BLOC CULTURAL,

BLOC CULTURAL,

lunes, 24 de mayo de 2021

Arranca en verde - ¿En qué debo fijarme a la hora de comprar un patinete eléctrico? ,. / Hora 25. Cadena SER -«A veces los niños afrontan mejor las emergencias que los adultos» . / Chester - ENTREVISTA - Pablo Martín-Aceña ,. / Menudos Vecinos Canal Extremadura - Minuto para Ganar KIDS - La delegación de Igualdad de Género ha desarrollado talleres de sensibilización con alumnos y alumnas de la Escuela de Hostelería ,. / PERRO REX - EL LADRON DE TOALLAS - «El sacrificio de 40 animales en Monfragüe se hizo conforme a la ley», afirman los ecologistas ,. / ¡ Animal ! - Ángel Cascón, un hombre bueno siempre entre animales ,.

 

 TITULO: Arranca en verde -   ¿En qué debo fijarme a la hora de comprar un patinete eléctrico?    ,.
  

El Sabado Resultat d'imatges de Arranca en verde getxo-22- Mayo a las 8:55 por La 1, fotos,.

   La actriz y youtuber Leonor Lavado se pone al frente del concurso divulgativo sobre seguridad vial que recorre distintas ciudades españolas a bordo del coche del programa. El espacio fomenta el conocimiento de las normas viales, el civismo y la sostenibilidad ambiental,.

 

 

¿En qué debo fijarme a la hora de comprar un patinete eléctrico?,.

La batería, el peso y la autonomía son tres de las claves para acertar con el modelo que mejor se ajusta a las necesidades de cada usuario,.

¿En qué debo fijarme a la hora de comprar un patinete eléctrico?

Es uno de los vehículos de moda. Cada vez son más las personas que eligen el patinete eléctrico como medio de transporte alternativo para desplazarse por la ciudad o recorrer trayectos no demasiado largos de una manera cómoda y sostenible. Sus ventas no paran de crecer. De hecho, se calcula que solo en nuestro país el parque de patinetes eléctricos en propiedad supera las 650.000 unidades. Ahora bien, ¿en qué debemos fijarnos a la hora de comprar un vehículo de estas características? ¿Qué velocidad alcanzan? ¿Puede viajar dos personas? ¿Cuánto dura la batería? ¿Es obligatorio llevar casco? En primer lugar, conviene precisar que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha incluido este tipo de patinetes con batería eléctrica recargable en la categoría de Vehículos de Movilidad Personal (VMP), a los que se les exige cumplir una serie de normas de tráfico, «entre las que destaca la de no poder circular por las aceras, zonas peatonales e interurbanas», aclaran en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

La definición de VMP engloba a los vehículos de dos o más ruedas y de una sola plaza propulsados por una batería, como es el caso de las bicicletas y los patinetes eléctricos. «La velocidad máxima a la que pueden circular estos vehículos es de 25 kilómetros por hora tanto en carretera como en los carriles bici», añaden en la empresa de servicios tecnológicos Anovo. Si el patinete no alcanza los 6 kilómetros por hora se considera un juguete y no está obligado a cumplir las normas que regulan la circulación de los vehículos de movilidad personal. Al margen del ámbito normativo, estos son los detalles y características que se deben tener en cuenta a la hora de comprar un patinete eléctrico, cuyo precio medio de mercado se sitúa en torno a los 300 euros.

Batería y autonomía

La mayoría de los patinetes cuentan con una batería de 36 voltios, potencia suficiente para desplazarse por la ciudad. «En el mercado existen modelos con motores más potentes, pero se debe consultar la velocidad máxima que alcanzan, puesto que si superan los 25 kilómetros por hora no entrarían dentro de la categoría legal de VMP», advierten en la OCU. Otro aspecto en el que conviene fijarse es el tiempo de carga de la batería porque varía mucho de un modelo a otro. Hay patinetes que se recargan en apenas tres horas y otros necesitan una noche entera.

En cuanto a la autonomía –la distancia que puede recorrer el patinete sin recargar la batería–, los expertos consideran que 10 kilómetros suelen ser suficientes para cubrir los desplazamientos diarios de la mayoría de usuarios. Si no estás seguro, haz bien los cálculos para no equivocarte. «Una mayor autonomía también implica una batería más pesada y un precio más alto. Elige esta opción solo si los recorridos habituales son largos», aconsejan en la OCU.

