EN PRIMER PLANO A FONDO ¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR CADENA 100 ! - EL CAVA MÁS CARO DEL MUNDO,./ REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - VENEZUELA AL LIMITE,.
TITULO: EN PRIMER PLANO A FONDO ¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR CADENA 100 ! - EL CAVA MÁS CARO DEL MUNDO,.
¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR ! CADENA 100 ,. Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate.,etc.
EL CAVA MÁS CARO DEL MUNDO,.
El cava más caro del mundo,.
La bodega del Celler Jaume de Codorníu. foto,.
Diez años de envejecimiento en botella de vinos seleccionados de
tres viñedos «excepcionales» se condensan en el más exclusivo espumosoespañol, a 175 euros la unidad,.
El precio suele ser una excelente manera de distinguirse. Y más en
estos tiempos de imitaciones, réplicas, clones, ofertas y tickets a la
baja. «El consumidor asimila el precio a la calidad y los compradores de
cava lo asocian a las marcas vendidas a seis euros en los supermercados
de todo el mundo. Pero su calidad supera su precio», protesta Pedro
Bonet, presidente del Consejo Regulador del Cava. Determinadas
producciones y etiquetas ligadas a cavas 'premium' (reservas y grandes
reservas) perseguían, poco a poco, lograr esa diferenciación para los
espumosos nacionales.
Lo cierto es que el mundo del cava, con sus millonarias producciones y
su presencia obligada en las mesas navideñas y demás festejos, derrocha
alegría y burbujas, pero el glamour le queda aún un poquito lejos.
¿Cómo conseguir que una de esas características botellas que compiten
con las grandes marcas francesas de viudas y grandes premios se
convierta en objeto de lujo? ¿Cómo presumir y quedar como un señor
llevando a la cena de amigos o al encuentro familiar un cava con la
etiqueta de Sant Sadurní d'Anoia?
La respuesta es creando una historia, inventándose un escenario
nuevo. «Uno de los grandes desafíos para el sector vinícola español es
construir marcas de renombre que generen deseo», sostiene Javier Pagés,
integrante de la decimosexta generación de la empresa familiar más
antigua de España, Codorníu, de la que es consejero delegado.
Codorníu, segundo productor de cava del mundo, decidió codearse en
elaboración y precios con algunos de los mejores champanes franceses. El
viernes puso de largo en su casa madre una colección de cinco vinos
llamada Ars Collecta (colección de arte o arte de la recolección). En
ella descolla el 456, un 'coupage' de tres fincas situadas en tres
territorios seleccionados y que se venderá a 175 euros. ¿Posiblemente el
cava más caro de la historia?, apuntan desde la compañía. Y serán
prácticamente imposibles de conseguir, puesto que al mercado apenas
llegarán mil botellas.
456 está llamado a ser 'el cava del deseo'. Pero ¿cómo se consigue el
deseo? En pocas palabras: con una idea y mucho trabajo. Lo que Codorníu
presentó en la noche del viernes en el Celler Jaume (algo así como el
laboratorio de investigación del cava más importante del mundo, situado
en el interior de una bodega de rojos ladrillos del siglo XIX donde
trabajan los enólogos de Bruno Colomer) es el resultado de un estudio
exhaustivo de terrenos liderado por un equipo de enología al mando de
Arthur O'Connor. Su tarea consistió en analizar uno por uno cada pago de
las 3.000 hectáreas de viñas que posee la firma en Cataluña.
«Encontramos tres viñedos excepcionales», señala O'Connor. Terrenos
con suelos, viñas, altitudes y condiciones singulares... y hasta
contradictorias. «Esto es tiempo», suspira Colomer con una botella de
456 en las manos. «También hace falta un poco de locura y un punto de
genialidad mediterránea», sonríe. «En el mundo del vino, en realidad,
hablamos de tres paisajes, casi de tres universos en galaxias lejanas»,
apuntaba Guillermo Cruz, sumiller de Mugaritz.
Cava de estrellas de mar
De La Pleta, un suelo arcilloso, poco profundo y sin apenas materia
orgánica, obtienen Chardonnay. De La Fideuera, una joya escondida en el
Alto Penedés, llega el Xarello que brota entre estrellas de mar fósiles,
tomillo e hinojo. Y de Tres Nous, con su suelo de licorella (pizarra y
grava suelta), el Pinot Noir que aporta la columna vertebral al
'coupage' después de que cada variedad haya pasado nada menos que cien
meses (casi diez años) de crianza en botella. Hay suelos marinos,
arcillosos y otros marcados a fuego por la roca y el pedernal. «¿A qué
sabe una piedra?», se preguntó el chef Paco Pérez en voz alta. «A
gloria», le respondió el enólogo Bruno Colomer. «Tengan paciencia, verá
cómo la espera ha valido la pena», remarca Payés.
