BLOC CULTURAL,

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sábado, 4 de noviembre de 2023

Metrópolis - Los grandes efectos del primer ferrocarril transcontinental en los Estados Unidos ,. / DIAS DE TOROS - ¡ Gracias por tanto, maestro ! , . / Retratos con alma - El director William Christie. Mesías exprés,.

 

 TITULO: Metrópolis - Los grandes efectos del primer ferrocarril transcontinental en los Estados Unidos  ,.

  El lunes - 20 , 27 - Noviembre , los lunes a partir de las 00:30, en La2, foto,.

Los grandes efectos del primer ferrocarril transcontinental en los Estados Unidos,.

La nueva conexión ferroviaria hizo posible viajar en un vagón de tren desde Nueva York a San Francisco en solo una semana.

Ceremonia del Clavo de Oro en Promontory, Utah, el 10 de mayo de 1869, símbolo de la finalización de las obras de construcción de la primera vía férrea transcontinental de los Estados Unidos.
 
Ceremonia del Clavo de Oro en Promontory, Utah, el 10 de mayo de 1869, símbolo de la finalización de las obras de construcción de la primera vía férrea transcontinental de los Estados Unidos.

Hubo un tiempo en que viajar de la costa este a la costa oeste significaba viajar durante meses en una carreta tirada por caballos o navegar hacia el sur hasta Panamá y luego cruzar el istmo para abordar otro barco para viajar por la otra costa. Pero todo eso cambió el 10 de mayo de 1869.

Unos 21,000 trabajadores, desde veteranos de la guerra civil, esclavos liberados y pioneros mormones hasta trabajadores chinos, habían sido reclutados para realizar el trabajo duro y, a menudo, peligroso de colocar 1,776 millas de vías para formar el primer ferrocarril transcontinental. Según una estimación, el proyecto costó aproximadamente $ 60 millones, alrededor de $ 1,2 mil millones en dinero de hoy.

El primer ferrocarril transcontinental transformó a los Estados Unidos de muchas maneras, por ejemplo, al hacer que el oeste de los EE. UU. fuera más importante. “Lo que hizo el ferrocarril transcontinental fue traer el oeste al mundo y el mundo al oeste”, explica James P. Ronda, profesor de historia. En particular, ayudó a convertir a California de un lugar que alguna vez estuvo aislado en una importante fuerza económica y política.

También hizo posible el comercio a gran escala. En 1880, el ferrocarril transcontinental transportaba mercancías por valor de 50 millones de dólares cada año. Además de transportar cultivos alimentarios occidentales y materias primas a los mercados de la costa este y productos manufacturados desde las ciudades de la costa este a la costa oeste, el ferrocarril también facilitó el comercio internacional. El primer tren de carga que viajó hacia el este desde California llevaba una carga de té japonés. “La Constitución proporcionó el marco legal para un mercado nacional único de bienes comerciales; el ferrocarril transcontinental proporcionó el marco físico. Juntos le dieron a los Estados Unidos el mercado individual más grande del mundo”, según Henry W. Brands.

El comercio no fue lo único que se transportó al oeste. Los estadounidenses e inmigrantes también se mudaron ya que el tren facilitó que se esparcieran por todo el país. “La gente cruza el Atlántico en barcos, se sube a trenes y termina en lugares como el oeste de Nebraska”, dice Ronda. Viajar también era mucho más asequible en comparación con antes, cuando un viaje en diligencia de seis meses a través de los EE. UU. costaba $ 1,000 (alrededor de $ 20,000 en dólares de hoy). Pero una vez que se construyó el ferrocarril, un viaje de costa a costa se volvió un 85 por ciento menos costoso.

No todo el cambio creado por el tren fue positivo. Su construcción tuvo un alto costo para el medio ambiente ya que la enorme cantidad de madera necesaria para construir el ferrocarril, incluidas las traviesas, las vigas de soporte para túneles y puentes y los cobertizos, requirió la tala de miles de árboles, lo que devastó los bosques del oeste. Los pueblos y ciudades que surgieron a lo largo del ferrocarril invadieron aún más lo que habían sido áreas salvajes.

También provocó un aumento de las tensiones raciales en California, ya que los trabajadores blancos de la costa este y Europa podían viajar más fácilmente hacia el oeste, donde prevalecían los trabajadores inmigrantes. Una vez finalizado el ferrocarril, muchos trabajadores chinos regresaron a California en busca de empleo. El creciente prejuicio y temor hacia los chinos finalmente se manifestó en la aprobación por parte del Congreso de la Ley de Exclusión China de 1882, la primera de varias leyes que impidieron que los trabajadores chinos ingresaran a los Estados Unidos hasta 1943.

