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jueves, 28 de diciembre de 2023

Atención obras - Cine - Laia Costa Actriz ,.Viernes - 19 - Enero ,./ Detrás del instante - Muere Sabine Weiss, la fotógrafa humanista ,. / TARDE DE CINE CON - Coloquio: Giros inesperados ,. / Historia de nuestro cine -Cine - El asesino de muñecas , Viernes - 19 - Enero,.

 

   TITULO: Atención obras - Cine - Laia Costa Actriz   ,. Viernes - 19 - Enero  ,.

 Viernes - 19 - Enero ,.  a las 20:00 horas en La 2, foto,.

 Atención obras - Cine - Laia Costa Actriz ,.

Laia Costa Actriz ,.

«Nos permitimos muy poco estar perdidas, equivocarnos»,.

Estrena este viernes en las salas de cine 'Un amor', adaptación de la novela homónima de Sara Mesa a cargo de Isabel Coixet,.

 Laia Costa, como Natalia, en 'Un amor'.

Laia Costa, como Natalia, en 'Un amor'.

Accedió al mundo de la interpretación casi por casualidad, como si fuera un juego, pero en los últimos años Laia Costa (Barcelona, 38 años) ha demostrado que se toma muy en serio su profesión. Galardonada con el Goya a la mejor actriz por meterse en la piel de una madre primeriza en 'Cinco lobitos', regresa a la cartelera este viernes con 'Un amor', adaptación de la novela de Sara Mesa a cargo de Isabel Coixet, donde da vida a Natalia, una joven traductora de una ONG que se va a vivir al campo, asqueada por las angustiosas y cruentas realidades que está conociendo en el desempeño de su labor. De mirada brillante y tono reflexivo y sosegado, la actriz revela que «jamás» había vivido un rodaje tan «bonito y fluido».

-¿Como llegó al proyecto y que es lo que le sedujo de él?

-Pues Isabel me comentó que había leído la novela de Sara y que estaba pensando en comprar los derechos, que a ver si me la podía leer y darle un poco de 'feedback'. Eso fue en 2020, en plena pandemia. Me uní al proyecto porque la novela me pareció algo muy distinto a lo que tenía en mente en ese momento. Isabel es una genia y es muy difícil decirle que no. Había trabajado con ella en 'Foodie love' y había disfrutado muchísimo ese rodaje, así que me pareció un plan perfecto reunirme con ella y con una cosa tan distinta a 'Foodie Love'. Lo tuve muy claro.

-Da vida a Natalia, una traductora que se va a vivir a un pueblo de la España vaciada. ¿Ha pensado alguna vez en largarse de la ciudad?

-Tengo la sensación de que, sobre todo a raíz de la pandemia, es una idea que ha estado más en el imaginario colectivo de todos, hay cierta idealización de esa escapada. De hecho, geográficamente se ha dado de forma real, muchísima gente ha salido de los núcleos urbanos y se ha ido afuera, a las zonas más rurales. Creo que es un mecanismo de defensa muy humano: pensar que ir a esa playa nos va a curar el duelo, que hacer ese viaje nos va a arreglar el ánimo. Es una cosa como de querer escapar, de algo que te aprieta y necesitas irte fuera. En el caso de 'Un amor', es cierto que ella se va a un lugar que no es el suyo y que el paisaje tiene un peso muy importante, con esa atmósfera claustrofóbica que se convierte según su estado de ánimo. Si ella está feliz, la lluvia es bienvenida y si no está feliz, todo parece que se cae. Para mí es más la casa, que es como una especie de metáfora para explicar cómo está Natalia por dentro. Pero siento que el hecho de que ella se vaya a lo rural no es el peso central de esta historia.

-Se pinta, eso sí, como un refugio nada idílico ni bucólico. ¿Fue muy duro el rodaje?

