TITULO: Domingo -14- Febrero LIARLA PARDO - Susana Martín Gijón ,.
El domingo -14- Febrero a las 18:00 por La Sexta, foto,.
Susana Martín Gijón,.
Susana Martín Gijón | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1981 Sevilla, España | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora | |
Género | Novela negra | |
Obras notables | Más que cuerpos | |
Web | ||
Sitio web | ||
Susana Martín Gijón (Sevilla, 1981) es una escritora española, especialista en novela negra y creadora del personaje de la policía Annika Kaunda, una agente de origen namibio afincada en Extremadura y protagonista de varias novelas. Ha sido Directora General del Instituto de la Juventud de Extremadura (2007-2011) y Presidenta del Comité contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia. Colabora en plataformas nacionales e internacionales como la Asociación por la Igualdad de Género en la Cultura Clásicas y Modernas y la Red de Mujeres Jóvenes Africanas y Españolas. Presidenta de la Asociación de Escritores Extremeños desde 2019.
Biografía
Martín Gijón se licenció en Derecho y se especializó en relaciones internacionales y derechos humanos. Desarrolla su carrera de escritora a la vez que realiza otras labores como Directora General del Instituto de la Juventud de Extremadura, cargo que ocupó entre el 2007 y el 2011, o Presidenta del Comité contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia. Colabora en plataformas nacionales e internacionales como la Asociación por la Igualdad de Género en la Cultura Clásicas y Modernas y la Red de Mujeres Jóvenes Africanas y Españolas.
Participó como jurado en diversos certámenes y concursos literarios como el de microrelatos Alza tu voz contra la trata de mujeres y niñas; Tú también tienes algo que decir contra la violencia de género; en el certamen literario para personas mayores, Experiencia y Vida o el de Mujeres y Libros.1
Después de varios años formando parte de la directiva de la Asociación de Escritores Extremeños, fue elegida presidenta en diciembre de 2019.23
Obra literaria
Como escritora, es autora de la saga policiaca Más que cuerpos, que se inició en 2013 con la novela titulada con el mismo nombre, cuya trama se desarrolla en Extremadura, con saltos al pasado en Francia y la antigua Yugoslavia. En esta primera novela conocemos a Annika Kaunda, la protagonista de la saga, policía especialista en temas de género que se las verá con una red criminal de tráfico de mujeres con fines de explotación sexual, así como con un caso de violencia de género en una joven pareja. Otros muchos temas están presentes: homosexualidad y bisexualidad, amistad, muerte el exilio y el trato que tuvieron los españoles que cruzaron la frontera de los Pirineos o la industria farmacéutica.4
La serie continúa con Desde la eternidad (2014), donde Annika Kaunda ha ascendido y es ya ‘oficial’ en la comisaría en la que trabaja en Mérida, gracias a la resolución del importante caso que investigó y cerró felizmente en Más que cuerpos. Su vida personal ha realizado un cambio importante y parece que la vida le sonríe, a pesar de su inestable jefe. Pero la maldad no hace vacaciones y en un spa, a todas luces idílico y que recrea unas termas romanas, aparece asesinado a puñaladas el propietario del balneario. Por si fuera poco, un alto cargo del gobierno de Extremadura será gravemente herido en un acto público5 y aunque todos los rumores apuntan hacia que la agresión tiene su origen en la crispación de los ciudadanos ante la crisis y los recortes, la oficial Annika Kaunda desconfiará y verá posibles vínculos entre los dos crímenes.6
Dos años después, en 2016, publica Vino y pólvora, la tercera entrega de la saga en la que nos encontramos tres tramas bien separadas. De un lado, Annika tendrá que enfrentarse a un nuevo crimen, en esta ocasión de un empresario de Almendralejo, famoso en el mundo del vino, que aparece muerto violentamente en su casona de Torremejía (el pueblo pacense donde Cela situaba La familia de Pascual Duarte) al mismo tiempo que es denunciada la desaparición de una niña rumana cuyos familiares trabajan como vendimiadores para la bodega del fallecido. Kaunda tendrá que averiguar si existe relación entre ambos enigmas, pero no podrá contar en esta ocasión con la ayuda de su compañero Bruno, a quien sus orígenes conducen directamente a un poderoso capo de la Camorra napoletana. Así, el discurso narrativo de la obra bascula entre Nápoles y Extremadura, amén de los breves excursos por territorios surafricanos a través de los cuales conocemos algo más del pasado de nuestra protagonista. Manuel Pecellín ha calificado esta obra de trepidante, "la estructura recuerda el discurso del cine de acción. Como se encadenan los fotogramas que trepidan, se suceden aquí los pasajes múltiples que componen la novela, transitándose a veloz ritmo de un escenario a otro (...) Susana Martín conduce hábilmente a los lectores por las diversas tramas, urdidas con sabia distribución del suspense, hasta el imprevisto desenlace".
