foto.
Nos metimos en la cama comiéndonos a besos. La ropa tirada por el camino desde la puerta de entrada hasta el borde mismo de la cama. Tus pantalones, mi vestido, la ropa interior de uno y otro. Me abracé a tu cuello y dejé que me sostuvieras a pulso para que me apuntalaras, con el deseo explotándome a borbotones, con las ganas diseminándose por la habitación. Quisiste que lo que pudiera pasar, me sucediera antes a mí. Tomándotelo con calma, recreándote primero en mi espalda, después en mi cuello, por último entre mis piernas. Sentía tu lengua pasando y repasando cada uno de mis huecos, sintiendo la yema de tus dedos deslizándose por la piel. Hiciste y deshiciste todos y cada uno de mis nudos bebiéndome entera. Me abriste las piernas, separaste con los dedos y quisiste hacer. Lamiéndome y chupándome hasta que me corriera. Todos y cada uno de mis amantes forman parte de mi vida desde el instante en el que nos cruzamos en una cama. Sea donde sea donde nos juntamos, con los testigos que esa noche pudiera haber, desde que me ofrezco, incorporo a mi recuerdo el sabor de esa otra carne-
Los latigazos del orgasmo corroboraron tu empeño. Gracias, mi amor, por hacerlo tan bien.
Ahora me toca a mí. Déjame que sea yo la que se alimente de ti. Yo también te quiero comer. Quiero recrearme lamiendo desde el borde hasta la punta mientras con los dedos acaricio el reguerito de saliva que deja mi lengua en tu piel. Me he empeñado en suscribir todas y cada una de tus teorías sobre mí, corroborando lo que sospechabas, suscribiendo lo que imaginabas.
Quiero para siempre jamás mi nombre, mi tacto y mi olor en tu memoria, aunque no volvamos a cruzarnos ninguna otra vez. Venero las relaciones con fecha de caducidad y defiendo los polvos con nombre y apellidos. Rubrica con tu bendita existencia que una noche pudiéramos cruzarnos, para que así quiera recordarte el resto de mis días.
Fue bonito mientras duró. Pero más aún que nos empeñáramos en no olvidarlo.
TITULO: La Linterna La Cope - En Badajoz no quedan tórtolas,.
La Linterna La Cope,.
La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Juan Pablo Colmenarejo, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina.
En Badajoz no quedan tórtolas,.
Los cazadores de la ciudad protegen las fincas agrícolas de los daños de las aves,.
A las siete y media ya estaban en el campo de girasoles Jesús Rejas, Juan Antonio Pinto y su hijo Jesús Manuel. Pasaron la mañana cerca del paraje Los Frailes, en la carretera de Olivenza.A las once y media habían gastado dos cajas de cartucho sobre las bandadas de gorriones que llegaban a comerse las pipas de los girasoles. «Han destrozado la cosecha. Lo tienen todo mordido».
A Jesús le llamó el agricultor que cultiva la finca. Le avisó de que tenía la autorización de la Junta de Extremadura para cazar en la finca. Aficionado desde niño y con la misma repetidora desde hace 40 años, Jesús ve en los gorriones lo más parecido a la media veda en la ciudad.
En el cementerio viejo los estorninos atacan las higueras y en Valdebótoa los tordos los frutales
Como la mayoría, echa de menos a las tórtolas. «El que diga que caza muchas, miente». La media veda arranca pero Jesús es de los que tiene pocas esperanzas. En verano se conforma con acudir a las fincas agrícolas a proteger las cosechas. También le han avisado para disparar en un campo de higueras detrás del cementerio antiguo. En ese caso, los estorninos atacan a los árboles según ha podido comprobar él mismo. «Algunos propietarios están realmente desesperados. Se quedan sin nada». Jesús habla de una autorización especial de la Junta que obliga al cazador a tirar desde un puesto fijo. No puede moverse por el campo y debe que recoger las vainas de los cartuchos.
Jesús es de los aficionados veteranos. De niño vivió en una casa de la carretera de Olivenza en la que pasaban con frecuencia cazadores. y cuando apenas tenía quince años empezó a ir con ellos. Añora la caza libre de entonces, en la que no todo estaba sujeto a tasas. «Antes podía cazar todo el mundo, ahora cada vez menos, hay que pagar mucho y no todo el mundo se lo puede permitir».
Tampoco practica la media veda en los cotos. «Pierde la esencia». No le ve ningún atractivo acudir a un puesto a pocos metros del comedero el que se han alimentado las tórtolas desde primavera. Esa misma filosofía se la ha transmitido a su sobrino. «Hay muchas forma de salir al campo, a nosotros nos gusta la más sencilla».
Jesús Manuel apenas ha visto tórtolas este verano. En su opinión no llegan a Badajoz porque la migración desde Marruecos es menor. En el país norteafricano hay cada vez más rotación de cultivos y las aves ya no necesitan cruzar a Europa para encontrarse campos de girasol o de cereales. Junto al Corazón de Jesús, otro epicentro cinegético de la ciudad está en la carretera de Valdebótoa. En la cafetería de esta pedanía descansaban ayer a mediodía Manuel Ángel Sánchez y su hijo Daniel. Dos generaciones de la media veda con dos visiones muy distintas. El padre recuerda las jornadas de agosto en las que abundaba la tórtola. «En casi todas las casas se comían en verano». Ahora, apena las ve en el campo. Es un tema de conversación recurrente entre los aficionados cuando llega agosto. Manuel Ángel ha escuchado varias teorías. Desde la falta de humedales en el entorno de Badajoz al abuso de fitosanitarios en la agricultura. «Antes salía a cualquier rastrojo y las veía. Ahora nada». Padre e hijo tienen previsto salir el próximo domingo en busca de tórtolas. Pero no será en Badajoz. No merece la pena, insisten.
Su destino es un coto entre La Siberia y La Serena. «Allí hay grandes extensiones de cereal y agua».
Como a Jesús, a Manuel Ángel también le ha llamado un propietario de los frutales cerca de Gévora. «Hay gente que está en contra de esto, pero yo he visto como una bandada de tordos pueden acaban con la cosecha. Y es una ruina».
Recuerda además que se trata de un tipo de caza muy regulado. Tiene que solicitarlo el agricultor o el propietario de los terrenos y la Junta establece varias condiciones. Debe hacerse en un periodo de tiempo concreto.
Pertenecen a una sociedad en la que cada vez menos socios se apuntan a la media veda. La razón, explica el padre, es muy simple: En Badajoz ya no hay tórtolas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario