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martes, 30 de octubre de 2018

Leyendas de las ondas,./ RADIO ANTIGUA - Entrevista a Pepa Fernández,.

TITULO: Leyendas de las ondas,.


Orson Welles, en plena narración de 'La guerra de los mundos' el 30 de octubre de 1938.El genial actor y cineastatenía entonces 23 años./CBS
Orson Welles, en plena narración de 'La guerra de los mundos' el 30 de octubre de 1938.El genial actor y cineastatenía entonces 23 años. /  foto.

Se cumplen 80 años de la emisión de 'La guerra de los mundos', programa que demostró el poder de la radio y lanzó la carrera de Orson Welles. Cuatro figuras de la radiodifusión hablan de este y otros hitos del medio,.


El espanto se extendió entre la población cuando el actor que daba voz al personaje del periodista Carl Philips describía por los transistores cómo «los hombres, los coches, el granero...» ardían al ser alcanzados por «los rayos de luz» lanzados por unos enormes seres «con tentáculos y ojos negros y brillantes como los de una serpiente». Se cumplía un cuarto de hora de la emisión de la adaptación radiofónica de 'La guerra de los mundos' y aquella terrorífica escena ocurría, imaginadamente, en la granja Wilmuth, en Grovers Mill (Nueva Jersey). Dieciséis minutos más tarde, el terror era ya pánico desatado: por las radios se escuchaba a otro personaje del drama, el teniente Voght, jefe de una escuadrilla de ocho bombarderos, informar al comandante Fairfax que el enemigo, ya imparable, se dirigía con todo su invencible arsenal destructor hacia la ciudad de Nueva York. Las centralitas telefónicas de Policía y bomberos colapsaron, también las de algunos periódicos, y mucha gente se lanzó a las calles, asustada y correteando de un lado para otro atropelladamente.
Al margen de demostrar el poder de la radio, el suceso fusionó realidad y ficción como pocos. Una dramatización radiofónica, adaptación de la novela del británico Herbert George Wells, hizo creer a miles de estadounidenses que su país estaba sufriendo realmente una invasión marciana, a pesar de haberse advertido previamente de que se trataba de una fábula y de avisarse de ello también durante la narración. El programa fue emitido por la CBS la noche del 30 de octubre de 1938, víspera de Halloween, bajo diseño y narración de un jovencísimo Orson Welles -23 años entonces- y la participación de actores de su compañía, Teatro Mercurio en el Aire. Debido al revuelo causado, Welles pidió disculpas públicas al día siguiente, consciente tal vez de que su idea acababa de entrar en la historia de la radiodifusión mundial y de que, con ella, él iniciaba su camino hacia la leyenda.

