EN PRIMER PLANO - A FONDO - LAS ÚLTIMAS VÍCTIMAS DE LA GUERRA DE VIETNAM,./ : REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - ALEJANDRO VALVERDE CAE A TRES MINUTOS,.

TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - LAS ÚLTIMAS VÍCTIMAS DE LA GUERRA DE VIETNAM,.

Las últimas víctimas de la guerra de Vietnam,.

David Beriain, junto a tres supervivientes Hmong en las selvas de Laos. / foto,.

• David Beriain contacta con los Hmong, aliados de EE UU durante el conflicto, en 'El ejército prohibido de la CIA' (Discovery Max). «Aún pagan el precio de aquello»,.

  Cuando el reportero David Beriain (Artajona, Navarra, 1977) investiga un tema, lo hace hasta las últimas consecuencias. A este corresponsal veterano en Irak y Colombia se le ocurrió hace seis años que podía demostrar que la guerra de Vietnam no acabó el 30 de abril de 1975, como dice la versión oficial, sino que todavía muere gente por ella. Para lograrlo, contactó con exagentes de la CIA, evadió el cerco del Ejército de Laos armado únicamente con su cámara y encontró a los últimos supervivientes de la etnia Hmong, represaliados porque sus abuelos y sus padres ayudaron a los estadounidenses durante el conflicto. El resultado es ‘El ejército perdido de la CIA’, un documental que se estrena este martes, a partir de las 22.30 horas, en abierto en Discovery Max.
  «Es una de esas historias que un periodista se encuentra muy pocas veces en la vida. Es única y nosotros hemos tenido el privilegio de contarla», reconoce Beriain, ya de regreso en España después de una epopeya que le ha llevado por Washington, Minesota, Amberes, Tailandia y Laos. Durante la guerra de Vietnam se produjo un enfrentamiento paralelo en este último estado, que se había declarado neutral y en el que las potencias se habían comprometido a no intervenir. Sin embargo, pronto se convirtió en escenario de la Guerra Fría, con comunistas y norteamericanos luchando a través de sus aliados.
  La CIA envió oficiales que reclutaron a fuerzas locales, sobre todo a miembros de la etnia Hmong, una tribu de las montañas con fama de buenos guerreros. Su objetivo, detener el avance del Ejército de Vietnam del Norte mediante el combate de guerrillas, hostigar la ruta de suministro de Ho Chi Minh y rescatar a los pilotos americanos caídos. Nacía así el ‘Ejército Secreto de la CIA’. Fueron tremendamente exitosos, pero a costa de dejarse decenas de miles de vidas en el camino. Para 1971, la inmensa mayoría de estas milicias estaban formadas por soldados menores de 16 años y mayores de 45. Tal y como cuenta uno de los oficiales responsables de adiestrar a estos guerrilleros, el exagente Jack Jolis, en el documental.
  
  «Mi trabajo era entrenar a estos equipos y elegir las áreas donde debían actuar. Tuvimos mucho éxito en las operaciones porque los Hmong se hacían pasar por campesinos y dejaban sondas para marcar los lugares que nuestra aviación tenía que bombardear», explica Jolis. Lo que más le dolió a este reclutador «fue abandonarlos» cuando tuvieron que poner fin a la guerra: «Eran muy valientes». A día de hoy, los supervivientes de esta etnia continúan sufriendo represalias por parte de sus compatriotas «y no hay un reconocimiento oficial de esta guerra por parte de Estados Unidos», confiesa sin tapujos el exagente, cuyo testimonio es uno de los más reveladores del trabajo de Beriain.
  Otros se habrían conformado con estas declaraciones, pero el periodista navarro decidió embarcarse en una peligrosa aventura por las selvas de Laos, a las que accedió de la mano de exiliados Hmong. «No tengo miedo de morir porque quiero que la comunidad internacional sepa lo que está sufriendo mi pueblo», le confiesa uno de los guerrilleros la noche antes de cruzar clandestinamente la frontera.
  - Siguió adelante pese a todo. ¿No tenía miedo?
  - Cuando me advirtieron del peligro, pensé: «Mierda, a lo mejor no salimos». Pero en esos momentos te apoyas mucho en el equipo. No somos unos locos, si no creyésemos que tenemos muchas posibilidades de que salga bien no lo haríamos.
  