-El rodaje ha sido muy hermoso. Jamás he vivido algo tan bonito y tan fluido, porque la historia es muy cruda, es muy amarga. En Logroño, en febrero y marzo, hace un frío que te mueres. O sea, nos nevó, se nos cayó una pared de la casa mientras rodábamos, estuvieron un fin de semana reconstruyéndola... Y luego hizo mucho viento, los árboles estaban pelados, luego hizo calor y empezaron a florecer. Estaban los buitres, que a veces se juntaban hasta 70 en lo alto de la montaña. Vamos que estaba muy vivo el paisaje y era muy crudo rodar así, porque estamos en exterior prácticamente todo el rato. Esa casa no se puede considerar un interior, hacía más frío dentro de la casa que en la calle y para coger un poquito de calor salíamos fuera, así que imagínate (ríe). Entonces, fue muy duro porque las escenas eran emocionalmente muy crudas. Y, en cambio, en el equipo hubo una conexión, un cuidado entre nosotros muy grande. Y cuanta más dureza, más amor hacíamos. Nos juntábamos y nos dábamos más cariño y más mimos entre nosotros. No se oían gritos, no se oían prisas. Fue todo como muy fluido. Yo creo que ahí tiene mucho que ver Isabel, porque es una gran generadora de alquimias y de energías. Y no sé, había algo ahí como muy hermoso en el equipo, de que todas íbamos muy a una y se notó muchísimo. Incluso con los locales, de golpe llegabas por la mañana y estaban ahí unos hombres haciendo unas setas o caldo o nos traían croquetas. En un par de ocasiones vinieron mujeres que habían hecho unas conservas y nos las regalaban. Estában muy agradecidos de que estuviéramos allí.

Tres momentos de la película, junto a Luis Bermejo, Hugo Silva y Hovik Keuchkerian. Alfredo Tobía y Zoe Sala

-¿Cómo sienta eso de dar vida, como dice Sara Mesa, a uno de los personajes más odiados de la literatura reciente? ¿Usted lo ve así?

-No, yo no lo veo así a estas alturas, obviamente. He pasado por un proceso de empatía muy importante con el personaje y con la historia. Creo que ese es el quid de la cuestión, la empatía. Empatizar con algo que nos es un espejo es muy fácil, empatizar con algo que no entendemos es muy difícil. Así que con este personaje he hecho un ejercicio de empatía brutal en el que me he metido en su piel y he hecho unos procesos para entender perfectamente cómo reacciona. Si no hubiera tenido estos encuentros con personas que me han explicado, a nivel clínico y de diagnóstico de salud, este tipo de trabajador que es Nat, no hubiera entendido que tienen todo este tipo de problemas mentales, reales, derivados del trabajo. Conociéndolos, entiendes su huida, que acepte el trueque (Natalia llega a tener sexo con un lugareño para que le arregle el tejado)... Y si haces ese ejercicio, por mínimo que sea, ya empiezas a notar la anestesia emocional en tu propio cuerpo. Es que es muy fácil juzgar realidades ajenas cuando no las ha vivido nuestro propio cuerpo, pero de golpe piensas: «Si yo estuviera en esa situación, es muy probable que estuviera en esos pasos, en esos caminos».

-¿Fue muy doloroso el proceso?

-Fue un proceso muy bonito de descubrimiento. Además, siento que hay un tema y es que nos permitimos muy poco estar perdidas, equivocarnos, sobre todo con respecto a relaciones tóxicas, que pueden ser sentimentales o de otro tipo. Hay como una facilidad para culpar a la gente que no hace los pasos correctos, y más cuando no entendemos por qué no los hacen, y quizá de ahí el juicio ajeno. La película también habla de ese viaje vital que hace Nat, con el que mucha gente se puede sentir identificado porque creo que vivir y hacerte mayor implica pasar por estos procesos también, de hacer las paces con algo que, pasados los años quizá, te preguntas ¿por qué, cómo y cuándo me metí en ese pozo?

-¿Trata de no juzgar a los personajes a los que da vida?

-Creo que es imprescindible no juzgarlos porque si no, cómo los vas a entender o a no entender al final. Yo no creo que Nat tenga muchas respuestas y yo iba encontrando preguntas a medida que íbamos también rodando y el proceso creativo se iba desarrollando, pero no sirve de nada juzgar, no solo para interpretar, sino para nada en general (ríe). Creo que juzgar nunca ha sumado nada.

-Un personaje espeluznante es el de Píter, al que Hugo Silva da vida. ¿A lo largo de su vida se ha enfrentado a muchos micromachismos como las que plantea el personaje?

-Me hace gracia que hables de él porque es terrible (ríe). ¿Sabes lo interesante de estos micromachismos y microagresiones? Que normalmente están vestidos de cordialidad. Y no te tienes que ir a un pueblo a vivir lo que vive la protagonista, los vives en el día a día, en cualquier ciudad, dentro de tu propia familia y tus amistades, con esa cosa de sobreproteger, de paternalismo e, incluso, de infantilizar. Al final es todo un tema de la persona que lo está ejerciendo, pero creo que cuesta mucho ver que eso no está bien incluso para el que recibe, porque al final estamos todos en este microcosmos de esta sociedad que tiene estas dinámicas. Y lo curioso es que cuando empiezas a verlos, alucinas porque no paras de verlos. Creo que ese primer paso es el más complicado y complejo, darte cuenta de que no está bien que te digan esto.