También en 2016 han sido publicadas dos novelas cortas en las que la metaficción juega un papel predominante. Pensión Salamanca y Destino Gijón, situadas respectivamente en el Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca y en la Semana Negra de Gijón. En ellas, Annika Kaunda deberá resolver sendos crímenes junto con la propia autora, con la que va trazando amistad sin siquiera sospechar que es la creadora de sus propias historias.
Como señala Javier Morales, "a Martín Gijón podríamos emparentarla con los autores de la novela negra mediterránea, los Camillieri, Márkaris, Andreu Martín, Eugenio Fuentes en Extremadura y su detective Cupido, entre otros, con el eco aún cercano de Vázquez Montalbán".7
Sus novelas tienen como escenario lugares periféricos, centrándose en especial en pueblos y ciudades de la comunidad extremeña.8
En 2017 se publicó la siguiente obra de la serie bajo el título Expediente Medellín.9
La crítica citó la trilogía Más que cuerpos entre las diez novelas negras más recomendables y como un ejemplar dentro del género policial y thriller español., etc,.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Tras estudiar en Suecia y Lisboa se instaló en Carmona ,.
Tras estudiar en Suecia y Lisboa se instaló en Carmona,.
foto / Inés es ambientóloga. Tras dos becas de investigación en Suecia y Lisboa conoce a Paco, su actual pareja, en Valencia.
Hartos de la ciudad deciden instalarse en Carmona, Sevilla, de donde es la familia de Paco, para poner en valor una finca familiar abandonada.
Inés y Paco se han convertido en repobladores y están encantados con el pueblo, que los ha recibido con los brazos abiertos.
TITULO: Donde viajan dos -En La Algaba se ha puesto al frente de la escuela taurina,.
En La Algaba se ha puesto al frente de la escuela taurina,.
foto / Manuel se considera algabeño por los cuatro costados, pero su sueño de ser torero lo separó de su pueblo durante unos años.
Después de vivir en Madrid y Toledo, y tras cumplir sus objetivos, decidió volver a La Algaba, Sevilla, para ponerse al frente de la escuela taurina de su localidad.
TITULO : Escala humana -Luchar contra la discriminación ,. , Miercoles -10- Febrero,.
El Miercoles -10- Febrero a las 21:00 por La 2, foto,.
Luchar contra la discriminación,.
La muerte de George Floyd a manos del oficial de policía Derek Chauvin en mayo de 2020 proyectó el movimiento #BlackLivesMatter a escala global. Tres años antes, bajo el hashtag #MeToo, la lucha contra la discriminación de las mujeres se convirtió en una marea imparable que ya llega a todos los rincones del planeta. Estos movimientos sociales recogen demandas seculares que todavía están lejos de alcanzarse. Tratan de acabar con la violencia y la discriminación que, de forma sistemática a lo largo de la historia, han sufrido dos colectivos: las mujeres y las minorías raciales. Sin duda, el instrumento que tiene como misión principal acabar con toda suerte de violencia y discriminación es el Derecho, como ya puso de manifiesto el profesor Jesús Ballesteros hace casi cincuenta años. Y los derechos humanos son el dispositivo diseñado por el Derecho en la Modernidad para alcanzar ese fin. En el artículo 1 de la Declaración francesa de Derechos del Hombre y del Ciudadano se contiene este mensaje de forma embrionaria: «Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos». La Declaración Universal de Derechos Humanos desarrolla esta exigencia al afirmar que «Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición».
