TITULO: El
Objetivo La Sexta - SALVADOS LA SEXTA - La noche encendida - Oficina
- Economia -
Lo dificil de prometer ,.
La noche encendida,.
'La noche encendida'
no será solo un programa de charlas, espectáculo, música, comedia,
sorpresas e invitados, presentado por Pedro Ruiz, por La 2,foto,. etc,.
Lo dificil de prometer,.
Los piquetes tachan de «migajas» los 500 millones acordados con Transportes, quien incide en que bajar impuestos no beneficiaría a los transportistas,.
foto / El Gobierno mueve ficha para intentar que el conflicto con los transportistas no termine por bloquear el país. Pese a prometer ayudas directas por valor de 500 millones para el sector, los huelguistas no solo siguen en sus trece, sino que a ellos se han sumado nuevas asociaciones. Por ello el ministro de Agricultura, Luis Planas, abogó este martes por «tender puentes» abriendo por primera vez la puerta a reunirse con los piquetes, algo que hasta ahora estaba descartado por la ministra de Transportes al considerar que eran un grupo minoritario de «ultras». El paso hacia delante se demuestra también en que Raquel Sánchez se abre a tomar «medidas que limiten la subida de precios» –fijando un posible tope– para que la entrega de los 500 millones no acabe siendo «ineficaz».
El problema ha sido la falta de concreción del Gobierno. Tras una reunión de seis horas el lunes con el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), el Ejecutivo acordó la entrega de 500 millones a los transportistas para aliviar el encarecimiento de los carburantes, pero no detalló cómo llegarán a los camioneros, a la espera de las eventuales decisiones del Consejo Europeo que empieza mañana para intentar aligerar los costes energéticos. El Gobierno emplazó a sus interlocutores a una nueva cita este viernes. Esto tensó aún más los ánimos de varias organizaciones del CNTC.
Es el caso de Fenadismer (Federación Nacional de Asociaciones de Transporte), que representa a más de 50.000 camiones, y que anoche anunció que se unirían desde este martes a los paros por la falta de concreción en las ayudas prometidas y ser «insuficientes» en la actual situación de costes. Su presidente, Julio Villaescusa, explicó a este periódico que sus afiliados ahora están en su derecho de estar parados, aunque no presionarán a los que quieran trabajar.
Tres de cada cinco camioneros
«Hasta que no sepamos concretamente las medidas para paliar el coste del combustible no podemos dejar de protestar», asegura. Según sus cálculos, a los pequeños transportistas se les ha encarecido en 2.000 euros el coste del combustible desde que comenzó la crisis de Ucrania. Las otras dos organizaciones sectoriales que han decidido secundar los paros son Fetransa (Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías) y Feintra (Federación Independiente de Transportistas), que cuenta con casi 3.000 asociados. En total, un 60% de los transportistas está secundando el paro en estos momentos.
Actualmente el 60% de los transportistas secundan la huelga por la subida del precio de los carburantes y exigen medidas urgentes al Gobierno
la cifra
Los convocantes de la huelga, la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, no acepta estas ayudas para poner fin a los paros porque se han acordado con un comité que no reconocen como representativo. «Esos 500 millones se los van a repartir entre los cuatro grandes como han hecho siempre, a nosotros ese dinero no nos aporta ninguna solución, en todo caso alguna migaja que se les caiga a los de arriba», denuncia Manuel Hernández, presidente de la Plataforma. Fuentes del sector confirman que en España trabajan unos 360.000 camiones pertenecientes a unas 104.000 empresas, en su mayoría micropymes o autónomos. Por tanto, los 500 millones de euros supondría poco más de 1.300 euros por camión.
Los huelguistas siguen exigiendo una reunión con el Ministerio de Transportes para exponer sus reivindicaciones, pero reconoce que por ahora la ministra sigue sin llamarles. «Esta situación durará lo que ellos decidan porque no tenemos prisa. Perdemos menos parados que trabajando», aseguró Hernández.
