Primer plato: Piquillos rellenos de brandada , fotos
Tiempo de preparación: 45 minutos; Ingredientes para: 4 personas
Elaboración: pelamos y troceamos las patatas medianas, las colocamos en una olla y las cubrimos con agua y una pizca de sal. A fuego suave, las dejamos cocer durante 25 minutos. Metemos entonces los lomos de bacalao en el microondas: 5 minutos a máxima potencia.Picamos el perejil sobre la tabla y hacemos la salsa. En un vaso de batidora metemos diez piquillos con el tomate concentrado, la mahonesa, el pimentón, el vinagre, el tabasco, el aceite de oliva y la sal. En la olla añadimos el aceite con los ajos y el perejil. Los rehogamos evitando que cojan color y añadimos el bacalao deshuesado con las manos. Echamos también la piel y un poco de pimienta.Con un machacador trituramos las patatas y las añadimos al bacalao.
Acabado y presentación: ya retirada la olla del fuego, rectificamos la sazón, espolvoreamos con perejil picado y con aceite de oliva crudo.Rellenamos entonces con esta brandada los veinte pimientos del piquillo, ayudándonos con una manga.Una vez que los hemos rellenado, podemos elegir entre comerlos fríos o calientes. En este caso, los metemos en el horno unos minutos y los servimos con la salsa caliente. Aliñamos aparte unas hojas de perejil y chalotas en tiras, salpimentamos y las colocamos sobre los pimientos.
Mis trucos
A la hora de desalar el bacalao, es conveniente colocar las tajadas dentro del agua con la piel hacia arriba, porque, si no, la piel actúa como una coraza que dificulta la salida de la sal y tiende a concentrarse en esa zona.
Paso a paso
1. Se meten en un vaso de batidora diez piquillos, el tomate, la mahonesa, el pimentón y el tabasco.
2. Se Añade el bacalao deshuesado con las manos a la olla en que se rehogan los ajos y el perejil en aceite.
3. Se echan las patatas, ya cocidas y luego trituradas con un machacador, a la olla con el bacalao, los ajos y el perejil.
4. Se Rellenan los veinte piquillos con la brandada que hemos preparado, ayudándonos con una manga.
El vino
Marqués de Cáceres Rosado 2014. Las uvas tempranillo y garnacha tinta de viñas de 20 años de Cenicero y La Rioja alavesa ofrecen este rosado de bonito color coral, fresco, goloso y de gran carnosidad. Ideal, a 7 ºC, con platos de cocina mediterránea y oriental, arroces, pastas y pizzas. Precio: 5 ¬. J. L. RECIO
Reinos de humo (por Benjamín Lana)
Estén tranquilos
Andan los cenáculos revueltos con la cocina de vanguardia española, esa que algunos identificaban con raciones de gorrión y deconstrucciones. Ahora que el perro está más flaco con la crisis y el abandono de Adrià, todo son pulgas. Que si ya no somos potencia, que si se demostró que lo de conceptualizarlo todo era flor de un día, que donde esté un buen potaje se quiten las esferificaciones... Somos aficionados a pasar de don Juan a Juanillo. Pero permítanme que les tranquilice. Detrás de talentosos y esforzados navegaron otros muchos. Corría el dinero y bastaban chaquetillas negras y un menú degustación para cobrar duro. Eso sí se lo llevó la corriente. Lo sincero resistió, cada uno como pudo, y algunos, con más alma de empresarios que de cocineros, ahí continúan, en otra onda. Los chefs de medio mundo piensan aún hoy en este paisito cuando quieren formarse o inspirarse. La Michelin ha concedido tres estrellas a dos menores de 40 en estos últimos años, y su competencia anglosajona de 50 Best dice que España es el único país con 7 entre los mejores 50, incluido el número uno: El Celler de Can Roca. Pocos estados pueden mostrar una docena larga de nombres tan interesantes. Los hermanos Roca, Andoni Aduriz, Quique Dacosta acabo de comprobar su estado de forma, Nacho Manzano, Albert Adriá y, según me cuentan, Dani García (por citar unos pocos de distintos 'palos') siguen insuflando aires nuevos, con o sin sifón, a la cocina creativa. Están quizá hasta más centrados, perdida la graciosa insolencia de la juventud, ganada la capacidad de simplificar.
