Matt Damon - foto
Matt Damon | ||
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Matt Damon en 2015 | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Matthew Paige Damon | |
Nacimiento | 8 de octubre de 1970 (45 años) Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Lengua materna | Inglés | |
Partido político | Partido Demócrata de los Estados Unidos | |
Familia | ||
Cónyuge | Luciana Bozán Barroso (2005-presente) | |
Hijos | Isabella (2006) Gia (2008) Stella (2010) Alexia (hijastra) |
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Educación | ||
Alma máter | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Actor Guionista Productor Filántropo | |
Año de debut | 1988 | |
Año de retiro | presente | |
Premios artísticos | ||
Premios Óscar | Mejor guion original 1998 Good Will Hunting |
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Globos de Oro |
Mejor guion 1998 Good Will Hunting Mejor actor - Comedia o musical 2016 The Martian |
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Otros premios | Premio de la Crítica Cinematográfica al mejor guion original 1998 Good Will Hunting |
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Damon desde entonces ha participado en películas de éxito comercial como Saving Private Ryan (1998) o dando vida a Jason Bourne.
Biografía
Primeros años
Matt Damon nació en Cambridge (Massachusetts), hijo de Kent Telfer Damon, agente inmobiliario y ex corredor de bolsa, y de Nancy Carlsson-Paige, maestra infantil y profesora en la Universidad de Lesley y tiene un hermano, Kyle, que es un escultor y artista.Estudió en la Cambridge Rindge and Latin School en Cambridge, donde entabló amistad con un vecino y también alumno de esta escuela, Ben Affleck, con quien compartiría el mismo anhelo de convertirse en actor cinematográfico. Finalmente juntos protagonizaron y escribieron el guion de la película Good Will Hunting con la que ganaron un premio Óscar al mejor guión original. Se graduó en 1988 y empezó a estudiar en la Universidad de Harvard, pero no llegó a finalizar debido a que comenzó con sus primeros trabajos.
Carrera
Un éxito más rotundo le llegaría en 1997 con su propio guion y su interpretación en Good Will Hunting donde trabajó con Ben Affleck y Robin Williams y le valió un Óscar como guionista y su primera candidatura como actor (la segunda le llegó en el año 2010 por su papel en Invictus)
A partir de ahí le llovieron las ofertas de trabajo y comenzó a interpretar diversos personajes como el asesino Tom Ripley en The Talented Mr. Ripley por el que fue nominado al Globo de Oro como mejor actor "drama"; el ángel caído de Dogma, en la que volvió a trabajar con Ben Affleck; el hermano siamés de Pegado a ti donde compartía cuerpo con Greg Kinnear; Gerry, donde interpretaba al personaje que daba nombre a esta película experimental dirigida por Gus Van Sant; un jugador de golf en La leyenda de Bagger Vance, en la que trabajó junto a Will Smith o el cow-boy aventurero de All the Pretty Horses donde compartió cartel con Penélope Cruz y Henry Thomas.
En 2001 participaría junto a otras estrellas de Hollywood como Brad Pitt, George Clooney y Blake Lively en la primera película de la saga Ocean's, dirigida por Steven Soderbergh. Tanto en Ocean's Eleven como en Ocean's Twelve y Ocean's Thirteen interpretaría a Linus Caldwell, uno de los integrantes de la banda de ladrones. Pero sin duda su trilogía más exitosa es en la que da vida a Jason Bourne, un agente de élite de la CIA que, tras un episodio amnésico, trata de recuperar su identidad. En 2002 estrenaría The Bourne Identity que vendría seguida de The Bourne Supremacy y The Bourne Ultimatum, gracias a las cuales ha conseguido ser de los actores más rentables del cine.
Otros trabajos posteriores han sido tan variados como el del analista energético de Syriana; el de uno de los hermanos Grimm en el film de Terry Gilliam; Colin Sullivan, el policía corrupto de The Departed, ganadora del Óscar a la mejor película y donde trabajó con Jack Nicholson, Leonardo DiCaprio y Mark Wahlberg, entre otros; o Edward Wilson, el agente de la CIA que interpretó en El buen pastor, dirigida por Robert De Niro. En 2011 interpretó el personaje de un político norteamericano que mantiene un romance con una bailarina Emily Blunt en The Adjustment Bureau, un film con una suerte de romance, ciencia ficción y suspense; escrita y dirigida por George Nolfi. Y en 2013 fue el protagonista de Elysium. También fue protagonista de The Martian en 2015.
Vida privada
El 10 de septiembre de 2008, en una entrevista a la agencia AP, declaró su inquietud sobre la candidata a vicepresidenta del Partido Republicano a la presidencia de los Estados Unidos, la gobernadora de Alaska Sarah Palin, por su poca experiencia en política internacional y el temor a reformas educativas ultraconservadoras. El Partido Republicano reaccionó con un comunicado desacreditando al actor al no tener experiencia política y calificándolo como "de la farándula". En cambio los seguidores del Partido Demócrata aplaudieron las declaraciones de Damon.
TITULO: REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA -CARLOS PRIETO NO SE VUELVE A CASA,.
Carlos Prieto no se vuelve a casa - foto,.
