BLOC CULTURAL,

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sábado, 15 de mayo de 2021

Mi casa es la tuya - Isabel Coixet ., Viernes-14- Mayo,. / Pekín Express -Triste aniversario . / UN BUEN PLAN ES IR AL CINE - Nuestra parte de noche ,./ Días de cine -' Cine - Director y actor Carlo D’Ursi . Viernes-14- Mayo . / Saber Vivir - Cuidamos de las personas,.

 

TITULO: Mi casa es la tuya -  Isabel Coixet  . ,    , Viernes -14- Mayo,.

 

Mi casa es la tuya',



Este viernes -14- Mayo a las 22.00, Telecinco emite una nueva entrega de 'Mi casa es la tuya', con Bertín Osborne charlando con  Isabel Coixet , foto .

 Isabel Coixet ,.

Isabel Coixet: «En España, el arte es una asignatura maría»,.

Estrena 'Nieva en Benidorm', un thriller que acaba deviniendo en una cinta que centra su atención en los despertares tardíos,.

Isabel Coixet, durante el rodaje de la película./
 
Isabel Coixet, durante el rodaje de la película.

A Isabel Coixet (San Adrián de Besós, Barcelona, 1960) le ha tocado sufrir lo suyo para ver 'Nieva en Benidorm' en las salas de cine. Acabó de rodar la película justo antes de que el confinamiento lo pusiera todo patas arriba y el estreno ha acabado retrasándose hasta el 11 de diciembre a consecuencia de la segunda ola. «Para mí hubiera sido un dolor que no hubiera llegado a las salas», afirma sobre un largometraje que gira en torno a Peter, un banquero británico, metódico, de mediana edad y aficionado a la meteorología, que es despedido y decide ir a visitar a su hermano a Benidorm. Allí, una nueva vida se abre ante sus ojos.

-¿Cómo surge el proyecto?

-El proyecto nace hace mucho. En un encuentro con cineastas del Mediterráneo, surgió la idea de hacer un gran documental sobre cómo había cambiado el litoral en los últimos cincuenta años desde el punto de vista de la biología, del urbanismo, de la flora, de la fauna… No tenía muy claro cómo iba a ser, así que me fui con un equipo a Benidorm, donde nunca había estado. Nos fuimos en invierno, para rodar algún plano, y me encontré con algo que te supera.

-¿Qué le atrapó de la ciudad?

-Los imitadores de Elvis, los edificios, el microclima increíble, la gente del Imserso cantando y bailando en el paseo, los ingleses en su gueto, donde todo son fish & chips y despedidas de soltera… Te encuentras tantos mundos. Y por otro lado está el mundo del Benidorm que pudo ser, los diarios de Sylvia Plath… Y de todo ello salió la historia de 'Nieva en Benidorm'.

-¿Qué fue lo más raro que vio allí?

-He visto cosas muy bizarras en Benidorm. Vi a cuatro generaciones de mujeres, bisabuela, abuela, madre e hija, poniendo billetes en un striper; luego estaban los del coro de poniente, unas cien personas, cantando canciones tradicionales; el taxista británico que de repente gana un concurso de imitadores de Elvis… Es una tierra abonada para cualquier cineasta porque hay tema para muchas historias. Y es un poco como 'Nieva en Benidorm', que empieza como un thriller y va deviniendo en otra cosa porque Benidorm va a entrando en la historia y en este proceso de un hombre que empieza a vivir y a salir de su caparazón.

-Hay un toque de cine negro, pero es una película que habla de los despertares tardíos, de la ingenuidad e, incluso, de la posibilidad de enamorarse a cualquier edad. ¿Hay una reivindicación de ese impulso vital?

-Es que la palabra reivindicación me produce un poco de alergia (ríe). La película cuenta una historia y sí, resulta que los personajes son de mi generación, pero creo que, gracias a Dios, tengo una cosa muy transgeneracional y puedo tratar personajes y cosas muy diferentes. Creo que soy capaz de mutarme en generaciones muy diferentes, desde una adolescente de catorce hasta una persona centenaria.

-Tenemos una concepción más bien feista de Benidorm, pero la fotografía de la película trata de mostrar que en esa fealdad también hay belleza.

