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Las campañas siguen siendo una fiesta en los pueblos extremeños,.
Ayer sábado no había campaña y me faltaba algo. No sabía qué hacer tras 15 días recorriendo Extremadura de pueblo en pueblo, de mitin en mitin. Se dice mucho que los actos electorales no sirven para nada, que son antiguos e inútiles, pero no es cierto. En las ciudades pasan desapercibidos, pero en los pueblos siguen siendo una fiesta. De pronto, llega el candidato, sea quien sea, y la gente sale a la calle a verlo, pasea con él visitando la escuela, el centro de salud, el parque, la residencia de ancianos. Quien más quien menos añade un selfie a su colección y si hay suerte, te entrevistan para alguna tele o alguna emisora o sale tu foto en el HOY. Las campañas sacuden la normalidad rural, agitan la rutina, entretienen, dan que hablar...Esta que acaba, la empecé disfrutando de la naturaleza que rodea la vida de Manolillo Chinato y que, dice él, se ha convertido en su ideología. Al día siguiente, estaba en Carcaboso visitando una plantación de kiwis con otro candidato y la siguiente jornada acababa en el parque de Puebla de la Calzada viendo jugar a la petanca a lo mejor del pueblo.
He seguido periodísticamente todas las campañas políticas desde las municipales de 1987. He recorrido remotas aldeas gallegas de los Ancares y pueblecitos asomados al Ambroz, plazas de toros extremeñas y lonjas pesqueras gallegas. Y cada campaña ha tenido su particularidad y su gracia. Esta que ahora acaba ha estado marcada desde el principio por el desenfado.
En los mítines extremeños, no ha llevado americana ni Rajoy, que ya es decir. Hace cuatro años, Vara empezó dando mítines con chaqueta y corbata y no se quedó en camisa hasta el cuarto día. Este año, no se ha puesto la americana. Esto de la ropa parece una tontería, pero ha marcado estilo y, creo, ha modernizado la propuesta publicitaria extremeña. Porque detrás de la ropa han ido la música, el calzado, los vídeos, los escenarios y hasta la estrategia.
A mitad de campaña, tuve que pasar tres días en Cuenca y no se imaginan qué aburrimiento de elecciones en cuanto salías de Extremadura. Fue volver y recuperar la marcha. En otras cosas, quizás sí, pero en esto de las campañas políticas no somos los últimos de la fila.
A lo largo de estos 15 días, he asistido a mítines con cañitas, a mítines con showman, a mítines con plasma, con Vespa, con acelgas, con cerezas y hasta con poeta. Entre Chinato y sus vacas y el mitin con sabor añejo de Vara en la plaza de toros de Cáceres, he visto a Tania Sánchez abanicándose en el Zurbarán de Badajoz, sofocada sobre un taburete, mientras el concejal Felipe Cabezas ejercía de comediante del Club. Intenté pillar a los candidatos de Cáceres en la romería de Rincón de Ballesteros, pero no llegaban y acabé en Sierra de Fuentes, descubriendo las zapatillas de Monago y los mítines con tapa del PP.
El recuerdo más agradable de la campaña me lleva a Carcaboso, a una mañana de domingo, paseando por el campo en compañía de medio centenar de vecinos. Parecíamos estudiantes de ingeniería agrícola de visita educativa. Nos enseñaban una plantación de kiwis, un jardín de acelgas, una maceta con champiñones... Todo era idílico y paradisíaco, una especie de utopía verde convertida en el paraíso ahora de Extremeños.
El sábado, tapas con Monago; el domingo, kiwis con Estanislao y el lunes, unas cañas con Álvaro Jaén. Descubrí el mitin con calma de Podemos, unos actos en los que la prisa está desterrada y el estrés, no existe. La responsable de estos actos tranquilos se llama Jara y ha tenido que combatir con los problemas lógicos de toda campaña y, al tiempo, contra la alergia y el asma. Una imagen suya en la plaza Chica de Zafra, descansando bajo los soportales, simboliza el esfuerzo de los equipos de campaña.
Cuando surgen inconvenientes e imprevistos, Rafa Angulo, veterano muñidor de campañas en el PP, siempre al frente del equipo de prensa, suele decir dos frases: "Con estos bueyes hay que arar" y: "Como no haya cielo...". La paciencia y la ilusión, cielo incluido, han sido fundamentales para superar estos 15 días de locura. Y la mayor de las locuras es que te visite un Presidente del Gobierno. Todo se trastoca y complica con la llegada de decenas de periodistas, retransmisiones en directo, controles policiales, el salmorejo que no llega o las natillas que sobran. Rafa irá al cielo. Y los bueyes, con él.
Gay Talese, adelantado del Nuevo Periodismo, evitaba escribir de los políticos. "El interés que despiertan es siempre pasajero: son personas anticuadas, seres perdidos si dicen abiertamente lo que de veras piensan". No sé si los políticos extremeños han dicho durante estos 15 días lo que de verdad pensaban, pero, desde luego, ha sido fácil escribir sobre ellos porque de anticuados, nada de nada.
TÍTULO: TARDE DE VIENTO , CINE ,Separadas al nacer,.
- Reparto
- Laura Osswald, Pasquale Aleardi, Alissa Jung, Tim Wilde, Ronald Nitschke, David Rott,.
- Sophie y Marie son dos gemelas separadas al nacer, después de que Marie fuese robada a su madre. Treinta años después, Sophie se va a casar y Marie, tras buscarla durante años, reaparece y la sustituye mientras su hermana viaja a París sin que su novio lo sepa. Pero Marie pronto descubrirá que el novio de su hermana es su media naranja.
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