De cada finca se han obtenido también cavas morovarietales (apenas
300 botellas de cada uno, a 80 euros) que conformarán junto al 456, la
joya de la corona, y al Jaume Codorníu la denominada colección de
prestigio. «Con estos vinos vamos a marcar un punto y aparte en el mundo
del cava. 456, el número de cosechas que llevamos realizadas en esta
tierra, va a romper el falso mito de que sólo hacen artesanía y calidad
las bodegas pequeñas y que aquellas de dimensiones mayores somos todas
iguales. Tenemos la pasión, el conocimiento, las ganas y una familia que
nos apoya para romper ese mito», anuncia Payés.
Sus creadores confían en que estos cavas con diez años de
envejecimiento puedan seguir mejorando con el tiempo, conservando su
frescura, estructura y características frutales en boca. ¿El secreto? La
tremenda acidez de las uvas tras la fermentación alcohólica, garantía
de una especie de pasaporte al futuro. De hecho, de esta escasísima
producción de 2007 la bodega se ha resevado 500 botellas para estudiar
su posterior envejecimiento en la cava, convertidas en auténticas
cápsulas de un tiempo que ya no está.
Esta colección de prestigio forma parte de un proyecto transversal
que ocupa a todas las bodegas del grupo, la segunda firma que más cava
vende en España. «Nos mueve un inmenso respeto por la tierra y el
origen», remarca Pagés.
LAS BURBUJAS MÁS EXCLUSIVAS
En este territorio del lujo burbujeante donde quiere penetrar Codorníu manda el champán. De largo.
Una de las marcas míticas de Champagne, Dom Pérignon, encabeza este
listado excesivo con su Rosé Gold 1996, que se vende a 44.601 euros.
Aunque se trata de una botella de seis litros (Mathusalem), de la que se
han producido apenas 35 unidades y cuyas etiquetas han sido recubiertas
con un baño de oro, conviene pensárselo (o ser futbolista) antes de
pasar por caja. Otra botella vintage de Dom Pérignon de la añada 1
998 (diseñada por David Lynch) se vende también a 10.175 euros.
La mítica firma Krug, que elabora desde 1843 en Reims, debía estar sí
o sí en esta lista de grandes champañas: su Clos d'Ambonnay 1995, el
sueño del fundador Joseph hecho realidad, se vende a 3.600 euros.
Una botella Jeroboam contiene tres litros de burbujas embotelladas.
En Veuve Clicquot (la Viuda, como la llaman algunos) se han inventado
una Yellowboam (bueno, exactamente 3.200) con un sello en cuero chapado
en oro de 24 quilates a 1.455 euros. Se trata de un coupage de entre
50-60 'crus' diferentes; está claro que lo que se paga es la
exclusividad y el lujo de la botella.
El Pol Roger cuvée Sir Winston Churchill 1988 que elabora el
simpático Hubert de Billy ronda los mil euros y otro Krug, en concreto
un Clos du Mesnil Blanc de Blancs 1995, anda por los 875.
TITULO: REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - VENEZUELA AL LIMITE,.
fotos,.
Durante sus 14 años como presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, el barril de petróleo llegó a alcanzar los 115 dólares,
financiando así una política de subsidios que permitió al país presumir,
amparado en datos del Programa de Naciones Unidas para los
Asentamientos Humanos, de ser el menos desigual de América Latina.
Hoy, sin embargo, con el crudo devaluado a más del 60 por ciento de
aquellos valores, el sueño bolivariano se ha hecho completamente
insostenible. Otro organismo de la ONU, la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (Cepal), advierte ahora de que la pobreza
crece en Venezuela más que en cualquier otro país de la región. La
redención de los pobres venezolanos, por lo tanto, parece haber sido
flor de un día.
El crudo financió una política de subsidios que hizo de Venezuela la
nación menos desigual de América Latina. Pero hoy la pobreza crece más
que en cualquier otro país de la región
Así las cosas, Venezuela -el país con las mayores reservas de
petróleo del mundo- presenta hoy el peor crecimiento económico del
planeta, con récords en materia de inflación y desempleo. Sus
supermercados carecen de alimentos básicos y sus hospitales no cuentan
con los medicamentos esenciales; los servicios de gas y luz están bajo
racionamiento y es una de las naciones más violentas del mundo, con una
tasa de 119 homicidios por cada 100.000 habitantes.