Laia Costa junto a la directora, Isabel Coixet.
 
Laia Costa junto a la directora, Isabel Coixet. 

-¿Cómo fueron las secuencias junto a él?

-Hugo Silva está increíble en la película. Yo aluciné con la facilidad que tenía para crear y para jugar con ese personaje en determinadas situaciones. Recuerdo la escena de la cena de Nat y Píter, donde sale el monstruo claramente, y fue muy fácil la escena, aunque que es muy compleja porque hay mucha violencia a pesar de que no se mueven de las sillas. Ese comentario de «era una broma, no le des importancia»... Eso es lo que nos hemos dicho las mujeres constantemente para no dramatizar y no molestar y al final es una agresión eso en toda norma y te das cuenta de cuantos amigos has tenido que hablan así y te preguntas cómo no has sido capaz de verlo antes. Creo que la sociedad tiene sus entresijos para que las cosas funcionen de un modo que no juegan a favor de destapar esas microagresiones y ese es uno de los puntos centrales de la película.

-¿Cree que esas dinámicas están cambiando?

-Si pienso en Madrid, te diré que sí están cambiando, según que sociedades, claro. Pero si tú miras el global del mundo, estamos haciendo pasitos de bebé, muy, muy despacito. Si salimos de nuestro ombligo y salimos de España, por ejemplo, te das cuenta de que el mundo es enorme y que la realidad normalmente es la otra cara. A nivel personal lo más interesante es que uno de los primeros pasos es que tú, en tu vida cotidiana, te des cuenta de esas agresiones y te des cuenta de que no las hace un tipo que te ha seguido en la calle una noche a las 3 de la mañana, sino que están dentro de tus propios familiares y amigos, que es tu círculo de amor y que por eso tú has normalizado todo eso. No, no, que están dentro de tus propios familiares y amigos, que es el círculo de amor cercano a ti. Y que por eso tú has normalizado todo eso. Justo ahora empezamos a ver en películas y literatura voces que hablan de esto y eso es un inicio.

-Usted se graduó en Marketing y Relaciones Públicas. ¿Cómo cambió el despacho por la interpretación?

-Pues por azar y casualidad y accidentes varios. Yo recuerdo perfectamente que un domingo, que es cuando vamos a comer a casa de mis padres y nos vemos todos, mi hermana dijo: «Hay una escuela de teatro, me voy a apuntar. Hacen un curso de dos semanas». Y pensé, pues me apunto, que estas dos semanas no hago nada. Y así empezó. Jamás pensé mientras crecía que esto era una profesión a la que yo me pudiera dedicar. Si miras a una ciudad como Los Ángeles, que vive de la industria, pues allí todos los niños son conscientes de que pueden ser músicos, escultores o guionistas. Aquí en España, en mi colegio no había ni siquiera bachillerato artístico, o sea que la interpretación jamás fue una opción. Y nada, empecé a hacer esos cursos con mi hermana y entonces nos dijeron que nos quedáramos al curso regular e hice un año ahí. Por casualidades conocí a personas y empecé a tener la opción de hacer alguna audición, y en una de estas me dieron un papel de un año. Cogí una excedencia para probar, pero yo muerta de la risa, como una cosa exótica que iba a hacer durante un año para luego volver a mi realidad, y hasta ahora.

-Lleva más de diez años en la profesión, ¿se ve dando un giro de nuevo y dedicándose a otra cosa?

-Sí. Hoy en día, y lo veo no solo en mi caso, sino en mis amigas y mis amigos, la gente acaba ejerciendo profesiones que no son la carrera que han estudiado. Y también veo a personas privilegiadas, con 40 años, que se ponen a estudiar otra carrera, con la intención de hacer un cambio de rumbo. Cada vez tengo menos referentes de gente que sabe que quería ser médico, estudia medicina y ejerce toda su vida. Esos casos son los que menos me rodean, y sí que cada vez veo más híbridos de gente que se busca la vida según la profesión. El mundo profesional es tan inestable en todos los aspectos y en todos los sectores, que las nuevas generaciones estamos obligadas a algo que creo que biológicamente no nos juega a favor, que es la constante reinvención y adaptabilidad a las nuevas realidades. Quizá por eso estamos todos tan estresados (ríe).

 

 TITULO:  Detrás del instante - Muere Sabine Weiss, la fotógrafa humanista  ,.

 Miércoles - 17 - Enero  a las 20:00 horas en La 2 / foto,.

 

Muere Sabine Weiss, la fotógrafa humanista,.

Con una mirada ágil y comprometida, retrató la vida cotidiana mezclando poesía y sensibilidad social,.

