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jueves, 6 de septiembre de 2018

Diente Picado Pastor Aleman,.

 TITULO:Diente Picado Pastor Aleman,.


foto -  Hola, Pues tengo una perrita de 14 meses PDAE y lleva días rascándose la boca mucho. Pero bueno tampoco era como para alarmarse, el problema fue cuando empezó hacer ruido con la boca y nariz como respirando fuerte y solo cuando salía a la calle; parecía que estaba resfriada.
Al mismo tiempo nos dimos cuenta también que tenia una herida cerca del ojo que parece que supura un poco de sangrecilla y la tratamos como un arañazo se tratase.
Hemos ido a un veterinario y nos ha dicho que tiene una muela picada y que probablemente le habrá tocado el nervio y le haya provocado esa herida supurando.
Resultat d'imatges de diente picado perro pastor aleman Pues sí la herida es muy parecida, es más viéndolo es lo mismo, pero ella no ha perdido el apetito y le gusta roer su hueso parece que no le molesta la supuesta picadura. El veterinario le ha mandado antibiótico y si se le quita que le empastaría el diente.
 ENFERMEDAD DENTAL CANINASon bastantes las enfermedades que pueden afectar la boca de vuestros perros, pero yo voy a centrar el presente artículo en las que vemos con más frecuencia y que son las infecciones bucodentales , que como veréis se dividen en gingivitis que afecta a la encía y periodontitis, que involucra el hueso de soporte.
Los veterinarios ofrecemos vacunas para proteger a nuestros pacientes de diversas afecciones bacterianas y virales y puesto que la enfermedad periodontal es el problema que más afecta a perros y gatos, los programas para prevenirla deberían considerarse entre los servicios profilácticos que podemos ofrecer.
La periodontitis o destrucción de los tejidos que sostienen el diente, es un mecanismo protector. En un entorno natural, un diente con un absceso podría ser mortal para un perro o un gato sino hubiera manera de rechazarlo; destruyendo los tejidos de sostén óseo y conectivo, el diente se puede caer y los tejidos se pueden curar. Por lo tanto, el síntoma final- caída del diente – cura la enfermedad.
El proceso natural de rechazo de un diente enfermo mediante enfermedad peridontal, aparte de poder provocar dolor en el animal, se ha asociado a efectos sistémicos, como alteraciones renales, lesiones cardiovasculares, inflamación hepática, bacterias en el aparato respiratorio, recién nacidos de bajo peso y muertes prematuras.
Se ha comprobado que al mejorar la salud periodontal se mejora además la actitud y la calidad de vida. A un nivel más superficial, la halitosis es a menudo el problema que mueve al propietario a llevar al perro al veterinario. El mal aliento de vuestro perro supone para vosotros una gran preocupación. Este mal olor en la boca se produce como consecuencia de la presencia de compuestos volátiles de azufre provenientes de la degradación de aminoácidos por bacterias de la placa dental. Los programas preventivos que eliminan la placa y evitan la degeneración de los tejidos que rodean a la pieza dental, en general evitan el mal aliento. Esto también se consigue con el uso de antibióticos.
La dentición primaria canina(la decidua) está compuesta por 28 dientes: a cada lado del maxilar y de la mandíbula existen tres incisivos, un canino y tres premolares. La mayor parte de los problemas ocasionados por estas piezas dentales se debe a la incapacidad de éstos de desprenderse; la regla que se acepta generalmente es la de “no permitir más de un diente en el mismo sitio al mismo tiempo”. En general, el diente de leche se extraerá tan pronto como empiece a salir el definitivo; el no hacerlo podría ocasionar desviaciones y éstas, en el futuro problemas ortodóncicos o periodontales. También las fracturas de los dientes de leche pueden ocasionar enfermedades, por lo que se extirparan lo más pronto posible tras producirse la rotura.
La dentición del perro adulto posee 42 dientes secundarios, 20 en el maxilar y 22 en la mandíbula. Tanto los incisivos como los caninos poseen solo una raíz. Los premolares y los molares según su situación pueden tener dos o tres raíces.