Peso y dimensiones

El peso es otro factor que se debe tener muy en cuenta, sobre todo cuando se combina el uso del patinete eléctrico con el transporte público. Por regla general, la mayoría de los modelos pesan entre 10 y 15 kilos. «Si se usa a diario es importante que sea lo más ligero posible, además de plegable para poder transportarlo como una mochila», explican los especialistas de Anovo. Un consejo. Prueba la facilidad de plegado y desplegado en la tienda antes de comprarlo. En cuanto al tamaño, «lo ideal es una plataforma de unos 45 x 17 centrímetros y manillar de altura regulable».

Frenos y luces

Respecto a la seguridad, los tres aspectos más importantes son: el sistema de frenado, la iluminación y la protección contra los robos. Los expertos siempre recomiendan elegir patinetes con frenos de disco, al menos en la parte trasera. «Los de tambor también son seguros, pero resultan más aparatosos», precisan. En cuanto a la iluminación, es recomendable que el patinete cuente con luces incorporadas. «Si no las trae, pregunta si es posible añadirlas como accesorio, puesta que son obligatorias para circular de noche». Por último, si se va a dejar el patinete en la calle es recomendable elegir un modelo que cuente con sistemas de bloqueo para impedir que se lo lleven.

Neumáticos y suspensiones

El tamaño de los neumáticos condiciona el tipo de patinete. «En primer lugar piensa si vas a moverte por calzadas lisas y bien asfaltadas o por terreno irregular para saber qué ruedas te convienen más», plantean los expertos. Los neumáticos hinchables absorben mejor las irregularidades del terreno y tienen mejor agarre. En cambio, las ruedas macizas no requieren tanto mantenimiento porque ni se pinchan ni hay que comprobarles la presión. «Respecto al diámetro, las más grandes ofrecen mayor seguridad y estabilidad, pero también pesan más», recuerdan en Anovo. La suspensión es necesaria si los recorridos son por vías irregulares, puesto que hacen que la conducción sea mucho más cómoda.

Edad mínima y casco

El casco no es obligatorio, pero sí recomendable, mientras que la edad mínima para conducir un patinete eléctrico la decide cada ayuntamiento.

Uno de cada tres accidentados acaba ingresado en la UCI

Los datos del informe publicado por Mapfre sobre la siniestralidad en los patinetes eléctricos son demoledores. El estudio revela que uno de cada tres heridos el año pasado terminó ingresado en la UCI debido, fundamentalmente, a graves contusiones o fracturas en la cabeza. Solo en 2020, fallecieron en nuestro país un total de seis personas al verse implicadas en un accidente con un patinete eléctrico, entre ellas una niña de 10 años, que murió tras un sufrir en golpe en la cabeza al caer del vehículo. El análisis también señala que la práctica totalidad de los siniestros se produjeron en las calzadas de las calles de áreas urbanas y que casi la mitad tuvo como protagonistas a conductores de patinete de entre 16 y 35 años.


TITULO:  Hora 25. Cadena SER  - «A veces los niños afrontan mejor las emergencias que los adultos» ,.

 Hora 25. Cadena SER ,.

 Hora 25,  Toda la actualidad, opinión y el entretenimiento, de lunes a viernes de 20:00 a 23:30h en Cadena SER. Dirige Pepa Bueno.

 

«A veces los niños afrontan mejor las emergencias que los adultos»,.

DYA enseña primeros auxilios a los menores que compiten en Mérida para que puedan asistir a un compañero en un campo de fútbol,.

Los equipos de la cantera del Mérida aprenden primeros auxilios. / J. M. ROMERO
 
Los equipos de la cantera del Mérida aprenden primeros auxilios.

A los campos de la Federación va cada tarde Alejandro Márquez en una ambulancia de DYA. La asociación trabaja para que los niños de la ciudad que compiten en deportes de contacto sepan responder a una situación de emergencia. Un desvanecimiento o una parada se puede dar en cualquier momento, pero los deportes de contacto, explica, etc,.

 

 TITULO: Chester - ENTREVISTA -  Pablo Martín-Aceña ,.

El Domingo -23- Mayo a las 21:30 por La cuatro , foto,.

 

Pablo Martín-Aceña: "Esta pandemia no será una hecatombe total porque no muere tanta gente como en las anteriores",.


Pablo Martín-Aceña: "Esta pandemia no será una hecatombe total porque no muere tanta gente como en las anteriores"

Pablo Martín-Aceña (Madrid, 1950) Catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Alcalá. En La guerra eterna (Galaxia Gutenberg) analiza los muchos cambios que las pandemias han provocado en el curso de la historia.

Sin los gérmenes patógenos y las epidemias, ¿la historia universal sería distinta?
Sin duda alguna. Las pandemias han afectado el curso de la historia. Ha habido algunas pandemias particularmente dañinas, de gran trascendencia por el número de muertes y el tiempo que han durado, que han cambiado el devenir de la historia universal y han sido puntos de ruptura entre una época y otra.
¿Qué cambios han traído a lo largo de la historia las pandemias?
Cambios de todo orden, de toda índole, y eso ha supuesto el paso de una época a otra. En el mundo antiguo, la peste negra que se registró en tiempos del emperador Justiniano acabó con el Imperio Bizantino y dio paso al mundo medieval. Y la epidemia de peste negra terminó con la Edad Media y dio paso al Renacimiento a finales del siglo XIV y principios del XV. Las pandemias han provocado cambios sociales, cambios en las instituciones, cambios políticos y cambios económicos. Las epidemias que asolaron América tras la llegada de los descubridores fueron por ejemplo más mortíferas que las guerras y la violencia.
La peste que a mediados del siglo VI azotó al Imperio Bizantino durante el mandato de Justiniano se llevó por delante a un tercio de la población, ¿verdad?
Exacto. Esa peste duró mucho tiempo, se prolongó a lo largo de medio siglo y durante ese tiempo efectivamente llevó a la tumba a al menos un tercio de la población. Imagínese que trasladásemos ese porcentaje de muertes, y uno mucho mayor de afectados, a nuestro mundo. ¿Qué ocurriría si un 30% de los 7.700 millones de personas que somos en la actualidad desapareciera? Sin duda, habría cambios, con consecuencias sobre los mercados laborales, sobre el mercado de bienes y servicios, sobre las instituciones...
Y en el caso del Imperio Bizantino, ¿qué cambios provocó esa epidemia brutal?
Justiniano heredó un imperio que se estaba recobrando después de la escisión y la quiebra del Imperio de Occidente. Sin embargo, llegó la pandemia y frustró sus planes de reconstruir el imperio. La peste provocó hambrunas, debilitó las bases económicas del Imperio Bizantino, socavó su capacidad fiscal y redujo drásticamente el número de soldados de su ejército. La pandemia de peste negra no fue la única causa de la caída de Bizancio, pero sin duda contribuyó. También desencadenó desplazamientos de población, porque en el campo faltaba mano de obra. Provocó, por ejemplo, una mejora en el nivel de vida de los trabajadores: al haber menos brazos para trabajar, los grandes propietarios se vieron sometidos a una presión para mejorar las condiciones de sus trabajadores para lograr así retenerlos, les ofrecieron tierras, mejores arrendamientos, mejores salarios.
Esas mejoras en las condiciones de vida de los agricultores también se registraron durante la pandemia de peste negra del siglo XIV, ¿verdad?
Sí. Aunque también ocurrió con la peste de Justiniano, fue aún más evidente en la peste negra del siglo XIV, en la que de nuevo, en cuestión de 30 o 40 años, desapareció otro tercio de la población. Como no había gente, el ganado estaba suelto, los campos sin cultivar, las cosechas sin recoger... Y los señores feudales tuvieron que subir los salarios de sus trabajadores en la manufactura, en los gremios, y muchas instituciones se vieron afectadas. Hubo así un trasvase de riqueza, que no fue definitivo porque luego, a lo largo de la historia, se revierte otra vez. Pero durante un siglo mejoró el nivel de vida de los trabajadores.
¿Esa epidemia de peste negra puso fin a la Edad Media?
