BLOC CULTURAL,

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lunes, 22 de mayo de 2023

Metrópolis - Feminismo real ,. / DIAS DE TOROS - Sin rabo para Morante, pero con Puerta Grande para Emilio de Justo y rosquillas del santo ,. / Retratos con alma - Crítica de 'Beau tiene miedo': ¿Quién no tiene terror a Ari Aster?,.

 

  TITULO: Metrópolis - Feminismo real,.

  El lunes -5- Junio  , los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.

 Feminismo real,.

Los lectores escriben sobre la importancia de visibilizar a las mujeres, la psicología en los adolescentes, la lucha feminista y la precariedad de los becarios,.

Marisa Mediavilla en una imagen de archivo
 
Marisa Mediavilla en una imagen de archivo,.
 

En este momento histórico, en medio de la cuarta ola del feminismo, se habla constantemente de una división dentro del movimiento. Pero hablemos con propiedad: la realidad es que tal división no existe, pues feminismo sólo hay uno. Como movimiento político, económico, social y cultural que es, siempre ha tenido una agenda muy clara con unos puntos claves e indiscutibles en defensa de los derechos de las mujeres. Y para su reivindicación no son necesarias ni performances con mujeres barriendo o haciendo twerking, ni batucadas.

Sin embargo, hemos de decir que esta fama «divisoria», en parte, beneficia al movimiento, acercando a más mujeres a informarse sobre lo que realmente es y no es ésta nuestra lucha. Pongamos un ejemplo: si hoy en día una parte de la lucha antirracista defendiera que las personas negras, si así lo quieren, son libres de poder seguir siendo oprimidas por su color de piel, ¿acaso creéis que se hablaría de una división de la lucha antirracista en el seno de este movimiento social y sería percibido como un «antirracismo dividido»? Con nosotras, las mujeres, está pasando esto mismo. Se nos programa desde que nacemos como sujetos «libres de elección», envueltas en un patriarcado del consentimiento que conseguirá que seamos nosotras quienes busquemos cumplir con la normativa moral capitalista y patriarcal, alianza que nos empujará deliberadamente a conformarnos y «consentir» cómodamente con las enseñanzas de la parte del patriarcado más demagógica y perturbadora: el feminismo liberal. Basta ya.

Basta ya de hacernos creer que eso es feminismo. La lucha de las mujeres lleva tres siglos defendiendo nuestros derechos y libertades, oponiéndose a todas las trabas y limitaciones impuestas por un sistema patriarcal y capitalista. Mientras no crezcamos con una coeducación real y efectiva, seguiremos cayendo en la trampa del neoliberalismo sexual, esa falacia de la libre elección, esa falta de ojo crítico en razonar sobre qué nos obliga a tomar determinadas decisiones, cuyo último fin, habitualmente, es la validación masculina. Todo ello contribuye a ocultar el verdadero objetivo: erradicar toda forma de opresión que sufrimos las niñas y las mujeres por el hecho de haber nacido con sexo femenino. Eso sólo es posible a través del feminismo radical.

En esta marcha del 8M reivindicamos nuestro espacio. Un espacio seguro donde prevalezcan la,.

memoria histórica del movimiento feminista, la defensa de los derechos de las mujeres y la denuncia de esa alianza criminal entre el machismo y el capital que cristaliza en la defensa, desde las instituciones públicas, del mal llamado «trabajo sexual» o del borrado de las mujeres. Nuestra seguridad y nuestros derechos como mujeres y ciudadanas de pleno derecho no se debaten, simplemente se defienden.

 

TITULO:  DIAS DE TOROS  - Sin rabo para Morante, pero con Puerta Grande para Emilio de Justo y rosquillas del santo,.

 

 

Sin rabo para Morante, pero con Puerta Grande para Emilio de Justo y rosquillas del santo,.

 Emilio de Justo se marcha a hombros de Las Ventas

 foto / Emilio de Justo se marcha a hombros de Las Ventas,.

