BLOC CULTURAL,

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viernes, 23 de noviembre de 2018

DESAYUNO CENA FIN SABADO -Gael García Bernal: «En México se ha creado un mito alrededor de este robo»,./ DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - La escritora Katherine Pancol - «Si sometemos el deseo a un contrato, vamos mal» ,. / Las rutas Capone - Un día de caza con rehalas,.

TITULO: DESAYUNO CENA FIN SABADO - Gael García Bernal: «En México se ha creado un mito alrededor de este robo»,.
 

 DESAYUNO CENA FIN SABADO - Gael García Bernal: «En México se ha creado un mito alrededor de este robo» , fotos.

 Gael García Bernal: «En México se ha creado un mito alrededor de este robo»,.

Resultado de imagen de en mexico se ha creado un mito alrededor de este roboEl intérprete protagoniza 'Museo', que relata el saqueo de cientos de artefactos mesoamericanos en la Navidad de 1985,.

Resultat d'imatges de desayuno con huevoA los 30 años, Juan Núñez y Benjamín Wilson deben aún acabar su carrera de Veterinaria. Viven en un cómodo limbo en el distrito de Satélite, la versión de un suburbio español en la Ciudad de México. Hasta que una fatídica Nochebuena de 1985 ejecutan uno de los robos más infames en toda la historia de México. Saquean el Museo de Antropología, robando cientos de artefactos mesoamericanos, y se embarcan en una aventura que cambiará sus vidas. Protagonizada por Gael García Bernal, 'Museo' se desvía de los hechos ocurridos para crear una fabula cinematográfica.
–¿Es sorprendente que este robo haya ocurrido?
–La magnitud del robo supera las expectativas de estos ladrones aficionados que, a la mañana siguiente, se dan cuenta del alcance y las implicaciones de sus acciones. Dejan todo atrás y emprenden un viaje que los lleva desde las ruinas mayas de Palenque hasta el decadente inframundo de la bahía de Acapulco, en un inútil esfuerzo por esconder tesoros tan valiosos y reconocibles que nadie se atreve a adquirir.
Resultat d'imatges de judias verdes con queso–Visitó las piezas robadas.
–Claro. Admiro mucho el Museo de Antropología de México. Cuando miras la historia de esas piezas... Son mitológicas, son parte de donde venimos, de la identidad de mi país. Así que en el momento en que los ladrones tocaron esas piezas también se convirtieron en parte de esa mitología. Su imagen y lo sucedido les ata a la historia. Lo más desalentador es que nunca descubrieron por qué lo hicieron. La película destaca la carencia de motivos para hacer algo de tanta transcendencia, tal vez lo hicieron porque estaban aburridos.
–¿Qué recuerda del robo?
–Nada, yo era muy pequeño. La generación anterior a la mía lo recuerda bien. La Ciudad de México es un lugar donde suceden muchas cosas impactantes todos los días. Noticias como esa son enterradas rápidamente. Haciendo esta película, los recuerdos de la gente comenzaron a volver. Escuchamos muchas historias contradictorias. En México se ha creado un mito alrededor de este robo.
–¿Cómo se enfrentó al personaje, sabiendo que era real y mucha gente lo recuerda?
–Contaba con la ayuda de Alonso Ruizpalacios, que es un gran director. Él tenía mucho conocimiento de los dos jóvenes. Había investigado mucho. Hablando con él, comprendí más su punto de vista. De esa manera, poco a poco, fui construyendo mi papel y tomé muchas cosas de la vida real. Es una historia atípica, extrema, que combina ficción y realidad. No he hecho un documental de los personajes. Me interesaba el viaje existencial: cómo un joven, hijo de un medico que lo tiene todo, se convierte en un criminal internacional buscado por la Interpol.
–Ya que menciona al director, ¿cómo se realizó el filme?
–Desde el momento en que Alonso se acercó a mí para hablar sobre el proyecto que, debo decir, fue hace muchos muchos años, consideré un deber interpretarlo. Admiro mucho su trabajo y compartimos una amistad desde hace mucho tiempo. Era algo en lo que sentía que debía participar. También quería hacer una película en mi país, México.
–¿Les dejaron filmar en el Museo de Antropología?
–Sólo en los pasillos y en el patio exterior. Este museo representa la culminación de una revolución cultural que comenzó después de la revolución sociopolítica a principios del siglo XX. Este museo es uno de los logros de esa revolución cultural: unir al país y construir una identidad. Digo esto desde mi punto de vista. Creo que nos ha dado la oportunidad de estudiar la compleja identidad mexicana, resaltar la inmensidad de la historia de México y aceptar el encuentro violento de dónde venimos.