-Es que la hay y me di cuenta la primera vez que llegué. Las moles de los rascacielos impresionan, pero luego hay algo… Sobre todo cuando los ves desde el punto de vista de la torre donde filmamos: allí pasaban todos los fenómenos atmosféricos, que nos venían muy bien para la película ya que está dividida en capítulos que hablan del tiempo: la niebla, la lluvia… No nevó, pero a 7 kilómetros de allí sí.

-Tras lo bien que funcionó 'La librería' en los Goya, decide cambiar de registro. ¿Por qué?

-Es que a mí me aburre hacer lo que ya he hecho. Tengo un punto aventurero y explorador. Para mí lo más fácil sería hacer otra adaptación literaria, pero es que no me gusta repetir fórmulas. Quería introducir algo de comedia, explorar otras cosas. Yo ya sé qué es lo que debería hacer pero hay algo en mí de rebeldía que no me lo permite. Es que no me divierte.

-Dicen que 'Contagio' ha dejado de ser ciencia ficción para convertirse en un drama. Con todas las imágenes de los pubs y la fiesta en Benidorm, ¿siente que hay algo de ciencia ficción en la película?

-(Ríe). Hombre, los pubs volverán. Y de hecho ya hay imágenes en Londres que dices: «¡Dios mío!». Siempre he visto como un horror ese tipo de imágenes que se viven en el barrio británico de Benidorm y Peter reproduce un poco mi horror natural ante la gente borracha. Una cosa es divertirse bien y otra cosa es lo del desparrame. Sinceramente, cuando te tomas cuatro jaggermaister es que hasta el colocón es malo. Ojalá fuera ciencia ficción, el problema es que no lo es y es algo aspiracional para mucha gente. Y no hablo de la ciudad. La gente que vive allí, trabajando en sus mercados o en los restaurantes, y la parte del turismo interior me producen mucha ternura. Los ancianos, que solemos poner en un gueto, se sienten libres allí, lo notan y están contentos, y la película transita por todos esos mundos.

-La película se iba a estrenar en noviembre y tuvo que retrasarse a causa de la pandemia y el cierre de muchas salas. ¿Se le pasó por la cabeza irse a las plataformas?

-Es una peli que tendrá su vida en la pequeña pantalla, pero merece la pena verla en cines, porque si no se pierden muchos detalles que para mi definen cómo son los personajes. Todos esos detalles que te curras en la postproducción, de gestos, de pequeñas cosas de orfebre, en casa no reciben la misma atención que en un cine. Para mí hubiera sido un dolor que no se hubiera estrenado en las salas.

-Cuando recibió el Premio Nacional de Cinematografía, dijo que la cultura no está en el ADN del político español. ¿Es un reflejo del sentir de los ciudadanos?

-Es una cosa histórica, pero también hay que poner las cosas en contexto. España no es un país rico. Evidentemente, el producto nacional bruto de Francia es mayor, pero sí que hay algo de que aquí el arte es un poco la asignatura maría. No me parece tan trágico porque la gente que amamos esto vamos a seguir ahí insistiendo y haciendo lo que podamos. Eso sí, cada vez va siendo todo más precario, más difícil, pero nadie dijo que tuviera que ser fácil (sonríe).

 

TITULO:   Pekín Express  -Triste aniversario  ,.

Pekín Express ,.

  Cristina Pedroche conduce 'Pekín Express: La ruta de los elefantes', una aventura en mitad del Índico, en la que 10 parejas con perfiles muy diferentes, etc.

 Triste aniversario,.

 Triste aniversario, para reflexionar

foto / Se cumplen 40 años de que, por “razones de seguridad nacional”, la Universidad de Chile fuera despojada de su señero y centenario Instituto Pedagógico, hoy Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE); una de las más afectadas por vacantes incompletas en pedagogía, y que de nuevo obtuvo una mediocre acreditación de solo tres años.

Ignominioso destino para quien formara a los maestros y maestras que moldearon nuestra educación pública. Pareciera que en democracia esas “razones” persisten, si no cómo explicar que el Instituto Pedagógico no quiera retornar a la Casa de Bello y Amanda Labarca, y que ésta no quiera recuperarlo ni tener una Facultad de Educación, olvidando que nuestros niños y niñas reciben una pésima educación parvularia y escolar pública.

TITULO: UN BUEN PLAN ES IR AL CINE - Nuestra parte de noche ,.

Nuestra parte de noche,.