Algunas personas erróneamente creen que los dientes están “en las encías”. No es así. Los dientes están en el hueso. Las encías son una cubierta protectora sobre este hueso. En una boca sana, las encías abrazan los dientes como collares ajustados para prevenir que las bacterias y residuos de comida invadan el hueso. Simplemente las encías protegen al hueso, y el hueso sostiene los dientes. El diente queda además sujeto a la encía por las llamadas fibras periodontales.
Los dientes están recubiertos por una capa de esmalte, formado por cristales de diversos iones. Normalmente es blanco translúcido, pero puede teñirse o cambiar de color. Este esmalte puede desgastarse, lo que se conoce como atrición cuando se debe al frote entre los dientes, o abrasión cuando se debe a una sustancia externa, como cuando se masca pelo o piel; incluso el mordisqueo de pelotas de tenis o de “frisbis” de trapo puede provocar desgaste, creando una superficie plana(esto podría deberse a la suciedad captada por la tela, que potenciaría su capacidad de abrasión). Este desgaste puede acabar afectando a capas más profundas del diente.
La dentina es la siguiente capa del diente. En el adulto constituye el grueso del diente y se halla recubierta por esmalte supragingivalmente y por cemento subgingivalmente. Aunque parece sólida, es en realidad porosa.
El conducto pulpar es la capa interior del diente, compuesta por vasos sanguíneos, nervios y células. Un traumatismo en este conducto provocará la aparición de un color rosaceo en el diente y posteriormente, como consecuencia de la degradación de los componentes sanguíneos, un tinte morado. Las roturas de dientes, si no se tratan adecuadamente acabarán provocando enfermedades.
Rodeando la porción subgingival del diente existe cemento, que es la estructura dental a la cual se inserta el ligamento periodontal; el otro extremo de éste se inserta al hueso alveolar que rodea al diente. El ligamento periodontal suspende el diente en el interior del alvéolo, actuando como amortiguador de choques. Rodeando directamente el diente y recubriendo el hueso se encuentra la encía. Resumiendo, el periodontio se compone de cemento, ligamento periodontal , hueso alveolar y encía.
ENFERMEDAD PERIODONTAL EN PERROS
Es probable que la enfermedad periodontal sea la afección más corriente en perros; sin embargo, la enfermedad periodontal clínica parece ser una causa rara de enfermedad grave. ¿Por qué debiéramos entonces preocuparnos de algo, que, aparentemente, es compatible con la vida la mayor parte del tiempo, aunque sea tan común?.
El problema, es que el término “enfermedad periodontal” es como un pozo sin fondo en el que incluimos varias patologias, a saber:
-Gingivitis:
Es la inflamación de la encía y se debe a la acumulación de placa dentaria. Podemos definirla como una infección superficial limitada al tejido de las encías sin afectar todavía el hueso subyacente. La inflamación lesiona las fibras periodontales, lo que permite que la placa penetré más profundamente dentro del surco de la encía donde puede ocasionar aún daños mayores. Se puede observar, enrojecimiento o hinchazon, sangrado al cepillar o mal aliento. La placa es un material de color amarillo a marrón, pegajoso que se forma a las 3-24 horas de limpiar el diente. Este material, en contacto constante con la encía produce su inflamación. La prevención final de la enfermedad periodontal es directamente proporcional al grado de éxito en la eliminación de la placa dentaria. Se ha demostrado que cepillando los dientes tres veces a la semana, se previene la gingivitis en el perro. A pesar de esto, en las periodontitis destructivas intensas existen a menudo otros trastornos que predisponen a su presentación, como por ejemplo un sistema inmunitario deficiente. En la especie humana se ha demostrado un componente genético de la enfermedad. Es muy común, e indicadora de una higiene dental deficiente. Se considera reversible: desaparece si se elimina la placa. Algunos trastornos locales o sistémicos pueden convertir la gingivitis en un problema clínico grave( gingivitis ulcerosa necrosante aguda, estomatitis ulcerosa, insuficiencia renal, estrés acentuado). Puesto que no siempre una gingivitis desencadena una periodontitis, el asignar una gran importancia clínica a una inflamación de la encía conlleva un riesgo de exagerar el problema.