  TITULO: DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - La escritora Katherine Pancol - «Si sometemos el deseo a un contrato, vamos mal» ,.
 

DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -La escritora Katherine Pancol - «Si sometemos el deseo a un contrato, vamos mal»  , fotos.



«Si sometemos el deseo a un contrato, vamos mal»,.

La escritora Katherine Pancol./EFE
La escritora Katherine Pancol.

La escritora Katherine Pancol, autora de 'Tres besos', afirma que «coger un libro es un acto de militancia»,.

Resultat d'imatges de cafe con churros gordos 2«El #metoo y el feminismo han logrado cosas maravillosas, pero están complicando en extremo las relaciones entre hombres y mujeres, dificultándolas y enrareciéndolas». Lo lamenta Katherine Pancol (Casablanca, 1954), la escritora francesa que ha protagonizado uno de los grandes fenómenos editoriales de la última década novelando relaciones de pareja y familia. Regresa con 'Tres besos' (AdN), novelón sobre los amores de tres generaciones en el que rescata a sus personajes de la trilogía 'Muchachas' y con el que aspirar a repetir su éxito. Y eso sabiendo que «coger un libro es hoy un acto de militancia».
Resultat d'imatges de una catala con quesoDe vuelta a París tras doce años en Nueva York, Pancol abomina ahora de la superficialiadad de las relaciones y el implacable modo de vida de los urbanitas estadounidenses, del liberalismo salvaje de su economía y de la tiranía de la corrección política. Lanza loas la cultura y a los modos de relación y de vida en el Viejo Continente.
Sabe que el machismo persiste y se agrava en muchas partes del mundo, «que en países como Bolivia o México mata más mujeres que en Europa», pero a pesar de los avances la calidad de las relaciones entre sexos empeora por momentos. «Las relaciones entre hombres y mujeres están tomando un carácter imposible. Es muy grave lo que está pasando en Estados Unidos. Sabiendo que movimientos como 'me too' y las denuncias por abusos han ayudado mucho a muchas mujeres, si caemos en el exceso y sometemos el deseo a cláusulas contractuales vamos mal, muy mal», dice.
«Los héroes hoy son las mujeres. Son seres de hierro», agrega la escritora. «Los hombres están un poco perdidos. En retirada. No saben donde ponen los pies y es como si estuvieran dormidos en sus laureles», es el diagnóstico de esta narradora que ha vendido millones de libros de sus dos trilogías sobe nuestra manera de amarnos y detestarnos.