Eso es, hizo que el feudalismo y los grandes señoríos comenzaran a resquebrajarse. Los grandes propietarios y la nobleza perdieron poder. Y la Iglesia también perdió poder porque los campesinos, los grandes afectados, vieron que en las iglesias no les ofrecían solución, no encontraban ni el origen ni los remedios para tanto desastre. En esa situación, el laicismo ganó terreno. Y eso es el Renacimiento.
En su libro llega a decir que el origen de la supremacía económica y tecnológica europea se gestó con esa epidemia de peste negra. ¿Por qué?
El nivel de renta de los que sobrevivieron a esa pandemia aumentó, y accedieron a nuevos bienes de consumo diversificados. Pero también pudieron ahorrar, empezaron a invertir y todo eso elevó su nivel de vida y el nivel de vida en general. Ese aumento en el nivel de vida le dio a Europa un adelanto. Además, la peste negra impulsó la renovación tecnológica. Al haber menos mano de obra, menos brazos, era necesaria más mecanización. La necesidad, ya se sabe, es la madre de la invención, y eso es lo que ocurrió en Europa. El avance tecnológico europeo fue lo que permitió por ejemplo la conquista de América. Muchos se preguntan por qué no fueron los americanos los que conquistaron Europa en lugar de los europeos América. La respuesta es que había una diferencia tecnológica notable.
Los virus y los gérmenes patógenos, ¿también jugaron un papel importante en la llamada "conquista" de América?
Sí. Los conquistadores llevaron sus enfermedades, sus virus y bacterias y de manera involuntaria se las transmitieron a la población local. Es verdad que en la conquista de América hubo violencia, guerras y explotación. Pero no puede haber desaparecido de un plumazo toda la población del área del Caribe, de Mesoamérica y del Perú sólo por guerras, violencia y explotación. Las epidemias se llevaron por delante a muchísima población, seguramente fue un factor incluso más mortífero que los otros. En algún momento, los conquistadores y colonizadores se dieron cuenta de que la despoblación iba en su contra: se estaban quedando sin gente para trabajar. Porque ellos no habían ido a América para trabajar, sino para enriquecerse.
¿Cómo sería América de no haber llegado los conquistadores con sus virus y bacterias?
Para empezar, no habría habido trata de negros. Sin las enfermedades que llevaron los conquistadores, no habría habido despoblación y no se habría llevado negros desde África para repoblar América. Los conquistadores se quedaron sin mano de obra en América, y la buscaron en el África. América no sería negra sin las enfermedades que llevaron los conquistadores. Sin las epidemias, la América que hoy conocemos sería distinta. No sabemos si sería mejor o peor, pero desde luego sería distinta. No habría habido esclavitud, sobre todo en Estados Unidos, en el Caribe británico, holandés, francés y, en menor medida, en el Caribe español.
¿Y las poblaciones autóctonas de América no contagiaron sus virus y patógenos a los conquistadores?
Sí, los conquistadores también fueron contagiados por algunas enfermedades autóctonas. América no era un paraíso sin enfermedades, sólo que eran enfermedades distintas. Lo que ocurre es que esencialmente los que iban a América era para quedarse, entonces no había aviones. Así que los colonizadores no trajeron a Europa la mayoría de las enfermedades, las sufrieron en América. Pero aun así algunas trajeron, como la sífilis, una enfermedad americana importada a Europa.
La epidemia de gripe de 1918, conocida como "la española", mató el a 50 millones de hombres y mujeres entre 15 y 40 años. ¿Provocó también cambios políticos y económicos?
Sí, los provocó. Lo que ocurre es que la gripe de 1918 coincidió con el final de la I Guerra Mundial, y es difícil distinguir los efectos políticos, económicos y sociales que provocó de los de la I Guerra Mundial. Pero la epidemia de 1918 interfirió en el desenlace de la guerra y en las negociaciones del Tratado de Paz de Versalles. Algunos de los delegados que participaron en esas negociaciones estaban afectados por la gripe. Durante las conversaciones de paz, por ejemplo, el presidente Wilson tuvo la gripe y estuvo bastante enfermo. En esas negociaciones que determinaron la Europa de entreguerras la gripe estuvo presente.
¿Trajo cambios económicos?
