BLOC CULTURAL,

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sábado, 30 de diciembre de 2023

La clave - EEUU. inyectará 2.750 millones de euros para compensar a los países dañados por el clima ,./ La Sexta Columna - El Papa Francisco 'for president , Viernes - 19 - Enero ,./ Equipo de investigación - Francisco hace limpieza en el Vaticano, y aparta a los críticos que siembran división . , Viernes - 19 - Enero ,.

  TITULO: La clave - EEUU. inyectará 2.750 millones de euros para compensar a los países dañados por el clima,.

 

  EEUU. inyectará 2.750 millones de euros para compensar a los países dañados por el clima,.

Una veintena de países proponen triplicar la nuclear de aquí a 2050,.

 

foto / La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, este sábado en la COP28, en Dubái ,.

La presencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, este sábado en Dubái, donde se celebra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), no estuvo exenta de críticas. Desde la Casa Blanca, enlazan su presencia allí con el intento de abordar la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza con dirigentes de la región de Oriente Próximo, pero la ausencia del presidente Joe Biden, que sí estuvo en las citas climáticas de 2021 y 2022, ha sido muy mal recibida por expertos, analistas y ecologistas en la capital de Emiratos Árabes Unidos.

Aquí, su número dos se reservó uno de los anuncios de la jornada: EE.UU. dedicará 3.000 millones de dólares (unos 2.756 millones de euros) a inversiones en energías limpias y el fondo que prevé reforzar a las comunidades más vulnerables ante los desastres climáticos. El compromiso de Estados Unidos es el primero que realiza desde 2014 pese a que Biden puso un pie en Washington con un claro discurso de apoyo a esta lucha.

La organización Greenpeace se mostró muy crítica con el anuncio norteamericano y cree que sus declaraciones «deben ir acompañadas de medidas, empezando por la paralización inmediata de los nuevos proyectos de petróleo y gas».

El país anfitrión abrió la jornada comunicando que ya son 117 países los que se han comprometido a triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030. Los firmantes trabajarán juntos para incrementar la capacidad global de generación de energía renovable hasta los, al menos, 11.000 gigavatios para finales de esta década.

Otra veintena de países, entre los que se encuentra Francia, Japón y EE.UU., propusieron además triplicar la generación nuclear de aquí a 2050, un gesto histórico tras décadas de ostracismo del átomo. «La realidad de los hechos nos dice que no se puede llegar al cero neto en 2050 sin algo de energía nuclear», dijo el enviado para el clima de EE.UU., John Kerry.

Al ritmo actual, según los climatólogos, el planeta se encamina a un aumento de su temperatura media de entre 2,5 ºC y 2,9º este siglo, cerca del doble del objetivo ideal (1,5º). Los expertos consideran que para alcanzar la neutralidad del carbono a mediados de siglo es imprescindible reducir lo antes posible la dependencia de los combustibles fósiles.

Pacto de 50 petroleras

Por otro lado, Emiratos Árabes Unidos presentó un compromiso encabezado por las petroleras más grandes del mundo, la estadounidense Exxon Mobil Corp. y la saudí Aramco: 50 productores de petróleo y gas reducirán las emisiones de sus operaciones, limitarán las de metano, uno de los gases de efecto invernadero más peligrosos, a casi cero para 2030 y detendrán la quema rutinaria de gas natural. Los ecologistas no tardaron en tildar el acuerdo de 'ecopostureo'. Expertos de Bloomberg consideran que el compromiso es muy polémico dado que ninguna de las empresas acepta reducir la producción de petróleo y gas.

 

TITULO:   La Sexta Columna -  El Papa Francisco 'for president , Viernes -  19 - Enero ,.

 Este viernes -  19 - Enero  a partir de las 21:30 La Sexta, foto,.

 El Papa Francisco 'for president,.

 El cara a cara con el Papa: el deseo frustrado de Biden en su gira europea

foto / Papa Francisco,.

