Las investigadoras Doudna y Charpentier hallaron un sistema sencillo de modificar el ADN que ha cosechado tanta fama como críticas -
Las investigadoras Emmanuelle Charpentier (izq.) y Jennifer Doudna (dcha.).foto
Las investigadoras Emmanuel Charpentier (Francia) y Jennifer Doudna (EE UU) han ganado el premio Princesa de Asturias de Investigación. En 2012 sacudieron la comunidad científica tras publicar una técnica que permite modificar el código genético de cualquier organismo de forma fácil y barata. Abrieron la puerta a combatir todo tipo de enfermedades, incluidas las congénitas; la misma puerta que teóricamente permite la creación de seres humanos con cualidades a la carta. Desde entonces, ambas viven a medio camino entre la fama, el laboratorio y la polémica.El trabajo conjunto de Charpentier y Doudna -ya no investigan juntas- no fue el primero que permitió modificar cadenas de ADN. Pero su técnica, denominada Crispr-Cas9, es la única que es a la vez sencilla y barata. Usarla se ha comparado, a menudo, con la edición de textos por ordenador. Permite añadir cadenas de genes, quitarlas, cambiarlas de lugar y activarlas o desactivarlas sin demasiadas complicaciones. Si secuenciar el genoma abrió el libro de instrucciones de los humanos, las dos científicas ofrecieron las herramientas para cambiarlo a voluntad.
De momento, solo un equipo de investigadores chinos ha reconocido usar Crispr-Cas9 para alterar un código genético de ser humano, hace apenas dos meses. El rumor saltó unas semanas antes de la confirmación definitiva, cuando una de las principales revistas científicas publicó un artículo de opinión en el que llamaba al debate sobre las consecuencias éticas antes de dar pasos irreversibles. Los científicos chinos aseguraron posteriormente que su intento, con embriones no viables, no había salido bien.
Polémica en China
Si se logra, algo que parece inevitable a medio plazo porque ya se ha
usado la técnica con éxito en monos y ratones, las repercusiones pueden
ir más allá de individuos concretos. Pueden afectar al devenir de la
especie. «La idea de poder afectar a la evolución es algo muy profundo»,
aseguró Doudna, que se ha declarado en contra de este uso al periódico
estadounidense New York Times.
Crispr-Cas9 apareció, como muchos otros grandes descubrimientos, de forma relativamente inesperada. Es -más o menos- el sistema de defensa contra virus de unas bacterias concretas que viven en un entorno de alta acidez. Pura ciencia básica, investigación sin una utilidad a la vista. «Uno de los temas más extraños en los que había investigado nunca», aseguró la investigadora estadounidense. Pero tanto ella como Charpentier -y los investigadores posdoctorales Martin Jinek y Krzysztof Chylinski- se dieron cuenta de que la misma estrategia que usaban estas bacterias para luchar contra sus atacantes podían usarlo ellas para modificar cadenas de ADN. De forma limpia, certera y eficaz. Identificaron una cadena genética que puede actuar como un microscópico cirujano. Que puede cortar, abrir, cerrar y pegar en el código genético de cualquier ser vivo. Incluso en los más complejos.
La técnica de estas dos investigadoras abre la puerta a luchar contra todo tipo de enfermedades, incluso congénitas, antes de que aparezcan. En esta área, su principal aplicación sería en la modificación de embriones tempranos, cuando al individuo apenas lo forman un puñado de células. Los cambios, además, serían tan heredables como cualquier otra característica. Potencialmente -y aún pueden quedar décadas para lograr algo así, si es que se llegase a hacer- se podría corregir la predisposición a padecer cáncer, o a sufrir alzhéimer. O hacer individuos resistentes a la infección de determinados virus o bacterias.
Lograrlo todavía está muy lejos, entre otras cosas porque la investigación con embriones humanos está prohibida en prácticamente todos los países que cuentan con una regulación al respecto. Además, las autoras de Crispr-Cal9 están en plena guerra judicial con otros investigadores por la propiedad intelectual de su descubrimiento. La oficina de patentes de Estados Unidos concedió la licencia a otro científico, Zhang, del Instituto Broad, sobre la tecnología necesaria para modificar nucleos de células. Hasta que no se resuelva el conflicto se puede investigar pero no comercializar.
TÍTULO:LA NOCHE TEMATICA,.
La Noche Temática se estrena los sábados a las 23.00 h en La 2.,.
"La epidemia de la obesidad"
La obesidad mata a 400.000 personas al año en Estados Unidos y está a
punto de convertirse en la primera causa de mortalidad del país. En la
semana en que se celebra el Día Mundial de la Nutrición, La Noche
Temática aborda la 'epidemia' de obesidad en la sociedad norteamericana y
la lucha por combatirla a través de dos documentales.
'Estados Unidos contra la obesidad'
En el país de la hamburguesa los niños están cada vez más gordos, los
obesos mueren cada vez más jóvenes y el sobrepeso se ha convertido
incluso en la primera razón de expulsión del ejército. Pero la guerra
contra la obesidad ya ha comenzado. Los políticos tratan de hacer
cumplir las leyes que prohíben incluir juguetes en la comida rápida para
niños, o crean aceras para animar a la gente a caminar. Los campamentos
de vacaciones para perder peso aumentan su popularidad entre los
jóvenes obesos. Sin embargo, también están los que glorifican la
obesidad, aclamando que “lo grande es bonito”. Ya puedes ver un avance de este documental.
'Sobredosis de azúcar'
El 80% del azúcar que consumimos está oculto en los alimentos
cotidianos, como los “saludables” cereales de desayuno, yogures,
refrescos o comidas preparadas. Según los expertos el consumo de azúcar
se puede convertir en una adicción. Para algunos médicos, el azúcar es
tan peligroso como los cigarrillos, y la causa principal de una serie de
enfermedades graves, como la obesidad infantil, la diabetes,
enfermedades del corazón, hipertensión y muchos cánceres comunes. Sin
embargo el lobby del azúcar niega cualquier relación entre azúcar y
enfermedades. Ya puedes ver un avance de este documental.
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