BLOC CULTURAL,

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viernes, 16 de enero de 2015

FUTBOL COPA REY, REAL MADRID-2- AT. MADRID-2- TORRES DESACTIVA EL ESPIRITU,./ FUTBOL, COPA REY, ELCHE-0-BARCELONA-4-, LOS SUPLENTES DEL BARCA RESPONDEN,.

TÍTULO: FUTBOL COPA REY, REAL MADRID-2- AT. MADRID-2- TORRES DESACTIVA EL ESPIRITU,. Fernando Torres celebra el segundo tanto de los dos que marcó anoche en el Bernabéu.   Resultado Final,.
REAL MADRID-2- AT. MADRID-2-,.

Dos goles del ídolo atlético, uno en el primer minuto de cada parte, deciden la eliminatoria,.

-foto--Fernando Torres clasificó al Atlético para los cuartos de final de la Copa del Rey. Con dos goles decisivos, ambos en el primer minuto de cada parte, hizo posible que su equipo del alma sea, tras superar el tremendo disgusto de Lisboa, el rival que más se le atraganta al mejor Real Madrid que ha visto este siglo. El Niño, tras completar su trabajo en menos de una hora, se marchó en medio de una tremenda bronca de la hinchada rival y dando las gracias, con una sonrisa de felicidad en su cara, a los pocos fieles rojiblancos presentes en el Bernabéu. Ellos estaban tan contentos como él, que hasta hace unos meses sufría viendo a su equipo por televisión. Ahora, con los colores que siempre apoyó, vuelve a disfrutar. Vivió un día grande en un estadio en el que no pudo marcar en su primera etapa, esa en la que cargaba con el peso de todo un club, y que vio cómo quizá en su momento físico de más dudas tiró del orgullo atlético con dos goles decisivos, que transmiten la sensación de que su regreso ya ha merecido la pena para el Atlético pese a que el envite fuera en unos octavos de final coperos. Para los hinchas fieles del Manzanares supone mucho más, porque también fue el encargado de terminar con un espíritu de remontada que duró 51 segundos.
El tiempo que necesitó el Niño en mandar a la red la primera ocasión que tuvo. En la semana de Globos de Oro y nominaciones al Oscar, ni el mejor guionista del mundo hubiese escrito un regreso tan dulce para el ídolo rojiblanco. Su primer gol en el Bernabéu tras ocho partidos. Griezmann cogió una bola suelta y aprovechó el espacio dejado por Carvajal para asistir por detrás del central al área, donde Torres, tras frenarse, puso un zurdazo arriba inapelable para Keylor. Mal Ramos, mal Pepe y muy eficientes los rojiblancos. La primera, gol. Un gol en frío para dejar helado al Bernabéu. La grada cantó «échale huevos» y Oblak tuvo que demostrar sus aptitudes a cabezazo de Bale. El gol realmente no variaba nada el planteamiento de ambos, sólo que uno de los equipos que mejor defiende de Europa debía encajar cuatro goles. Y encajó, con más de una hora por delante, el 1-1 a balón parado, esa disciplina que ambos manejan de lujo. Ramos enmendó su error en el tanto de su amigo Torres y superó a todos por alto, incluido a Godín, para cabecear a la desguarnecida portería de Oblak, que salió en falso. El sevillano, el hombre de los goles legendarios en el 2014, hizo creer a su hinchada.
Asedio brutal blanco
Los visitantes estaban completando un primer acto similar al del Camp Nou, pero con la diferencia de haber logrado el mismo número de goles que había recibido.
Y al regresar de la caseta, otra vez Torres frenó el asunto. Necesitó 18 segundos menos, sólo 33 para poner un puerto de Primera. Hizo un traje a Pepe con un regate y superó a Navas con un disparo mordido que pasó entre las piernas del costarricense. Quizá por la lluvia, o porque la montaña parecía más alta que en el segundo minuto, esta vez le costó animarse al cuadro local, que con los interiores cambiados (Bale e Isco en la izquierda, James y Cristiano en la derecha) mejoró en sus envíos al área de Oblak, tembloroso como un flan toda la noche. Cristiano aprovechó un envío de Bale, que en la derecha siempre tiene que ponerla con el exterior, para estrenar con un gol el brillo de su balón de oro.
Partido cerrado por el medio, porque Kroos tenía el balón pero sus pases filtrados no llegaban a destino, y en el ya eran más frecuentes las disputas que las ocasiones. El Madrid acabó sin orden de juego. Llegó el momento más surrealista, ese en el que Isco pegó una violenta patada a Gabi y el Bernabéu aplaudió y coreó el nombre del andaluz. Más allá de lo antideportivo, es un reflejo de que el coliseo blanco, que se consoló pensando que quizá una plantilla tan corta pueda agradecer centrarse estas semanas en la Liga.