«Nunca pensé que este país tan próspero, que me lo ha dado
todo, cayera en esta situación. Aquí levanté a mis hijos, me casé y me
niego a pensar que se destruirá», dice Carmen Gómez, una gallega de 80 años que emigró hace seis décadas.
El colapso se aprecia en todas las instancias de la sociedad. Al
Hospital de Niños J. M. de los Ríos, por ejemplo, el más importante de
la capital, llegan a diario menores con cuadros severos de desnutrición,
y los médicos poco pueden hacer, ya que no hay comida y medicamentos
para atenderlos. «Las autoridades del hospital esconden todo tipo de
estadísticas. epidemias, desnutrición…, pero las muertes de pacientes
son cada vez más frecuentes», denuncia Juan, un médico de este centro
con 520 camas, donde apenas una tercera parte de ellas están ocupadas.
Cárceles, llenas; hospitales, vacíos
CARACAS, VENEZUELA – MAY 2016
En contraste con los hospitales, en las prisiones ya no cabe un
alfiler. Los centros de todo el país multiplican por diez su capacidad.
El defensor del pueblo, Tarek William Saab, califica la situación de
«brutal» y dice que el sistema supera sus posibilidades en más de 30.000
internos.
A la superpoblación se suman la escasez de comida y de atención
médica. Aun así, según el Observatorio Venezolano de Violencia, el 90
por ciento de los asesinos y criminales se encuentra fuera de las rejas.
Las aglomeraciones también son frecuentes ante los supermercados,
donde las colas se inician de madrugada. Los venezolanos acuden con la
esperanza de entrar antes de que se acaben las existencias. «Muchas
veces -cuenta Marlene Barrueta, una pensionista-, pasamos ocho horas
aquí esperando a comprar harina de maíz».
El estudio Condiciones de vida en Venezuela (Encovi), elaborado por
la Universidad Central de Venezuela, la Simón Bolívar y la Católica
Andrés Bello, revela que un 12 por ciento de la población hace dos o
menos comidas al día. Por su parte, un informe reciente del Fondo
Monetario Internacional prevé que la inflación se sitúe a fin de año en
torno al 500 por ciento y que alcance el 1660 por ciento en 2017.
“Las autoridades esconden todo tipo de estadísticas: epidemias,
desnutrición…, pero las muertes de pacientes son cada vez más
frecuentes”, denuncia Juan, un médico del principal hospital de Caracas
Dejando atrás las grandes ciudades, un recorrido por el campo revela
un desmantelamiento y un abandono tales que la mayoría de las empresas
privadas agrícolas ha desaparecido. Cifras oficiales manifiestan que se
han expropiado unas 1200 fincas y que de ellas solo el 10 por ciento es
hoy productivo. Una evidencia aplastante sobre el fracaso de la política
agrícola oficial. CARACAS, VENEZUELA – JUN 2016
Los días de promesas y consignas del tipo de «la tierra es de quien
la trabaja» se agotaron. La vida se ha vuelto cada vez más dura y la
gente busca leña en los alrededores de los pueblos para cocinar. «El
país camina para atrás como el cangrejo», sentencia Luis Contreras, un
ayudante de chófer que lleva más de un mes sin gas en Barquisimeto,
capital del Estado de Lara.
Caerse de maduro
La gente afronta una situación caótica para conseguir lo básico y
necesario para vivir. Pensar en una vivienda propia o en un coche usado o
nuevo es casi imposible. La clase profesional es la que más ha encajado
el impacto de la inflación, dada la naturaleza de su lucha por mantener
una calidad de vida que poco a poco se desvanece.
Un deterioro económico que se ha acelerado en los últimos cinco años,
acentuado con la llegada de Maduro al poder. Muchos ciudadanos, de
hecho, repiten esta frase. «Soy chavista, pero no madurista». Es gente
que, reconoce, dio su voto a Maduro «por amor a Chávez».