  En la vida hay siempre un antes y un después; sucede en nuestras existencias personales y también en los acontecimientos de la historia. Ha habido, por lo tanto, un antes y un después de la visita de Donald Trump al papa Francisco el 24 de mayo. Antes de la entrevista las previsiones eran pesimistas; es más, reinó una gran incertidumbre sobre si iba o no a celebrarse puesto que la Casa Blanca tardaba en solicitarla. La petición, por fin llegó, y fue aceptada. Pero los observadores recordaban que entre los dos personajes había habido un intercambio de juicios poco favorables del uno sobre el otro y, con cierto énfasis, subrayaban la absoluta diferencia entre sus personalidades y sus tomas de posición en temas fundamentales. Por supuesto, nadie auguraba un choque abierto, pero no se descartaba que la chispa pudiera saltar. Por fortuna, no ha sucedido así y la audiencia puede ser calificada como normal o, como han dicho en el Vaticano, «más positiva de lo que en un principio pudiera esperarse». El comunicado oficial calificaba las conversaciones como «cordiales» y subrayaba algunos puntos de convergencia entre la Santa Sede y la actual administración de Washington como por ejemplo «el compromiso común en favor de la vida y de la libertad religiosa y de conciencia» y «la promoción de la paz en el mundo a través de la negociación política y el diálogo interreligioso». Al despedirse de su anfitrión, el presidente Trump le susurró al Papa: «No olvidaré lo que usted me ha dicho» y antes le había prometido leer los documentos que Bergoglio le entregó entre los que destacan la encíclica ecológica «Laudato si» y la «Evangelii gaudium» que es la clave de este pontificado. Si cumple su palabra, pronto tendremos pruebas. Vengamos ahora al después; es obvio que han pasado muy pocos días para que podamos percibir algún cambio en las actitudes presidenciales. De momento, ha hecho un gesto significativo: ha entregado trescientos millones de dólares para combatir el hambre en países africanos como Sudán del Sur y Yemen cuyas poblaciones están al borde de la hecatombe humanitaria. Podría hacer mucho más, desde luego, pero por algo se comienza.

 

TITULO: Equipo de investigación -  Francisco hace limpieza en el Vaticano, y aparta a los críticos que siembran división , Viernes - 19 - Enero  ,.  

Este   Viernes -  19 - Enero a partir de las 22:30 La Sexta, siempre dirigido por Gloria Serra , foto,.

Francisco hace limpieza en el Vaticano, y aparta a los críticos que siembran división,.

La retirada del sueldo y el apartamento a un cardenal hostil abre el debate sobre qué significa «oposición leal» en la Iglesia,.

 La 'oposición' del Papa Francisco: Georg Gänswein, el cardenal Angelo Becciu, el cardenal Raymond L. Burke, el Cardenal Gerhard Ludwig Müller y el exarzobispo Emmanuel Milingo

 La 'oposición' del Papa Francisco: Georg Gänswein, el cardenal Angelo Becciu, el cardenal Raymond L. Burke, el Cardenal Gerhard Ludwig Müller y el exarzobispo Emmanuel Milingo,.

La paciencia tiene un límite, incluso para el Papa Francisco, que esta semana ha decidido retirar sueldo y alquiler al cardenal Raymond Leo Burke, abanderado de los movimientos opositores a su Magisterio. Burke, jubilado desde el pasado mes de junio, pierde su sueldo mensual de cinco mil euros y su apartamento de 417 metros cuadrados junto a la plaza de San Pedro. La decisión es un aviso a otros de que los tiempos han cambiado definitivamente en el Vaticano y abre el debate sobre qué es realmente «oposición leal» al magisterio papal.

Francisco ha tomado en el pasado decisiones parecidas contra exponentes de la Curia que lo han criticado públicamente, como el cardenal Gerhard Müller, a quien no renovó como prefecto de la Congregación para la Doctrina de le Fe; o a Georg Gänswein, ex secretario de Benedicto XVI, autor de un duro libro contra el Papa. Al cardenal Angelo Becciu, acusado de malversación, lo despojó de sus derechos como príncipe de la Iglesia.

«Naturalmente, cuando el Papa toma una decisión que te parece errónea, nuestra obligación es hacérselo notar, precisamente para protegerle. Pero se hace en privado y sin presionar, para no provocar una herida mayor de la que estás curando», explica un cardenal a ABC. «Hay que reconocer además que el Pontífice está en contacto con más personas y es probable que haya tomado la decisión con otros elementos», añade.

«Naturalmente, cuando el Papa toma una decisión que te parece errónea, nuestra obligación es harcérselo notar para protegerle»

Un cardenal consultado por ABC

En abril de 2018, Burke justificaba sus críticas al Papa citando a un autor del siglo XIII, Enrique de Segusio, para quien sorprendentemente «el colegio cardenalicio es de facto un mecanismo de control de los errores papales», a pesar de que ninguna norma actual le reconozca esa función.

Según el purpurado, «la crítica debe ajustarse a las enseñanzas de Cristo sobre la corrección fraterna». Significa que «si el Papa se niega a corregir su gravemente deficiente manera de enseñar o actuar, debe hacerse pública, porque de ella depende el bien de la Iglesia y del mundo».

«¿Por qué ha tardado tanto?»

Aunque los admiradores del cardenal Burke presentan la medida de Francisco como una «venganza papal» contra el purpurado disidente, la realidad es ligeramente diferente. «La pregunta que se hacen la mayoría de los católicos ante la decisión del Papa no será '¿por qué lo ha hecho?', sino '¿por qué ha tardado tanto?'», asegura Austen Ivereigh, biógrafo del Papa Francisco.

En su opinión, «cualquiera que haya seguido durante esta última década las actividades, los discursos y las maniobras del cardenal tradicionalista se habrá asombrado de cómo se ha permitido a Burke socavar constantemente la autoridad del Papa, colocándose como contra-magisterio del Papa y construyéndose una lucrativa carrera presentándose como el verdadero guardián de la tradición».

Fuentes consultadas por ABC subrayan que el problema no son las críticas de Burke a Francisco, sino su insistencia en socavar su magisterio. Para que escarmienten en cabeza ajena, el Papa explicó el pasado 20 de noviembre a altos cargos del Vaticano que toma la decisión porque el purpurado está usando los recursos contra la Iglesia y para impulsar división con el papado.

Juramento de fidelidad

Benedicto XVI nombró en 2008 a Raymond L. Burke prefecto del tribunal de la Signatura Apostólica, la corte de apelación del Vaticano, y en 2010 lo creó cardenal. En la ceremonia, Burke «prometió y juró» «obediencia a San Pedro en la persona del Sumo Pontífice Benedicto XVI y de sus sucesores canónicamente elegidos».

Lo cierto es que nunca se entendió bien con el Papa Francisco, quien en noviembre de 2014 lo destinó como su representante en la Orden de Malta, y lo apartó por desobediencia en 2016. En paralelo, Burke ya abanderaba iniciativas de sectores críticos con Bergoglio.

El problema no son las críticas de Burke a Francisco, sino su insistencia en socavar su magisterio

En 2018 el purpurado explicó en la conferencia 'Iglesia católica, ¿a dónde vas?' que a lo largo de la historia ha habido algunos papas herejes, y que en esos casos la labor de los cardenales es señalar el error. Él mismo había preparado en septiembre de 2016 cinco «dubias» o solicitudes de aclaración al Papa sobre su decisión de permitir «en ciertos casos» que personas divorciadas vueltas a casar pudieran recibir la Eucaristía. El Papa les remitió a documentos oficiales, pero no respondió directamente, por lo que hicieron públicas las cuestiones como gesto de presión.

Este verano, el cardenal volvió a la carga, esta vez interrogando al Papa sobre cuestiones ligadas al «sínodo de la sinodalidad». Como no le convencieron las respuestas que le hizo llegar Francisco, reformuló las cuestiones y las envió de nuevo. Al no recibir respuesta, las hizo públicas en vísperas del sínodo.

