BLOC CULTURAL,

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domingo, 15 de noviembre de 2020

BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - ESTHER GARCIA CAPDEVILA MUEVE LOS HILOS EN EL MUNDO ,. - Miercoles -18- Noviembre ,./ El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - El rector de la UEx y varios vicerrectores, en cuarentena por el positivo de uno de ellos ,. / EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - El Miralvalle empieza a mirar hacia arriba ,. / El país de África esquiva lo peor de la pandemia.

 

TITULO: BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - ESTHER GARCIA CAPDEVILA MUEVE LOS HILOS EN EL MUNDO,. Miercoles -18- Noviembre -    ,. 

 BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura -ESTHER GARCIA CAPDEVILA MUEVE LOS HILOS EN EL MUNDO  ,. Miercoles - 18- Noviembre , fotos,.

El miercoles -18- Noviembre a las 22:30 por La 1,.

 ESTHER GARCIA CAPDEVILA MUEVE LOS HILOS EN EL MUNDO,.

 

La reclutadora de los 2.000 desfiles,.

Esther García Capdevila mueve los hilos en algunas de las pasarelas más relevantes del mundo,.

En primer plano, Esther García Capdevila./R.C.
 
En primer plano, Esther García Capdevila. 
 
Resultat d'imatges de EL BINGO

Su vida es estar rodeada de belleza. En todos los sentidos. Quizá tenga que ver el haber nacido en las montañas de la vecina Andorra. Esther García Capdevila es quién mueve los hilos en algunas de las pasarelas más relevantes del mundo junto con Marisol Carrión. Ambas son el alma de ESMA, una empresa dedicada desde hace un cuarto de siglo al diseño y producción de eventos, siendo la única compañía española especializada exclusivamente en la industria de la moda.

 Resultat d'imatges de BOLIGRAFO Y LIBRETA

 

Las cifras que manejan son cuanto menos sorprendentes. A su espalda llevan más de 2.000 desfiles, llegando a realizar 44 en una sola semana. Obra de estas emprendedoras son los que realizó Del Pozo en Nueva York y Londres, los que se incluyen en la 080 de Barcelona o todos los que alberga bajo su paraguas IFEMA. Trabajan con más de 600 modelos al año, organizando más de 180 casting anuales. «Veo modelos todos los días de mi vida», comenta a este periódico Esther García Capdevila en un receso entre un desfile y otro. Ella, que siempre suele vestir de diseñadores españoles, lo que busca es que tanto las chicas como los chicos «tengan equilibrio de proporciones» y que sean cumplidores, «sino no trabajan conmigo». Explica que en la década de los 90 había gente que no se levantaba de la cama para ir a trabajar porque había salido la noche anterior. «Eso ahora ya no ocurre. Ahora son mucho más profesionales», narra desde sus tres décadas de experiencia.

Descubrir nuevos talentos es una de las cosas con las que más disfruta. «Hubo una temporada en la que pensé que tras la época de Vanesa Lorenzo, Judit Mascó y todo su grupo se había acabado el fenómeno de las 'tops' pero desde hace cuatro años hay un nivel brutal de chicos y chicas. Entre sus elegidas suelen estar la espectacular Joana Sanz o la que fue seleccionada como mejor modelo de la última edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, Neus Bermejo.

La selección de modelos es solo una de las muchas piezas que conforman el engranaje de los desfiles. Localización, diseño de escenarios, producción audiovisual, música, atrezzo, incluso maquillaje y peluquería. «En alguna ocasión nos hemos encargado hasta del catering», recuerda entre risas. Un complejo puzzle en el que prima «plasmar la belleza al máximo nivel posible» y en el que la premisa es que el 'no' no existe. «Sólo hay que buscar la forma de conseguirlo», razón por la que todas las noches comparte la cama, además de con su pareja, con su iPad, donde no deja de buscar con qué sorprender a sus clientes.

