BLOC CULTURAL,

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sábado, 2 de mayo de 2015

LOS MELONES, TRAZOS, LAS UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS SE MIRAN ANTE EL ESPEJO DE SUS COMPETIDORAS,./ LAS 3 RAZONES, JUAN JOSE MONTES PERIODISTA, SI LA MUJER QUE VA ABORTAR TUVIERA APOYO, EL 80% DE LAS VECES NO LO HARIA,.

TÍTULO: LOS MELONES,  TRAZOS, LAS UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS SE MIRAN ANTE EL ESPEJO DE SUS COMPETIDORAS,.

Un estudiante lee un libro en el patio de una universidad. :: r. c.LOS MELONES,  TRAZOS, LAS UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS SE MIRAN ANTE EL ESPEJO DE SUS COMPETIDORAS,.fotos,.

Ninguna está entre las cien mejores en los rankings aunque nueve de sus titulaciones se cuelan en puestos destacados internacionalmente,.

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La mejor universidad del mundo es Harvard. O el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), o tal vez su competidor en California (Caltech). Depende de quién lo mida y de cómo lo haga. De si se hace énfasis en la producción científica, en las opiniones de la comunidad académica internacional o en otros parámetros como la empleabilidad de sus alumnos. En cualquier caso, no hay universidades españolas que superen el puesto 165 en ninguna de las principales listas. Alrededor de una docena -de un total de 82- se encuentran entre las quinientas más destacadas, y nueve de sus titulaciones están entre las cincuenta mejores del planeta. ¿Qué significa todo esto?
Desde que se publican, los rankings de universidades han estado envueltos en polémicas. Se los ha acusado de elitistas, de poco transparentes y de no prestar atención a la calidad de la educación que se imparte. «No es sencillo ponerle un número a todo lo que representa una universidad», explica Jan Sadlak, director de Ireg, una organización que se dedica a estudiar estas clasificaciones, durante un congreso internacional sobre reputación de instituciones académicas que ha organizado la Universidad de Navarra. No hay consenso ni sobre qué debe medirse ni sobre cómo hacerlo. El ranking Shanghái, el más conocido, reserva un tercio de la nota global a la presencia, presente o pasada, de premios Nobel entre el profesorado. «Puedes gastarte un dineral y fichar a uno y subir muchos puestos de un año para otro», asegura Juan Manuel Mora, vicerrector de comunicación de la universidad que acogía el encuentro. «Pero eso no cambia sustancialmente cómo es tu institución».
Sin embargo, cada vez más, se reconoce a los rankings la capacidad de poner a las universidades frente a un espejo. Les permite compararse entre ellas, descubrir sus defectos, identificar en qué destacan y buscar caminos de mejora. «Son una herramienta muy potente para incentivar la calidad», asegura Ben Sowter, director en el ranking QS. Aun así, comenta, «hay 24.000 universidades en el mundo y es imposible que haya más de cien entre las cien mejores». Lo fundamental, recalca, es que estas cumplan su función social -investigar, educar o ambas- de la mejor manera posible. Aun así, dice, la globalización ha convertido la competencia entre ellas en más intensa que nunca. También, apunta Sadlak, las clasificaciones ayudan a los países a escrutar sus propios sistemas de educación superior. «La presión social por la transparencia aumenta, y que se exija a las universidades pruebas de su rendimiento es muy importante».
Mejores prácticas
La mejor institución española según los rankings Shanghái y QS es la Universidad de Barcelona. Según las clasificaciones de Times Higher Education y de U-Ranking, sin embargo, es la catalana Pompeu Fabra, que apenas tiene 25 años de vida y es relativamente pequeña -alrededor de siete mil alumnos-. «Tuvimos algunas ventajas de origen», explica Josep Juan Moreso, rector de esta universidad entre 2005 y 2013. «Desde el comienzo se prestó mucha atención a la calidad de la docencia y a internacionalizar la investigación». En muchas de sus maneras de funcionar, aclara, copian lo que hacen las que copan los primeros puestos a escala mundial.
Por ejemplo, la titulación en Económicas de la Pompeu Fabra está considerada la vigésimo tercera mejor del mundo según el ranking QS, publicado el miércoles de la semana pasada. Algo por debajo, en el puesto 38, se encuentra la misma carrera de la Universidad Carlos III. Las dos comparten una política de contratación de profesores que, asegura Moreso, evita que se estanquen. Nunca contratan a sus propios estudiantes de doctorado y, además, organizan concursos abiertos a todo el mundo para reclutar. «Así logras atraer talento internacional y te aseguras de que llegan los mejores», apunta el exrector.
«Al final, los rankings ayudan a discutir sobre la calidad de las universidades», explica Sowter, de QS. «Pero solo muestran la superficie de lo que hacen». Ellos, que basan una parte de la nota en encuestas, explica, le dan un número a la reputación. «Sea como sea», sentencia, «tienes que ser una buena universidad antes de que te perciban como tal».

TÍTULO: LAS 3 RAZONES, JUAN JOSE MONTES PERIODISTA, SI LA MUJER QUE VA ABORTAR TUVIERA APOYO, EL 80% DE LAS VECES NO LO HARIA,.

«Si la mujer que va a abortar tuviera apoyo, el 80% de las veces no lo haría»,.

-foto- Juan José Montes Periodista | , Quince extremeñas decididas a abortar que se arrepintieron en el último momento abren su corazón para confesar que sus hijos «son lo mejor que les ha pasado»,.

Montes presenta 'Secretos' hoy sábado en la Feria del Libro de Cáceres y el 11, en Badajoz. :: j. v. arnelas  Secretos. 15 mujeres se confiesan' es el primer libro de Juan José Montes González (La Codosera, Badajoz, 1969). Periodista por la Complutense y padre de tres hijas, este profesional de la comunicación ha entrevistado durante los últimos dos años a quince mujeres extremeñas que estaban decididas a abortar pero se arrepintieron en el momento final. Una de ellas incluso estaba anestesiada cuando se levantó del potro. «Su hija se llama María y vive por dos minutos. Cuando ves a esa niña tan bonita dices: ¡Madre mía!».

¿Qué le ha llevado a publicar el libro?
Se me ocurrió mientras hablaba con una mujer que había abortado ocho años antes. Le estaba haciendo una entrevista con motivo de la Jornada Mundial de la Vida y la pobrecilla no paraba de llorar. Se me quedó grabado cuando me dijo: yo maté a mi hijo y eso no tiene remedio. Aquello me conmovió.
¿Le ha sido fácil encontrar estos testimonios?
Yo conocía libros que hablan del síndrome postaborto, que provoca en las mujeres sentimientos de culpabilidad, insomnio... Muchas recuerdan lo que hicieron al ver a un niño con la misma edad que el hijo que no tuvieron. Pero esos libros eran tristes, porque en el aborto se mata uno pero mueren dos, porque muere también la madre. En mi caso, he contado con la ayuda de grupos que ayudan a estas mujeres y no me ha resultado complicado localizarlas. Los beneficios del libro ayudarán a mujeres que decidan no abortar para comprarles pañales, potitos, carritos y cosas que necesiten.

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