Respeto

«La situación no es fácil, pero la estamos complicada en extremo. Es innegable que abusa de su poder quien lo tiene, ya sea económico, laboral, político o emocional, pero la clave es el respeto». «Hay que ponerse en el lugar de la mujer, claro, pero si imponemos demasiadas reglas la relación se hace casi imposible», plantea. «La clave es no hacer al prójimo lo que no quieras que te hagan a ti», resume la escritora, que cosecha más éxito entre las mujeres, cree que «la literatura no tiene género».
La posibilidad de fracasar no le quita el sueño. «Siempre hice lo que quise porque me apetecía, y seguiré haciéndolo. No tengo miedo al fracaso. Valoro los aspectos el triunfo, pero me importa un bledo», asegura risueña. «Me entusiasma publicar 'Tres besos', pero hay más cosas en la vida. Me gusta comer, viajar, conocer gente, bañarme en el mar, disfrutar de mis hijos, del amor... el éxito es algo abstracto y puede complicarte la vida. No refleja lo que soy. Mi libro preferido, 'Un hombre a distancia', es el que menos ha vendido. Me interesa es aprender y no tengo nada que demostrar», destaca.
Se hizo escritora por que su editor le obligó a escribir un libro –'Moi d´abord'– para rentabilizar el éxito de sus columnas. «Tenía 25 años y no me sentía escritora, pero vendí 300.000 ejemplares», rememora. Se permitió el lujo de instalarse en Nueva York y apartarse del ruido. Pero su editor le pidió otro libro al año siguiente. «Escribí el segundo para pagar los impuestos de primero y así hasta ahora. No me sentí escritora hasta el cuarto», ironiza.
Hiperactiva, alterna Pancol sus novelas con libros para niños, guiones radiofónicos y piezas teatrales. Su cabeza no para. «Trabajo sin descanso. Tengo demasiadas ideas. Es como si tuviera una cámara de vídeo en la cabeza. La vida es para mi como una partida no se detiene nunca», dice Pancol. No podría dejar de escribir –«si estoy mucho tiempo sin escribir me vuelvo insoportable, dicen mis hijos»– y aconseja escribir con plena sinceridad. «Debes tener el valor de escrbir incluso lo que avergüenza y no hacerte nunca trampa. Si lo haces, el lector no te perdonará», asegura.
En 'Tres besos' Pancol recupera la multitud de personajes cuyos destinos se entrecruzan en su narrativa. Cada uno de sus libros supera el medio millón de ejemplares y la escritora se mantiene entre los diez novelistas más vendedores de Francia. Fue profesora de latín antes de convertirse en periodista de éxito para medios como 'Cosmopolitan'. Su primera novela, publicada en 1979, fue un éxito y le granjeó un puesto como profesora de escritura creativa en la Universidad de Columbia. Pero el verdadero éxito llegó con 'Los ojos amarillos de los cocodrilos', primera entrega de una trilogía que completó con 'El vals lento de las tortugas' y 'Las ardillas de Central Park están tristes los lunes'. Volvía dar en la diana con la trilogía 'Muchachas', que como la anterior se ha publicado en una treintena de países.

 TITULO: Las rutas Capone  -  Un día de caza con rehalas,.


Un día de caza con rehalas,.

Perros de rehala. :: CARLOS MUÑOZ MARTÍN/
Perros de rehala. foto,.