Apasionada del arte, exigente y muy perfeccionista, considera su trabajo una forma de «diseñar arquitectura efímera». Prueba de ello es el desfile de Mango en la Caja Mágica con totems de madera de 14 metros de altura, los andamios de 40 metros de largo que utilizó a modo de pasarela en la 08 o la brutal pasarela redonda representado a la tierra en la última edición de Gran Canaria Swim Week by Moda Cálida. Todas ellas construidas desde cero para convertir en realidad la idea del cliente y demostrar que la excelencia existe.

 

TITULO: El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - El rector de la UEx y varios vicerrectores, en cuarentena por el positivo de uno de ellos ,.

El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA -  El rector de la UEx y varios vicerrectores, en cuarentena por el positivo de uno de ellos  .  , fotos,.

 

El rector de la UEx y varios vicerrectores, en cuarentena por el positivo de uno de ellos

Tras el positivo del Vicerrector de Investigación y Transferencia, se han sometido a las pruebas PCR el personal de la Univerisidad con el que estuvo en contacto,.

El rector de la Universidad de Extremadura (UEx), Antonio Hidalgo./HOY
 
El rector de la Universidad de Extremadura (UEx), Antonio Hidalgo.
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El rector de la Universidad de Extremadura (UEx), Antonio Hidalgo, y varios vicerrectores de la Univerisdad, permanecen en cuarentena desde mediados de esta semana tras conocerse el positivo de uno de ellos.

 Resultat d'imatges de El Juego Oca

 

La alerta saltó el pasado martes, 3 de noviembre a mediodía, cuando el vicerrector de Investigación y Transferencia se sometió a un test de detección de la covid-19, que resultó positivo. Tras conocer este resultado, se activaron todos los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias. El vicerrector se aisló inmediatamente y se confinó en su domicilio. Los rastreadores, una vez que se pusieron en contacto con el afectado para determinar los posibles contactos estrechos que había tenido, 

 Resultat d'imatges de RADIO ANTIGUA

determinaron que también debían guardar cuarentena otras siete personas de la Universidad: tres trabajadores de su Vicerrectorado, el vicerrector de Profesorado, el de Economía, la vicerrectora de Planificación Académica, el gerente y el propio rector de la Universidad.

Las autoridades sanitarias han indicado que todos deben guardar cuarentena hasta el próximo viernes día 13, medida que, según ha explicado el propio rector al profesorado de la Universidad, ya había adoptado de manera preventiva todo el personal que había tenido algún contacto con el vicerrector contagiado desde que éste les comunicara su positivo.

Los sanitarios del Servicio Extremeño de Salud (SES) ya han realizado las pruebas a todas las personas susceptibles de haber sido contagiadas, que ahora se encuentran a la espera de conocer los resultados. Según indica Hidalgo en una circular enviada al personal docente e investigador (PDI) y al personal de administración y servicio (PAS) de la Universidad, los ocho afectados se encuentran bien y son asintomáticos.

En este comunicado, el rector de la UEx agradece los mensajes de apoyo que les han mandado sus compañeros y manda un mensaje de tranquilidad respecto al funcionamiento de la Universidad, que continúa con su actividad normal ya que desde el miércoles todos los afectados por el confinamiento han continuado trabajando desde sus casas. Así, los Vicerrectorados del campus de Badajoz y de la Gerencia han mantenido sus funciones con normalidad ya que estas áreas permanecen atendidas por el personal que no estuvo expuesto al virus.

La previsión es que los ocho puedan regresar a la Universidad para retomar la actividad de manera presencial a partir del lunes 16 de noviembre, ya que el confinamiento durará hasta el próximo viernes 13 de este mes.

 

TITULO: EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ -   Universo Valdano -  El Miralvalle empieza a mirar hacia arriba ,.

  EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ -  Universo Valdano -  El Miralvalle empieza a mirar hacia arriba    ,. . fotos,.

 

El Miralvalle empieza a mirar hacia arriba,.