En los últimos sesenta años se han producido avances regulatorios enormes a nivel universal para alcanzar esa ambiciosa e impostergable meta: la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención de Derechos del Niño o la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Sin embargo, los progresos en el campo del Derecho internacional no siempre han ido acompañados de avances sociales. Y es que, para liquidar toda forma de discriminación, no bastan las leyes. Requieren también de un cambio cultural, aunque seguramente nunca acabará de darse en plenitud porque el afán de exclusión y violencia está tan arraigado en la naturaleza humana que siempre logra reformularse bajo nuevos discursos, tan falaces como efectivos. Basta ver cómo los populismos presentes en la política actual triunfan a base de despreciar la esencia misma de los derechos humanos. Eso no quiere decir que no se puedan lograr avances muy significativos y que, una vez conseguidos, tengan difícil marcha atrás. Lo que quiere decir es que siempre tendremos que estar afanados en esa lucha.
Precisamente para dar a conocer los retos y avances jurídicos más recientes contra la discriminación, y para contribuir a extender una cultura social de la no exclusión, la Fundación Mainel celebrará los próximos días 4 y 5 de febrero su IV Congreso Internacional sobre Derechos Humanos. En las anteriores ediciones se ocupó del drama de los refugiados, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y de la justicia climática. En este nuevo encuentro se tratarán de algunas de las formas más insidiosas de discriminación. Y para ello contará con ponentes de la más alta cualificación internacional, como Yolanda Gómez, Directora del Centro de Estudios Constitucionales y Políticos; María Elósegui, Magistrada del Tribunal Europeo de Derechos Humanos; Ana Peláez, Vicepresidenta de CERMI Mujeres y del Foro Europeo de la Discapacidad; o Federico de Montalvo, Presidente del Comité de Bioética de España, entre otros.
Una de las mesas del congreso trata de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre discriminación. Conocer sus sentencias es fundamental porque establecen un criterio uniforme para interpretar los derechos humanos en todos los países miembros del Consejo de Europa. Otras mesas se dedicarán a la discriminación racial, por razón de género, orientación o identidad sexual, y discapacidad. Especial atención se prestará a la discriminación múltiple: una niña negra y con discapacidad todavía hoy es tenida por un desperdicio humano en muchos lugares del mundo.
En los tiempos de pandemia que estamos viviendo, parecía imprescindible ocuparse de las muchas formas de discriminación que han emergido con motivo de esta crisis sanitaria, económica y social inédita en los tiempos recientes. ¿Se pueden asignar o no recursos sanitarios vitales y escasos en función de la edad? ¿Se debe prestar una atención especial a los colectivos más afectados por la COVID-19, que son los más vulnerables, o debe ser la misma para todos? ¿Se debe regular el acceso a determinados espacios en función de que se disponga o no un pasaporte inmunitario o se deben adaptar medidas para todos, que no exijan revelar datos personales de salud?
Nunca acabaremos definitivamente con la discriminación y la violencia. Pero si el Derecho tiene algún sentido, es luchar contra ellas. Y su mejor instrumento son los derechos humanos.
TÍTULO:
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Y tú, ¿puedes enrollar la lengua? ,.
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Y tú, ¿puedes enrollar la lengua? ,. . , fotos,.
Este miércoles -10- Febrero a las 22.45, Antena 3,.
Y tú, ¿puedes enrollar la lengua?
Un repaso a algunos rasgos curiosos, que permiten dividir en grupos a la humanidad, y también a los mitos genéticos que suelen acompañarlos
Seguramente, a todos nos han preguntado alguna vez si somos capaces de enrollar la lengua para darle forma de tubo. Unos lo habremos conseguido sin mayor dificultad, como si tuviésemos unos músculos preparados desde el nacimiento para hacer ese movimiento en principio tan inútil, mientras que otros nos habremos peleado sin éxito con una lengua tozudamente plana. También es muy probable que a continuación nos hayan explicado, quizá en una clase de ciencias naturales o de biología, que la capacidad de enroscar la lengua es una característica que hemos recibido de nuestros padres mediante el mecanismo más sencillo de la herencia: un gen con un alelo dominante (el de los que sí son capaces de enrollarla) y otro recesivo (el de los que no), de manera que dos padres 'no enrollantes' no podrían tener un hijo capaz de darle esa forma a la lengua. Y lo cierto es que ahí nos colaron un par de errores: lo de la lengua, al igual que otros rasgos curiosos que también nos permiten clasificar a los seres humanos en dos grupos, no es tan simple como algunos se obstinan en creer.