Ángel Hurtado Nogales | Ingeniero de Montes

El sábado acompañé a un gran amigo rehalero en una jornada de caza. Es un chaval que todavía no alcanza la treintena, pero a pesar de la diferencia de edad es de esas personas que siempre quieres tener cerca, de los que forman parte de la familia que se elige.
El día comenzó temprano, como siempre que vamos al campo a disfrutar de nuestra afición, pero esta vez de una forma distinta, ya que acompañar a un perrero a recoger sus canes antes de una cacería es una experiencia única. Cuando sienten el ruido del motor acercándose a la perrera sus ladridos comienzan a sonar con un timbre especial que no te deja indiferente.
Montarlos en el carro es todo un ritual, y más en días como el pasado sábado en el que iban de estreno. Mi compañero no paraba de darme explicaciones sobre cada uno de los compartimentos que había estado preparando hasta bien entrada la noche, pero su cara de cansancio cambió rápidamente cuando sus compañeros de faena comienzan a subir; unos saltan solos al segundo piso, otros se hacen los remolones y se arriman a su pierna para que los suban. Cada uno tiene su propia rutina, como una familia cuando se sienta a la mesa.Los viajes hasta las fincas siempre son lentos en un vehículo que transporta animales, ya sea un camión o un todoterreno que arrastre un remolque. Por suerte para nosotros esto se convirtió en una oportunidad para ponernos al día de todos los temas que teníamos pendiente, ya que no nos vemos con la frecuencia que nos gustaría.
Eran las doce de la mañana cuando soltamos a los podencos que, a pesar de formar una sola rehala, superaban la treintena (muchos deberían tomar nota.). En estos tiempos que corren en los que cualquier sonido se transforma en un politono para la alarma del teléfono, alguien debería grabar la suelta de estos maravillosos animales. ¡Seguro que nos levantaríamos con más energía!Tras casi cuatro horas de caza, en las que las ladras se sucedieron sin descanso, tomamos camino de regreso. Hizo demasiado calor para mediados de noviembre. A pesar de que los perros llevaban más de 15 días de caza en esta temporada, les costó mantener el nivel todo el tiempo.
Creo que en ese momento empieza la parte más dura de la jornada de un rehalero; en ese instante aprecias algo que los cazadores de puesto fijo no solemos sufrir; la incertidumbre, el malestar por no tener controlados a todos tus compañeros de faena. Unos que no han llegado, otros que se pueden haber quedado en algún agarre con un jabalí, el que se despista y te obliga a buscarlo por todas las sueltas de la finca. No se descansa hasta que no están todos subidos al carro.
Pero tampoco en ese momento bajan la guardia, ahora tocaba ayudar a los compañeros. En el mundo de la rehala todavía sigue viva esa hermandad entre cazadores que respetan al perro por encima de todo y que ponen los medios a su alcance para ayudar a los demás, sabiendo lo mal que se pasa cuando eres tú el que sufre la pérdida. Se localizan los perros de los compañeros, se les avisa por las emisoras si no los puedes coger, y se ayuda a trasladar a las personas que incansablemente recorren la mancha caracola en mano hasta que el último perro está a buen recaudo.
Durante el transcurso de la tarde, cuando el monte te deja coger cobertura y conectar con el mundo que hay ahí fuera, recibimos desde distintos grupos de Whatsapp un vídeo que no nos dejó indiferentes. El famoso vídeo que lleva toda la semana copando minutos en informativos de televisión, radio, prensa y sobre todo en las redes sociales.
Mi compañero tuvo que apartar la mirada en varias ocasiones y le costó verlo completo. Rápidamente comprendimos la desgracia que había sufrido el conductor de la rehala, y comentamos la que se nos vendría encima con semejantes imágenes. Las estremecedoras imágenes de los perros cayendo al vacío siguen dando vueltas en mi cabeza, y de algún modo han dejado un sabor agridulce a una jornada inolvidable.
Pero no debemos olvidar que, a diferencia del perro de presa, el perro de caza no ha sido entrenado para perseguir y dar caza a su presa. Se trata de un instinto primario que ha conservado desde los tiempos previos a su domesticación, algo que conservan todas las razas en mayor o menor medida y que debemos respetar y conservar como parte de nuestra cultura.
Es muy triste ver cómo ciertos grupos animalistas y medios de comunicación sin escrúpulos han tratado de criminalizar tanto al propietario de los perros como al propio sector cinegético partiendo del pleno desconocimiento de la montería, del carácter combativo de estos animales y del amor que les profesan las personas que dedican su vida a la rehala.
Sin embargo, no debemos sentir vergüenza por todo lo ocurrido. El sector debe mostrarse más unido que nunca y de este desafortunado accidente aprender lecciones que nos ayuden a mejorar nuestra forma de mostrarnos ante la sociedad. Debemos actuar como esos podencos que cada jornada salen de nuevo del camión, con la misma fuerza, ilusión y ganas de demostrar que la caza no solo es nuestra pasión sino una parte muy importante de nuestra vida
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