Aghayere busca la zona ante Forster. / PALMA
 
Aghayere busca la zona ante Forster.
Resultat d'imatges de EL JUEGO LA PERA

Nueva victoria del Miralvalle, la tercera consecutiva, y un pasito más hacia la consecución de la permanencia. Con un balance de 4-3, habrá que abrir el debate para preguntar si el equipo placentino tiene permiso para mirar la parte alta de la tabla. Su último triunfo ante el Arxil, de forma contundente, llegó ante un equipo que se ha fijado esas cotas, las de estar en una fase de ascenso que juegan los cuatro primeros.

 Resultat d'imatges de EL JUEGO RELOJ

 

 

71 MIRALVALLE
53 ARXIL
Extremadura Miralvalle Plasencia:
Sofía Aínsa (15), Stacia Robertson (13), Alicia Morales (7), Tia Weledji (10), Princess Aghayere (17) –cinco inicial-, Andrea Cueva (9), Lucía Moreno, Cristina Monroy, Celia Rodríguez y Esther Sánchez.
Arxil Pontevedra:
Carla Fernández (3), Noelia Masía (2), María Lago (12), Cristina Díaz (4), Heather Forster (11) –cinco inicial-, Margarita Moreira (2), Natalia López (9), Bineta Ndoye (6) y Sara Castro (4).
Parciales:
21-9, 38-26, 54-37 y 71-53.
Árbitros:
Jesús Fernández y Daniel Hazas.
Incidencias:
Pabellón Ciudad de Plasencia. Partido disputado a puerta cerrada.

Ya todos saben a qué juega el Miralvalle y que varias firman grandes minutadas, pero cada vez es más difícil pararlas. Porque cuando no aparecen Princess Aghayere o Tia Weledji, lo hacen Stacia Robertson o Sofía Aínsa. Ambas ejecutaron un partido sensacional, una en defensa y otra en ataque. Muy meritorios fueron los diez primeros minutos de la balear, que es donde se asentó una ventaja de 10-12 puntos que casi siempre estuvo presente en el marcador.

El Arxil solo hizo un amago de acercarse al final del segundo cuarto, cuando se puso a solo cinco puntos gracias a María Lago y Heather Forster. Raúl Pérez reaccionó a tiempo para irse con 38-26 al descanso.

En la segunda parte, aparecieron Tia Weledji y Princess Aghareyere, que como suele ser habitual van de menos a más y acaban firmando números más que decentes. El Miralv alle llegó a tener rentas de 20 puntos.

 

TITULO: El país de   África esquiva lo peor de la pandemia.


El Martes -17- Noviembre 22:00 por la Sexta,fotos.

 

África esquiva lo peor de la pandemia,.

Menor incidencia que en Europa y América El continente africano no ha sufrido el número de muertos que los especialistas auguraban. La población es más joven y está más dispersa, y se especula hasta con una inmunización colectiva en las zonas más pobladas. Pero en realidad, nadie sabe las causas,.

Traslado del féretro de una víctima del Covid -19 a un cementerio habilitado durante la pandemia en la ciudad sudafricana./EFE
 
Traslado del féretro de una víctima del Covid -19 a un cementerio habilitado durante la pandemia en la ciudad sudafricana.

El Covid-19 llegó a Sudáfrica en clase business. Los primeros casos de la enfermedad afectaban a varios ciudadanos que habían visitado Italia y a empresarios que mantenían relaciones comerciales con China. «Entonces se decía que era una enfermedad de los occidentales, de los otros, que no afectaba a la población negra mayoritaria», recuerda Elisa López, pediatra española que vivía en Ciudad del Cabo cuando se produjeron las primeras alertas. Pero la expansión fue muy rápida y pronto llegó a los paupérrimos 'township', los suburbios racialmente segregados y que el país ha heredado de los tiempos del 'apartheid'.

