Una web oficial permite curiosear en las últimas voluntades de personajes como Churchill, Dickens, Orwell o la propia princesa,.
La curiosidad va más allá de la lógica, porque, en realidad, el testamento de la princesa de Gales, fallecida en accidente de automóvil en París, se ha conocido siempre con bastante detalle. Al fin y al cabo, los periódicos británicos llevan diecisiete años y medio informando sobre este asunto con insistencia casi obsesiva: el pasado verano, por ejemplo, se supo que los príncipes Guillermo y Enrique iban a recibir por fin el vestido que su madre lució en su boda con Carlos, junto a otra colección de objetos. Eran algunos flecos de la herencia que habían quedado sueltos, a la espera de que el menor de los dos hermanos cumpliese los 30. El grueso de los 21 millones de libras que constituían la fortuna personal de Lady Di -la mayoría, procedente de su acuerdo de divorcio con el príncipe Carlos- quedó asignado a partes iguales para sus dos hijos, con 50.000 libras para su exmayordomo y diversos objetos para repartir entre sus diecisiete ahijados, aunque parece que este último deseo fue interpretado a la baja por los ejecutores del testamento.
Barato y sin ridiculeces
Como material de lectura, el testamento de celebridad más entretenido
de los incluidos en la base es seguramente el de Charles Dickens,
fallecido en 1870. El escritor dejó mil libras a la actriz Ellen Ternan,
su amante, y 8.000 a la hermana de su mujer, con la que, digamos,
también tenía una cercanía más estrecha que la habitual entre cuñados.
Pero lo más curioso del documento son las instrucciones para su funeral:
«Dispongo con énfasis ser enterrado de una forma barata, sin
ostentaciones y estrictamente en privado, y que no se haga anuncio
público de la hora o el lugar de mi entierro», dejó escrito, además de
exigir que a los asistentes no se les ocurriese presentarse ataviados
con capa ni con «ninguna otra ridiculez asquerosa».En la nueva web británica también se puede acceder a los testamentos de personajes ilustres como Winston Churchill, George Orwell -que insistió en que se conservaran todas sus notas y manuscritos-, el economista John Maynard Keynes -que, en cambio, reclamó que se destruyese la mayor parte de su material-, Alan Alexander Milne -el creador del osito Winnie The Pooh legó parte de sus derechos de autor a su club favorito de Londres- o el filósofo Ludwig Wittgenstein, que había dado la espalda a la fortuna familiar y poseía 3.247 libras. Claro que, por muy disponibles que estén, no parece probable que la gente vaya a precipitarse en masa a profundizar en las voluntades de Wittgenstein.
TÍTULO: CALLEJEROS, LA LITERATURA SE PONE EXQUISITA,.
El año nuevo trae las últimas creaciones de Vargas Llosa, Murakami, Camilleri, Kerr y Banville, y poemas inéditos de Neruda, fotos,.
Cadáver exquisito
Cadáver exquisito es un juego de palabras por medio del cual se crean maneras de procrear, es decir, sacar de una imagen muchas más. El resultado es conocido como un cadáver exquisito o cadavre exquis en francés. Es una técnica usada por los surrealistas en 1925, y se basa en un viejo juego de mesa llamado "consecuencias"[cita requerida] en el cual los jugadores escribían por turno en una hoja de papel, la doblaban para cubrir parte de la escritura, y después la pasaban al siguiente jugador para otra colaboración.El cadáver exquisito se juega entre un grupo de personas que escriben o dibujan una composición en secuencia. Cada persona sólo puede ver el final de lo que escribió el jugador anterior. El nombre se deriva de una frase que surgió cuando fue jugado por primera vez en francés: « Le cadavre - exquis - boira - le vin - nouveau » (El cadáver exquisito beberá el vino nuevo). En resumidas cuentas se combinan cosas de una idea agregando elementos que pueden o no pertenecer a la realidad. Los teóricos y asiduos al juego (en un principio, Robert Desnos, Paul Éluard, André Bretón y Tristan Tzara) sostenían que la creación, en especial la poética, debe ser anónima y grupal, intuitiva, espontánea, lúdica y en lo posible automática. De hecho, muchos de estos ejercicios se llevaron a cabo bajo la influencia de sustancias que inducían estados de semiinconsciencia o durante experiencias hipnóticas.
Neruda y Lorca los llamaron poemas al alimón; Nicanor Parra y Huidobro, quebrantahuesos (Junto a Enrique Lihn y Jodorowsky hicieron una exposición denominada "el quebrantahuesos").
Nicolas Calas –vanguardista suizo- sostenía que un cadáver exquisito tiene la facultad de revelar la realidad inconsciente del grupo que lo ha creado, en concreto los aspectos no verbalizados de la angustia y el deseo de sus miembros, en relación con las dinámicas de posicionamiento afectivo dentro del mismo. Ernst observó que el juego funciona como un 'barómetro' de los contagios intelectuales dentro de un círculo de creadores.
Decía Rulfo que no existen más que tres temas básicos: el amor, la vida y la muerte: para captar su desarrollo normal, hay que saber cómo tratarlos, qué forma darles, sin repetir lo que han dicho otros. En tanto metabolismo continuado de anteriores lecturas, podría considerarse si la literatura no es en sí misma un gran cadáver exquisito a partir de temas y preocupaciones bastante simples.,etc,.
- Reparto
- Patrick Swayze, Jennifer Grey, Jerry Orbach, Cynthia Rhodes, Jack Weston, Jane Bruckner,.
- Johnny Castle (Patrick Swayze) es un experto profesor de baile y un amante consumado. Por su parte, Baby Houseman (Jennifer Grey) es una aburrida e inocente adolescente de 17 años. Un verano se conocen en el balneario donde él trabaja. Aunque pertenecen a clases sociales muy distintas, cuando la música suena y bailan al ritmo del dirty dancing, las diferencias que los separan desaparecen.
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