La nueva factura de la luz en España ya está disponible y empezará a recibirse en el buzón de las casas, en el correo o en cualquier plataforma que se utilice para domiciliar los recibos. La propuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) tiene beneficiarios, pero también habrá consumidores que sufran consecuencias. Según Javier Arnáiz, de la asesoría energética Switching Consulting, los más beneficiados por este modelo serán aquellas empresas y hogares con una potencia contratada entre los 10 y los 15 kilovatios (Kw) debido a la bajada de costes en los peajes y cargos. Y los que menos serán, previsiblemente, aquellos hogares que ya disponen de discriminación horaria, «puesto que verán encarecerse su habitual tramo valle».

En este sentido, en Aragón, según informaron desde Endesa (principal comercializador en la comunidad), cerca de 40.000 clientes tenían contratada la tarifa nocturna o también denominada de discriminación, aquellas con las que se pagaba menos si se consumía electricidad en una franja concreta, en este caso, por la noche. Por lo que esos cerca de 40.000 aragoneses podrían sufrir variaciones en el coste de su factura de la luz.

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Dependiendo del estado previo de cada contrato, este cambio en la factura eléctrica se convertirá en un ahorro o en un incremento de coste para el consumidor. Para aquellos hogares que ya disponen de un contrato con discriminación horaria tipo 2.0 DHA (muy habitual en hogares con calefacción eléctrica de carga nocturna), es muy posible que las nuevas tarifas conlleven entre 35 o 40 euros más al año de media en potencia contratada. Para aquellos hogares que no disponen actualmente de discriminación horaria --por ejemplo una tarifa 2.0 A--, las estimaciones hablan de que verán reducida su factura anual en 20 o 25 euros al año de media en potencia contratada, informó Arnáiz.

Además, añadió que había que sumar muchos otros aspectos que van a influir en el coste final de la energía (condiciones contractuales, modificación de hábitos de consumo o medidas de eficiencia energética), y que en buena medida «van a depender de cada uno de nosotros como consumidores, con lo que los ahorros podrían ser muy superiores».

En definitiva y si el cliente no cambia sus pautas de consumo, la universalización de la discriminación horaria beneficiará a los 19 millones de consumidores domésticos que ahora no la tenían, pero encarecerá la luz para los otros 10 millones que sí la habían contratado. Para los primeros, el componente regulado de la factura se va a reducir un 6,7%, mientras que para los segundos aumentará levemente, en unos dos euros al mes, según fuentes de la CNMC.

Nuevas franjas horarias

El nuevo resumen del gasto eléctrico dependerá ahora en mayor medida de la hora del día a la que los usuarios realicen el consumo. Es decir, será mucho más barato poner una lavadora un fin de semana que hacerlo un lunes a las 11.00 horas de la mañana. El objetivo no es reducir el precio de la electricidad que pagan los consumidores, sino evitar tensionar la red trasladando el consumo de las horas con más demanda a las horas con menos. Y, para ello, se ha diseñado un nuevo mecanismo para dar una señal de precios al usuario con el fin de que este sea más eficiente.