 

TITULO:  DIAS DE TOROS  - ¡ Gracias por tanto, maestro !,.

 

  ¡ Gracias por tanto, maestro !

 

 

Un rotundo Daniel Luque se adueña del protagonismo en la despedida de El Juli en Sevilla,.

El diestro sevillano ha cortado dos orejas,.

El Juli brinda su segundo toro al público, este domingo, en su despedida en Sevillla.

foto / El Juli brinda su segundo toro al público, este domingo, en su despedida en Sevillla.

Ficha del festejo

Ganado: tres toros de Garcigrande y otros tres de Domingo Hernández, estos en los lugares pares, de correcta presencia y de juego descastado, casi todos rajándose o desfondándose en el último tercio, aunque el tercero, el mejor del sexteto, desarrolló calidad hasta que se fue a tablas.

El Juli, de corinto y oro: pinchazo, media estocada trasera atravesada y seis descabellos (silencio); estocada caída trasera (oreja con petición de la segunda).

Sebastián Castella, de marino y oro, que sustituía a Morante de la Puebla: estocada caída muy trasera (ovación); estocada tendida caída (silencio).

Daniel Luque, de verde hoja y oro: estocada trasera desprendida (dos orejas); estocada trasera desprendida (ovación tras petición de oreja).

Entre las cuadrillas, saludaron en banderillas Rafael Viotti e Iván García, este tras dos soberbios pares al tercero.

La plaza: tercera y última corrida de la feria de San Miguel, con cartel de "no hay billetes" (11.500 espectadores), en tarde muy calurosa.

 El diestro sevillano Daniel Luque, que cortó dos orejas como premio a una actuación rotunda, se adueñó de casi todo el protagonismo reservado en principio para El Juli, que se despedía definitivamente de los ruedos este domingo en la Maestranza de Sevilla.

De hecho, para el veterano torero madrileño fue ya la primera gran ovación de la tarde, la que le obligó a salir al tercio al terminar el paseíllo como homenaje de una afición que le ha visto triunfar muchas tardes sobre ese mismo albero, y con un resultado récord de hasta siete salidas por la Puerta del Príncipe.

Y este domingo todo parecía apuntar a que podría lograr una octava, contando con casi todo a su favor menos con el aspecto menos predecible del toreo: el propio toro, y más en concreto el lote que sorteó de su divisa favorita, que fue el que se encargó de desangelar su adiós, pese a la oreja que acabó paseando de su segundo.

Porque si el que abrió plaza no tuvo ni clase ni raza y se fue a tablas a las primeras de cambio, ese cuarto, el que sobre el papel puede ser el último toro de la carrera del maestro de San Blas, tuvo una muy apagada nobleza, sin apenas celo ni suficiente brío para que éste pudiera redondear su adiós con un brillo mayor.

Aun así, El Juli hizo un esfuerzo notable por estar a la altura del acontecimiento, yéndose ya a recibirlo a portagayola, en una clara e inédita muestra de su decisión, para después cuajarle varios lances estimables y un discreto quite por chicuelinas, antes de que la banda se arrancara con "Suspiros de España" para acompañar su faena de muleta desde el principio.

Tardó un tanto el madrileño en asentar al de Domingo Hernández, que embestía sin ritmo ni casi entrega, en una faena que sólo se desatascó cuando citó de frente con la mano izquierda, en muletazos sueltos pero de suficiente limpieza. Fueron un premio a su tesón y a su paciencia, igual que, por admiración y respeto a su gran trayectoria, la petición de esa última oreja y la clamorosa ovación que le tributó Sevilla desde que arrancó la vuelta al ruedo hasta que se retiró entre barreras.

Ese saludo en la puerta de chiqueros de El Juli al cuarto fue también una respuesta de amor propio a la apabullante actuación de Luque en el turno anterior, con la que ya el de Gerena se hizo con el protagonismo de la tarde y con dos orejas de ley justificadas por la autoridad y el férreo valor con los que se impuso a complejo toro de Garcigrande.

Este otro también quiso rajarse, sólo que en vez de huir para evitar la pelea, intentaba quitar de enmedio a quien le hostigara, amenazando con coladas y constantes miradas desde que salió al ruedo, pero que no arredraron a Luque, que le impuso su mando y su voluntad de principio a fin del trasteo.