El problema alcanzó rápidamente grandes proporciones y las estimaciones que hacían los expertos hablaban de que probablemente se alcanzarían las 50.000 víctimas mortales en Sudáfrica a lo largo del invierno austral. Sorprendentemente, las estadísticas letales en el segundo país más rico del continente africano no se han aproximado ni siquiera a la mitad de aquella cifra. Las previsiones fallaron, como ha ocurrido en el resto de África, que ha esquivado, hasta ahora, las terribles consecuencias de la pandemia. ¿Cuáles son las razones de que la incidencia del coronavirus en el continente negro haya sido notablemente inferior que en Europa y América? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Todo son conjeturas.

La respuesta rápida del gobierno de Sudáfrica es uno de los motivos aducidos para explicar ese impacto relativamente bajo. «Fue tajante. Ordenó el confinamiento, desplegó a la Policía y el Ejército, se prohibió la venta de alcohol y tabaco, y no se podía ni pasear a los perros ni intercambiar a los niños bajo custodia compartida», recuerda Elisa López, que ahora ejerce como investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona. No hubo disturbios relevantes, a pesar de que cada precaria vivienda de los arrabales suele acoger a diez personas, una cama y un televisor. «Existe una mayor aceptación de planteamientos autoritarios», aduce. «Esta movilización inmediata y drástica ha sido la tónica en muchos países, al contrario de lo que suele ocurrir con otras crisis».

El desastre sanitario no se produjo. «Abrimos un hospital de campaña ante el riesgo de colapso, un centro con 60 camas, pero tan sólo durante cinco días se mantuvo al 85%, y lo cerramos dos meses y medio después», indica Laura Triviño, coordinadora médica de Médicos Sin Fronteras en Sudáfrica. «Al final, pensamos enviar los equipos a otros países subsaharianos, pero nos dijeron que no los necesitaban». No existe una causa comprobada. La última hipótesis apunta a la posibilidad de una inmunización colectiva en las provincias más pobladas. En Gauteng, donde se encuentra la capital Johannesburgo, más de un tercio de los individuos examinados presentaba anticuerpos, pero no había padecido síntomas.

Rezo de una oración en una mezquita de Abuja, la capital nigeriana.
 
Rezo de una oración en una mezquita de Abuja, la capital nigeriana.

La fiabilidad de los datos cuestiona los hechos. Los escépticos señalan la falta de un conocimiento preciso. «En África se han realizado unos 15 millones de test, mientras que en España se lleva a cabo un millón a la semana», alega Francisco Bartolomé, asesor de Medicina de Urgencias y Epidemias y miembro de equipo clínico Covid-19 en la ONG Médicos sin Fronteras (MSF). A ese respecto, cabe destacar que los países con tasas de contagio más elevadas también poseen mejores servicios de salud y, por tanto, ofrecen una interpretación más veraz. «Quizás nos perdamos parte de la foto porque recolectar datos en algunas zonas es complicado», señala y advierte que, aún hoy, millones de habitantes de la región subsahariana nacen y mueren sin ningún control registral.

Escasa movilidad

La falta de crisis relevantes, por otra parte, alienta la creencia de que el continente ha driblado la pandemia, siquiera temporalmente. Quienes se atienen a los números actuales proporcionan diversas teorías, a menudo, interrelacionadas, para explicar esta situación. Las imágenes de emigrantes en patera esconden un paisaje completamente diferente, aislado, rural, ajeno a los grandes flujos. «La movilidad en el continente es escasa porque las distancias son grandes y la infraestructura viaria es muy difícil», añade y arguye que esta circunstancia explicaría cierta dificultad para que el virus se expanda. Las urbes, con graves problemas de hacinamiento, han experimentado la mayor repercusión, lo que avalaría esta tesis.

El elemento humano resulta mucho más decisivo. La juventud de la población, con una esperanza de vida inferior a los 60 años, la inmunidad cruzada, generada por la exposición a otros coronavirus, y desconocidos factores genéticos, podrían explicar esta resistencia, según Bartolomé. «La gente está acostumbrada a coexistir con enfermedades infecciosas, no como nosotros, que nos hemos creído invulnerables en nuestros castillos de cristal».