Por esas fechas Burke presidió un encuentro en Roma duramente crítico con el sínodo de Francisco, al que comparaban con la torre de Babel. Sin mencionar al Papa, denunció que «estamos asistiendo a un sutil cambio semántico de algunas palabras o expresiones que hace incomprensible la enseñanza de la Iglesia sobre algunos puntos». Por si había dudas de a quién se refería puso como ejemplo la expresión «misericordia de Dios» o «sinodalidad». «Los obispos y cardenales de hoy necesitan mucho valor para enfrentarse a los graves errores que provienen del interior de la propia Iglesia», aseguró entonces. En primera fila le escuchaba el cardenal Robert Sarah.

Burke, que no ha contestado la sanción del Papa, suele explicar que sus críticas son «leales» y que no es un enemigo de Francisco. «Pedir –con el respeto debido al cargo–la corrección de una confusión o error no es un acto de desobediencia, sino de obediencia a Cristo, y por tanto también a su Vicario en la Tierra», aseguró en 2018.

El problema es la insistencia. Ivereigh piensa que «es difícil imaginar que cualquier otra organización permita esto, la injusticia de que un cardenal rico e independiente viva a costa del pueblo de Dios mientras recorre el circuito tradicionalista sembrando sospechas y dudas sobre el sucesor de San Pedro».

Los otros afectados

El Papa siguió el mismo criterio este año con Georg Gänswein, secretario de Benedicto XVI. Después de la publicación de sus memorias con duras críticas a Francisco, como no se daban las condiciones para concederle un cargo de confianza en Roma, el pontífice lo envió de vuelta a la diócesis de Friburgo, sin ninguna misión concreta, y le retiró el derecho a disponer de vivienda en el Vaticano.

Precisamente este jueves se ha entregado en el Vaticano el Premio Ratzinger, considerado el Nobel de Teología, y Gänswein no ha participado en la ceremonia. Aparentemente, está realizando un viaje a EE.UU. para promocionar su libro.

Otro precedente es de septiembre de 2020, cuando el Papa retiró al cardenal Angelo Becciu sus derechos como cardenal, al descubrir indicios de malversación. El fiscal ya ha solicitado siete años y tres meses de cárcel para el cardenal, pero sus abogados consideran que no se benefició personalmente y solicitan la absolución.

Independientemente de la sentencia, que se conocerá en dos semanas, es difícil que se normalicen sus relaciones con el Papa después de que saliera a la luz que grabó en secreto una conversación con Francisco en la que intentaba que reconociera su inocencia.

Otro de los «opositores» afectados es el cardenal Gerhard Ludwig Müller, a quien en 2017 no renovó como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sin concederle ningún otro cargo de confianza. Sin embargo, este año lo ha invitado a intervenir en el sínodo de la sinodalidad, para que pueda exponer libremente su visión de la Iglesia.

El caso de Milingo

No sólo Francisco se ha visto obligado a tomar medidas especiales contra colaboradores de la Curia Vaticana. El caso más llamativo es el de Emmanuel Milingo, completamente diferente a los actuales.

Juan Pablo II se lo trajo a la Curia en 1983 cuando era arzobispo de Lusaka (Zambia) para que dejara de hacer exorcismos por su cuenta. Le nombró «delegado especial del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes», pero Milingo se cansó y en los 90 empezó a coquetear con corrientes tradicionalistas y sedevacantistas.

La historia no terminó ahí porque años más tarde se pasó al extremo contrario: primero se casó con una coreana siguiendo el rito de la Iglesia Moon, luego habló arrepentido con Juan Pablo II y repudió ese matrimonio, y más tarde fundó una organización para solicitar el fin del celibato obligatorio.

En 2006 ordenó obispos a hombres casados, e incurrió automáticamente en la excomunión. Visto que no estaba arrepentido, Benedicto XVI lo expulsó del sacerdocio en 2009. En una de sus últimas declaraciones, asegura que sigue siendo católico.

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