  Una carta a la ONU
  Una vez en Laos, Beriain, su equipo y los exiliados cruzaron durante seis días la selva hasta encontrar el último bastión de los Hmong: una montaña rodeada por guarniciones militares y donde había apenas cien supervivientes. Allí hasta los niños llevan Kalashnikovs. «Lo primero que se me vino a la cabeza es que la historia es cruel. Hay un concepto muy fuerte en el documental que es el pecado original: los padres y los abuelos de los actuales Hmong lucharon junto la CIA y todavía están pagando ese precio», recuerda el reportero.
  Antes de irse, el líder de los Hmong escribió una carta dirigida a la ONU en la que pedía que se hiciera cargo de su situación y que, al menos, les enviara alimentos. Beriain la entregó, pero todavía no ha recibido respuesta. «Está en la lista de puntos suspensivos de la comunidad internacional. Yo creo que se puede hacer algo más. No digo que los Hmong tengan razón o no, el documental no abunda en eso, pero ¿realmente necesitan exterminar a todos los que quedan? Espero que remueva muchas conciencias», zanja.
  
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  El favorito cayó en la última trampa de la clásica más antigua: el tramo de adoquín de Rue Naniot, de 600 metros al 10,5% de desnivel, a sólo 2,5 kilómetros de la meta en el suburbio de Ans. Alejandro Valverde sucumbió en el novedoso escalón diseñado por los organizadores de la Lieja-Bastoña-Lieja y no pudo conquistar su cuarto triunfo en la cita decana del calendario internacional.
  Esa variante orográfica fue incluida para endurecer el ya de por sí complicadísimo recorrido y para aumentar la tensión de un final de prueba que en el año pasado fue dominado con autoridad por Valverde. Una empedrada subida, donde el murciano se quedó bloqueado, sin opciones ante el empuje de Wout Poels, Samuel Sánchez, Rui Costa y Michael Albasini, un cuarteto que tomó la delantera y se presentó en la meta con una diferencia imposible de neutralizar por el grupo donde el murciano pedalea sin convencimiento.
  Fue una jornada muy adversa por un clima hostil: nieve, viento, lluvia, pero inolvidable para Poels, uno de los gregarios de lujo de Froome en la poderosa formación del Sky. A los 28 años ya se ha consagrado como clasicómaco, el miércoles terminó cuarto en la Flecha Valona. También fue una cita favorable para Samuel Sánchez, que a sus 38 años, logró una meritoria cuarta plaza. Una lástima para Valverde, que no pudo igualar el póker de Moreno Argentin.
  Un día para sufrir y para evocar la épica de antaño, como la memorable hazaña de Bernard Hinault en 1980, cuando en una jornada castigada por el frío y la nieve atacó a falta de 80 kilómetros para neutralizar a Rudy Pevenage. El francés, al que se le congelaron tres dedos, ganó con una ventaja de nueve minutos. En la primera hora de carrera se retiraron 100 corredores. Un día dantesco, como aquellos que soportaban unos admirables pioneros admirables. El primer ganador de 'La Doyenne' fue el belga Leon Houa, que empleo 11 horas en recorrer 250 kilómetros. Una cita para gloria del inesperado Wout Poels.
  

  Lieja-Bastoña-Lieja

  Clasificación final

  1. Wout Poels (HOL) (Sky) 6:24:29
  2. Michael Albasini (SUI) (Orica) m.t.
  3. Rui Costa (POR) (Lampre) m.t.
  4. Samuel Sánchez (ESP) (BMC) a 4 seg.
  5. Ilnur Zakarin (RUS) (Katusha) a 9 seg.
  6. Roman Kreuziger (RCH) (Tinkoff) a 12 seg.
  7. Joaquim Rodríguez (ESP) (Katusha) m.t.
  8. Bauke Mollema (HOL) (Trek) m.t.
  9. Diego Rosa (ITA) (Astana) m.t.
  10. Tanel Kangert (EST) (Astana) m.t.