-Periodontitis:
Es la verdadera “enfermedad” en la enfermedad periodontal. Se presenta
cuando la infección de la encía se extiende al hueso subyacente. Recibe el nombre vulgar de “piorrea”. Lo primero que se suele observar es la aparición de espacios entre los dientes. Es la destrucción de tejido conectivo y de hueso. Solo cuando hay una pérdida de hueso hablamos de periodontitis, ya que es fácil evaluar la pérdida de éste. Normalmente un área de la boca puede estar más afectada que otras, por lo que es más exacto afirmar que un diente en particular sufre(o no sufre) enfermedad periodontal que afirmar que es el perro el que la padece o no. Tanto la enfermedad intensa en una sola área, como el efecto acumulativo de una enfermedad menos intensa pero que afecte a múltiples sitios, puede inducir signos clínicos.
La causa de la enfermedad periodontal es la placa dentaria: si se permite su acumulación se producirá la enfermedad. Como comprenderéis la prevención de esta enfermedad en el perro es un tanto complicada.
La placa dentaria consiste en gran medida en bacterias, que forman una película a la que se adhieren luego diversas sustancias. La placa se desarrolla sobre los dientes y se deposita abajo dentro del surco entre la encía y el diente. Cuando el hueso subyacente se pierde, este surco profundiza y se denomina bolsa. Si la placa no es retirada mediante el cepillado, conduce a la formación de cálculos (“sarro”), que solo podrán ser eliminados mediante una limpieza mecánica de la boca. Un milímetro cúbico de placa dental pesa cerca de 1mg y contiene más de 300 millones de bacterias. En los perros libres de gérmenes no se desarrolla esta enfermedad, por lo que podemos considerarla una infección. Existe una cantidad considerable de información sobre las bacterias asociadas a la periodontitis. La conclusión general es que no se desarrolla destrucción tisular hasta que existe un gran número de bacterias anaerobias- no necesitan oxigeno para reproducirse- , entre las que destacan las espiroquetas.
Con una higiene oral buena, una alineación apropiada de los dientes, que favorezca las fuerzas normales de oclusión, la autolimpieza de dientes y encías, una buena salud sistémica, una dieta apropiada que proporcione una nutrición adecuada, y con comidas abrasivas, que contribuyan a la limpieza mecánica de los dientes y a que se ejercite el ligamento periodontal y la encía, los tejidos periodontales permaneceran sanos toda la vida; sin embargo, cuando uno o más de estas condiciones se altera, la placa se acumularà o se producirá una reacción deficiente o exagerada del tejido local, con la consiguiente enfermedad. El que un perro se vea más o menos afectado por esta patología, dependerá de cómo esté su sistema inmunológico. La periodontitis se puede considerar como una” enfermedad de la civilización”. Aunque no está ausente en las especies salvajes, sí es menos intensa que en muchos animales domésticos.
En general los estudios sugieren que una dieta u otra actividad masticatoria que resulte abrasiva para los dientes retarda la acumulación de placa y sarro y la inflamación gingival. Los perros que tienen acceso a diversos materiales para mordisquear( cuero crudo, galletas y juguetes…) tienen menos problemas bucodentales. Además los perros que mastican con mayor lentitud, tienen unas bocas más sanas. En algunos perros, los granulados secos o dietas fibrosas ayudan a lentificar la acumulación de placa más que las comidas blandas o enlatadas. Los grandes fabricantes de piensos han puesto en el mercado desde hace tiempo, piensos especiales para prevenir y tratar las enfermedades periodontales. Estos piensos llevan formulaciones específicas y además el tamaño, forma y consistencia de la bola es especial.
Otra factor que predispone a los problemas dentales es la malaoclusión, que da lugar a áreas donde es más fácil la acumulación de placa y provoca presiones anómalas sobre los dientes, que reducen el flujo sanguíneo en el ligamento periodontal y en los tejidos duros adyacentes.
PROGRESIÓN CLÍNICA DE LA ENFERMEDAD
La enfermedad periodontal progresa en determinados sitios de gingivitis a periodontitis y, por último, a la pérdida del diente y resolución de la inflamación.