Pero no existe una sola África. La postal de la sabana no se corresponde con un escenario complejo formado por 55 Estados soberanos. La disparidad política caracteriza el corazón del continente. Irene Galera trabaja para el Servicio Jesuita a Refugiados, organización aliada de la vasca Alboan, y diferencia la estrategia draconiana de Chad, que clausuró de inmediato aeropuertos y escuelas, a la de Burundi, cuyo anterior presidente negaba la existencia del Covid-19, o Tanzania, que ha proclamado la erradicación de la pandemia y ya no difunde datos. «Ha llegado a impedir la distribución de mascarillas», lamenta, aunque también añade que la mayoría cuenta con sistemas de detección temprana provistos de rastreadores. «Todos están bregados en la lucha contra epidemias».

test del coronavirus en una población de Kenia.
 
test del coronavirus en una población de Kenia.

En Dakar se habla de la catástrofe que sufre Europa, no del problema local. El Covid-19 aterrizó en la capital senegalesa el pasado mes de marzo y la estrategia gubernamental fue temprana y tan expeditiva como en otros países del continente. «La capacidad de diagnóstico y el rastreo funcionaron e, incluso, se aislaron a las víctimas y allegados», señala Daniel Remartínez, coordinador de MSF en África Occidental. Las curvas crecieron, pero sin el ritmo exponencial de España, Estados Unidos o Brasil, y descendieron en verano deprimiéndose aún más al entrar en otoño. «No sabemos las causas, no existen evidencias», confiesa.

La celebración la fiesta del Sacrificio el pasado 31 de julio, que reúne a las familias, y la peregrinación anual a la ciudad de Touba, hace tres semanas, motivo de reunión para decenas de miles de musulmanes, no se plasmaron en crecimientos contundentes de casos positivos. La antigua colonia francesa no llegó a implementar el confinamiento, aunque prácticas como el uso de mascarillas y la distancia social se han generalizado y todavía persisten.

El panorama es similar en toda la región del Sahel, según la información recabada. «El Covid-19 no ha llegado, pero sí el miedo que comporta», admite y cuenta que ese temor se ha expandido entre gentes que ya sufren por la escasez de infraestructuras sanitarias, la amenaza permanente de la meningitis, la disentería o la malaria, o el azote de una violencia política que no cesa, ni siquiera ante una pandemia.

Sin recursos para luchar contra otras enfermedades

África puede haberse librado temporalmente de la letalidad del Covid-19, pero no de sus consecuencias. La aparición de nuevas prioridades ha desviado fondos para otras necesidades también perentorias. «Los programas contra la tuberculosis o el VIH SIDA se han reducido hasta el 85%», denuncia Laura Triviño, de Médicos Sin Fronteras. La primera provocó 58.000 muertes en 2019 y la realización de test para detectarla se ha reducido en un 50%, mientras que la segunda afecta al 40% de la población de Mozambique, por ejemplo. Además, el abanico de enfermedades que sufre el continente es amplio y propio, y requiere de apoyo externo para hacerlas frente. «¡Hay muchísimas!», exclama Irene Galera, del Servicio Jesuita a Refugiados, y menciona dengue, cólera, disentería o neumonía.

El confinamiento en República Centroafricana, sumida en un conflicto sin fin, ha arruinado las cosechas y la violencia se ha incrementado en las grandes ciudades, afectadas por un mayor índice de pobreza. Sin duda, la incidencia resulta más evidente en el ámbito sanitario. La alteración de los programas por la cuarentena y la pérdida de confianza han impedido que 13 millones de niños se vacunaran contra el sarampión o que no se hayan tomado las necesarias medidas preventivas ante la llegada de la estación lluviosa y el azote de la malaria. «Todo el trabajado de años se ha ido al garete», lamenta Fran Bartolomé.

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