También. Lo que pasa es que la gripe del 18, a diferencia de las anteriores epidemias, duró menos de dos años. Es verdad que mató a mucha gente, a 50 millones de personas, y además infectó a 500 millones de personas de una población que entonces rondaba en total los 2.000-2.500 millones de habitantes, fue muchísima gente la contagiada. Pero sobre todo en esa gripe murieron los jóvenes. En la actual epidemia de coronavirus los fallecimientos se concentran mayormente en las personas mayores, pero en la gripe de 1918 murieron los jóvenes, la gente entre los 15 y los 40 años, es decir, los soldados que estaban en la guerra. De hecho, la mayoría de los contagios tuvieron lugar en las trincheras y en las fábricas, que no se cerraron porque lo prioritario era la guerra. Y al acabar la guerra había que celebrarlo, hubiera o no epidemia. Después de cuatro años de guerra la gente quería salir a la calle, divertirse... Eso hizo que fuera muy difícil contener la pandemia.
En algunas pandemias, la reducción de población y escasez de mano de obra provocó mejoras en los sueldos y condiciones de trabajo, que tuvieron un efecto nivelador. ¿Ocurrió así con la pandemia de gripe española?
En menor grado, porque fue una pandemia de corta duración y la recuperación económica fue bastante rápida. Es verdad que hubo una crisis de posguerra en 1919 y 1920. Pero a partir de 1921 -con mucha inestabilidad, con inflación, con desempleo, con los mercados de divisas completamente fragmentados y divididos- la economía se recuperó. Aumentaron salarios, pero los efectos niveladores fueron de menor intensidad que en pandemias anteriores.
Las bacterias y los virus han arrasado culturas, países, civilizaciones. ¿Con más fuerza en ocasiones que ejércitos y revoluciones?
Yo creo que sí. Las guerras terminan y las revoluciones se agotan, mientras que las epidemias, como no se sabía su origen, tampoco se podían aplicar remedios. La gripe de 1918, por ejemplo, se pensaba que estaba producida por una bacteria, cuando era un virus. Y con malos diagnósticos, peores remedios.
La pandemia de coronavirus que estamos sufriendo, ¿va a provocar cambios en el sistema político o económico?
Yo creo que no. Lo primero que es que esta pandemia, afortunadamente, quizá no vaya a durar mucho porque ya tenemos vacuna. No va a ser una hecatombe total, entre otras cosas porque no muere tanta gente. Ha muerto mucha gente, sí, pero en términos relativos y en comparación con pandemias anteriores, no va a haber un desastre demográfico de la envergadura de los que hubo en otras ocasiones. No va a quebrar el sistema capitalista, no va a quebrar el libre mercado, no va a quebrar la globalización, ni el comercio internacional, ni la cooperación mundial ni el sistema económico y político. La democracia se ve en ocasiones amenazada, pero no va a quebrar. Lo que sí que va a ocurrir es que va a cambiar nuestro estilo de vida y se van a acelerar cambios y transformaciones que venían desde antes de la pandemia: el teletrabajo, la digitalización, el progreso tecnológico, la preocupación por el medio ambiente...
Como economista, ¿cuándo cree que nos recuperaremos de la crisis económica que ha desatado la pandemia de coronavirus?
Es una pregunta difícil. Yo creo que ya estamos en vías de recuperación. En el momento en el que comencemos a estar más inmunizados y se comiencen a notar los efectos del intervencionismo masivo del Estado, empezaremos a recuperarnos. En Estados Unidos el presidente Joe Biden ya ha anunciado que va a inyectar billones de dólares en la economía, pero aún no ha empezado a hacerlo. Y de los 750.000 millones de euros que va a inyectar la Unión Europea todavía no se ha desembolsado un euro. Pero cuando se haga y cuando se vacunen no los europeos sino el mundo entero, la recuperación se empezará a consolidar.
¿Será una recuperación rápida, como la que hubo tras la gripe española?
Creo que no, creo que será a medio y largo plazo, entre cinco y diez años. Lo que puede ser es que no nos hundamos más de lo que lo que ya nos hemos hundido, que se haya detenido la caída. Pero la recuperación va a tardar, y particularmente en un país como el nuestro, dada su estructura productiva, los que más lo van a pagar son los jóvenes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario