-fotos--Jesús Calleja: "¡A que traigo al Papa a mi programa!"
Buscar el momento sublime. A eso se
dedica este leonés desde que, hace diez años, hizo cumbre en el Everest y
sintió «algo irrepetible». Nadie lo conocía entonces. Hoy, convertido
en estrella televisiva, arrastra a vivir desafíos extremos a gente como
Albert Rivera, Soraya Sáenz de Santamaría o David Bisbal en 'Planeta
Calleja', su nuevo programa. Con ustedes, Jesús Calleja, experto en
experiencias que te cambian la vida.
XLSemanal. Hace usted lo que le gusta y, encima, vive de ello. Se lo tiene bien montado, ¿no?
Jesús Calleja. Pues sí. Soy feliz porque hago justo lo que quiero hacer. Aunque, para mí, la aventura es solo una disculpa. Lo que de verdad me mola es mezclarme con la gente, entender cada país y hacer amigos. Si a eso le añado un desafío, pues ya...
XL. Gracias a 'Planeta Calleja' ha conocido a Albert Rivera, Pedro Sánchez, José Coronado, Bisbal, Eva Hache... ¿También se hace amigo de sus invitados?
J.C. Sí, es cuando se muestran tal y como son, sobre todo los políticos. Pasamos mucho tiempo juntos y conmigo hacen cosas que nunca habían imaginado. Al final, compartimos algo tan real que nos hacemos amigos. Y de repente un Albert Rivera o un Pedro Sánchez sueltan un «hostia» o un «joder» o sueltan una carcajada. Y el enfado y la risa son la verdad del ser humano.
XL. ¿Les exige preparación previa?
J.C. Los evaluamos un poco, sí. Aunque a veces nos hemos pasado de la raya.
XL. ¿Con quién?
J.C. Con todos, me temo [se ríe]. Con José Coronado, por ejemplo, que me lo llevé en invierno al Himalaya a hacer collados de gran altura, creo que me pasé un poquito. Me dijo que hubo momentos en que me había odiado mucho. No te digo más.
XL. Cuando va con un líder político, ¿cómo lleva lo de no tener el mando?
J.C. Bien, sin problemas. Saben que su vida está en mis manos y me obedecen [se ríe]. Imagina a Pedro Sánchez colgado de una cuerda a 70 metros en el vacío; pues está concentrado al cien por cien en mis indicaciones. «¿Quién tiene el poder ahora, eh?», le decía [se ríe]. O a Albert Rivera, que me lo he llevado al Rally Baja Aragón.
XL. ¿No me diga que Rivera lleva un piloto de carreras en su interior?
J.C. Yo me lo llevé de copiloto, pero anduvimos en karts y flipé con él, ¡es alucinante cómo pilota el tío! Su padre fue campeón de España de karts y él se crió en ese ambiente.
XL. ¿Acabaron el rally?
J.C. ¡No me destripes el programa! Solo te diré que nos pasaron cosas muy potentes. Vais a flipar. Lo van a llamar 'loco', la oposición le va a sacudir, seguro, porque hemos llevado las cosas al extremo. Algunas imágenes estarán en todas las portadas al día siguiente. ¡Es que no imaginas lo que le hicimos!
XL. Se emitirá antes de las elecciones, supongo...
J.C. Claro. Y el de Soraya Sáenz de Santamaría por el Camino de Santiago.
* CHAQUETA y PAÑUELO, de Anglomanía; y JERSEY, de Alan Pain para El Corte Inglés.
XL. ¿Va ella porque no quería ir Rajoy?
J.C. Hombre... Yo he intentado a Rajoy, claro, pero llevarse a un presidente del Gobierno de aventura es complicado...
XL. Se llevó a Zapatero a la montaña siendo presidente...
J.C. Y no fue fácil...
XL. ¿Dónde quería llevar a Rajoy?
J.C. Hasta que no hablo con el invitado no decido y con él no he hablado. Pero es una persona serena y tranquila, de 60 años, así que tampoco lo llevaría a escalar una pared de hielo como a Bustamante. Se lo pasaría en grande, eso sí, y le vendría de maravilla ante la opinión pública.
XL. También le falta Pablo Iglesias. ¿No se anima el líder de Podemos?
J.C. Ya lo he invitado. He hablado con sus asesores. Lo he intentado todo... Pero no tiro la toalla.
