ME RESBALA - ME RIO CON LA ETIQUETA DE SUSTITUTO DE CARBONERO,./ VIAJANDO CON CHESTER - LOS ELEVADOS COSTES DEL CAMBIO CLIMATICO,.

 TÍTULO: ME RESBALA -  ME RIO CON LA ETIQUETA DE SUSTITUTO DE CARBONERO,.

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Me río con la etiqueta de 'Sustituto de Carbonero',.

• Pablo Pinto es el presentador de los deportes de Telecinco. «Mis amigos me odian. Ellos ocultan al jefe cuando entran en la web del 'Marca' y yo no»,.

  Pablo Pinto llamaba con 10 años a las tertulias deportivas para dar su opinión. Ahora, tres décadas después, ha ocupado el puesto de Sara Carbonero como presentador de los deportes de Telecinco. De lunes a viernes, a las tres de la tarde.
  
  ¿Cómo lleva la etiqueta de 'el sustituto de Sara Carbonero'?
  Me la tomo con humor. Cuando salió la noticia, algunos amigos me enviaban pantallazos de las webs que ya hablaban de 'El sustituto de Sara Carbonero'. Nos reíamos, porque el titular es cachondo, para qué nos vamos a engañar. Es una situación que no hay que cambiar ni renegar de ella.
  
  «Cubrir un Mundial le da mil vueltas a la silla de presentador, aunque esta tenga su encanto»
  Parece que le va pisando los talones: los dos han estado en 'Marca', han cubierto un Mundial, han presentado los deportes...
  Si te digo la verdad, nunca me había fijado en eso. Pero sí, salvando las distancias, tenemos varios puntos en común.
  
  ¿Se queda con la comodidad de la silla del presentador o con la aventura de vivir un Mundial?
  Como experiencia, no solo profesional sino vital, el mundial le da mil vueltas a la silla de presentador, aunque la silla también tiene su miga y su encanto.
  
  ¿Y qué tal con Piqueras de jefe?
  La verdad, es un fenómeno. Al estar en deportes, no tengo tanto trato directo porque estamos en plantas distintas. Pero alguna ocasión que hemos presentado juntos, me ha sorprendido. La primera vez que hablamos fue durante un informativo. Él estaba presentando y yo llegué a la sección de deportes y dije: 'el pobre Pedro no va a saber quién es este que le ponen al lado...' Y de eso nada, me conocía perfectamente. Fue encantador, un tío excepcional.
  
  ¿Le dio algún consejo entre vídeo y vídeo?
  No, él estaba concentrado en el informativo... No estaba para dar consejos.
  
  Cambiando de tercio, ¿qué opina sobre el veto de la LFP en los estadios de fútbol?
  Nos parece una decisión injusta, además de ilegal, y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) nos ha dado razón en las medidas cautelares y como mínimo tenemos derecho a entrar en los estadios. El siguiente paso, esperemos, será que nos faciliten el derecho a informar como dios manda.
  ¿Por qué la Liga ha llegado a ese punto?
  Estamos ante un período de cambio. A partir de la próxima temporada pretenden vender los derechos de forma conjunta y arañar más dinero. A lo mejor van los tiros por ahí. Creen que vendiéndolo a una sola televisión obtendrán más beneficios. A ver en qué queda la cosa, porque toda esta película aún no ha terminado.
  
  «Soy la envidia»
  Muchos periodistas deportivos soñaban con ser futbolistas de niños. ¿Usted también?
  Me gustaban las dos ramas. La de futbolista no cuajó, como les pasa a la mayoría de los niños, aunque me hubiera encantado. Y lo del periodismo deportivo me viene desde muy pequeño, con 10 u 11 años ya escuchaba los programas nocturnos de radio o llamaba a las tertulias deportivas para intervenir. Narraba hasta los partidos de la PlayStation.
  Ha convertido su afición en su trabajo.
  Totalmente. Tengo amigos que trabajan en otros sectores y yo soy la envidia del grupo. Me odian: ellos tienen que ocultar en el trabajo cuando se meten en el 'Marca' o en el 'As' y para mí es el día a día.
  
  Presumirá de ello entonces.
  Claro, cuando voy con mis amigos a ver un partido les digo: 'Yo ahora estoy trabajando' y me envidian.
  Visto así, habrá quien le diga que está todo el día trabajando.
  Eso es lo bueno o lo malo de esta profesión: vivimos para esto las veinticuatro horas del día. Cuando sales de trabajar, si hay un partido de fútbol lo ves porque es tu trabajo, pero sobre todo porque te apetece.
  

TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER -  LOS ELEVADOS COSTES DEL CAMBIO CLIMATICO,.

 VIAJANDO CON CHESTER -

 Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por
Pepa Bueno, en la cuatro los domingos  las 21:30,. foto






LOS ELEVADOS COSTES DEL CAMBIO CLIMATICO,.

Los elevados costes del cambio climático - foto,.

• Vinculan el calentamiento global a la pérdida de productividad. Investigadores de Stanford cifran en 13 ºC de media la situación óptima para conseguir crecimiento económico,.

  

  Puede que los efectos del cambio climático sean aún más graves de lo previsto hasta ahora. Más allá de las sequías, la crecida del nivel del mar y del aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, puede que también afecte al desempeño económico de muchos lugares del mundo. Un trabajo elaborado por investigadores de la Universidad de Stanford (EE UU) ha estudiado los datos económicos de 166 países durante los últimos 50 años y ha identificado un patrón: en promedio, la productividad es máxima cuando la temperatura media de ese país está alrededor de los 13 ºC. Y cuanto más se distancia de ésta, peor. Como la mayoría de naciones en desarrollo de la Tierra se encuentran en regiones cálidas, señalan, cualquier calentamiento -por pequeño que sea- les afectará con mucha más intensidad.
  «Lo que hemos hecho ha sido recopilar toda la información económica que hemos podido sobre 166 países durante casi 60 años», asegura Marshall Burke, investigador del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Stanford y autor principal del trabajo, que publica hoy la revista 'Nature'. «Y en cada país hemos comparado cómo era la productividad de un año con temperaturas dentro de su media con otro de temperaturas elevadas. Hemos agregado esos datos y hemos descubierto que, de media global, alrededor de los 13 ºC es donde está el punto óptimo de creación de riqueza». Y, también, que las variaciones de productividad son pequeñas cerca de ese punto, y mucho más acusadas cuanto más distancia hay. Es decir, que un calentamiento afectará más a las regiones más cálidas y un enfriamiento a las más gélidas. No es el caso siempre, pero la mayoría de países ricos están en la franja óptima. «Alrededor del punto óptimo los cambios de productividad son relativamente sutiles», afirma Burke, «y muy fuertes cuando se está lejos».
  

  • España: «La temperatura no determina el destino»

  En diciembre, los líderes del mundo esperan cerrar un acuerdo global y vinculante para reducir las emisiones y limitar el calentamiento global a 2 ºC. Y uno de los argumentos para firmarlo es que, aunque exija inversiones multimillonarias, no hacer nada sería peor. Hasta ahora, los efectos económicos del cambio climático solo se habían estudiado en actividades concretas en lugares particulares. Cómo afectará tal o cual aumento de temperatura a los ganaderos de Namibia, o a los viticultores de España. Pero la relación entre clima y productividad no estaba muy clara, excepto en los países menos desarrollados, en los que había claras sospechas de que cuanto más calor, menos riqueza. A los países ricos parecía no afectarles. Ante esto, Burke y su equipo buscaron una explicación que englobase a todos y creen que la han encontrado en ese punto óptimo de los 13 ºC.
  Diez veces más grave
  Si el mundo no pone freno a las emisiones de gases de efecto invernadero, se calcula que la temperatura media del planeta aumentará en casi 5 ºC antes de final de siglo. En una situación así, Burke y su equipo calculan que casi cuatro de cada cinco países sufrirían consecuencias negativas graves sobre su economía. «Y los efectos, aunque serían especialmente graves en los países en desarrollo, también tienen grandes consecuencias sobre los países ricos», señala. Según sus datos, los efectos económicos del cambio climático serán -aumente lo que aumente la temperatura-, entre 5 y 10 veces peores que lo que predecían los expertos.
  «Pero nuestros resultados no quieren decir que la temperatura sea lo único que determina el éxito de una economía», asegura Burke. «Si no, no importarían las decisiones políticas, ni la riqueza natural de un país. Solo decimos que es un efecto más, y que tenemos que tenerlo en cuenta». Lo compara con el viento al que se enfrenta un avión durante un vuelo. Cuanto más cerca está un país de los 13 ºC de media, menos viento sopla en su contra. Una economía próspera en una zona muy tórrida sería, entonces, como un avión con muy buena aerodinámica, capaz de volar rápido a pesar de que no todas las condiciones están a su favor.
  «Y no todo son malas noticias», añade Burke. «Nuestros datos también sugieren que las inversiones destinadas a mitigar el cambio climático serán mucho más beneficiosas».