«Tender puentes»
Las palabras de la ministra la semana pasada acusando a este grupo de «ultras» no hizo más que tensar la cuerda. Por ello, el ministro de Agricultura, Luis Planas, tuvo un tono más conciliador este martes y en una entrevista en la radio aseguró que «o intentamos tender puentes o la situación va a ser muy complicada». Queda por ver si estas palabras suponen cierta rectificación del Ejecutivo y se produce la reunión tan ansiada por los convocantes de los paros, pero también por los socios de Gobierno. Desde Esquerra, EH-Bildu, Más País-Equo y Compromís presionan asegurando que las reclamaciones de este sector son «muy razonables», como garantizar un pago a 30 días, inspecciones laborales, precios que garanticen cubrir costes o la jubilación a los 60 años.
Pero lo más urgente para ellos es aminorar el precio de los carburantes. Sin embargo, la ministra Sánchez insistió en que bajar sus impuestos no sería eficaz ni beneficiaría al sector. «El IVA en el caso de los transportistas no tiene ningún impacto», explicó, porque al ser profesionales pueden deducírselo. Y en cuanto al Impuesto sobre Hidrocarburos, afirmó que España tiene el tipo más reducido de la UE y no es posible tocarlo a no ser que el Consejo Europeo se lo permita en la reunión de mañana jueves. Por ello, pidió un «voto de confianza» a los transportistas para solventar la situación.
La presión llega también por el lado de agricultores, ganaderos y pescadores. Estos últimos decidieron amarrar la flota en señal de protesta el pasado lunes y, como mínimo, estarán así hasta el miércoles, cuando se reúnan con el Gobierno para exigir una solución que abarate de forma urgente la factura que pagan por el combustible, que se ha multiplicado por tres en solo un año.
Por ello, el Comité de Transportistas quedó a la espera de que el próximo viernes el Gobierno les concrete las medidas más allá del anuncio de los 500 millones de euros en una nueva reunión con el Ministerio de Transportes, pero destacan la «urgencia» de las medidas. Pero constató «la urgencia» que precisan las medidas ante la gravedad del contexto. Un contexto, avisan ya, que puede desembocar en la paralización del país por el desabastecimiento..
100.000 empleos en juego
Y es que el paro está teniendo ya un gran impacto en toda la cadena alimentaria -sector primario, industria, transporte y distribución-, provocando graves daños económicos, la paralización y el cierre de fábricas y poniendo en peligro más de 100.000 puestos de trabajo, según los cálculos de las organizaciones del gran consumo. Este problema en la cadena unido al miedo al desabastecimiento está provocando huecos en los lineales de los supermercados. El consumo ha aumentado un 23%, según datos de NielsenIQ, destacando las ventas de aceites (290%), conservas (45%) y leche (35%).
Asimismo, las asociaciones que componen el departamento de viajeros del propio Comité de Transportes anunciaron una manifestación para el próximo domingo en Madrid, donde se darán cita taxis, vehículos de alquiler, ambulancias y autobuses de toda España ante el «preocupante» aumento de precios, que les supone «serios problemas para mantener la actividad».
Otras asociaciones pertenecientes al CNTC como ATFRIE, la Asociación de Transporte a Baja Temperatura, encargados de transportar alimentos perecederos como frutas, verduras, carnes o derivados de los lácteos, explicaron que aunque no están satisfechos plenamente con lo que ofreció el Gobierno por la falta de concreción, no secundan el paro y menos con los métodos que se están utilizando. «No es el momento de parar, los huelguistas están recamando medidas estructurales y eso no se puede decidir en dos días», aseguran desde la organización, y denuncian que se están poniendo las cosas «muy difíciles» para sus trabajadores, a los que además de dañar los vehículos se les está agrediendo.
Y por si la situación ya no fuera complicada, las asociaciones del transporte de viajeros anunciaron también este martes una manifestación para el próximo domingo en Madrid, donde se darán cita taxis, vehículos de alquiler, ambulancias y autobuses de toda España ante el «preocupante» aumento de precios.
TITULO: La
hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los
bosques -La ONU cree posible reducir hasta un 80% los residuos plásticos.,
La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - El señor de los bosques - La ONU cree posible reducir hasta un 80% los residuos plásticos ,fotos.
La ONU cree posible reducir hasta un 80% los residuos plásticos,.
Naciones Unidas impulsa un tratado internacional para que los países se comprometan a luchar contra este contaminante que invade el mundo,.
Varias bolsas y residuos plásticos en una playa,.
Comemos y respiramos plástico. Puede sonar exagerado pero no lo es. Hay decenas de estudios publicados que afirman haber encontrado trazas de plástico en los cordones umbilicales de los bebés, en la orina, en el aire y en el suelo y el agua, incluso en lugares tan alejados como en el Polo Norte y en la Antártida.