 Nuestra parte de noche': ¿es este el libro del año?

foto / Para empezar con un elemento informativo, digamos que Nuestra parte de noche es literatura de género, una novela de terror que abraza las reglas de esa disciplina narrativa con un rigor, una explicitud y un entusiasmo indisimulables, festivos (macabramente festivos). Es cierto que los relatos de Mariana Enriquez (Buenos Aires, 1973) ya lo eran, pero aquí hay un salto más desacomplejado, una asunción de modelos y tópicos rastreables en las formas más populares o masivas del gótico, así como la minuciosa elaboración de una mitología ocultista menos disimulable en sublimaciones alegóricas que su nouvelle Éste es el mar (Random House, 2018).

Con ello pretendo advertir de que, si entre nosotros queda algún lector que necesite de excusas ambivalentes o prestigiantes para acercarse a una horror-story sin fruncir el ceño, más vale que deje correr este último y adictivo Premio Herralde. Para entendernos: Nuestra parte de noche se publica en Anagrama y podría hacerlo en Valdemar. En ambos catálogos, ocuparía un puesto de honor.

Hacía tiempo que un autor contemporáneo no lograba “engancharme” como lo hicieron estas casi setecientas páginas, y me doy el gusto de utilizar ese verbo tan cliché y de barra de bar porque en verdad la Enriquez ha escrito un novelón inabandonable, de los de pasar un par de noches insomne hasta llegar al final. Luego, acabarlo sigue sin ser abandonarlo, porque entonces se despliegan ante el superviviente todas las posibilidades interpretativas de esta historia de familias perversas, sectas malignas y rituales sangrientos.


'Nuestra parte de noche' es perturbadora, llena de oscuridad, un tratado sobre la maldad, un novelón inabandonable

Por lo demás, la novela es perturbadora, llena de oscuridad, con voces narrativas que aceptan las mayores crueldades y depravaciones de clase con la naturalidad del fatalismo y del privilegio. Este es un tratado sobre la maldad, apenas desafiada por algunas formas asediadas de lealtad, amor y juventud. También es un greatest hits de situaciones y recursos archisabidos: los adolescentes en bicicleta alrededor de una casa encantada a lo Stephen King, las mágicas arquitecturas imposibles de un Danielewski, las perforaciones e incisiones y escarificaciones de un Clive Baker o del martirológico gore francés (para cualquier aficionado a ese nicho cinematográfico será fácil establecer paralelismos razonables con la muy cruda Martyrs, otro relato en el que dolor y trascendencia van de la mano), ecos de fotogramas de Polanski o Friedkin. Y al mismo tiempo, con la naturalidad ajena a compartimentos estancos de un ente devorador, aquí también está la tradición argentina, claro que sí, Cortázar y Borges y Ocampo, la lección disfrutona de Laiseca con su placer por contar historias con decapitación jovial.

Pero insisto: el segundo linaje no es blanqueador del primero, ninguno de esos estratos queda subordinado a otros: cuando Nuestra parte de noche dice “Un Dios”, dice “Un Dios”; cuando dice “Historia de Argentina”, sin duda dice “Historia de Argentina”. Ambos planos de realidad son convocados con una fe aprendida en la doble visión de William Blake, según la cual todo lo que podemos imaginar pasa a conformar el tejido del mundo con igual certeza.

La novela aspira al encaje perfecto de las piezas: lo consigue casi siempre, y casi siempre sin impostación

El mundo que Nuestra parte de noche quiere que imaginemos (es decir, que conozcamos) es aterrador. Voy a enumerar algunas lecturas posibles de este libro. Es una historia sobre la herencia familiar y su impacto mucilaginoso en las parejas. Es una historia sobre paternidad o filiación, sobre la crueldad que se necesita para lograr ejercer el bien y no solo la docilidad. Es una novela sobre el Poder, sobre lo rápido que viajan él y su mellizo el dinero en un mundo a dos velocidades. Es una novela sobre el deseo, incontrolable y multiforme, lindante con la muerte o la violencia. Habla de amistad. En gran medida, y con minucioso morbo, habla de cuerpos: torturados, desaparecidos, violados, auscultados o intervenidos por la medicina, radiografiados, poseídos por almas negras, cercenados, humedecidos por el calor o por el ardor, secuestrados. Cuerpos pobres y cuerpos ricos. Cuerpos que albergan mentes dañadas, reverberantes, en conflicto con sus propios sentidos y con la posibilidad de la felicidad.

Quizás, a fin de cuentas, quepa sintetizar todo lo anterior en una sola afirmación: Nuestra parte de noche es una novela sobre la Argentina en la segunda mitad de siglo, sobre el cuerpo profanado o invocado de Perón, sobre las dictaduras y las familias omnipotentes que matan y nada ocurre, sobre la exigencia de la memoria. Una historia que también tiene sus reliquias, sus fantasmas, sus cadáveres supurantes, sus cárceles-zoológico en sótanos innombrables. Una historia, en definitiva, que Mariana Enriquez lleva ya varios libros sintetizando poéticamente en la imagen constante de una tierra (calles, lecho de ríos, selvas… tanto da) en la que escarbar conduce necesariamente al hallazgo de huesos humanos.

Todo esto, la escritora argentina lo ejecuta mediante una arquitectura narrativa precisa, en un salto deslumbrante de las formas breves de sus relatos previos a la notable extensión de este trabajo. De hecho, para un lector como el que escribe estas líneas, que siempre observa con sospecha los trazos excesivamente calculados o domesticados de las novelas “perfectas”, este es un caso poco habitual de clasicismo narrativo inapelable. La presencia de David Bowie, anunciada sinuosamente en la contraportada, es elegante, puntual y atmosférica (por cierto, nota al margen: desde su muerte, puede que Bowie se haya convertido en el personaje real más mencionado y recreado de la literatura en lengua castellana). Esta novela aspira a la perfección estructural, al encaje perfecto de las piezas: lo consigue casi siempre, y casi siempre sin impostación. Cuando al fin se cierra, lo hace en un linde, en una expectativa: “a veces, ahora, años después”, a Nuestra parte de noche se la ve llamada a ser una puerta entreabierta. Quizás a la ternura, quizás al infierno. A un lugar, en fin, en el que quieres y no quieres estar.

 

TITULO: Días de cine - Cine -Director y actor Carlo D’Ursi . Viernes-14-Mayo .

 

Días de cine,.
 

Viernes - 14- Mayo  a las 20:35 horas en La 2 / foto,.

 Director y actor Carlo D’Ursi,.

 Días de cine’ repasa los últimos estrenos de la cartelera, en una edición que cuenta como padrino con el productor, director y actor Carlo D’Ursi, reciente ganador del Premio Forqué a mejor cortometraje.
El programa tiene el horizonte puesto en los centenarios de dos grandes del cine español: Luis García Berlanga y Fernando Fernán Gómez. ‘Días de cine’ recordará también el de Juan Mariné, que cumplió 100 años recientemente, y el del gran secundario Luis Giges.
En cuanto a estrenos, ‘El ejército de los muertos’ es la nueva película de Zack Snyder. O ‘Hijos del sol’ nueva película del cineasta iraní Majid Majidi.
Desde Suecia llega ‘Vivir sin nosotros’, escrita y dirigida por David Färdmar, una historia de ruptura; y desde Turquía ‘Ghosts’, una mirada a la transformación urbana de Estambul.
A medio camino entre el terror, el thriller y la comedia, ‘Este cuerpo me sienta de muerte’.
Españolas son ‘Herencia’, dirigida y escrita por Eudald Corominas, y ‘Todas las lunas’, participada por RTVE, un cuento ambientado en la última guerra carlista.
Y para finalizar los estrenos, la comedia francesa ‘Borrar el historial’, y el estreno en España, 12 años más tarde, de la película de Nicolas Winding, ‘Refn Valhalla Rising’
Para terminar, el programa ofrecerá la secuencia favorita de Miguel Ángel Viñas, y como cada semana, las recomendaciones de ‘Días de cine’. 

 

TITULO:  Saber Vivir - Cuidamos de las personas,.


Cuidamos de las personas,.

Cuidamos de las personas

foto / La celebración del Día Internacional de la Enfermería el 12 de mayo nos lleva a los enfermeros de Extremadura a reflexionar sobre la realidad presente y futura de nuestra profesión siempre desde el orgullo que produce saber que nuestra atención y cuidados individualizados son fundamentales para garantizar la salud y el bienestar de la ciudadanos,.

El presidente del Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León, Enrique Cabero, destaca que la crisis del coronavirus «ha puesto de relieve las carencias» en la atención sanitaria y social y exige un estrategia de reconstrucción justa consensuada entre todos que refuerce los servicios básicos del estado social de derecho. Cabero rechaza, en una entrevista a Ical, desvincular las crisis sanitaria y económica y social porque «van en paralelo» y vaticina una «pronta» recuperación «si se elimina pronto» la pandemia, aunque para lograrlo llama a la responsabilidad de toda la sociedad y de cada uno de los ciudadanos de forma individual.

Este salmantino, doctor en Derecho de la Usal, reclama también un «marco normativo de convivencia con el coronavirus» porque no parece que vaya a llegar pronto la inmunidad de la población ni la vacuna y no es necesario, a su juicio, que «estemos en estado de alarma permanentemente». Cabero afirma que Castilla y León es un «paraíso» para cualquier inversor y recalca que ofrece una «alternativa de dispersión territorial» porque esta crisis ha evidenciado «el riesgo de concentrar en pocos metros cuadrados el potencial económico». Como férreo defensor del diálogo, pide por último que no haya «crispación» ni en el ámbito político ni en el económico y social, para poder construir entre todos el futuro.

¿Cómo ha vivido el CES y sus integrantes la pandemia?

Ha sido una etapa en la que hemos aprendido mucho y rápido. Las nuevas tecnologías ya estaban muy incorporadas en la organización del CES, lo que ha permitido poder realizar una actividad muy rica durante estos días difíciles. Hemos tenido ocasión de seguir informando a diario de manera exhaustiva, y se han generado nuevos cauces de participación y propuestas como los 'Cuadernos para la reconstrucción económica y social', que están teniendo una gran aceptación. Además, hemos seguido también con la preparación del Informe Anual. Se han celebrado reuniones virtuales de los consejeros y, a partir del 1 de junio, se retomarán algunas presenciales con todas las medidas de salud y seguridad, porque a partir de esa fecha se reanudan los plazos administrativos, y se recupera la formalidad en la tramitación de los diferentes informes.

¿Qué papel debe jugar la institución en la nueva realidad?

El CES debe ser una institución relevante para el proceso de reconstrucción de nuestra Comunidad y dado el nivel de sus consejeros y personal, ofrecemos ese cauce de participación, propuesta y asesoramiento que la ley nos otorga. En la elaboración del Informe Anual del año pasado incorporaremos propuestas en el marco de reconstrucción, porque se da una circunstancia especial. Las comisiones de trabajo y la nueva comisión especial para la agenda 20/30 y el pacto verde europeo, que está pendiente de aprobación en pleno, harán propuestas y asesoraremos las que surjan que puedan facilitar el acuerdo, tanto político como en el Diálogo Social. Nuestra función es favorecer que se alcancen esos acuerdos.

¿Se ha gestionado bien la crisis?

Hacer un análisis a posteriori siempre es más fácil. Estamos ante una enfermedad nueva, que plantea muchas dudas desde el punto de vista científico y médico, lo que ha provocado que no se diera una respuesta unívoca nacional e internacional. Todavía queda mucho por saber y muchas preguntas que contestar. La Organización Mundial de la Salud declara pandemia el 11 de marzo y el Gobierno, el estado de alarma el 14. ¿Podría haberse dado una respuesta internacional antes?, pues sí, pero las circunstancias han sido muy difíciles. Cuando se declara la pandemia, la Junta solicitó la declaración del estado de alarma y fue probablemente la primera que lo pidió. Las medidas que se han ido adoptando para atender esta emergencia son las recomendadas por los expertos, son muy importantes. El confinamiento masivo, las medidas de higiene individual y colectivo, son los únicos instrumentos realmente útiles para poder contener una pandemia de este tipo, más allá de poder conseguir medicamentos y vacunas, que lleva su tiempo. Como respuesta inmediata creo que no había otra salida.

Existe cierta controversia sobre la necesidad o no del estado de alarma, ¿qué opina usted como experto en Derecho?

La figura del estado de alarma se desarrolla en una ley orgánica de 1981, que contempla esa posibilidad en caso de epidemias especialmente graves como ésta. Creo que no había otra vía desde el punto de vista de la emergencia sanitaria en nuestro planteamiento constitucional, igual que es muy importante el estado de alarma en la gestión de la nueva normalidad o desescalada. Es complicado articularlo constitucionalmente de otra manera, probablemente no se pueda.

¿Pero es partidario de que se mantenga en el tiempo?

Se debe hacer un esfuerzo para poder dotar de una marco normativo a la convivencia con el coronavirus, salvo que se resuelva médicamente de manera rápida, habrá una convivencia hasta que haya una vacuna y se adquiera una inmunidad de forma mayoritaria. Tampoco es necesario que estemos en estado de alarma permanentemente, no es una figura prevista constitucionalmente. Sí estado de alarma para gestionar la situación, pero no necesariamente para todo. Es bueno tener un marco normativo pensando en que no haya ningún rebrote, en esa nueva normalidad, que precisamente porque es nueva requiere un comportamiento normativo y de gestión diferenciado.

¿Está de acuerdo con la dicotomía crisis sanitaria versus económica y social que algunos plantean?

No. Es fundamental resolver ambas coordinadamente. Son dos aspectos complementarios. Si no se soluciona la sanitaria no se soluciona la otra, pero eso no significa que debamos esperar porque llegaríamos tarde. Hay que actuar en los dos planos conjuntamente y de manera coordinada. Son inseparables. La crisis sanitaria hay que resolverla primero para proteger el derechos a la vida y a la salud de todos, y si no se resuelve se puede agravar la económica y social, no son dos realidades separables. Para eso es fundamental acuerdos políticos y del Diálogo Social, porque si no se dificultaría mucho todo.

¿Cómo valora el Diálogo Social durante esta pandemia y la concertación política impulsada por Alfonso Fernández Mañueco?

Es muy positivo que haya habido un acuerdo de Diálogo Social temprano, el 25 de marzo, es una noticia muy buena dentro de la calamidad y que se esté perfilando un acuerdo político de Comunidad autónoma. Un acuerdo de Comunidad autónoma lo hemos defendido permanentemente, es fundamental con carácter general y más ahora para la reconstrucción.

¿Y las medidas del Ejecutivo central?

Valoro los acuerdos alcanzados por el tripartito, pero hay una serie de medidas que no tienen que estar vinculadas al estado de alarma. Hay que separar las medidas en favor del empleo y las de supervivencia del tejido empresarial. Hay medidas de índole laboral, como la flexibilización de las suspensiones de contratos, los ertes, para que la crisis no lleve al despido sino a la suspensión para que se puedan recuperar los empleos de forma inmediata. Además, la liquidez es también muy importante, sobre todo para las microempresa que necesitan esa inyección. Tanto la protección social como la financiación empresarial, requieren de una financiación publica importante.

¿Qué papel debe jugar Europa para evitar la quiebra de los estados por la crisis?

Uno fundamental. No hay estados que queden libres de esta crisis. La UE es fundamental y tiene una gran prueba de desarrollo. Debe garantizar esa financiación para que la recuperación sea lo más rápida posible.

¿Qué le parece el clima de crispación política en plena pandemia que se ha vivido en los últimos días?

Nunca he creído en la crispación como instrumento de acción política y mucho menos en situaciones de crisis muy graves como en la que estamos ahora. Es al revés, la crispación dificulta la acción política. Pido que no haya crispación ni en el ámbito político ni en el económico y social. Es momento para presentar propuestas y analizarlas entre todos, con el objetivo de la protección del derecho a la vida y evitar que se produzca la exclusión social, que se mantenga el empleo y las empresas no desaparezcan. Los ciudadanos debemos pedir a las organizaciones políticas, sindicales y empresariales y sociales en general que hoy más que nunca necesitamos un acuerdo democrático que garantice la salida de esta crisis lo antes posible. Es la petición que debemos hacer.

Sanidad y servicios sociales han cargado con la parte más amarga de esta pandemia, con miles de muertos y damnificados, y denuncias constantes de falta de recursos y personal. ¿Está de acuerdo con las quejas?

Esta crisis ha puesto de relieve carencias que se estaban supliendo gracias a un esfuerzo de los profesionales del ámbito sanitario y de servicios sociales, que hacen un esfuerzo más allá de su vinculo laboral funcionarial, todos los días. La crisis ha venido a desbordar y no podemos dejar pasar más tiempo y hay que reforzarlos y que las personas que se forman en estos campos vean atractivo quedarse en la Comunidad a trabajar. Mi opinión personal es que se deben reforzar estos servicios. Junto a ellos, está la Seguridad Social, el sistema para a autonomía personal y dependencia, sobre el que hay que reflexionar, y la garantía de una renta mínima de ciudadanía, que nuestra Comunidad, abordó hace tiempo. Son cinco pilares fundamentales sobre los que luego se construyen otros como la educación.