Ya comenzó a marcárselos al animal en un soberbio inicio de faena, iniciado por alto a pies juntos y rematado con poderosas trincheras por bajo, sin dudar en ningún momento y esperando al toro hasta el último momento de tomar el engaño, verdadera clave de un trasteo de honda firmeza de plantas y de suavidad en las muñecas y en el trazo, como todo un alarde de la más auténtica torería.

Y en ese mismo son se mostró Luque con el sexto, que no tuvo ni clase ni celo ni tampoco la mínima duración para que su autoridad volviera a encontrar mayor eco en el tendido y ameritara definitivamente esa oreja que se le pidió, y que le hubiera abierto la Puerta del Príncipe, pero que el presidente, con buen sentido, no concedió.

Sebastián Castella, que entró en el cartel en sustitución de Morante y tras haber marcado la tarde anterior, aun muy benevolamente, el hito de ser el primer francés en salir a hombros de la Maestranza, hoy tampoco estuvo acertado a pesar de que le volvió a corresponder un toro de claro triunfo.

Fue el segundo, al que ya le hizo Luque un gran quite por verónicas para mostrar esa buena condición que el galo no aprovechó en su desordenada réplica por el mismo palo ni en la desestructurada y destemplada faena de muleta, con cites despegados y carruseles en la pala del pitón, que no le valieron para apurar la calidad de un animal que acabó yéndose aburrido hacia los tableros.

Con el quinto también quiso el francés justificarse con un saludo a portagayola, solo que después se alargó, con tanta insistencia como monótono criterio, ante un toro desrazado y noblote con el que le apremiaron a matar. Quizá porque esta no era su tarde. 

 

TITULO:  Retratos con alma - El director William Christie. Mesías exprés,.

 

La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.  

 

 Lunes - 20 , 27 - Noviembre  a las 22:40 horas en La 1 / foto,.

  El director William Christie. Mesías exprés,.

Le dijo al público, en inglés, "aquí hay mucha música, mucho que decir y vamos a repetirlo",.

Imagen de archivo dl director de orquesta William Christie
 
Imagen de archivo dl director de orquesta William Christie,.

«Go out» (fuera), dijo a los músicos mientras miraba con enfado hacia la tribuna lateral, pegada al escenario, desde la que se escuchaba el sonido de llamada.

"Fue despreciado por los hombres; un hombre de penas, conocedor del sufrimiento", cantaba anoche el contratenor Carlo Vistoli en el Auditorio Nacional cuando el director de la orquesta, William Christie, decidió parar "El Mesías"de Haendel ante el insistente sonido del timbre de un móvil.

"Go out"(fuera), dijo a los músicos mientras miraba con enfado hacia la tribuna lateral, pegada al escenario, desde la que se escuchaba el sonido de llamada, que se repitió aún otra vez, han relatado hoy a EFE varios testigos del incidente.

La decisión del británico fue muy aplaudida por el público e incluso hubo espectadores que reprocharon a gritos "el despiste"de quien, a pesar de las reiteradas peticiones previas que se hacen por megafonía y en los programas que se entregan, no había silenciado el móvil.

Tras el incidente, Christie (Nueva York, 1944), le dijo al público, en inglés, "aquí hay mucha música, mucho que decir y vamos a repetirlo"y recomenzaron la conmovedora aria del final de la primera parte ("He was despissed").

En la segunda parte, el director se volvió en un par de ocasiones para mirar reprobadoramente a unos espectadores que no paraban de toser pero ya todo "fluyó"y "la música reinó", tan a satisfacción del norteamericano que regaló a la audiencia un bis, con el "Hallelujah".

"Es una de las obras más bellas del mundo, absolutamente emocionante y es imposible mantener el tono si te desconcentra otro sonido en otra tonalidad", defendían hoy en declaraciones a EFE fuentes de Ibermúsica, organizadora del concierto.

El agente de Christie, Enrique Rubio, ha precisado en declaraciones a EFE que el norteamericano es "severo"con los ruidos en el auditorio "en todas partes"aunque desconoce si en alguna otra ocasión ha parado un concierto por ese motivo.

Lo cierto, ha dicho, es que, a excepción de esos momentos, estuvo "muy cómodo"porque le gusta mucho, por su acústica, el Auditorio, en el que anoche ofreció una versión más reducida de "El Mesías"de "solo"dos horas y diez minutos, incluido el descanso -la que lleva de gira llega a las dos horas y cuarenta-, por imperativos de organización de la sala.

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