-Gingivitis:
Inicialmente, la encía, que en condiciones normales es de color rosa se hincha, se vuelve edematosa y en algunos casos friable. A medida que el proceso evoluciona pueden presentarse hemorragias gingivales espontáneas o ser provocadas fácilmente por nosotros cuando exploramos con una sonda periodontal.
En algunos casos los tejidos gingivales se hacen hiperplásicos, que es un trastorno hereditario en el boxer y bastante habitual en perros mayores. Este tipo de patología no necesita tratamiento a menos que haya retención de placa subgingival, o que la proliferación de tejido blando está siendo traumatizada en la oclusión. Esta hiperplasia también puede ser la respuesta al uso de determinados medicamentos. Las encías en estos casos pueden llegar a tapar totalmente las piezas dentales, en especial los incisivos.
Los tumores benignos pueden simular la hiperplasia gingival, como por ejemplo los épulis. En caso de duda esta indicada la realización de una biopsia.
-Periodontitis:
El paso de la gingivitis a periodontitis temprana es difícil de delimitar clínicamente. Se va perdiendo la adherencia del tejido de la encía y del ligamento periodontal al esmalte y al cemento. Se forman bolsas y, el hueso próximo a estas se va perdiendo. Estas bolsas pueden llegar a medir 7 mm o más de profundidad. Al irse perdiendo más hueso entre la raíces de los dientes se pueden acumular restos de alimento en lugares que normalmente no son visibles y que por lo tanto será casi imposible eliminar aún con una limpieza de cepillo concienzuda. Podréis observar que la encía se va retrayendo dejando a la vista parte de la pieza dental que en condiciones normales no es visible, al estar cubierta precisamente por la encía. Si dividimos el diente en corona y raíz, la primera sería la parte visible y la segunda la parte cubierta por la encía. Pues bien en esta enfermedad las raíces dentales irán quedando poco a poco a la vista. Algunas veces se producen infecciones cerradas muy profundas que darán lugar a la formación de abscesos con la consiguiente aparición de fístulas dentales.
Los dientes de una sola raíz, serán los primeros en empezar a moverse. A veces estos dientes no llegan a caerse porque están sujetos por el propio sarro. En estos estadios puede ser que la raíz quizá ya no esté adherida y por lo tanto carezca de aporte sanguíneo, lo que provocará enfermedad endodóntica. El proceso concluirá con la caída de la pieza dental.
La mayor parte de los perros de más de 5 años padecen esta enfermedad. Por tanto podemos decir que la enfermedad paradontal aumenta con la edad, pero curiosamente disminuye al aumentar el peso corporal. Las diferencias entre grupos de pesos corporales son particularmente obvias cuando se comparan perros toy y pequeños con perros medianos y grandes. Esto es debido a que las razas pequeñas y las braquicéfalas tienen los dientes más amontonados, menor protección salival por respiración con la boca abierta(jadeo), malaoclusión, dientes de leche retenidos, dientes supernumerarios, surco gingival más pequeño.
Es importante saber que los perros de compañía pueden arreglárselas sin dientes; de hecho los perros con enfermedad periodontal muy acentuada están mejor sin dientes porque la pérdida de dientes enfermos es la forma más fiable de eliminar esta fuente de infección crónica. Sin embargo, en igualdad de condiciones, los dientes se retendrán siempre que ello sea factible, debido a razones funcionales y estéticas. Aunque los perros a menudo siguen comiendo y mantienen su peso durante el proceso de pérdida del tejido periodontal, se ha comprobado que estos animales pueden tener cierto grado de dolor como consecuencia de la infección períodontal crónica intensa. Los abscesos periodontales provocan pérdida de apetito, letargo, fiebre y comportamientos imprevisibles.
-Higiene oral en casa.