¿Hacia dónde deben ir esos refuerzos que reclama?

El sistema sanitario requiere un reforzamiento de sus plantillas. Tenemos posibilidades de fortalecer, crecer y reforzar, el sistema sanitario en todas sus dimensiones, asistencia, docencia e investigación. Se requiere un esfuerzo político grande y habrá un respaldo ciudadano, social y empresarial. En servicios sociales, otro tanto.

¿Cuenta el CES ya con alguna estimación sobre el alcance que tendrá la crisis en la economía y el mercado laboral de la Comunidad?

Es demasiado pronto. Todo dependerá de qué sucede con la crisis sanitaria. Si la vencemos pronto estoy seguro de que la economía se va a recuperar, porque no hay un problema estructural, como en la crisis anterior. No hay una quiebra del sistema productivo, sino de la demanda. Si se elimina pronto la crisis sanitaria, la recuperación puede llegar pronto. Por eso es fundamental la responsabilidad colectiva e individual. Debemos ser muy cuidadosos porque esta es una crisis en la que cada ciudadano podemos contribuir a que se resuelva. Si nos comprometemos todos a frenar la crisis sanitaria será más fácil. No cabe relajarse, nos jugamos todos mucho, individual y colectivamente. Si la crisis sanitaria se mantiene y no sabemos contenerla, la situación económica se agrava.

¿Cree que la situación puede suponer una oportunidad de impulso territorial para Castilla y León?

La gran acumulación que se ha producido en España, en poco espacio, de muchas empresas, como en Madrid, es muy peligrosa, y se ha visto el riesgo que supone concentrar en pocos metros cuadrados el potencial económico de un país. Castilla y León es una gran opción para ofrecer una alternativa de dispersión territorial. Tenemos gente muy formada y oportunidades para las empresas para dispersar ante situaciones complicadas que se pueden repetir. Castilla y León es un paraíso para cualquier inversor y tiene más potencialidades de las que nos podamos imaginar. Si a todas las posibilidades que tenemos le sumamos el Dialogo Social, qué más queremos.

¿Hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos de reconstrucción económica?

Tenemos grandes posibilidades para la reconstrucción, un potencial muy grande. Un sector agrario excepcional, en su calidad y compromiso social, base de una identidad cultural y de una industria muy importante. Producimos alimentos seguros, sanos y de proximidad, son estratégicos, resuelven situaciones difíciles y los tenemos. Hay que explorar mucho más el sector forestal, cuando somos la autonomía más importante de España. En las energías renovables tenemos grandes posibilidades también. Asimismo, el ámbito industrial debe crecer, desde la importancia de la automoción y la agroalimentación. Debemos lograr desarrollar más el ámbito tecnológico, hay que hacer un gran esfuerzo en inversión. Tenemos además un sistema universitario de investigación muy importante que debemos apoyar durante la reconstrucción; y un sistema educativo de calidad reconocido internacionalmente. El sector del turismo rural, patrimonio y cultura también es muy importante y animo a los castellanos y leoneses a que conozcan Castilla y León porque ahora tienen una gran ocasión de recorrer la Comunidad y apoyar su desarrollo. La lengua también es uno de nuestros grandes valores culturales. Luego hay un gran reto que es el Corredor Atlántico, que debemos perfilar definitivamente este año, porque la inversión que generará reactivará a las empresas.

¿Qué debemos aprender de esta crisis?

Incluso las tragedias y las situaciones terribles nos enseñan a los que seguimos aquí. No debemos caer en los mismo errores, aunque a veces es más fácil decirlo y difícil hacerlo. Es fundamental que, pase lo que pase, cuidemos mucho la democracia, y el estado social y democrático, y a nivel internacional la UE. Si no lo cuidamos no quedamos sin cimientos. La segunda enseñanza es que debemos cuidar más todo lo que tiene que ver con los derechos y la igualdad real. Eso se hace con servicios públicos de calidad. Por último, en nuestro sistema económico debemos cuidar también a las empresas y las relaciones laborales con derechos. El modelo de la Constitución del 78.



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