* CHAQUETA, CAMISA, PAÑUELO y PANTALÓN, de Just One; CALCETÍN, de The Wolf Socks; y ZAPATOS, de Anglomanía.
XL. Cuando Iglesias vea a Rivera, seguro que se apunta...
J.C. ¡Ojalá! Nos daría mucho juego porque tiene un carácter abierto, es joven, practica deporte... Ya intenté picarle con un tuit. «¿Por qué no te vienes a Planeta Calleja? Tu equipo me dice que no. ¿Quizá tienes miedo?», pero ciertos medios lo sacaron de contexto y aprovecharon para darle cera. Pero vendrá. Y Obama y el Papa. Nada es imposible.
XL. ¿Perdón?
J.C. ¡A que me traigo al Papa! Ya verás. Oye, Bear Grylls [el Calleja norteamericano] se llevó a Alaska al mismísimo Obama. O sea, las cosas ocurren. ¿Por qué no?
XL. La aventura, dicen, es adictiva. ¿Alguno de sus invitados lo ha llamado para decirle: «¡Calleja, dame más, que estoy con el mono!»?
J.C. [Se ríe]. No fue exactamente así, pero David Bisbal estuvo conmigo en Nepal el año pasado y le impactó tanto lo que hicimos que me llamó: «Oye, llévame otra vez». Y, claro, este año ha habido un terremoto, así que ha sido todo muy diferente. Bisbal ha aparcado conciertos y compromisos para llevar ayuda a 375 familias afectadas por el segundo terremoto. Creo que la experiencia le ha enseñado a vivir de forma más intensa la vida, porque los viajes, conocer culturas, otras vidas, te enseña a vivir con más intensidad.
XL. Este año ha cumplido usted 50. Deduzco que, en su caso, de crisis de los 50... ni rastro, ¿no?
J.C. [Se ríe]. Cero. Tengo la vida que quiero llevar. Disfruto mucho en casa y aprovecho cada minuto para ver la tele o estar con mi familia y mis amigos, pero viajar es algo que me renueva, aleja la monotonía, porque el viaje siempre te agita la vida.
XL. Para usted y sus invitados son, más bien, como una buena sacudida...
J.C. Una sacudida, eso es. Sobre todo para ellos. La mayoría se hospedaban siempre en buenos hoteles y buscaban tranquilidad, y ahora quieren viajar de otro modo, conociendo lugares y personas, sumergiéndote en otra cultura. Cuando sales de la burbuja de confort del viaje turístico, es otra cosa.
XL. ¿Y qué le da más placer: ducharse en casa después de tres meses en la selva o alcanzar la cima del Everest?
J.C. Pues, mira, van las dos cosas unidas porque, cuando subí al Everest, pasé casi tres meses sin ducharme [se ríe]. Pero no, en serio, no he vivido nada comparable a alcanzar esa cumbre. Es el momento más sublime de mi vida; la felicidad máxima, algo irrepetible. Aquello cambió mi vida.
XL. 'Si no te gusta tu vida, ¡cámbiala!' El título de su último libro ¿es también su lema personal?
J.C. Sí, bueno, es lo que yo hice. Y fue aquel día, bajando de la cima del Everest hacia el Campo 4, el que está a 8000 metros, en medio de un tiempo infernal, cuando decidí que no quería tener una vida convencional y...
XL. Perdone, pero ¿cuándo ha tenido usted una vida convencional?
J.C. Nunca, la verdad [se ríe]. He sido peluquero, mecánico, trabajé en un barco, fui guía 16 años en Nepal, ¡y, oye, que vivía en una tienda de campaña! He hecho de todo y siempre me gustó escalar, la aventura, pero es que aquel día en el Everest lo vi todo claro. Allí tracé el plan que me ha traído hasta aquí. Y ese plan, pensar en algo así, me salvó la vida.
XL. Suena dramático. ¿Qué le sucedió?
J.C. ¿Dramático? ¡Casi me muero! Mira, entre la cima y el Campo 4 hay más de 300 cadáveres de montañeros. Muchos murieron de agotamiento. Así estaba yo, absolutamente extenuado tras dos meses y medio de expedición, a punto de cerrar los ojos y abandonarme. Necesitaba algo que me mantuviera en pie y me puse a pensar en un proyecto que me permitiera volver a vivir momentos tan sublimes como el que acababa de vivir. Fue así como conseguí llegar al Campo 4 y decidí que haría televisión.