El uso del plástico se ha extendido desde los años 50 debido a sus excelentes cualidades aislantes y por su resistencia a la corrosión. Cada año se producen 460 millones de toneladas de este material (la mitad para fabricar productos que se usarán solo una vez), una cantidad que para entenderla es mejor visualizarla. Todo el plástico que se fabrica anualmente rellenaría más de 21 millones de contenedores marítimos que, colocados en fila uno detrás de otro, darían tres veces la vuelta al mundo.
Sin embargo, tanto éxito lo ha convertido en el protagonista de uno de los grandes problemas medioambientales del siglo XXI. ¿Por qué? Porque, como afirma la ONU, aproximadamente 7.000 millones de los 9.200 millones de toneladas de plástico producidas entre 1950 y 2017 se han convertido en residuos abandonados en vertederos o directamente en el medio natural. Especialmente preocupante es su presencia en el medio marino. Se calcula que entre el 80 y el 85% de los residuos del océano son plásticos, que estarán allí varios cientos de años.
Este es el motivo que ha llevado a la ONU a dedicar la celebración este año del Día Mundial del Medioambiente a la contaminación por plásticos y a sus posibles soluciones. «En general cada vez generamos más residuos, pero una de las fracciones que más aumenta es la de plástico. Por ponerlo en cifras, cada español genera 34 kilos de plástico de un solo uso cada año y en ese mismo tiempo acaban en el mar Mediterráneo unas 200.000 toneladas de este residuo. Para hacerse a la idea, es como tirar 500 contenedores llenos al mar», matiza Adriana Espinosa, responsable de Recursos Naturales y Residuos de la organización conservacionista Amigos de la Tierra.
En 2019 se publicó la Directiva de Plásticos que limitaba los productos de plástico de un solo uso, como las pajitas, la cubertería de plástico de usar y tirar, etc. Se ha limitado también la venta de bolsas de un solo uso. En España la ley obliga a las grandes superficies a dedicar un porcentaje de su espacio a la venta a granel de frutas y verduras y a los restaurantes y bares a servir agua del grifo para evitar envases. Y sin embargo, según el último informe del Programa para el Medio Ambiente de la ONU (Pnuma) la producción anual de plástico seguirá creciendo. La ONU afirma que se triplicará de aquí a 2060 y su fabricación producirá el 19% de las emisiones totales emitidas por la humanidad en 2040. «El plástico genera impactos medioambientales en toda la cadena de valor. Primero por la materia prima con la que está hecho: el petróleo. Los plásticos que terminan en incineradora también contaminan el aire y liberan a la atmósfera toxinas relacionadas con cánceres que, además, viajan a muchos kilómetros de distancia. Y en los vertederos provocan filtraciones al terreno. Pero es que, además, durante su uso tienen consecuencias en los seres humanos porque contienen sustancias no saludables como los bisfenoles, que provocan infertilidad, cánceres, enfermedades endocrinas...», matiza Espinosa.
Naciones Unidas no se limita a hablar del problema, sobradamente conocido, y ofrece soluciones para reducir, dice, hasta un 80% de la contaminación por plástico. De hecho, está impulsando un Tratado del plástico desde 2022, una especie de instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos. Esta misma semana en París se celebraba una reunión para ultimar los puntos que recogerá este instrumento y que incluyen, por ejemplo, una tasa global sobre la producción de plástico que sea virgen.
«Hemos puesto el foco en el plástico de un solo uso y no parece suficiente. La prohibición de la bolsa de plástico fue una buena primera medida, muy paradigmática porque representa la cultura de usar y tirar, por no decir que además es un producto totalmente prescindible», explica Rosa García, de la Fundación para la prevención de residuos y consumo responsable Rezero.
Tanto para la ONU como para las expertas consultadas, lo primero que hay que hacer es reducir la cantidad de plástico que usamos, apostar por productos reutilizables y, después, mejorar el reciclaje. Es decir, aplicar las llamadas tres R (reducir, reutilizar y reciclar). Este modelo de economía circular produciría ahorros de hasta 4.500 millones de dólares y generaría 700.000 nuevos empleos. «Hay que apostar por el ecodiseño eliminando tintes y aditivos para facilitar el reciclado de los plásticos y luchar contra los microplásticos, principalmente de neumáticos, gránulos, textiles y productos de cuidado personal, reduciendo el kilometraje de los automóviles e introduciendo filtros en lavadoras para evitar que los microplásticos pasen a las aguas residuales», dice la ONU.