Vamos a repasar algunas de esas peculiaridades de la mano del profesor estadounidense John H. McDonald y sus 'Mitos de la genética humana'. Cuidado, porque este es uno de esos reportajes que, en ciertos momentos, casi obligan al lector a hacer algún gesto inesperado: puede que la gente de alrededor se pregunte a qué viene eso de sacar la lengua de repente y menearla de forma rara.
El rulo de la lengua
Hay más personas que pueden enrollar la lengua que personas incapaces de hacerlo: según distintos estudios, entre el 65 y el 81% de la sociedad no tiene ningún problema en darle a la lengua esa apariencia de rulo, con la peculiaridad de que el porcentaje es ligeramente mayor entre las mujeres que entre los hombres. Posee un componente genético, porque la probabilidad de poder hacerlo es mayor si nuestros padres también pueden, pero está muy lejos de funcionar con un mecanismo tan sencillo como el gen único: de hecho, en un estudio de 33 parejas de gemelos idénticos, había siete en las que un hermano podía liar la lengua y el otro no. Es más, en investigaciones con niños se ha comprobado que algunos aprenden a hacer este gesto, de modo que ni siquiera se trata de una tajante diferencia anatómica y no depende solo de la genética, sino a veces también del empeño que se le ponga en la infancia. Ah, hay algunas personas (en torno al 15%) que pueden enroscar la lengua en forma de trébol, plegándola en tres e incluso cuatro lóbulos.
Antebrazos y dedos
La inmensa mayoría de las personas cruzamos los brazos de una determinada manera, colocando siempre por encima el mismo antebrazo. De hecho, si tratamos deliberadamente de hacerlo al revés, sentiremos una extraña incomodidad. Es un poco más habitual que el antebrazo dominante sea el izquierdo y todavía se escucha a veces como ejemplo de herencia simple, pero ya el primer estudio sobre el asunto, hace casi un siglo, concluyó que esta cuestión tenía poca o ninguna base genética. Lo mismo sucede con el pulgar que ponemos por encima al entrecruzar los dedos, aunque hay una mínima parte de la población (en torno al 1%) que carece de preferencia.
La orina de espárrago
A algunos les habrá bastado leer este epígrafe para saber de qué hablamos, pero a otros quizás haga falta explicárselo: al poco rato de comer espárragos, muchas personas notan un olor fuerte e inconfundible en su orina. Esta reacción presenta ciertas complejidades y ha dado lugar a numerosos estudios científicos, ya que parece que en realidad estamos hablando de dos cosas distintas: por un lado, hay personas que excretan ese olor y personas que no (y eso sí podría ser un rasgo de herencia mendeliana, de manera que dos padres no excretores no podrían tener un hijo excretor), pero también hay personas que lo perciben y personas que no, sea en su propia orina o en la ajena. Esto ha complicado extremadamente los procedimientos de estudio: «Preguntar a la gente si su propia orina huele rara tras comer espárragos no es una buena manera de abordarlo», resume McDonald. Otro fenómeno muy comentado es la 'orina de remolacha', por la tonalidad rojiza que adquiere en algunas personas después de ingerir este tubérculo, pero los científicos han comprobado que no existen dos grupos claramente diferenciados, sino una escala de rojos que abarca desde lo imperceptible hasta lo alarmante (al menos, si ignoras su causa).
73%
de los participantes en uno de los estudios más recientes, realizado hace dos años en Nigeria, eran capaces de enrollar la lengua.
25,6%
de los participantes en otro estudio reciente, que tuvo lugar en China, estornudaban al exponerse repentinamente a la luz. La proporción era mayor entre los varones (30%) que entre las mujeres (21%).
52%
de los participantes en un proyecto español de 1961 colocaban por encima, al entrecruzar las manos, los dedos de la derecha.