La fotógrafa franco-suiza Sabine Weiss, fallecida en París a los 97 años.

 La fotógrafa franco-suiza Sabine Weiss, fallecida en París a los 97 años.

La fotógrafa franco-suiza Sabine Weiss, una de las mejores representantes de la denominada fotografía humanista, ha fallecido en su casa en París a los 97 años, según confirmó su entono en un comunicado. Era una de las pocas mujeres que brilló en su oficio en una época en la que destacaron colegas masculinos como Robert Doisneau -su mentor- Willy Ronis, Edouard Boubat o Izis (Israëlis Bidermanas). Fotógrafa de moda, reportera, callejera y de estudio, se consagró cazando instantes de la vida cotidiana en el París que la acogió a mediados del siglo pasado y mezclando en sus fotos poesía y sensibilidad social.

Nacida el 23 de julio de 1924 en Suiza como Sabine Weber, con doce años se hizo con su primera cámara. Con dieciocho decidió hacerse fotógrafa y dejó su pequeña ciudad, Saint-Gingolph, para irse a Ginebra en bicicleta. Allí se formó con Frédéric Boissonnas, fotógrafo de estudio, de 1942 a 1945, para diplomarse en 1946 y abrir tras su propio estudio en Ginebra.

Pero Weiss decidió pronto trasladarse a París donde convirtió en asistente de Willy Maywald, un conocido fotógrafo de moda. En 1949 conoció al hombre de su vida, Hugh Weiss, un pintor estadounidense con el que contrajo matrimonio y con quien recorría día y noche las calles de París, done halló inspiración y abrió su estudio en el Boulevard Murat.

Weiss comenzó en 1950 su carrera como fotógrafa independiente y en 1952 fue contratada por Vogue como reportera gráfica y fotógrafa de moda hasta 1961. Robert Doisneau descubrió sus fotografías en el despacho del director de Vogue y le ofreció formar parte de la agencia Rapho. Comenzó en entonces a viajar por el mundo para cubrir encargos de periódicos y revistas como Time, Life, Newsweek o Paris-Match.

Pero no abandonó nunca un trabajo personal en el que equilibró la poesía y la observación social con una mirada sensible para retratar la vida cotidiana, la gente y sus emociones. «Nunca pensé en hacer una foto humanista. Una buena foto debe impactar, estar bien compuesta y desnuda. La sensibilidad de la gente debe ser obvia», afirmó en una entrevista.

Discreta, tan traviesa como rigurosa y menos conocida que otros fotógrafos de su época, jamás se sintió marginada por ser mujer. Consideraba la fotografía como «una forma de amistad», lo que le llevaría a entablar «un diálogo constante» con sus modelos, a menudo críos a los que llamaba cariñosamente «mocosos», mendigos, trabajadores en plena o amantes transeúntes.

Edward Steichen eligió en 1955 tres fotografías de Weiss para la exposición 'Family of Man' (La familia del hombre) en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Desde entonces su obra se mostró en galerías y grandes museos y pasó a formar parte de importantes colecciones como las del Instituto de Arte de Chicago, el Metropolitany el MoMA de Nueva York, el Centro Georges-Pompidou de París o la Maison européenne de la photographie de París y la Kunsthaus de Zúrich.

Ganadora del premio Women in Motion en 2020 por toda su trayectoria, concedido en los relevantes Encuentros Fotográficos de Arlés, la obra de Weiss ha sido objeto de unas 160 exposiciones en todo el mundo. Prolífica y generosa creadora, en 2017 legó 200.000 negativos y 7.000 hojas de contacto al Musée de l'Elysée de Lausana,.

 

TITULO:TARDE DE CINE CON - Coloquio:Giros inesperados,.

Coloquio:Giros inesperados,.

 Coloquio: Giros inesperados

 foto / En el coloquio intervienen Alejandro Amenábar y Eduardo Noriega, junto al crítico cinematográfico del diario El País y colaborador habitual del programa Javier Ocaña.

 

TITULO:  Historia de nuestro cine -Cine - El asesino de muñecas  ., Viernes  - 19 - Enero ,.

 

 El asesino de muñecas

 

El Viernes   - 19 - Enero ,.  a las 22:15 por La 2, foto,.

 

Reparto,. David Rocha , Inma de Santis , Helga Liné , Elisenda Ribas , Marina Ferri , Lupe Rocha,.

 Paul, el hijo del jardinero de una gran mansión, ha vuelto con sus padres después de fracasar en sus estudios de medicina. Es un joven emocionalmente inestable que colecciona muñecas. La razón es que, tras la muerte de su hermana, fue educado como una niña. Poco después de su llegada, se producen varios asesinatos.

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