TITULO: Robots - Son el futuro y no podrá vivir sin ellos,.
Humanos vs robots: qué nos depara el futuro,.foto
Con
el desarrollo de las nuevas tecnologías el temor de ser reemplazados
por robots es una preocupación mundial. Pero, ¿hay razones para sentir
miedo? Opinan los expertos.
El
miedo de ser reemplazado por una máquina comienza con la consolidación
de las industrias, a principios del siglo XIX, cuando los trabajadores
se organizaron para acabar con las máquinas, consideradas responsables
de los despidos y malos salarios. Este miedo a la tecnología se
incrementa con su progreso y desarrollo de la inteligencia artificial. Se estima que para 2025 muchos de los empleos actuales serán ocupados por robots, pero, ¿existe fundamento para creer que nos desplazarán del todo?
Un nuevo informe publicado por el Pew Research Center compila
las opiniones de 1.800 académicos y expertos en la industria, el
trabajo y las nuevas tecnologías, en torno a la Inteligencia Artificial
(IA) y la robótica. Muchos consideran que para 2025 los robots ocuparán
el trabajo de muchos de nosotros, el impacto que tendrá en la sociedad ha generado opiniones bien distintas.
La mitad considera que las máquinas acapararán la mayoría de los
trabajos para 2025, y no sólo los manuales; mientras que la otra mitad
cree que los robots ayudarán a crear más empleos de los que quitará.
La robótica generará destrucción de empleo y desigualdad
Un 48% de los encuestados teme la proliferación de máquinas en el entorno profesional,
ya que la tecnología, que hasta ahora solo había afectado las tareas
más manuales, ha comenzado a colarse en otras industrias más
complejas. “Todo lo que pueda ser automatizado, se automatizará”, indica
Robert Cannon, experto en legislación digital. Para los defensores de
esta postura, el progreso de los robots generará más desigualdad,
desempleo y una ruptura del orden social tradicional. Los motivos para
ello son:
1. La sustitución ya es una realidad
“La automatización es Voldemort, una terrible fuerza que nadie se atreve a nombrar”, sostiene el fundador del think tank REX, Jerry Michalski. Explica además que “la automatización ha ganado la carrera al trabajo humano
y mientras necesitemos una divisa fiduciaria para pagar el alquiler o
la hipoteca los seres humanos serán expulsados del sistema en masa”.
Michalski
considera que los únicos sectores libres de este auge son los que
requieren de mayor trabajo manual, como los jardineros, pintores o
niñeras; de esfuerzo humano distante como editores, entrenadores o
coordinadores; y finalmente las posiciones directivas más altas.“El resto será sustituido por la automatización”,
sentencia. Entretanto Mike Roberts, pionero de internet, cree que "la
situación se complica, además, por el fracaso total de los economistas
para encontrar cualquier sistema sostenible alternativo a nuestro
moderno modelo consumista y para acabar con la noción de que ‘sólo se
puede cobrar un precio justo por un día de trabajo justo’”.
2. Habrá mayor desigualdad
La
robótica tendrá un impacto notoriamente superior a las anteriores
revoluciones tecnológicas, asegura el director de la edición digital de The Economist, Tom
Standage, ya que “las anteriores revoluciones tecnológicas fueron mucho
más lentas, así que la gente tuvo más tiempo para adaptarse y moverse
de un tipo de trabajo no cualificado a otro. Pero los robots y la IA
amenazan a trabajos cualificados. La brecha adquisitiva entre los trabajadores cualificados cuyo trabajo no pueda ser automatizado y el resto se agrandará. Y eso es una receta para la inestabilidad”.
“Por citar sólo un aspecto del auge de los robots y la inteligencia artificial, el uso generalizado de coches y camiones con piloto automático acabará con los taxistas y los camioneros, la ocupación número uno de los hombres en Estados Unidos”, argumenta Stowe Boyd, el investigador de GigaOM. Por su parte el profesor de la Universidad de Harvard, Justin
Reich, considera que la destrucción de empleo es inevitable, y que "los
empleos que queden se van a pagar peor y van a ser más temporales que
los que tenemos ahora. La clase media se va a hundir".
La robótica abre las puertas a una nueva realidad
El
52% del informe considera que la tecnología no destruirá empleos, sino
que creará más de los que podrá destruir. Las ocupaciones cambiarán,
como cambian a diario, y así se descubrirán nuevos nichos de empleo.
Otros, algo más escépticos, creen que la tecnología no se desarrollará
tan velozamente como para preocuparnos por nuestros empleos en la
próxima década. Algunos de los argumentos a favor de la postura son:
1. La tecnología siempre ha creado trabajo
“Alguien
tiene que crear y mantener todos estos nuevos dispositivos”, indica uno
de los "padres" del internet, Vint Cerf. “Históricamente, la
tecnología ha creado más trabajos de los que ha destruido y no hay razón para pensar que esta vez no va a ocurrir lo mismo”, sentencia.
Entretanto, el experimentado investigador de Microsoft, Jonathan
Grudin explica que “cuando la población del mundo era de 100 millones
de personas había 100 millones de trabajos” y “aunque siempre va a haber
gente en paro, cuando seamos miles de millones de personas habrá miles
de millones de trabajos. No va a haber menos cosas que hacer”.
Si bien los robots pueden acabar con los trabajos en algún sector,
alguien deberá desarrollar los propios robots, lo que implica un gran
nicho laboral para el futuro, cualificado y no cualificado.