La función

Una adaptación muy real
El 30 de octubre de 1938, Orson Welles y su compañía de teatro emitieron para la CBS la adaptación radiofónica de 'La guerra de los mundos', novela publicada por Herbert G. Wells 40 años antes y que narraba una invasión marciana de la Tierra. El guion lo escribió Howard Koch, coautor poco después del oscarizado texto de 'Casablanca'. Se estima que el programa fue escuchado por 32 millones de personas en Estados Unidos.
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personas fallecieron en la capital de Ecuador en febrero de 1949 cuando Radio Quito llevó a cabo una adaptación similar. Hubo una agitación popular por la alarma generada, se atacó la emisora y se produjo un incendio con el resultado de esas personas muertas. Cinco años antes, un ciudadano falleció de un infarto en Chile al escuchar un falso noticiario del mismo corte.
Ochenta años después, cuatro reconocidas figuras de las ondas españolas, dos ya jubiladas y dos en activo, nos hablan de aquel hito genial y de otros que, en su opinión, destacan en los anales del medio.
Luis del Olmo La radio es espectáculo, Deglané y Soler Serrano
En opinión de Luis del Olmo, la emisión de 'La guerra de los mundos' «demostró que la ficción puede superar a la realidad si se utilizan con precisión los recursos del medio radiofónico, y destrozó el mito de que una imagen vale más que mil palabras, porque consiguió que el poder de la palabra, unida a unos convincentes efectos sonoros, sembrara en la imaginación de los oyentes una imagen tan fuerte como la que tendrían si la estuvieran viendo en la realidad».
El veterano periodista de 81 años, jubilado en 2013 después de más de medio siglo de profesión y cuatro décadas como director y presentador de 'Protagonistas', el programa más longevo en la historia de la radio española, considera «las primeras emisiones de Marconi, que llegaron a cruzar el océano», uno de los mayores hitos mundiales del medio. También «la utilización propagandista de la radio entre los diversos contendientes de nuestra Guerra Civil y de la Segunda Guerra Mundial». De hecho, Del Olmo recuerda que 'La guerra de los mundos' se emitió en 1938, un momento en el que «se estaba preparando otro conflicto bélico; sin marcianos, pero con nazis, que por cierto supieron utilizar en su provecho la fuerza de persuasión del medio radiofónico». En un repaso a la radiocomunicación española, el informador homenajea a «las primeras estrellas que crearon la radio espectáculo, como Bobby Deglané, José Luis Pecker, Jorge Grandes o Federico Gallo, y el asombroso maratón de Joaquín Soler Serrano en el seguimiento de las riadas que en 1962 afectaron a muchos municipios del Vàlles, en Barcelona, y la campaña solidaria que lideró para ayudar a los damnificados». El comunicador leonés cita también «el nacimiento en los años setenta de los magacines, los programas de larga duración de variado contenido como 'Protagonistas' y otros, sin olvidar el papel predominante que la radio jugó en la dramática noche del 23-F».
En un tono «más humorístico» que el de 'La guerra de los mundos, Del Olmo trae a colación ciertas ocasiones en que su programa bromeó con entrevistas falsas. Como cuando «anunciamos al seleccionador francés Michel Hidalgo, días antes de la final de la Eurocopa de 1984 entre Francia y la selección española. El falso Michel Hidalgo, del que hacía el llorado humorista Forges, afirmó sin inmutarse que los españoles jugando eran muy brutos y hacían muchos trucos. Le afeamos que hablara tan mal de todo lo español llevando el apellido Hidalgo y respondió que, en efecto, su padre era español pero se le pasó pronto. Denigró a la selección española diciendo que había llegado a la final por casualidad y concluyó que su equipo marcaría seis o siete goles. Ni qué decir tiene que los oyentes llamaban indignados e, incluso, una agencia distribuyó las declaraciones del falso Hidalgo como si fueran auténticas; y eso que después de la entrevista nos cuidamos mucho de dejar claro que había sido una inocentada».
Julio César Iglesias 'Ustedes son formidables' y la Transición
O«Si hablamos de programas que hayan causado impacto puedo citar 'Ustedes son formidables', de Alberto Oliveras en la Cadena Ser», dice otro histórico, Julio César Iglesias, que desarrolló su trayectoria profesional entre Radio Nacional de España, Televisión Española y la Ser. Habla de un programa de tinte solidario que se escuchó semanalmente desde 1960 a 1977. «En él se pedía a los oyentes que ayudaran a alguien que tenía un problema muy grave y, por ejemplo, hizo una serie de programas con ocasión de una riada en Sevilla en 1961. 'Ustedes son formidables' quedó en mi memoria de chaval que utilizaba la radio como recurso escapista cuando tenía que estudiar de madrugada».
Pero a sus 74 años, Iglesias, también jubilado como Luis del Olmo, considera que uno de los momentos estelares de la radio en España tuvo lugar durante los años de efervescencia política que vivió el país tras la muerte de Franco. «La Transición nos dio un pretexto excelente para buscar fórmulas narrativas con las que, con mejor o peor fortuna, seguir intensamente la actualidad sin que nos desbordase o atropellase. Hubo entonces un intento colectivo de estar a la altura de las circunstancias. Pienso que esta buena amiga que se llama la radio seguramente fue el medio que mejor respondió al reto. De hecho, salió muy reforzada de todos los sucesos que determinaron la Transición y que determinan la vida actual, porque siguen muy presentes en el debate de hoy».