«Además, se tendría que actuar a nivel empresarial y que se tenga en cuenta cómo se comercializa cada producto para evitar el sobre envasado especialmente en los productos de alimentación. Ya no vale con poner solo el foco en la ciudadanía. La industria muchas veces abusa del uso del plástico, porque en realidad no está pagando su precio real del plástico; por ejemplo, no paga el coste de los residuos ni la limpieza de las playas», apunta Rosa García, de la Fundación Rezero.
Desde Amigos de la Tierra señalan que «el problema es que no se aborda la cuestión básica, que es la cultura del usar y tirar. Se siguen fabricando productos desechables y se han olvidado soluciones tradicionales como la compra a granel o la existencia de los envases reutilizables, mientras se insiste en apostar por encontrar soluciones tecnológicas. Tampoco podemos olvidar que si bien es cierto que hay una parte mayoritaria del plástico que se usa para envases, el plástico también se utiliza en construcción y en el sector textil», dice Espinosa. Hay que recordar que el 80% de los tejidos que se comercializan son derivados del plástico y para este sector no hay iniciativas de reducción tan claras.
Los bioplásticos ¿son la solución?
La sustitución de plástico convencional por materiales llamados bioplásticos no parece ser la mejor solución para acabar con el problema. Al menos así lo indica el informe «Bio-fakes. El engaño de los bioplásticos que se publicó en junio de 2021». «Incluyen plásticos de origen vegetal como la caña de azúcar que pueden fomentar el monocultivo en determinadas regiones. Otro problema es que pueden contener hasta un 75% de plástico convencional y llamarse bioplástico igual. Luego están los que se anuncian como biodegradables y que no son tales. Solo hay un tipo de plástico compostable certificado por la UE que se puede tratar en plantas de compostaje», afirma la portavoz de Amigos de la Tierra.
«Si solo hablamos de sustituir no solucionaremos el problema, porque seguiremos haciendo un consumo devorador de recursos naturales y encima no dejaremos de generar residuos. Hay que apostar por productos con menos envases o sin envase, cuando se pueda que sean envases reutilizables o al menos con buen reciclado como el vidrio», concluye Rosa García de Rezero.
Europa contra el greenwashing en la publicidad
La Comisión Europea quiere acabar con el lavado de cara en la publicidad sobre plásticos «ecofriendly» que no son tal, y para ello trabaja en una iniciativa legislativa sobre las etiquetas, que prevé prohibir el uso de afirmaciones generales como «respetuoso con el medioambiente, natural, biodegradable, neutral para el clima o eco» si no vienen acompañadas de pruebas detalladas. También tiene como objetivo prohibir las afirmaciones ambientales que se basan únicamente en esquemas de compensación de carbono.
Las empresas están obligadas a verificar mediante pruebas científicas las declaraciones ecológicas que incluyan sus productos o servicios y propone regular las etiquetas medioambientales, ya que en la actualidad existen al menos 230 diferentes y, según la Comisión, «hay indicios de que esto genera confusión y desconfianza entre los consumidores». «La preocupación que tenemos ahora es que la industria utilice ciertos mensajes con fines publicitarios por simple greenwashing. Esto crea en la ciudadanía la sensación falsa de que se ha solucionado el problema porque nos llevamos a casa un envase en el que pone que es cien por cien reciclable», dice Rosa García.
Una cultura que influye en el cambio climático
Entre 1950 y 2017 se han producido más de 9.200 millones de toneladas de plásticos. El 95% de ellos para envases de un solo uso. Eso supone una inversión de entre 80.000 a 120.000 millones de dólares que se pierde tras el primer uso.
Además del coste económico y el esfuerzo industrial por productos cuya vida media en algunos casos no supera los 12 minutos (es el caso de las bolsas de plástico), la producción de plástico influye en el calentamiento global. Según las previsiones de la ONU, que indican que la producción de plástico se va a triplicar, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la fabricación de plásticos supondrán por sí solas el 15 % de las emisiones de origen antropogénico.
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Entrevista con Noemí Sabugal, autora de 'Hijos del carbón',.