Es vital para cualquier programa preventivo. El cepillado sigue siendo el medio comprobado más eficaz para eliminar la placa subgingival hasta cerca de 1mm del borde de la encía. Debéis enfocar el adiestramiento relativo al cepillado dental como otro entretenimiento cualquiera, con paciencia y elogios, empezando tempranamente, como una parte más del cuidado y alimentación del nuevo cachorro. Podéis empezar con una gasa enrollada en el dedo o con un “cepillo de dedo”. Al final se utilizara un cepillo dental de cerdas suaves. Al principio impregnar el cepillo con algo sabroso y dejar que el perro lo chupe( líquido de lata de atún o mejor una pasta dental para perros), durante una semana. A la semana siguiente frotar esta sustancia sabrosa sobre los dientes delanteros, elogiando siempre al animal después. Lentamente se introducirá una rutina de cepillado circular en los dientes posteriores y vertical en los incisivos.
Las cerdas del cepillo deben ser suaves, con extremos redondeados, rectas y dispuestas en múltiples grupos. El tamaño de la cabeza del cepillo estará acorde el tamaño del perro. Los cepillos eléctricos también pueden ser utilizados. No usar pastas dentales humanas que provocaran problemas digestivos( por el exceso de flúor), ni sal, ni bicarbonato. Será suficiente con una frecuencia de tres veces por semana.
Existen otros muchos productos para controlar la placa. La mayoría de ellos atacan la placa vía masticación abrasiva, actividad antimicrobiana o ambas. Las tiras de cuero crudo son útiles para algunos perros. Los huesos y juguetes de plástico duro pueden romper los dientes y no se deben ofrecer. Y por supuesto no dejar nunca que nuestro perro juegue con piedras.
La sintomatología es muy variada con síntomas inespecíficos: halitosis o cambios de comportamiento referibles a dolor oral crónico como acicalamiento inadecuado, rechinido de dientes, vacilación para abrir o cerrar la boca por completo, menor masticación de juguetes, manoseo bucal, fricción facial, renuncia a realizar conductas de mordedura aprendidas, cambios de personalidad( más pacífico o más agresivo), dificultades en la prensión, temor en la manipulación de la cabeza o boca, o preferencia por alimentos blandos. El estornudo, secreción nasal unilateral e incesante lamido nasal, se aprecian a menudo en casos de enfermedad periodontal avanzada con fistulización oronasal.
Los signos clínicos serán la consecuencia lógica de lo que hasta ahora habéis leido:
Movilidad dental, tumefacción facial asimétrica, recesión gingival, hemorragia gingival leve o moderada y secreción nasal.
El examen oral definitivo(exploración con sonda periodontal y evaluación radiográfica) puede revelar abscesos periodontales o periapicales, bolsas periodontales y fístulas oronasales. La hemorragia gingival copiosa, hemorragia nasal, fracturas patológicas de mandíbula, úlceras por contacto de la mucosa bucal, migración dental intranasal mediante fístulas oronasales y osteomielitis/osteonecrosis grave con o sin secuestro óseo, son manifestaciones clínicas que también se pueden presentar, aunque más raramente.
Tratamiento de la enfermedad periodontal
El principal objetivo de la cirugía periodontal es controlar el progreso de la enfermedad y preservar así la dentadura. Se tratará de reducir o erradicar los microbios patógenos desde las superficies de corona y raíz para alcanzar y mantener superficies limpias mediante raspado y pulido. La cirugía por tanto estará indicada cuando el tratamiento no quirúrgico, más conservador, es insuficiente para acceder a lesiones más profundas o cuando la cirugía mejora la posibilidad de recuperar la anatomía perdida debido a lesiones o enfermedades previas. La cirugía puede además exponer lesiones dentarias subgingivales, que requieren tratamiento restaurador. A veces será suficiente realizar lo que se denomina curetaje, que nos permitirá, limpiar las encías por su parte interior, pero en otras ocasiones, puede ser necesario levantar estas encías hacia atrás para remover tantos cálculos como sea posible o para intentar restablecer el crecimiento del hueso perdido. Los antibióticos formaran parte del tratamiento curativo o de mantenimiento, pero nunca para la prevención de estas enfermedades, ya que al mismo tiempo que matamos las bacterias patógenas, acabaremos las que de forma natural viven en la boca de vuestros perros.

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