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El jugador de balonmano emeritense, tras un notable curso en el Wetzlar de la Bundesliga, seguirá en Alemania, con o sin equipo,.
Cuando Carlos Prieto pasea con su mujer y su hija Nora por Mérida, es un tipo «muy alto» más. Un ciudadano. Cuando lo hace, sin embargo, por Wetzlar, una ciudad alemana del estado federado de Hesse, Carlos Prieto es un bronce olímpico (Pekín 2008) y un oro en los Juegos del Mediterráneo (2005); es tres veces campeón de la Copa de Europa, dos de la Recopa y tres de la Supercopa europea; es cuatro veces campeón de la Liga y la Copa ASOBAL y dos de la Copa del Rey y la Supercopa de España; y, sobre todo, es un jugador de balonmano con prestigio en Eslovenia, Suiza, Dinamarca y, por supuesto, Alemania. Por eso lo miran de soslayo, lo señalan disimuladamente, susurran sobre su identidad y lo dejan pasar para no molestarle, al más puro estilo de las civilizaciones tibias y respetuosas. La diferencia de apreciación es tal porque mientras que Alemania ha mantenido viva la llama por su balonmano, España la ha soplado.
«La diferencia entre el balonmano alemán y español es enorme. Allí es el segundo deporte en seguimiento. Ahora lo disfruto como protagonista, pero antes, desde la lejanía, me daban envidia. Ahora, en cambio, lo que me da pena es la Liga que tenemos aquí: no hemos sabido aprovechar los veinte años de éxitos de la selección», lo explica Carlos Prieto Martos (Mérida, 1980), que se ha marcado una notable temporada en el HSG Wetzlar, antiguo HSG Dutenhofen. Con el decimocuarto presupuesto de la Bundesliga alemana, se metieron sextos a dos jornadas del final. «Y casi llegamos al récord de clasificación de la historia del club», subraya el emeritense.
Ya sabe que no va a continuar a orillas del río Lahn, casi en el corazón de Alemania: ha terminado contrato y espera «algo más interesante». «Con mi edad ya no me entran las prisas. Me tomo este periodo con mucha filosofía. Seguro que tendré nuevas y buenas oportunidades», tranquiliza, porque sabe que su reputación anda ligada al crédito.
Y necesita más formación todavía, por eso ve su regreso a España aún lejano. «La culpa de cómo está el balonmano en nuestro país es general. No había gente en los clubes que supieran gestionar los éxitos: en vez de reinvertir, hemos apostado por el pan para hoy y hambre para mañana. Se ha mirado poco por las nuevas generaciones y por los problemas que podrían surgir. En Alemania también hay errores, por supuesto, pero estructuran a medio-largo plazo, lo que da facilidades para subsanar errores o cambiar a última hora. Tienen planes B y C y D. Aquí se nos da mejor saborear los éxitos, pero no miramos más allá», puntualiza Carlos Prieto.
Cuando Carlos Prieto jugaba cada quince días en el Palau Blaugrana, las gradas presentaban un aspecto inmejorable: casi llenas. Jugase contra quien jugase. Cuando Carlos Prieto, pocos años después, visitaba el Palau Blaugrana en Champions, el aforo no estaba ni a la mitad. «En España todo se lo lleva el fútbol, y hay que volver a poner, aunque sea poco a poco, la ASOBAL donde se merece. La selección tiene un seguimiento, pero la Liga no. Por eso se han ido muchos grandes talentos al extranjero, y los que se han quedado juegan todos en el Barcelona. Teníamos la mejor Liga del mundo y no hemos sabido utilizarla, venderla, darle continuidad.».
Carlos Prieto creció bajo el manto de la mejor etapa del balonmano en nuestro país: empezó a botar, saltar y lanzar en Extremadura con el Giner de los Ríos, en la Liga escolar regional, y de ahí pegó el salto a la cantera del FC Barcelona en el verano del 97. «Me iba contento porque en Barcelona iba a poder comprar la música que me gustaba. Aquello era la gloria, porque entonces no existía internet. Aunque, en realidad, no pensaba dedicarme profesionalmente a esto. Hasta que salgo del Barcelona no me doy cuenta de que podía vivir del balonmano». Habla del verano de 1999, cuando desfila por el Gáldar, el Ciudad Real y el Valladolid. En 2009, tras colgarse el bronce olímpico y no volver a ser convocado con la selección, emigra a Alemania para jugar en el Rhein Neckar Löwen. Luego se convertiría en el primer jugador no balcánico en jugar en la Liga eslovena con el RK Celje. Y por último llegarían el Bergischer alemán, el Kobenhavn danés y el Kadetten Schaffhausen suizo.
«Son ya siete años fuera, y suelo adaptarme y desenvolverme bien al país al que me voy. Me gusta el tipo de vida que llevan. Eso sí, echo mucho de menos la familia y el clima. A la comida y al estilo te adaptas, pero a que no haya sol.». Por eso disfruta ahora con su mujer asturiana y su hija Nora por Gijón, tras pasarse unos días por la casa de sus padres en las traseras del estadio Romano, mientras escucha ofertas y ofertas que, de momento, no le convencen. Lo dicho, su currículo le evita las prisas. Total, todo pasa por Alemania.
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