Respecto a la emisión de 'La guerra de los mundos', el periodista zamorano entiende que «forma parte de la mitología de la radio» y cree que ciertas claves propiciaron su éxito: «Una es el lugar, Estados Unidos. Otra, la elección del momento, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, y once años después de que Charles Lindbergh hubiera hecho la travesía Nueva York-París sin escalas. La aviación era un arma emergente si hablamos de guerra, pero también un recurso emergente si hablamos de comunicación; se podía decir que en aquellos momentos los hombres comenzaban a mirar con más frecuencia que de costumbre al cielo, por no decir al espacio. También existía la preocupación por la vida extraterrestre. Así que se unieron la elección del lugar y del tema y, sobre todo, el talento del autor de la idea, Orson Welles, un talento teatral que en un momento dado se convierte en talento radiofónico».
Iglesias comparte divertido la ocasión en que «en mi ciudad natal, Radio Zamora puso en escena una supuesta llegada de una nave extraterrestre». Aquello, ríe, «tuvo poco éxito: yo mismo reconocí la voz del 'marciano', que era vecino mío, así que la superchería duró muy poco».
Pepa Bueno El 23-F, Allende y la Revolución de los Claveles
Pepa Bueno, presentadora del matinal 'Hoy por hoy', de lunes a viernes en la Cadena Ser, reconoce el valor de 'La guerra de los mundos' y el ingenio de Orson Welles, aunque parece dudar de que aquel programa creara un impacto tan grande como el que ha trascendido. «Hay controversia sobre el pánico real que provocó la emisión y toda la leyenda que la acompaña hasta nuestros días. Pero es indudable que describe la potente credibilidad de la radio y su importancia como medio de comunicación en aquel periodo turbulento de entreguerras. Es curioso porque, muchos años después, la radio conserva ese valor imprescindible de la credibilidad frente a la multitud de medios audiovisuales que han nacido más tarde».
Aunque «yo era muy jovencilla», para la periodista extremeña es un recuerdo «imborrable la imagen de mis padres pegados al transistor toda la noche del 23-F. Teníamos una hermana, maestra en un pueblo de Cáceres, con un bebé recién nacido. Y la trascendencia del momento me la daba mi madre al teléfono diciéndole: 'Pon la radio, pon la radio'». En el mismo plano, hay otros dos sucesos históricos relacionados con alzamientos militares, de distinto signo, que en su opinión ejemplifican el papel relevante de las ondas. Uno, «el último discurso de Salvador Allende en Radio Magallanes el 11 de septiembre de 1973. Aquel hombre, que sabía que iba a morir por el triunfo del golpe de Estado, diciendo que 'mucho mas temprano que tarde, de nuevo, abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre'». Y dos, «el 'Grándola, Vila Morena' de José Afonso sonando en Portugal en Radio Renascença la madrugada del 25 de abril de 1975 como señal de aviso del comienzo de la Revolución de los Claves, que acabó de forma incruenta con la dictadura salazarista».
Bueno menciona, además, un momento de especial trascendencia para la radiodifusión española. «Mi pasión periodística me hace acordarme del primer informativo 'desenganchado' del parte de Radio Nacional tras la muerte de Franco. Lo hizo la Ser en octubre del 77. ¡Lo que debió de sentir aquella redacción!, ¡lo que debieron de sentir los oyentes recibiendo noticias sin filtro!».
Pepa Fernández Un decreto para la libertad informativa en la radio
Ese mismo episodio es realzado por su colega Pepa Fernández, directora y presentadora de 'No es un día cualquiera' los fines de semana en Radio Nacional de España. «El Real Decreto de 1977 permitió la libertad informativa en la radio. Siendo como es un medio marcado por la inmediatez, no podía quedar relegado al entretenimiento». Se refiere al cambio legislativo que, hace ahora 41 años, permitió a todas las emisoras producir y ofrecer sus propios informativos libres y autónomos, sin la obligación de conectar con RNE. Ese modo de censura estuvo vigente durante la dictadura.
De la misma forma que sus compañeros, Pepa Fernández también piensa que «hay un momento en la radio española que podría asimilarse al impacto de 'La guerra de los mundos', aunque su origen sea muy distinto. Estoy pensando en lo que se llamó 'la noche de los transistores'. Esa línea que quedó abierta en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981. Eso permitió que la Cadena Ser emitiera el sonido de lo que estaba pasando en el hemiciclo durante el intento de golpe de Estado. Fue un momento de máxima incertidumbre que nos dejó pegados a la radio. Lamentablemente, no era ficción».
La presentadora piensa que el programa realizado por Welles hace hoy 80 años «fue la demostración palpable del poder de la imaginación y, por supuesto, del poder de la radio a la hora de estimularla. Esa sugestión colectiva solo puede explicarse por la credibilidad que tenía el medio en esa época. Hoy sería impensable porque la audiencia está mucho más fragmentada, dado que tenemos un montón de canales y de posibilidades para informarnos. Lo que, por desgracia, no significa que estemos mejor informados», concluye.
El 30 de octubre de 1938, Orson Welles y su compañía de teatro emitieron para la CBS la adaptación radiofónica de 'La guerra de los mundos', novela publicada por Herbert G. Wells 40 años antes y que narraba una invasión marciana de la Tierra. El guion lo escribió Howard Koch, coautor poco después del oscarizado texto de 'Casablanca'. Se estima que el programa fue escuchado por 32 millones de personas en Estados Unidos.
personas fallecieron en la capital de Ecuador en febrero de 1949 cuando Radio Quito llevó a cabo una adaptación similar. Hubo una agitación popular por la alarma generada, se atacó la emisora y se produjo un incendio con el resultado de esas personas muertas. Cinco años antes, un ciudadano falleció de un infarto en Chile al escuchar un falso noticiario del mismo corte.