Tras la bronca de Madrid al de La Puebla, un palco desatado y a la deriva entrega las dos orejas al extremeño y premia con una loca vuelta al ruedo al Valentón de Garcigrande; generoso trofeo para Rufo,.

El diestro sevillano Morante de la Puebla le cortó un rabo -premio que no se concedía en esta plaza a un torero de a pie desde hace 52 años- al cuarto toro de la corrida de este miércoles de la feria de Abril de Sevilla, tras el que fue todo un recital de tauromaquia, tanto con el capote como con la muleta.

Tan histórico galardón -el último lo paseó Ruiz Miguel de un toro de Miura en la feria de Abril de 1971- tuvo también un aire de compensación para el de La Puebla del Río por parte de un público que pareció arrepentirse de la displicencia con que trató el pasado lunes a este mismo torero a pesar de que dio una tarde también antológica.

Y no es que Morante tuviera esta vez un lote mejor que el de dos días antes, sino que, a estas alturas, el que salga a la luz su genial dominio de todos los palos del toreo no depende ya tanto del enemigo como de su propio estado de inspiración.

El de hoy debía ser pletórico, pues ya dejó gotas de esencia ante un primero de corrida que estaba cogido con alfileres y que se derritió como la cera en tarde tan calurosa. Y aún iba a sublimar, como gran "spolier", una media verónica de suprema hondura en un quite por chicuelinas al primero del lote de Ortega.

Lo del cuarto fue todo un despliegue, un torrente de la mejor y más soberbia torería desde que lo recibió con dos lances afarolados a los que siguieron cuatro verónicas gitanas, eternas, hundiendo los talones en la arena y la barbilla en el pecho.

Morante, saliendo por la puerta grande de la Maestranza
foto / Morante, saliendo por la puerta grande de la Maestranza,.

Su compendio del toreo de capa tuvo también guiños a la variedad y a la historia, pues en el primer quite Morante hizo hondo un lance tan liviano como las tafalleras, barriendo despacio el lomo del de Domingo Hernández. Y aún más, porque se acordó de Rodolfo Gaona, para rebozarse en cuatro lances de frente por detrás, como respuesta a una buena réplica de Urdiales tras el segundo puyazo.

Ya solo con esas delicias capoteras bien pudo Morante haber dado por finalizada su tarde entre el entusiasmo de un tendido embelesado, pero aún se empeñó en regalarle más delicatessen, como una deslumbrante apertura clásica por ayudados por alto y un final de sevillanísimos naturales de frente, ahora por Pepe Luis.

Y entre medias la faena tuvo, oculta entre su solera, tanta técnica como inteligencia, la una para sostener en la palma de la mano la medida raza del toro salmantino y prolongar incluso sus cansinas embestidas, y la otra para darle tiempos de respiro llenando la escena con aroma de torero añejo y confiado en su magia.

Tras la estocada, y otros dos naturales arrebatados, el presidente sacó de un golpe, sin regateos, los dos primeros pañuelos, justo en medio de una fortísima petición que le llevó sin dudar a sacar eufóricamente un tercero y, ya metidos en derroches, hasta el innecesario e injustificado azul de la vuelta al ruedo para el toro.

Pero que la casquería no sirva para tapar con, vanas polémicas, todo lo que Morante hizo, con ese abrumador caudal de torería, por devolver a su ser a la últimamente muy desorientada Maestranza.

Claro que, además de Morante, sus compañeros también pusieron en ello su granito de arena, como un Juan Ortega que también se dejó ir, entregado, en el toreo a la verónica, lo mismo con el compás abierto que a pies juntos, ante el tercero, un toro al que iba camino de cuajar hasta que se le desinfló, no tan pronto como el sexto.

Diego Urdiales, por su parte, sacó de nuevo la bola negra de un manso al que desengañó de su obsesiva idea de darse a la huida. Pero la parte más compleja de su actuación fue la de fijar la atención del tendido después de la catarsis morantista.