La periodista leonesa hace un doble ejercicio en su último libro alrededor de la minería en España, buscando causas y conclusiones del ocaso del sector mientras trata de explicar cómo es la vida en la cuenca, donde todo gira alrededor de la veta
Noemí Sabugal (Santa Lucía de Gordón, León, 1979) emprende un viaje literario crucial en su carrera. Una travesía por lo propio, por la vivencia, apoyándose en las tripas pero luchando para que éstas no le alejen de una realidad dura, como ella misma dice, de contrastes. La mina es capaz de lo mejor y de lo peor. Es vida y muerte. Es la sociedad monopolizada y construida alrededor de la MSP, la Hullera Vasco Leonesa o la Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya.
Con 'Hijos del carbón' (Alfaguara) Noemí Sabugal conduce el tren en un conmovedor viaje a las cuencas mineras españolas, en el que el billete sólo es de ida. Es imposible volver igual que cuando uno se subió por vez primera al vagón minero. El traqueteo obliga a sacar conclusiones de la vivencia. Aún quedan estaciones en una vía a la que se le nota ya la herrumbre tras décadas y décadas de llevar energía a las casas de todos.
- ¿Cómo le explica a un foráneo qué es eso de ser un 'hijo del carbón'?
- Para comprenderlo hay que entender cómo es una cuenca minera, ya que son lugares en los que el carbón ha tenido tantísimo peso en lo laboral que ha contagiando también a lo social. El carbón ha marcado las vidas, las muertes, las enfermedades, la forma de vivir, los sitios en los que se vivía, los colegios... Es una sociedad en la que la mina lo ha conformado todo para bien y para mal. Para comprenderlo hay que entender esa dinámica en la que todo el mundo trabaja en el sector minero y añadidos, en los que la muerte está muy presente. Si muere un minero, todo el mundo va al entierro porque mañana el muerto puede ser de tu familia. Son lazos muy apretados que pueden darse también en una comunidad marinera, marcada por esa vinculación al elemento.
«Para comprender este mundo hay que entender esa dinámica en la que todo el mundo trabaja en el sector minero y añadidos, en los que la muerte está muy presente. Si muere un minero, todo el mundo va al entierro porque mañana el muerto puede ser de tu familia»
- A la hora de enfrentarse al papel en blanco, ¿cómo enfoca lo de escribir de lo propio? ¿Es un ejercicio de profundizar en la experiencia?
- Lo primero que hice fue un ejercicio de memoria. La idea surgió cuando empiezo a ver que, de alguna manera, el de la minería es un mundo que desaparece pero sigue ahí. Una cuenca minera siempre lo será porque lo impregna todo. Me decían en Palencia que hay una crisis de identidad, somos una cuenca minera pero sin minas ni térmicas. Es una situación muy complicada y la idea de contarlo me llegó como una forma de hacer un homenaje a ese mundo buscando que no se pierda, que se explique.
Yo vengo de ahí, de familia minera, pero tenía que tener una mirada interior y exterior. Que lo personal era valioso para el libro en la medida en que era compartido, pero a la vez quería aportar una mirada externa para provocar una reflexión sobre el sector y sobre su futuro. Que las cuencas mineras se miraran unas a otras, que se reconocieran pero también que se descubrieran.
- El viaje de 'Hijos del Carbón' transita por las diferentes cuencas de España. ¿Cómo se ve desde la vida desde las distintas tierras mineras?
- Hay cuencas mineras históricas, como la palentina, la asturiana, la leonesa, las andaluzas o las de Teruel, en las que se reconocen entre sí porque ha habido un intercambio constante de mineros entre ellas. Es un trabajo en el que se han reconocido por su dureza, por la conformación de esa red hecha por y para la mina y por la muerte, que rodea siempre a las familias. En el libro cito un verso de la poeta Idea Vilariño, que dice que 'los muertos siempre están tironeando del corazón'. Y en las cuencas es así, aunque las haya distintas como la de As Encrobas, donde la mina llegó de improviso.
-Habla de Ciñera, el pueblo leonés creado para la mina en el que las casas, la piscina, el colegio, el cine y hasta el equipo de fútbol es propiedad de la empresa minera. ¿Es el paradigma de la vida articulada alrededor del carbón?