* CHAQUETA y CORBATA, de Just One; PANTALÓN, de Anglomanía; y CAMISA, de Tommy Hilfiger.
XL. ¿Y no pensó que fuera un delirio causado por la falta de oxígeno?
J.C. Pues es lo que me pregunté después. En serio. Pero, cuando regresé, a España me dije: «No, Jesús. Eso no fue producto de una hipoxia, es lo que vas a hacer. Conquistar más ochomiles, ir al Polo Norte y al Polo Sur, escalar las montañas más altas de cada continente, descender a la mayor sima del mundo, correr el rally más duro, hacer lo más jodido de las siete disciplinas más jodidas que existan y voy a hacerlo en televisión y a llamarlo Desafío extremo». Y mira, aquí estoy.
XL. Hoy tiene su productora y lleva diez años en antena, pero ¿cómo financió aquel primer ascenso al Everest?
J.C. ¡Pues echándole morro! Necesitaba 50.000 dólares y no tenía nada. Así que me fui a hablar con el director del Diario de León y le dije que sería el primer leonés en el techo del mundo. Quedé en enviarle una crónica cada tres días para una columnita y con eso me fui donde todos los comerciantes de la ciudad y conseguí 19 patrocinadores. ¡Ascendí lleno de pegatinas!
XL. ¿Cómo enviaba las crónicas?
J.C. Con parte de ese dinero, el 60 por ciento, compré una cámara compacta que me permitía enviar el material vía satélite. Aquello trascendió tanto en León que acabé haciendo una contraportada diaria. Recuerdo que me llamó el director; fíjate, me emociono al recordarlo, esto creo que no lo había contado nunca: «Jesús, es que no te puedes imaginar la que has preparado. La mayor venta de periódicos que ha habido nunca». Y luego me sacaron en Marca, me llamó José Ramón de la Morena, luego me llamaron de Cuatro, que, casi como yo, lleva ya diez años en antena y, bueno, aquí estoy. Contigo [se ríe].
Amigos para siempre
Jesús Calleja presume de hacerse amigo de todos los invitados de su programa. «Somos como una mafia siciliana explica. Todos estamos conectados, hablamos a menudo y organizamos cenas del grupo de vez en cuando. Los viajes y las experiencias que hemos vivido nos han unido para siempre».
* Jesús Calleja, con Pedro Sánchez.
Maquillaje y peluquería: Pedro Cedeño para Chanel y Ghd. Ayudante de estilismo: Jorge Gilarranz.
Desayuno
Es la leche...
«No siempre desayuno no tengo tiempo para sentarme, pero, si lo hago, tomo leche fría, tostadas de pan crujiente con tomate y, cuando hay, paleta ibérica».
Cena: Ensalada y pechuga de pollo u otra carne de bajo contenido graso a la plancha.
TÍTULO: ¿Qué me pongo? Guía para no perderse este otoño-invierno,.
01. Cuestión de textura.
El
gran aliado de los inviernos de nuestra infancia vuelve. Las pasarelas
recuperan las cazadoras y los tres cuartos de 'borreguito'. Incluso en
piezas que solo dejan ver el peluche -perdón, borrego- por fuera. Ten en cuenta... Proliferan también los abrigos y las cazadoras con piel de pelo. Valentino
