NOCHE LARGA - CANCION - POBRE MANOLO,./ MUJERES EN PRIMERA LINEA - No sabía que podía llorar tanto,..

TITULO: NOCHE LARGA - CANCION - POBRE MANOLO,.

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Dos corazones a un tiempo
están puestos en balanza
uno pidiendo justicia
y otro pidiendo venganza
Yo pegué un tiro al aire
cayó en la arena
confianza en el hombre
nunca la tengas
Sé que te llamas María
por apellido Rosa
vale más tu dulce nombre
que el Pilar de Zaragoza
Que con la luz del cigarro
yo vi el molino
se me apagó el cigarro
perdí el camino
¿Quién te ha quitadito el color?
que estás tan descolorida
te lo quitó un marinero
con palabritas de amor
Que y a los titirimundis
que yo te pago la entrada
que si tu madre no quiere
y ay qué dirá qué dirá
y ay qué dirá qué dirá
y ay qué tendrá que decir
que yo te quiero y te adoro
que yo me muero por ti,.

 TITULO: MUJERES EN PRIMERA LINEA - No sabía que podía llorar tanto,.

No sabía que podía llorar tanto,.foto.

Celíaca, entusiasta y dueña de un loro que «canta como la Velasco», Adriana Abenia vuelve a ser la misma tras librarse de un tumor en el cuello.

Bien puede decir Adriana Abenia que 'alien' no pudo con ella. 'Alien' es como la presentadora ha bautizado al tumor de 9 centímetros que se le instaló sin avisar junto a la tráquea, «como si me hubiera tragado una pelota de tenis». A sus 31 años, esta zaragozana se llevó el peor susto de su vida. Pero le operaron, el bulto resultó ser benigno y aunque sufrió un efecto colateral que casi le deja sin voz, una vez repuesta, la entusiasta Abenia se siente «radiante». El pasado martes, Día Mundial del Reciclaje, no se cansó de repetirlo durante la presentación en Madrid de una campaña de Ecovidrio destinada a promover el reciclaje de ese material mediante el lanzamiento de un perfume denominado 'L'eau de Vitriüm'.
¿A qué huele el reciclaje? Según Adriana, «a limpio, a medioambiente y a concienciación». Y para defenderlo la modelo ha protagonizado un anuncio del susodicho perfume embutida en un ajustadísimo y escotadísimo mono rojo de látex en recuerdo y homenaje al legendario spot 'Busco a Jacq's'. Durante la sesión de fotos se produjo un momento delicado... «Yo soy celiaca elevada al cubo -confiesa Abenia- y resulta que me estaban esperando con un paquete de harina de trigo». Pretendían usarlo a modo de talco para ayudarla a calzarse el mono. Por suerte, no hizo falta. «Si alguien me quiere matar que me eche trigo. Es mi criptonita», bromea Adriana.
A tal punto llega su alergia al gluten que en su casa hasta su loro sigue una dieta celiaca. «Nunca ha comido pan porque si luego me llega a pegar una simple traza yo muero, me pasaría todo el día en el trono...». El loro tiene 13 años y lo adoptó con tres meses. Vive en una jaula enorme con jacuzzi, habla más que su dueña y canta por Concha Velasco: 'Mamá, quiero ser artistaaaa...'. Para remate se llama Rocco, no por la película de Visconti sino por Rocco Siffredi, el superdotado actor porno. «Mis amigos empezaron a llamarle así porque tiene una cola roja muy larga y así se ha quedado». Rocco es para Abenia como un hijo, «un poco bipolar, pero una maravilla». Su marido, Sergio Abad, con el que la presentadora se casó en diciembre vestida con un cancán de tul rosa y chupa negra de cuero, tolera al animal como puede. «Se lleva algún picotazo -su elegida soy yo-, pero a su manera lo quiere».

Si hay algo que no rima con Adriana Abenia es aburrimiento. Posee una energía desbordante. Acaba de terminar su segunda novela (un tanto oscura, dice ella) y tiene un blog de mucho éxito en el que escribe cosas como que «la caída de Barei en Eurovisión fue una mezcla de esguince de modelo de pasarela y penalti claro». Lo de la pasarela lo dice por experiencia porque una vez desfilando en Gaudí se dio un batacazo. Se levantó con una sonrisa, como acaba de hacer ahora, tras su operación de cuello. «Ahora me río, pero las he pasado canutas. No sabía que podía llorar tanto». Un día, de repente, se notó un bultito, acudió a una farmacia creyendo que era una alergia y acabó primero en Urgencias y más tarde en Oncología, porque al principio la naturaleza del tumor (tan grande que desplazaba la tráquea) no estaba clara.

Voz, besos y cicatrices

La operación fue un éxito, salvo por un detalle: «Me paralizaron el nervio que mueve las cuerdas vocales». Y ahí empezó el auténtico vía crucis de esta expresiva mujer para quien hablar es casi tan importante como respirar. «En mi obsesión por recuperar la voz hice de todo, desde atarle los... a San Cucufato a intentar activar el sistema nervioso central haciendo el amor, comiendo chocolate, practicando deporte...». Al final, fue su constancia con los ejercicios de rehabilitación vocal lo que la curó. En cuanto volvió a hablar se fue a la radio y a 'Pasapalabra'.
Cuenta Abenia que de niña era una scout revoltosa que hacía muchas trastadas. «No he cambiado tanto», advierte. Su última provocación ha sido subir a las redes una foto en la que aparece besándose con otra mujer para denunciar la homofobia. «Estoy muy enamorada de mi chico, pero ya he contado que mi primera relación fue con mi prima», suelta con desparpajo. A esta maña que lleva la obstinación de serie le gustaría ser madre, pero a largo plazo... «De momento si me cruzo por la calle con una mujer que lleva un perro y un niño, saludo al perro». Matado el 'alien', su propósito más inmediato es celebrar la vida. «Estoy más radiante que nunca -repite-. Hasta la cicatriz me mola. Es como de chica mala».