Pulgar de autoestopista
Si pedimos a las personas de nuestro entorno que extiendan los pulgares y los alejen al máximo del resto de la mano, es probable que nos encontremos con algún caso de 'pulgar de autoestopista', en el que las falanges forman un ángulo muy marcado y el dedo se dobla hacia atrás. En las clases de introducción a la genética también se suele recurrir mucho a este rasgo, pero, en realidad, ocurre con él lo mismo que con la orina de remolacha: no existen dos categorías diferenciadas, sino un continuo de variaciones en el ángulo, con todo un espectro de posibilidades entre el pulgar recto como una vela y el pulgar de autoestopista más extremo. Eso sí, la capacidad de doblar el dedo de esa manera sí está influida genéticamente.
Estornudar con la luz
Si nos ponemos finos, podemos llamarlo estornudo fótico. Si queremos ir todavía más allá, nos referiremos al síndrome autosómico dominante de irrupción compulsiva helio-oftálmica, un nombre técnico cuyas juguetonas siglas en inglés se pronuncian 'achú'. El caso es que una de cada cuatro personas estornuda a veces de manera incontrolable al exponerse a una repentina luz brillante. Se trata de un fenómeno inofensivo en un principio, pero podría llevar a implicaciones indeseables en el caso de conductores, pilotos y operarios que manejan maquinaria pesada en minas y túneles. Al parecer, tiene un claro componente genético, pero no depende de un solo gen.
Las dos ceras de oído
Hay dos tipos de cera de oído: una de ellas, la 'húmeda', es pegajosa y de color entre amarillento y marrón; la otra, la 'seca', tiene una apariencia casposa, como de copos de cereal, y un tono que tiende más al gris. Esta segunda es la más común en Extremo Oriente (prácticamente la única en el norte de China y en Corea), pero resulta mucho menos usual en Europa y prácticamente no se encuentra en África. Aquí sí nos encontramos ante un rasgo que se transmite por el mecanismo más básico de la herencia: el alelo de la variante seca es el recesivo, de manera que dos padres con ese tipo de cerumen por fuerza se lo transmitirían a su hijo. El profesor McDonald, muy harto de que se utilicen los otros ejemplos en las aulas, sostiene que la cera de oído resultaría «especialmente atractiva» para tratarla en clase: «El gen se ha identificado, la base bioquímica de la variación se entiende bastante bien, hay evidencia de selección natural y vínculos con algunas cuestiones relacionadas con la salud. Pero también hay un par de problemas para emplearla en los ejercicios de clase. Por un lado, el alelo de la cera seca tiene una frecuencia en la población europea occidental del 10 o el 20% y está prácticamente ausente de la población africana, así que es probable que en una clase con estudiantes de esos orígenes todos tengan cerumen húmedo. El segundo problema es que tener a un montón de estudiantes hurgándose en los oídos en busca de cera para después mostrarla por ahí puede resultar un poco desagradable».
«Un genetista siempre se pregunta por qué estos rasgos están ahí»
Puede llamar la atención que los científicos dediquen tiempo y esfuerzo a medir el ángulo con el que cientos de personas doblan el pulgar o a hacer que un montón de gente olfatee muestras de orina buscando el rastro de los espárragos. «En general, todos los rasgos, tanto físicos como de comportamiento, son interesantes para un biólogo, y más si eres genetista, porque siempre te estás preguntando por qué están ahí –aclara el biólogo molecular, genetista y divulgador científico Julio Rodríguez–. Nosotros siempre vemos todo desde la perspectiva de la evolución: si un rasgo, que siempre va a tener algo de genético, está aquí con nosotros, es que 'algo' en el proceso evolutivo ha hecho que esté. Lo más normal es que haya sido la selección natural, que 'filtra' aquellas variantes genéticas que maximizan la supervivencia y la reproducción del individuo. Parece claro que hay muchos rasgos que no tienen nada que ver con la supervivencia, así que lo único que demuestran, si tienen componente genético, es la variabilidad genética al azar, pero eso no lo sabes hasta investigarlo».
Por ejemplo, el hecho de que los dos tipos de cera tengan una frecuencia diametralmente opuesta en Asia y África lleva a plantearse un montón de preguntas: «¿Por qué es así? ¿Qué pasó en la evolución de estas poblaciones para que en unas se haya fijado un alelo y en otras otro? Es interesante reconstruir la historia evolutiva de un determinado rasgo».
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