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jueves, 30 de noviembre de 2023

DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Los árabes deben acabar con Hamás ,. / EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - España no es un estado fallido,. / Donde comen dos - Sardinas Cuca - Ensalada de gulas y gambas con pimentón,.

 

TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Los árabes deben acabar con Hamás,.

 DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Los árabes deben acabar con Hamás  , fotos,.

 Los árabes deben acabar con Hamás,.

 

En esta tragedia de décadas existe una clara responsabilidad de la comunidad árabe, que en demasiados casos se ha servido del conflicto palestino para sus propios intereses.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se reúne con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, en el marco de la cumbre 'El Cairo para la paz'. POOL MONCLOA/BORJA PUIG DE LA BE 21/10/2023
 
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se reúne con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, en el marco de la cumbre 'El Cairo para la paz'.

 Taza De Café Negro Con Galletas Foto de archivo - Imagen de ...

( desayuno)

El planteamiento de una Palestina con dos estados en pacífica coexistencia, plasmado en los Acuerdos de Oslo de 1993, suponía, entre otras cuestiones, el reconocimiento de Israel como legítima entidad política por parte de Autoridad Nacional Palestina. Por lo tanto, y en contra de la retórica equidistante en la que suele refugiarse la Unión Europea, compete a la dirigencia palestina cumplir y, sobre todo, hacer cumplir lo firmado.

 

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  ( Cena )

Por supuesto, el concepto de «paz por territorios» que subyacía en las negociaciones encontró oposición en ambas partes –basta con recordar el asesinato de Isaac Rabin en 1995–, pero mientras que la democracia israelí, con el recurso a las leyes, estaba en disposición de llevar a término, con todas las dificultades que se quieran señalar, los Acuerdos de Oslo, nunca fue así entre la otra parte. Es una realidad frecuentemente olvidada, pero que se puede contrastar en las hemerotecas, que Israel ha sufrido desde entonces reiterados episodios de terrorismo palestino, sublevaciones violentas y persistentes ataques con artillería balística desde Líbano y Gaza, lo que se enmarca en una guerra disimilar que ha culminado con el salvaje progrom llevado a cabo por los terroristas de Hamás el pasado sábado 7 de octubre.

Sirva este pequeño preámbulo para explicar el previsto fracaso de la cumbre de El Cairo, en la que se ha vuelto a evidenciar la impotencia de la Unión Europea para hacer algo más que discursos cargados de buenas intenciones y, eso sí, comprometer más fondos públicos en el sostenimiento de unos gobiernos fallidos que, conviene no olvidarlo, se asientan sobre unas poblaciones empobrecidas y sin derechos políticos dignos de ese nombre.

Porque no es Occidente ni Israel, aunque pudiéramos admitir matices, los que mantienen como rehenes de la violencia el terror y la miseria a la población palestina, la misma que está sufriendo los bombardeos israelíes y el bloqueo de los productos de subsistencia mientras se siguen disparando cohetes sobre Israel. No. En esta tragedia de décadas existe una clara responsabilidad de la comunidad árabe, que en demasiados casos se ha servido del conflicto palestino para sus propios intereses. Pues bien, ni los cohetes ni los explosivos ni los drones ni los lanzagranadas ni los fusiles de asalto que emplean los milicianos de Hamás se producen por generación espontánea, al igual que no lo hacen los materiales de construcción necesarios por excavar el laberinto de túneles.

Y no es suficiente con responsabilizar a Irán en su pugna por la hegemonía en el Medio Oriente, porque sin otras complicidades el terrorismo en Gaza y Cisjordania quedaría reducido a la acción inevitable de «lobos solitarios». Son los países árabes quienes tienen el deber y los medios para acabar con Hamás y a los que Europa, debe exigir voluntad política.

 

TITULO:   EL PAPEL HIGIENICO ROJO -  EL D.N.I. - España no es un estado fallido  ,.

 EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - España no es un estado fallido  ,fotos,.

 España no es un estado fallido,.

 Estampas de una pandemia: del papel higiénico, a los aplausos a las ocho

 Vista general del hospital de campaña provisional que se instaló en Ifema, durante el estado de alarma,.

El 1 de abril de este año 36 enfermos graves de Covid-19 fueron trasladados desde diez hospitales de París a otros centros médicos de otras regiones francesas con menos incidencia del virus. Incluso algunos fueron evacuados a Bélgica y Alemania. Su transporte se hizo nada menos que en trenes de alta velocidad medicalizados, el famoso TGV, orgullo de la industria ferroviaria gala y en general de nuestros vecinos del norte. Aquí hasta en el País Vasco se quejan de que la alta velocidad llegue ahí arriba. La sanidad francesa está centralizada, claro, por eso a nadie le extraña que en una situación de emergencia nacional hagan uso de toda ella. 

 

En Madrid tuvieron que levantar un hospital nuevo. Nadie se planteó aquí el traslado de enfermos a otras comunidades. «Es más complicado eso que abrir un nuevo hospital», me decía hace poco el doctor Suárez mientras dejaba escapar un resoplido como el que mira hacia arriba desde la base del Everest. El Gobierno central en esos días asumió un mando único con trampa. Centralizó algunas cosas, como el hermano mayor que acapara el mando de la tele. La compra de material médico, por ejemplo. Y en vez de acudir a las grandes farmacéuticas, de las que cabe suponer que tienen un conocimiento profundo del mercado y de los diferentes proveedores, tiró de la tradición española aquella de «yo tengo un amigo que esto te lo 

 

soluciona en un santiamén. Y a mucho mejor precio, hazme caso». Hijos de ex ministros, amigos del pueblo. Ante el desastre tuvo que echar marcha atrás, naturalmente. Cuando llegó el fin del estado de alarma el veredicto del Gobierno central estaba claro: la sanidad está descentralizada, no es nuestra culpa. Andalucía, Extremadura o Canarias tenían que luchar por su cuenta contra un virus que hace temblar los recursos de países tan solventes como Francia o Reino Unido. Llegado el verano Moncloa decidió dar por vencido al Covid-19 e irse de vacaciones. Para qué molestarse en trabajar y preparar la vuelta a clase de los colegios si la educación está también transferida. Y entre medias miríadas de ruedas de prensa de los diferentes ministros, los diferentes consejeros, las diferentes oposiciones, los infinitos expertos. Si en tiempos de pandemia no das una rueda de prensa no eres nadie. Resulta que hasta el vestíbulo de la zona de salidas de Barajas es un vacío legal, dicen unos y otros para no ocuparse. Cualquier día aquello se llena de camellos, prostitutas, peleas de gallos, timbas de póquer y combates de boxeo sin guantes. Y como si de un bar «speakeasy» de la Prohibición fuera, abarrotado de todo tipo de crápulas que han quedado huérfanos de sus recreos nocturnos. Extrañar entre sí a los ciudadanos de un país no es algo complicado con los medios de hoy. EE UU está en ese proceso. Pero para ello no solo sirven unas autonomías con ansias de país, unos ciudadanos hastiados o una crisis; lo que funciona de verdad es demolerlo desde dentro. El Rey, el poder judicial. Y este lunes, a falta de desfile, espectáculo de ministros tuiteando sobre genocidio y sobre que no hay nada que celebrar, ya verán. Como si el tomate por sí solo no fuera digno de una celebración mundial. Hay que reivindicar a los indios que descuartizaban vivos a sus vecinos. Menos mal que por lo menos lo adornan todo con James Rhodes tocando el piano. En esta carrera somalí hacia el estado fallido me pregunto a qué España decidirá querer tanto cuando haya dos, cinco o veintiséis de ellas.

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