02. Los setenta.
Todos los elementos de la década disco estarán en el armario masculino esta temporada: pantalón pitillo, chaqueta ajustada, pañuelo al cuello... Eso sí, procura no recuperar las camisas de tu padre. Los cuellos no crecen. Ten en cuenta... La inspiración no es literal, sino sutil. No intentes imitar al David Bowie de Ziggy Stardust. Berluti
03. El abrigo camel
Elegante y distinguido, reapareció hace unas temporadas y se ha convertido en básico del armario masculino. Es una buena inversión. Ten en cuenta... Una combinación ganadora es llevarlo en lugar de la chaqueta, pero cuidado con la talla, los hombros deben ajustarse como si fuera la americana. Prada
04. El gris
Aunque el burdeos e incluso el amarillo se cuelan en el guardarropa masculino, el gris sigue siendo el rey. Ten en cuenta... Una combinación sofisticada es llevar al extremo esta tendencia combinando distintos tonos de gris en la camisa, el traje, el abrigo y la corbata. Brioni
05. La nueva silueta
A la sastrería de Savile Row y sus trajes ajustados les ha salido un competidor en los patrones que aflojan la silueta. Abrigos largos, pantalones anchos con pinzas y cazadoras de inspiración militar XL. Ten en cuenta... La nueva silueta no es muy favorecedora. Abstenerse bajitos y entrados en kilos. E. Tautz
06. Entre pana y terciopelo
La vuelta atrás de las pasarelas recupera dos clásicos olvidados: la pana y el terciopelo. Dos tejidos de los setenta que nunca nunca deben usarse juntos. Ten en cuenta... Apostar por la pana para americanas y pantalones en la oficina y dejar el terciopelo para el afterwork o el fin de semana. Dunhill
07. El cuello cisne
Ha vuelto dispuesto a jubilar a las bufandas. Encontraremos versiones desenfadadas -para la montaña- o finas en cachemira y seda -para llevar con traje-. Ten en cuenta... Aunque no lo creas, en las pasarelas conviven los jerséis de cuello alto con bufandas que parecen mantas. Hermés
Para estar al día
La apuesta arriesgada.
El patchwork no es cosa de la abuela y sus colchas. Chaquetas y abrigos se construyen con un patrón que mezcla telas y dibujos. Solo para amantes de lo sofisticado.
Los chicos de Top Gun toman las pasarelas. Y no hablamos del uniforme militar, sino de los monos. Si te encuentras uno por la calle, avisa.
Debe saber...
Los diseñadores más influyentes del momento según la crítica, Jonathan W. Anderson -en su marca y en Loewe- y Alessandro Michele -en Gucci-, difuminan la línea entre géneros. Para fashion victims de carné.
Las mochilas también están de regreso, pero en su versión más sofisticada en piel. Valentino ha creado uno de los hits de la temporada. Lo más importante es que no pase inadvertida.
02. Los setenta.
Todos los elementos de la década disco estarán en el armario masculino esta temporada: pantalón pitillo, chaqueta ajustada, pañuelo al cuello... Eso sí, procura no recuperar las camisas de tu padre. Los cuellos no crecen. Ten en cuenta... La inspiración no es literal, sino sutil. No intentes imitar al David Bowie de Ziggy Stardust. Berluti
03. El abrigo camel
Elegante y distinguido, reapareció hace unas temporadas y se ha convertido en básico del armario masculino. Es una buena inversión. Ten en cuenta... Una combinación ganadora es llevarlo en lugar de la chaqueta, pero cuidado con la talla, los hombros deben ajustarse como si fuera la americana. Prada
04. El gris
Aunque el burdeos e incluso el amarillo se cuelan en el guardarropa masculino, el gris sigue siendo el rey. Ten en cuenta... Una combinación sofisticada es llevar al extremo esta tendencia combinando distintos tonos de gris en la camisa, el traje, el abrigo y la corbata. Brioni
05. La nueva silueta
A la sastrería de Savile Row y sus trajes ajustados les ha salido un competidor en los patrones que aflojan la silueta. Abrigos largos, pantalones anchos con pinzas y cazadoras de inspiración militar XL. Ten en cuenta... La nueva silueta no es muy favorecedora. Abstenerse bajitos y entrados en kilos. E. Tautz
06. Entre pana y terciopelo
La vuelta atrás de las pasarelas recupera dos clásicos olvidados: la pana y el terciopelo. Dos tejidos de los setenta que nunca nunca deben usarse juntos. Ten en cuenta... Apostar por la pana para americanas y pantalones en la oficina y dejar el terciopelo para el afterwork o el fin de semana. Dunhill
07. El cuello cisne
Ha vuelto dispuesto a jubilar a las bufandas. Encontraremos versiones desenfadadas -para la montaña- o finas en cachemira y seda -para llevar con traje-. Ten en cuenta... Aunque no lo creas, en las pasarelas conviven los jerséis de cuello alto con bufandas que parecen mantas. Hermés
Para estar al día
La apuesta arriesgada.
El patchwork no es cosa de la abuela y sus colchas. Chaquetas y abrigos se construyen con un patrón que mezcla telas y dibujos. Solo para amantes de lo sofisticado.
Los chicos de Top Gun toman las pasarelas. Y no hablamos del uniforme militar, sino de los monos. Si te encuentras uno por la calle, avisa.
Debe saber...