2. Hay trabajos que no pueden ser hechos por robots
Si bien la mayoría considera que la robótica va a acarrear cambios radicales, muchos consideran que algunas profesiones no peligrarán porque no pueden automatizarse,
entre ellos el pionero en telecomunicaciones y excoronel del ejército
estadounidense, David Hughes, quién explica que “por mucho que avance la
robótica y la IA, la mano del hombre seguiría siendo necesaria a gran
escala”.
Sostiene
que "la capacidad del ser humano para detectar eventos inesperados y
tomar medidas de urgencia sin depender de la conducción automática
seguirá siendo necesaria mientras los coches particulares sigan en las
carreteras”. La directora del Media Psychology Research Center, Pamela Rutledge, explica que hay cosas que los robots jamás podrán hacer, entre ellas las tareas que requieran creatividad, capacidad de síntesis, resolución de problemas, innovación…
3. El avance tecnológico no tendrá un impacto significativo en el mundo laboral
El científico del laboratorio de inteligencia artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), David Clark, argumenta que el mayor impacto de los robots será en el sector servicios, pero que no llegará para la próxima década,
ya que no considera que "los dispositivos autónomos vayan a ser
verdaderamente autónomos. Creo que simplemente nos permitirán ofrecer
unos servicios de mayor calidad pero con el mismo nivel de participación
humana".
“La
mayoría de la población permanecerá ajena a estas tecnologías en el
futuro cercano”, afirma Christopher Wilkison, exfuncionario de la Unión
Europea y experto en internet, puesto que “la robótica y la IA tendrán su nicho, sobre todo en banca, comercio y transporte.
El riesgo de error y la imputación de la responsabilidad siguen siendo
importantes obstáculos para la aplicación de estas tecnologías en el día
a día”.
4. Las estructuras legales y sociales reducirán el impacto de la automatización
El director de investigación del Computer Science Laboratory de Xerox, Glenn
Edens, declara que “en última instancia, necesitamos una base amplia de
población activa, de lo contrario no habrá nadie que pueda pagar este
nuevo mundo”, y esto debe ser asegurado por los gobiernos, previniendo
la destrucción de trabajo hasta un punto insostenible. Entretanto,
el presidente de Tenacity5 Media, Geoff Livingston, piensa que “quizás ya contamos con la tecnología suficiente para suplir gran parte de los trabajos, pero la sociedad todavía no está preparada para aceptarlo”.
Desayuno: Un vaso de leche o yogur, en definitiva, algún lácteo; y
tostada o algún otro tipo de cereal; también se le puede añadir una
pieza de fruta.
Cena: Revuelto de espinacas o espárragos con huevo, y pollo a la plancha,.
TITULO: SILENCIO POR FAVOR - CÓMO MIRAR UN CUADRO - PINTOR EDGAR DEGAS,.
Edgar Degas - foto
Edgar Degas | ||
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Autorretrato (1855) |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Hilaire Germain Edgar De Gas | |
Nacimiento | 19 de julio de 1834 París, Francia |
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Fallecimiento | 27 de septiembre de 1917 (83 años) París, Francia |
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Causa de muerte | Aneurisma cerebral | |
Lugar de sepultura | Cementerio de Montmartre | |
Residencia | Nueva Orleans | |
Nacionalidad | Francia | |
Familia | ||
Padre | Auguste de Gas | |
Pareja | ||
Educación | ||
Alma máter | ||
Alumno de | ||
Información profesional | ||
Área | Pintor impresionista, escultor, dibujante | |
Movimientos | Impresionismo | |
Participó en | Guerra franco-prusiana | |
Miembro de | ||
Firma | ||
Considerado uno de los fundadores del Impresionismo, aunque él mismo rechazaba el nombre y prefería llamarlo realismo o arte realista,1 Degas fue uno de los grandes dibujantes de la historia por su magistral captación de la sensaciones de vida y movimiento, especialmente en sus obras de bailarinas, carreras de caballos y desnudos. Sus retratos han sido muy apreciados por la complejidad psicológica y sensación de verdad que transmiten.2
Infancia y juventud
Degas comenzó a pintar a una edad temprana. Después de graduarse en el liceo en bachillerato en literatura a los 18 años en 1853, instaló un estudio de arte en su casa. Al graduarse, Degas se registra como copista de arte en el Museo de Louvre. Sin embargo, termina ingresando en la Facultad de Leyes en la Universidad de París a petición de su padre en noviembre de 1853; no obstante dedica muy poco esfuerzo a sus estudios.
En 1855, Degas conoce a Jean Auguste Dominique Ingres, de quien era gran admirador, y cuyo consejo nunca olvidó: "Dibuje líneas y más líneas, joven, tomadas de la realidad y de la memoria, así se convertirá en un buen artista".4 En abril de ese mismo año, Degas es admitido a la Escuela de Bellas Artes (“École des Beaux-Arts”), comenzando a estudiar dibujo bajo la guía de Louis Lamothe,5 con quien comenzó a prosperar siguiendo el estilo de Ingres.6 En julio de 1856, Degas viaja a Italia dónde se establecería los tres años siguientes comenzando sus estudios para su primera obra: La familia Bellelli. Al mismo tiempo hacía copias de obras renacentistas, de Miguel Ángel, Rafael o Tiziano, entre otros. Sin embargo, contrariamente a las prácticas convencionales, Degas seleccionaba detalles de los cuadros que atraían su atención, usualmente figuras secundarias o alguna cabeza, los cuales trataba como un retrato.7, etc,.
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