 TITULO:RADIO ANTIGUA - Entrevista a  Pepa Fernández,.

RADIO ANTIGUA -Entrevista a  Pepa  Fernández , fotos,.


ENTREVISTA,.

Pepa Fernández: “Las redes sociales son como conversaciones de bar”,.

Para la directora de ‘No es es un día cualquiera’, mucho de lo que se oye en Facebook o Twitter hay que ponerlo en cuarentena,.

Pepa Fernández, en los estudios de RNE de Madrid, este sábado.
Pepa Fernández, en los estudios de RNE de Madrid, este sábado.
Resultat d'imatges de RADIO ANTIGUALa periodista Pepa Fernández lleva 18 temporadas en RNE al frente de las mañanas del fin de semana. Todo un récord radiofónico. Ha vivido de cerca una revolución tecnológica que contrasta con formatos “enquistados” en el pasado. “Se copia lo que funciona. Nadie se atreve a arriesgar”, lamenta. Quizá por eso la radio no ha sabido atraer al público joven. “Las nuevas generaciones crecen con tantos estímulos audiovisuales que es muy difícil que un medio que apela simplemente a la imaginación consiga atraparlos”.
Nacida en Cervera (Lleida) hace 51 años, la suya es una carrera de fondo. “Los programas en la radio no duran porque son buenos; son buenos porque duran”, dice para explicar el periplo de No es un día cualquiera, un magacín que heredó en 1999 de Magín Revillo y Nuria Guitart. En estos años, ha conseguido hacer el programa que le gustaría escuchar. Porque a sus oyentes le gusta llamarlos “escuchantes”, un término que desapareció en los noventa del diccionario por falta de uso y que ahora ha regresado. “Oír es un acto involuntario; escuchar implica prestar atención”, aclara.
No es un día cualquiera (sábados y domingos, de 8.30 a 13.00) es un formato peculiar. “La política, el corazón y el deporte los hemos eliminado de un plumazo”, advierte su responsable. A cambio, da cobijo a los libros, al teatro, la tecnología o al medio ambiente. “La gente está saturada del espectáculo político. El fin de semana permite reivindicar y explorar otros ámbitos. La cultura puede ser entretenida, vistosa y divertida”. Son días propicios, igualmente, para cultivar el humor con el camaleónico Juan Carlos Ortega. “Es un genio. Tiene unas ideas y un registro de voces fabuloso”.
La radio también ha cambiado para el oyente. “A través de Internet, el público se puede diseñar una programación a la carta. Además, gracias a las redes sociales el contacto es inmediato”, percibe la periodista, que ve en estas plataformas tecnológicas un vehículo “interesante” para conocer las inquietudes de la audiencia. Sin embargo, Twitter y Facebook tienen un lado oscuro.
El trabajo del periodista es eso: discriminar y discernir
“Conviene saber de lo que se está hablando en las redes sociales, pero es necesario discriminar. Hay mucha paja. Existe gente preocupada en reventarlo todo. El hecho de que tengan un altavoz tan potente es un peligro. Todo el mundo tiene acceso a las redes sociales y, puesto que no puede haber una selección, este es un problema irresoluble. Se ha demostrado que Twitter y Facebook no sirven para cuestiones muy profundas. Son como las conversaciones de bar. Mucho de lo que se oye hay que ponerlo en cuarentena”.
Precisamente, para contrarrestar el ruido de estos canales, Fernández considera más necesario que nunca el trabajo de los periodistas. “Es bueno que haya profesionales que comprueben las cosas y separen lo importante de lo que no lo es. El trabajo del periodista es eso: discriminar y discernir”.
La directora de No es un día cualquiera no oculta su inquietud por la cruzada que el presidente de EE UU, Donald Trump, ha emprendido contra los medios de comunicación. Sostiene que ser periodista en aquel país se ha convertido en una tarea “muy difícil” y frente la mordaza que Trump intenta imponer a algunos informadores, enfatiza que “el periodismo sin preguntas no existe”.
La gente está saturada del espectáculo político
Pepa Fernández lleva la radio en las venas desde que tenía 18 años. “Es muy adictiva. La radio es vida, sinceridad y cercanía. Es el medio más auténtico”, asegura. Aunque ha perdido el hechizo de otros tiempos. “Antes estábamos encerrados en los estudios y ahora llevamos el programa a auditorios y teatros. Eso hace que la radio pierda magia, pero a cambio gana en proximidad. Trabajar cerca del público da mucha vidilla. Es un estímulo mental imprescindible para sobrevivir”.
Y también, apunta, contar con colaboradores como José María Íñigo, Andrés Aberasturi, Joaquín Araujo o Forges, algunos de los cuales la acompañan desde las primeras temporadas. “Son una pandilla de septuagenarios, aunque cuando empezamos no eran así”, ironiza.
¿Su próxima meta? “Me gustaría llegar a celebrar los 20 años de No es un día cualquiera. Hemos estado a punto de caer varias veces, pero ya llevamos 18 temporadas. Después... ya se verá”.

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