La economía no es, sin embargo, el único problema. En casi dos
décadas de chavismo se han restringido de forma galopante las libertades
sindical, de prensa y de asociación -alrededor de 2000 personas están
sujetas a procesos judiciales por motivos políticos-, una restricción a
la que se han sumado las expropiaciones y nacionalizaciones arbitrarias y
el fin de la separación de poderes. El Tribunal Supremo de Justicia,
máximo garante de la legalidad, es un escudo del Ejecutivo ante las
decisiones de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora desde diciembre
del año pasado.
Unas 2000 personas han sido procesadas por motivos políticos. A las
restricciones en las libertades sindical, libertad de prensa y de
asociación se suman las expropiaciones y el fin de la separación de
poderes
En 2014, durante una oleada de protestas, el líder opositor Leopoldo
López fue arrestado y juzgado por instigación pública. Ahora, uno de los
detenidos más recientes es Yon Goicoechea, del partido Voluntad
Popular, al que se acusó de poseer cordones detonantes para explosivos
días antes de celebrarse una gran concentración a favor del referéndum
revocatorio, actual catalizador de la coalición opositora.
La exigencia de un plebiscito para destituir al presidente,
contemplado en la Constitución y al que ya se enfrentó el propio Chávez
-lo ganó con el 59,1 por ciento de los votos a su favor-, es la gran
demanda de los antichavistas. El pasado junio, el Consejo Electoral
(CNE) validó más de 400.000 firmas, el doble de lo exigido, recogidas
para convocar un sufragio que deponga a Nicolás Maduro y, desde
entonces, la fecha de su celebración es el gran caballo de batalla de la
política venezolana.
Si el revocatorio no se celebra en 2016, Maduro puede perder la
presidencia, pero no habrá elecciones hasta 2019 y el chavismo
conservará el poder
La cuestión de la fecha es clave, y lo cierto es que el Gobierno
parece tener la sartén por el mango. Si el revocatorio se celebra «a
mediados del primer trimestre de 2017» -a menos de dos años del fin del
vigente mandato presidencial-, como propone la autoridad electoral,
Maduro podría ser destituido, pero no habría nuevas elecciones. El
chavismo conservaría el poder hasta 2019, con el vicepresidente
Aristóbulo Istúriz al mando, y ganaría tiempo para preparar a un
candidato más presentable. Para la oposición, la fecha límite es el 10
de enero para que, en caso de victoria, se adelanten las elecciones.
En la calle, mientras tanto, la gente sigue exigiendo el referéndum
ya, pero se siente cansada. Las movilizaciones se han desinflado y la
baja participación revela divisiones en la coalición opositora. Los
expertos creen que si el revocatorio no se celebra en 2016, el bloque
quedará en una posición difícil.
Crisis humanitaria
Un opositor denuncia ante la Policía la grave crisis humanitaria que
vive el país. Los supermercados están desabastecidos y a los hospitales
-sin medicamentos ni recursos sanitarios- todos los días llegan niños
con cuadros severos de desnutrición.
La nueva burguesía
CARACAS. VENEZUELA, JUL 2015 (photo by Alvaro Ybarra Zavala)
En la foto, un grupo de empresarios durante una fiesta en un lujoso
hotel de Caracas. La revolución de Chávez proponía acabar con los
burgueses y el capitalismo, pero, en realidad, el sistema se ha
transformado en un capitalismo de Estado, donde la antigua élite
económica, acosada y perseguida, ha sido reemplazada por los
‘boliburgueses’, una casta que ha amasado fortunas en torno al negocio
petrolero.
La protesta nunca cesa
CARACAS,VENEZUELA; MAY 2016 Las manifestaciones para exigir al presidente Nicolás Maduro el
referéndum revocatorio -plebiscito contemplado en la Constitución para
destituir al jefe del Estado- se han sucedido este año en Venezuela. En
la foto, estudiantes acampados en huelga de hambre frente al edificio de
la Organización de los Estados Americanos en Caracas protestan por los
presos políticos del régimen.
Un estado violento
CARACAS. VENEZUELA, SEP2015
Miembros de una banda criminal vigilan su vecindario en un barrio de
Caracas. Los grupos organizados controlan amplios territorios con total
impunidad. La imagen fue tomada con la condición de no revelar la
identidad de los delincuentes ni su localización geográfica. En
realidad, nunca se cubren la cara.
El ‘Gran Hermano’ bolivariano
CARACAS. VENEZUELA, MAY 2016
Hace diez años, los canales privados ocupaban el 75 por ciento del
espacio radioeléctrico. Hoy, el Estado controla el 70 por ciento de los
medios de comunicación venezolanos, tanto la televisión como la radio y
la prensa escrita.
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