- Sí, eso ocurre en casi todas las cuencas mineras, donde hay una gran empresa minera que articula la vida para bien y para mal. Esto es lo que hace que cuando la mina y la térmica cierran, esa zona quede devastada industrialmente. No me gusta generalizar, porque hay zonas que han avanzado más en la diversificación económica y otras que no. Sorprende mucho el caso de Ciñera a gente externa, pero es lo que hemos vivido. Cuando la Hullera Vasco Leonesa entra en liquidación muchas casas del pueblo donde viven las familias mineras se venden, 'el pueblo en venta' titularon los periódicos. Eso es increíble pero muestra lo que había.
«En el libro cito un verso de la poeta Idea Vilariño, que dice que 'los muertos siempre están tironeando del corazón'. Y en las cuencas es así»
- ¿Se podría hablar de muerte anunciada en las cuencas? ¿Se veía venir?
- Sí, hace tiempo que se sabía que las ayudas al carbón acababan en diciembre de 2018 y a partir de ahí las empresas han cerrado, ha sido una cuestión antes económica que ecológica. Algunas térmicas tenían fecha de cierre, se sabía perfectamente, lo que indica que ha habido imprevisión. Ahora estamos en otro momento, a la espera de los Fondos de Transición Justa, aunque yo prefiero hablar de Transición Energética. A España llegarán 307 millones, o eso se planteaba antes del coronavirus, y habrá que ver a dónde van a ir.
- Ahora en su cuenca se habla de mirar al viento para generar energía.
- Precisamente en la cuenca minera leonesa se quieren crear proyectos eólicos en una zona que es reserva de la biosfera. Se vuelve a pedir a las zonas rurales que vuelvan a producir la energía que todos consumimos. Una vez que los molinos están instalados no producen puestos de trabajo. Ahora está sobre la mesa ese debate, el cómo producimos la energía y dónde se produce.
- ¿Desde las cuencas mineras se ha echado en falta más empatía por parte del resto del país?
- La sensación en las cuencas mineras es de abandono. Esa es la realidad.
- ¿Le quedaba algo por saber de este mundo después de tantos años?
- Sin duda, me ha ayudado a reconocer mucho más los errores cometidos en el sector, a comprenderlos mejor. Esa indagación de las dificultades, de los errores y los aciertos te ayuda a tener una visión más global. Hay muchas conclusiones, una de ellas es la imprevisión. Lo más positivo es que un territorio esté diversificado económica y laboralmente, porque si no ocurre como aquí, que si cierran la mina y la térmica no hay dónde agarrarse. Ambas han necesitado tanta mano de obra que se ha creado un campo gravitacional que arrastra todo lo demás. Cuando creas ese 'agujero negro', el territorio no tiene más opciones.
«Lo más positivo es que un territorio esté diversificado económica y laboralmente, porque si no ocurre como aquí, que si cierran la mina y la térmica no hay dónde agarrarse»
No establecería una conclusión única, pero he profundizado en cómo se ha creado esto. La minería ha sido siempre contradictoria, ha creado mucha riqueza pero también ha tenido capítulos negativos. Ha sido la vida, pero también la muerte para muchos.
- La muerte está siempre presente en el libro. ¿Hasta qué punto forja el carácter minero?
- Algunos que ya miraron a los mineros hace tiempo, como George Orwell, decían que esa relación con la muerte explica el carácter del minero. Es una relación importantísima no solo por el enorme sufrimiento que soportan y sigue soportando las familias, como ocurre con el caso de 'Los 6 de la Vasco', que lamentablemente no se ha resuelto en los tribunales y sigue siendo una herida abierta. Es un trabajo peligroso y la muerte no solo impregna las cuencas, sino que explica la dureza de las reivindicaciones laborales de los mineros. Si tienes un trabajo duro, respondes con dureza a las condiciones laborales, no te andas con chiquitas. Ahí está la historia política y sindical de la mina.
- ¿Por qué ese foráneo del que hablábamos al principio debe sumergirse en la historia de 'Los hijos del carbón'?
- El lector que venga de fuera va a descubrir algo que quizá desconocía y que ha sido esencial para todo el país en lo que respecta a la creación de la energía, la gente olvida que también encendía ordenadores gracias al carbón y que ha llegado a la propia casa del lector.
A los que son de la cuenca, no sé si les enseñaré mucho o poco, lo que espero es que se reconozcan en lo que cuento, que vean reflejada su vida y lo que han pasado.
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