TÍTULO: EL HORMIGUERO LUNES 31 AGOSTO - Un 'chivato' en el espacio,.
Un 'chivato' en el espacio
Gracias a ellos no nos hemos perdido ningún acontecimiento
en el último medio siglo. También posibilitaron una línea caliente para
que los presidentes norteamericano y soviético intercambiasen insultos
antes que misiles nucleares. Son los satélites de comunicaciones, cuyo
abuelo es el Intelsat 1. Primero fue ciencia ficción. Una idea formulada
en 1946 por el escritor Arthur C. Clarke, que no había perdido la fe en
el progreso, aunque solo había pasado un año desde la bomba atómica. En
1957 los soviéticos lanzaron el Sputnik 1, primer satélite artificial,
contestado en 1963 por la NASA con el Syncom 2. Eran los tiempos de la
Guerra Fría y primaba el interés militar. Hasta que en 1965 un consorcio
ponía en órbita el primer satélite comercial, inaugurando la
explotación pacífica del espacio. Hoy, la industria de los satélites
factura 200.000 millones de euros al año. Y ha cambiado nuestras vidas:
globales e interconectadas.El Intelsat 1, bautizado Early Bird (Pájaro
Madrugador), hizo posible las conexiones en directo entre continentes.
Al principio, un único canal de televisión o 240 conferencias
telefónicas. Tuvo un precursor, el Telstar (1962), pero estaba en una
órbita elíptica y no geoestacionaria, lo que dificultaba su
operatividad. En una órbita geoestacionaria, a 36.000 kilómetros de
altura, un satélite da una vuelta a la Tierra en 24 horas. De este modo,
siempre se encuentra sobre el mismo punto de la superficie. Esto es
ideal para suministrar datos a una región concreta durante todo el
día.Hasta 2011, Intelsat fue una compañía intergubernamental; desde
entonces es privada. Sus satélites hicieron posible que viéramos la
llegada del hombre a la Luna en 1969; el Mundial de Argentina (1978),
evento con más de mil millones de espectadores; y la guerra del Golfo en
1991, que cambió nuestra manera de consumir noticias. Permitió, además,
la conexión del teléfono rojo entre la Casa Blanca y el Kremlin desde
1974.
Un tambor
El Intelsat 1 de 34,5 kilos funcionaba por radiofrecuencia. Los satélites de hoy albergan ingenios de varias toneladas y emisores digitales de banda ancha.
'Taxi' en órbita
Los satélites necesitan un taxi que los ponga en una órbita geoestacionaria. El año pasado despegaron 191 cohetes, como el Arianne 5 (en la foto).
Basura espacial
La órbita geoestacionaria se ha usado ya unas 900 veces y empieza a estar saturada, como muestra esta ilustración de denuncia.
Un tambor
El Intelsat 1 de 34,5 kilos funcionaba por radiofrecuencia. Los satélites de hoy albergan ingenios de varias toneladas y emisores digitales de banda ancha.
'Taxi' en órbita
Los satélites necesitan un taxi que los ponga en una órbita geoestacionaria. El año pasado despegaron 191 cohetes, como el Arianne 5 (en la foto).
Basura espacial
La órbita geoestacionaria se ha usado ya unas 900 veces y empieza a estar saturada, como muestra esta ilustración de denuncia.
TÍTULO: No es tan fiera el león...
No es tan fiera el león. / foto
A los leones les gusta cazar -y comer- búfalos. Pero 'de a
uno'. Y si no son muy grandes. Cuando lo que se encuentran es un grupo
de machos juntos y no dispuestos a ceder ninguna cría, la cosa se
complica. Y el cazador puede convertirse en presa. Eso es lo que
presenciaron Charles Comyn, autor de la foto, y su mujer, que se
encontraban de safari en la reserva natural de Masái Mara, en Kenia. El
león no solo tuvo que trepar al árbol, sino mantenerse un rato allí
agarrado mientras los búfalos se aseguraban de que pasaba ilesa toda la
manada.
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