Y tuvo que hacerlo con un quinto reservón y de bastas hechuras, que ya salió escarbando de chiqueros y que embistió a empujones a la muleta.

El riojano primero centró al toro con unos torerísimos ayudados por bajo, y después al público y a la banda de música con una excelente serie con la derecha, tragando paquete. Pero a partir de ahí, entre unas arrancadas que no acababan de salirse de los vuelos, las pausas y los vanos intentos de sacar faena por el peor pitón izquierdo, su esforzada faena se fue diluyendo hasta el silencio.

Ficha del festejo

Seis toros de Domingo Hernández, de muy desigual presentación, por hechuras y cuajo, y de muy escaso fondo de raza, con algún toro noble y manejable y algún manso reservón y brusco, como el lote de Urdiales. El cuarto, "Ligerito" de nombre, fue premiado inmerecidamente con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Morante de la Puebla, de turquesa y azabache: estocada atravesada y descabello (ovación); estocada (dos orejas y rabo). Salió a hombros por la Puerta del Príncipe.

Diego Urdiales, de sangre de toro y oro: pinchazo y estocada desprendida (silencio tras aviso); estocada trasera (ovación tras leve petición de oreja).

Juan Ortega, de palo rosa y oro: pinchazo y pinchazo hondo (ovación); pinchazo y estocada delantera desprendida (silencio).

Décimo festejo de abono de la feria de Abril, con casi lleno en los tendidos (unos 10.000 espectadores), en tarde de calor asfixiante. 

 

TITULO:  Retratos con alma -Crítica de 'Beau tiene miedo': ¿Quién no tiene terror a Ari Aster? ,.

 

La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.  

 

 

 Lunes-5- Junio a las 22:40 horas en La 1 / foto,.

Crítica de 'Beau tiene miedo': ¿Quién no tiene terror a Ari Aster?,.

Mucho Ari Aster, mucho Joaquin Phoenix, pero poco provechoso que rascar,.

 Crítica de 'Beau tiene miedo': ¿Quién no tiene terror a Ari Aster?

Se trata de una película con sello, y cuyo lacrado se puede atribuir a la productora y distribuidora A24 (la de, por ejemplo, ‘Todo a la vez en todas partes’) o a su director, Ari Aster, cuyo concepto del cine de terror husmea entre nuevos códigos. ‘Beau tiene miedo’ no es en puridad cine de terror, a no ser que lo consideremos desde el interior de la cabeza de su personaje, Beau, cuya constante alucinación provee a la cámara de unas situaciones con un nulo contacto con el orden narrativo y códigos de realidad. Es un personaje que interpreta Joaquin Phoenix, un actor superdotado, especialmente para papeles alienados y paranoicos. No hay ningún actor en el mundo mejor que él para conectar una mente enferma con el espectador.

La película arranca ya en cuarta y los esfuerzos del guion, la dirección y la interpretación son gigantescos durante todo el perturbado trayecto, que es, traducido a tiempo, tres horas de metraje, lo que lo convierte en un variado repertorio de hallazgos visuales, pero también en una dispar colección de momentos insufribles, plomazos. Por un lado, la capacidad creativa, el libertinaje narrativo y la fe en sí mismo de Ari Aster, y por otro, la sensación de agotamiento, de pereza mental o de pérdida de tiempo que le puede envolver a cualquiera, uno mismo…, a pesar de que se asuma de que todo lo que ocurre, ocurre sólo en el interior de la cabeza de un flipado hasta arriba de pastillas.

 Durante la primera hora, imparable, absurda, descriptiva de un mundo alienado y salvaje podría considerarse entretenida. La segunda es cuesta arriba, también sorprendente en lo visual y ¿argumental? Pero ya para ojos y cabeza inapetentes, y en la tercera hay que agarrarse al palo mayor de la nave como Ulises para no saltar por la borda. En fin, mucho Ari Aster, mucho Joaquin Phoenix, pero poco provechoso que rascar.

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