus colegas.
TÍTULO: MARTES - CINE- EL PACIFICADOR,.
Los fines de semana acudo a ver al equipo Al-Qazeres de baloncesto femenino, que juega en división de honor, y disfruto empapándome de tesón, generosidad y todo eso que llaman los valores del deporte. Hay, por ejemplo, una jugadora portuguesa, que responde al bellísimo nombre de Carla do Nascimento. La descubrí en una fase de ascenso y me asombró. La muchacha juega sin dejar de correr ni relajar la tensión ni un segundo, contagia al equipo y acaba electrizándonos a todos.
Para acabar de enchufarme a cada partido, procuro sentarme detrás del banquillo de la señorita Comfort y compañía. Así disfruto viendo cómo se enfadan, aunque lo disimulen, cada vez que las sustituyen. O me sorprendo al comprobar cómo la pareja de la señorita Nascimento se atreve a criticarla en voz alta porque a veces corre frenética y se lía al entrar en la zona. ¿Puede haber mayor ejercicio de autocrítica y anti complacencia que un novio criticando a su novia en público para exigirle lo máximo? A mí, esos detalles me maravillan y el resultado, la verdad, es lo de menos, aunque si ganan, me hacen muy feliz.
En el equipo hay una jugadora de nombre muy lírico, Jara, y apellido muy cacereño: Salgado. Su característica más singular es que siempre sonríe. La he visto lanzar un triple en el último segundo perdiendo de dos, fallarlo y seguir sonriendo como si relativizara la situación con madurez y filosofía. Al fin y al cabo, ¿qué es un triple comparado con la inmensidad del universo y la angustia del sentimiento trágico de la vida?
No crean que todo es buenismo, rollito guay y sonrisas en este equipo. Hay una jugadora llamada Verónica que es la frialdad por antonomasia. La he visto ganar partidos ella sola sin mover un solo músculo de su cara y puede lanzar un triple estratosférico en el último minuto y con empate sin que se le mueva una ceja.
El otro día coincidí en la plaza Mayor de Cáceres con otra jugadora. Andrea Vilaró se llama. Ella esperaba una mesa libre en una terraza y yo llegué después y quise colarme, bien es cierto que por despiste. Ella se acercó a la mesa, me aclaró, tan amable como firme, que estaba antes que yo y mi parte animal entendió enseguida que debía retirarme. Menos mal. El otro domingo, la señorita Vilaró le puso un tremendo tapón a la mejor jugadora rival y, no contenta con ello, le lanzó una mirada que me acongojó al imaginar qué me hubiera sucedido en el caso de que hubiera pugnado por aquella mesa que era suya.
Hace un par de semanas, una jugadora americana muy valiosa y de nombre poco confortable (Jemerigbe) se enfadó y no quiso salir a jugar (no son perfectas). Fue un momento difícil, que vivimos con tensión tras el banquillo. Pero todo ha quedado en un capricho que se ha resuelto con mano izquierda: la jugadora de nombre difícil no ha vuelto a recaer en rabietas posadolescentes y se nota cómo sus compañeras la miman disimuladamente para que se sienta a gusto.
Como ven, más que ir al baloncesto, acudo cada 15 días a percibir un retazo de vida: la madurez infalible y serena de Callan Taylor, las emociones nada contenidas deYaiza García, la eficacia discreta de Marta Tudanca, el aprendizaje en silencio de Elena Corrales... Estoy deseando volver a sentarme tras su banquillo para disfrutar del laberinto de pasiones protagonizado por Lady Comfort y sus colegas.
TÍTULO: MARTES - CINE- EL PACIFICADOR,.
Reparto
- George Clooney, Nicole Kidman, Armin Mueller-Stahl, Marcel Iures, Alexander Baluev, Rene Medvesek, Gary Werntz, Randall Batinkoff, Jim Haynie, Alexander Strobele, Holt McCallany,.
- Un tren que transporta cabezas nucleares sufre un accidente en los Urales (Unión Soviética) y provoca una explosión nuclear. La Dra. Julia Kelly (Nicole Kidman), una funcionaria del gobierno americano experta en contrabando nuclear, descubre que el accidente forma parte de una trama relacionada con el tráfico de arsenal nuclear, una tapadera para ocultar el robo de material militar por parte de una organización mafiosa con destino a la venta a organizaciones terroristas. El coronel Thomas Devoe (Clooney) y ella reciben el encargo de capturar a los culpables e impedir la venta del material en la frontera iraní.
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