 TÍTULO: FUTBOL, COPA REY, ELCHE-0-BARCELONA-4-, LOS SUPLENTES DEL BARCA RESPONDEN,.

Resultado Final,.

Un juego de extremos

El Barcelona vence al Elche por las bandas y el equipo de Luis Enrique se las verá ahora con el Atlético,.-foto,.

Con nada en juego más que la honra y el único objetivo de afinar la puesta a punto dado que la eliminatoria se resolvió en el Camp Nou (5-0), el Barça se plantó en Elche con un equipo cargado de suplentes y salpicado por jugadores del filial que, aunque no dan pie con bola en Segunda, reclaman su sitio en la élite. Y, extrañamente, todos ellos tuvieron más gazuza que los futbolistas del Elche, anémicos y destensados desde inicio. Jugó Ter Stegen a lo Neuer, más de líbero que de portero; Montoya se comió a bocados la banda; Gumbau no evidenció que en el curso anterior jugara en Primera Preferente (Girona B); Rafinha expresó que encaja como un guante en las idas y venidas de Luis Enrique; y Adama, un torbellino de difícil detención, descontó a cuantos rivales le salieron al paso; alegría para la vista porque siempre tiene la finta a punto y el quiebro en la chistera, hasta el punto que la hinchada le despidió con aplausos.

Elche, 0-Barcelona, 4

Elche: Manu Herrera; Peral, Lombán, Pelegrín (Fajr, m. 80), Edu Albácar; Gálvez (Enzo Roco, m. 68), Pasalic (Adrián, m. 62); Coro, Álvaro, Fragapane y Cristian Herrera. No utilizados: Pol; Moha, Cisma y Ñíguez.
Barcelona: Ter Stegen; Montoya (Douglas, m. 61), Bartra, Mathieu, Adriano; Rafinha, Gumbau, Sergi Roberto; Adama (Halilovic, m. 61), Munir y Pedro. No utilizados: Masip; Piqué, Rakitic, Ié y Diagné.
Goles: 0-1. M. 22. Mathieu, de falta directa. 0-2. M. 41. Sergi Roberto, desde fuera del área. 0-3. M. 44. Pedro, de penalti. 0-4. M. 92. Adriano, de cabeza tras centro de Douglas.
Árbitro: Jaime Latre mostró cartulina amarilla a Edu Albácar, Peral y Adriano.
Martínez Valero. 13.446 espectadores. Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey.
No confió el Elche en el remonte —nunca se dio prisa en lanzar los saques de banda, en poner en juego el balón—, por lo que el duelo careció de gasolina, sólo agitado por las bandas azulgrana. Resulta que Luis Enrique cambió hace un tiempo su idea original de fútbol; si bien al principio obligaba a los extremos a anudarse en el centro, ahora juegan pegados a la línea de cal y sólo dejan el pasillo libre cuando los laterales actúan de carrileros. El ejemplo fueron Pedro, que se resiste a su condición de segundón aunque la titularidad de Neymar, Luis Suárez y Messi sea innegociable, y también Adama, futbolista que tiene cohetes por pies. Quiso el atacante del filial el balón y el protagonismo, convencido de que al esprín siempre saldría airoso. Y así fue, pero para su infortunio se le torció la bota a la hora del tiro y del centro, quizá porque Munir no estuvo en su sitio, descolocado desde que perdiera su silla en el primer equipo. Se cobró, sin embargo, un penalti que no fue y que materializó el propio Pedro.
No confió el conjunto local en la remontada y el duelo careció de gasolina
Antes, en cualquier caso, el Barça ya había descifrado el partido. Ocurrió que la presión del Elche no fue ni de lejos asfixiante, sobre todo porque no era raro que varios jugadores se descolgaran arriba. Miel sobre hojuelas para el Barça, que aprovechó la coyuntura para lanzar contras con espacios que exprimieron los medios Sergi Roberto y Rafinha, palancas alborotadoras en los últimos metros. Así, Rafinha conectó con Adama, que, en una de sus arrancadas, se dio de bruces con el suelo por una patada de Albacar. La falta, desde unos 25 metros, la ejecutó de fábula Mathieu para abrir el marcador. Y en esa desidia defensiva del Elche también llegó el tanto de Sergi Roberto, que completó una danza azulgrana del balón de lado a lado con un zapatazo con la zurda que le hizo cosquillas al palo antes de alojarse en la red.
La réplica sólo llegó por Cristian Herrera, el único que bajó el balón al tapete y trató de jugarlo, que ejecutó los dos remates que definieron las dos jugadas mejor trenzadas del Elche: uno lo desbarató Ter Stegen; el otro lo cruzó en exceso. Nada más del Elche, que apenas pudo contener la llegada de Halilovic (un tiro al palo) y que ni se preocupó de Douglas, que sigue sin explicar el porqué de su llegada. Baño y masaje para el Barcelona, en definitiva, que se las verá ahora en cuartos contra el Atlético.

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