Los diseñadores más influyentes del momento según la crítica, Jonathan W. Anderson -en su marca y en Loewe- y Alessandro Michele -en Gucci-, difuminan la línea entre géneros. Para fashion victims de carné.
Las mochilas también están de regreso, pero en su versión más sofisticada en piel. Valentino ha creado uno de los hits de la temporada. Lo más importante es que no pase inadvertida.
TÍTULO: LA COCINA - DOMINGO - LUNES - 'Risotto' de jamón y calabacín,.
'Risotto' de jamón y calabacín / fotos
Tiempo de preparación: 45 minutos Ingredientes para: 4 personas
Elaboración: se pelan las cebolletas y se cortan en dados bien finos. Se pelan los calabacines con unos 5 mm de grosor y se cortan en dados del mismo grosor, hasta obtener unos 200 g. Se tritura el perejil y se pone en 70 g de aceite de oliva en un vaso, para obtener un aceite verde. Se hierve el caldo y se reserva. Se calientan unos 30 g de aceite en una olla y se colocan dentro las cebolletas; se cocina 3 minutos y se agregan los dados de pulpa de calabacín. Se deja cocinar 3 minutos más, evitando que cojan color. Se agrega el arroz y se desglasa con el vino blanco.
Acabado y presentación: se incorpora de a poco el caldo, sin dejar de mover durante 17 minutos hasta obtener el punto deseado del arroz. Aparte, se saltean los dados de pieles de calabacín. Se reservan. Cuando el arroz esté listo, se mezcla con el jamón, las pieles y las olivas en dados. Se retira del fuego y se agregan el queso rallado y la mantequilla. Se añade un poco de aceite verde. Se rectifica de sal y se sirve.
Paso a paso
1. Se pelan y se cortan las cebolletas y los calabacines en dados de 5 mm de grosor.
2. Se tritura el perejil y se pone en 70 g de aceite en un vaso, para obtener un aceite verde.
3. Se desglasa el arroz con el vino blanco y se incorpora el caldo removiendo durante la cocción.
4. Se agregan al arroz, ya fuera del fuego, el queso rallado, la mantequilla y un poco de aceite verde.
Mis trucos
Si no encontramos el arroz Carnaroli, debemos utilizar arroces de grano poroso, semiduros y que tengan mucho almidón. En España tenemos unos arroces de calidades excepcionales en el Delta del Ebro, en la zona de Pego (Levante), Navarra, Andalucía...
El vino
Rita Habla 2014. Elaborado con syrah y garnacha, este rosado de la bodega extremeña Habla se inspira en la época dorada de Hollywood y homenajea a Rita Hayworth. Como ella, es suave, femenino y delicado. En boca es suave y untuoso, con un final largo y complejo. Ideal con platos mediterráneos, orientales, arroces, pescados y carnes blancas. 20 ¬. J. L. RECIO
Reinos de humo por Carlos Maribona
El ejemplo de los Oyarbide
Hay apellidos que forman parte de la historia de la gastronomía española. Uno de ellos es el de los Oyarbide. Hace pocos días fallecía el heredero de la saga, Iñaki, tan excelente cocinero como persona. Momento para recordar la figura de su padre, Jesús Oyarbide, el navarro que revolucionó la gastronomía madrileña cuando en 1963 desembarcó en la capital de España junto con su mujer, Chelo Apalategui, para abrir Príncipe de Viana. Su mayor éxito llegó una década después con la apertura de Zalacaín, cuyo nombre respondía a la afición de Oyarbide, hombre ilustrado, por la obra de Baroja. El éxito fue inmediato y rotundo. En un Madrid que vivía los últimos años del franquismo, Zalacaín se convirtió en referencia de la alta cocina, hasta el punto de que sería el primer restaurante de España en lograr tres estrellas Michelin. El mérito de don Jesús fue crear un equipo de lujo tanto en cocina como en sala, profesionales que han creado escuela, como Benjamín Urdiain, José Jiménez Blas o Custodio Zamarra. Y mérito también llevar a la cumbre el recetario clásico español. Convertir el bacalao ajoarriero o la menestra en alta cocina. El tiempo, la crisis, apartaron a los Oyarbide de sus restaurantes, vendido uno, cerrado el otro. Pero no les restaron esas ganas de luchar y de dar bien de comer que siempre tuvieron. Iñaki, digno sucesor de su padre, fue un buen ejemplo de ello.
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