REVISTA MUJER HOY - foto,.
-foto- PEDROCHE DA LA CAMPANADA,.
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Ninguna cadena arriesgó lo más mínimo en una Nochevieja en la que destacaron las transparencias de la presentadora en Antena 3 y las parodias de José Mota en La 1,.
Ninguna cadena arriesgó lo más mínimo. Shows musicales cortados por el mismo patrón, y pocos minutos antes de las doce, que si el carrillón, que si los cuartos, que si la bola… y a recibir el año nuevo con cerveza, como si de un aperitivo se tratase. Publicidad manda. En esto TVE mantuvo el tipo y brindó con el tradicional cava, algo tan genuino a la última noche del año como la también tradicional capa de Ramón García. Pero solo en La Primera. La 2 no se dignó conectar con la Puerta del Sol y siguió a lo suyo, con esos 'Cachitos y hierro y cromo', programa de retales sacados del baúl de los recuerdos que asaltan la parrilla de La 2 a cualquier hora de la tarde o de la noche. Esta despedida de 2015 será recordada por el especial de José Mota en La Primera y de nuevo por las transparencias de Cristina Pedroche, ahora en Antena 3.
Pero vayamos por partes. El especial de José Mota es ya un clásico de cada Nochevieja. Esta vez con un guiño a 'El Resplandor' de Stanley Kubrick, la acción se situaba en un futuro en el Palacio de la Moncloa. 'Resplandor en la Moncloa' estaba creado a la medida de lo que Mota mejor hace: las parodias. Algunas sencillamente geniales como la de Ada Colau con 'la canción del Colacao', o la del Rey Felipe VI como 'El Jefe -del Estado- infiltrado' en una hamburguesería. Hubo mucho humor político con parodias de Mas y Romeva, con los fantasmas de Felipe González y José María Aznar por los pasillos del palacio, con Manuela Carmena, con el diputado pegado a su escaño, con el Papa Francisco, con Cristóbal Montoro inspeccionando al mismísimo Conde Drácula, con Angela Merkel y el debate decisivo a cuatro, el 'debatillo'. Fue lo mejor de la noche. Lo peor es que se hizo muy corto, y muy pronto se pasó a la música.
El resto de las cadenas optaron por no presentar batalla. Música, canciones y bailes. Las mismas de todos los años. La de Telecinco, 'La noche en paz', con Paz Padilla y Joaquín Prats, era 'made in' José Luis Moreno. Como era previsible, la gala se parecía como gotas de agua al resto de shows musicales de Moreno. Casposa. Antena 3 optó por 'Lo mejor de cada casa' y Cuatro por un especial de su 'Gym Tony'. La Sexta estuvo toda la noche con 'El club de la comedia', ese programa de monólogos que suele aparecer en la pantalla cuando 'Salvados' está de vacaciones. Empezó con Alexandra Jiménez pero cuando apenas llevábamos una hora de 2016, empezaron con las repeticiones con Eva Hache. Tanto escándalo que le montó La Sexta a Eva Hache y ahora con tanta repetición la sacan más que cuando estaba en la casa. Y La 2 zambullida en la nostalgia horas y horas, rescatando fragmentos de números musicales de la historia de Televisión Española.
Una réplica de BeyoncéY llegaron las campanadas. Había morbo para ver cómo salía este año Cristina Pedroche tras la 'campanada' que dio el pasado año en La Sexta. Ahora la han ascendido y estuvo en Antena 3 con Carlos Sobera. Y vive Dios que no defraudó. En los primeros instantes con una capa blanca de la que pronto se despojó dejándonos ver su anatomía completa tras una escasa transparencia blanca cubierta con perlas. Dicen que lo que llevaba era como lo de Beyoncé. Por supuesto que con ella en pantalla las uvas son lo menos importante. Quienes la eligieron para despedir en año a su lado sabían a lo que iban, y si se le atragantaron las uvas daba igual. Y Carlos Sobera a su lado aguantando el tipo.
En Telecinco y los canales de Mediaset al completo optaron por el equipo de 'Cámbiamé'. Al principio todos en ropa interior roja que nos hizo imaginar placeres prohibidos. Pero no, pronto los estilistas vistieron a Marta Torné y los suyos con moda española. Las campanadas de Mediaset resultaron un 'girigay', todos hablando a la vez y chillando, como si de 'Sálvame' se tratase. Emocionándose al desear la paz en el mundo y todas esas cosas que se suelen decir al recibir un nuevo año. Un barullo.
En La Sexta Andrea Ropero, con un vestido verde esmeralda, y Alberto Chicote explicaron cómo se pueden preparar una docena de uvas. Chicote olvidó por una vez vestirse con los manteles que encuentra y apareció con un impecable traje azul. Eso que ganamos todos. Dieron las campanadas con sobriedad y salvaron el tipo.
Pero los reyes de la noche fueron, como no podía ser de otra manera, Ramón García (con su habitual capa) y Anne Igartiburu, de rojo chillón, como corresponde a una entrada de año que se precie, en TVE 1. Ellos fueron la sapiencia y la elegancia, que son muchos años recibiendo al año nuevo. Y dieron una lección a todos los demás. La 1 tuvo sus minutos de gloria para quienes quisieron estar a lo que había que estar esa noche. En general, la Nochevieja de 2015 fue más vieja que nunca, aburrida y tediosa, con programas (salvo Mota), hechos para salir del paso.TÍTULO: SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - PROHIBIDO CREAR,.- El problema de la piratería y de las pensiones de los artistas sigue sin ser resuelto.
La verdad es que tiene mérito que una escritora prestigiosa como ella, miembro de la Real Academia Española, haya dado un paso al frente para defender a los escritores a través de esta entidad que gestiona los intereses de quienes hacen del oficio de escribir y de editar su razón de vida. Carme tendrá que convencer al nuevo Gobierno de que, de una vez por todas, aborde el gravísimo problema de la piratería.
Los simpáticos piratas comenzaron descargándose música de la red y ahora se bajan de todo, libros incluidos. Les contaré cómo es el proceso de escribir un libro. El escritor tiene una idea, se sienta ante el folio en blanco o el ordenador y empieza a escribir, una tarea que le puede llevar meses o años. Durante ese tiempo, carece de ingresos, salvo que tenga algún trabajo alternativo. Así que dependerá de las ventas de su libro para poder vivir.
Pero si hay descargas ilegales estará dejando de percibir parte de sus merecidos ingresos. Es como si a usted, todos los meses, le entrara un pirata en su cuenta bancaria y le robara parte de su sueldo. Pero no solo eso. La edición de libros es una industria de la que dependen miles de personas. Quienes piratean los libros ponen en riesgo esos puestos de trabajo.
De manera que Carme Riera tendrá que convencer a quien se haga cargo del Ministerio de Cultura de que tenga a bien legislar y adoptar medidas que pongan fin al robo de la propiedad intelectual. Riera tendrá también que abrir un debate sobre las "pensiones" de los escritores (y músicos, cineastas, gente del teatro...). Si un escritor cumple 65 años y quiere cobrar la pensión que le corresponde, tiene que dejar de escribir; y si continúa escribiendo, tiene que renunciar a la pensión.
A veces se olvida que las pensiones no son un regalo, sino el dinero que hemos ido pagando a lo largo de nuestra vida laboral. Así que, a partir de los 65, la gente que hace "cultura" tiene que tomar una decisión trascendental: o renuncia a la pensión o deja de crear. Eso supone que quedarán libros por escribir, música por componer, cine por realizar... Es decir, un empobrecimiento cultural de la sociedad. No se trata de pedir un trato de favor, sino de adecuar el cobro de las pensiones a esta realidad.
Ya hay escritores movilizándose en esta dirección y ahora será Carme Riera quien tenga que gestionar el problema. Poner coto a la creación a cuenta de la edad no es más que un despropósito más por parte de unos políticos a los que la cultura les viene resbalando.
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