Presentación sin fallo en el guión
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El Cacereño solventa sin apuros la puesta de largo ante su público ante una UP Plasencia que sirvió de sparring,.
Había ganas de fútbol en Cáceres y eso se notó en las gradas de la Ciudad Deportiva, prácticamente repletas, con un buen ambiente, partiendo siempre de la base de que la masa social del Cacereño no es hoy ni la sombra de lo que fue, mermada por los avatares y desengaños no ya solo de los últimos años, sino también de las últimas décadas. Aún así, la entrada gratuita animó a un público local que llenó en gran parte el único graderío de las instalaciones dependientes de la Junta de Extremadura, cedidas de forma puntual para este encuentro de puesta de largo. No eran todos los que son, pero dio igual. Ir a ver al Cacereño es, quizás, uno de los actos sociales más peculiares en la ciudad. No es algo que dé prestigio en la localidad, ni siquiera es una moda. Más bien, un hábito arraigado entre los futboleros con más pureza.
Ayer, en la Ciudad Deportiva, los aficionados que cada año comparten frío, lluvia o calor, fueron a presentarse los unos a los otros. Lo que sucediera en el terreno de juego pocas conclusiones iba a dejar, frente a una UP Plasencia de Regional Preferente, lejos de sus mejores días.
Comenzaba el sparring particular de los de Ángel Marcos con una primera mitad caracterizada por un carrusel de oportunidades que, desde el inicio, tuvo el Cacereño.
Con un once que presumiblemente sea el que pueda saltar al terreno de juego el próximo fin de semana en Gijón, a excepción de Palero en el lateral derecho, cuyo puesto ocupó Gonzalo, el conjunto verdiblanco, ayer de rojo como en toda la pretemporada, practicó un monólogo futbolístico ante un rival que, más que aguantar las embestidas locales, gozó de la suerte que no tuvo el equipo de Ángel Marcos, desafortunado de cara al gol tras un carrusel de claras oportunidades para todos los gustos y colores, pero sin atino.
Solo acertó Antonio Amaro tras aprovechar un rechace del meta local dentro del área. Era el minuto 10 de partido y parecía que la fiesta de presentación podía acabar en festival.
Segunda parteYa en la segunda parte, con un Plasencia menos incisivo que en la primera mitad, cuando tuvo alguna que otra oportunidad, se dedicó a mantener el tipo ante un conjunto superior tanto en quilates futbolísticos como en fondo físico. Los de David Salvo vieron cómo Martins, dentro del área pequeña, remataba de cabeza un buen centro de Gállego desde la banda derecha. Tras más ocasiones fallidas, el Cacereño puso la puntilla con otro gol de cabeza en el minuto 71, obra de Carlos Valverde.
El Cacereño despertó en algunos compases del encuentro varios aplausos de un repleto graderío que, no obstante, sabía que estaba ante una especie de entrenamiento con público y luz artificial. Esto último, una verdadera rareza en el club verde, tras el derrumbe de una de las torretas del Príncipe Felipe en enero de 2013 y que, por imposibilidad económica por parte del club, no se ha reestablecido.
Con los cuatro brasileños anunciados ya en Cáceres, solo uno de ellos, el delantero Almeida, quien también jugase el pasado viernes en Sierra de Fuentes, tuvo oportunidad de reivindicar su talento ante los ojos de Marcos, aunque no gozó de los minutos suficientes en la segunda parte para convertirse en parte protagonista de este ensayo, que acabó con el 3-0 definitivo.
El Cacereño, que antes del inicio del encuentro presentó a los integrantes de una plantilla aún en construcción, despide la pretemporada con sabor agridulce. Es evidente que, a falta de un delantero matador y de garantías, el once titular puede ser más que suficiente para no pasar apuros esta temporada. La asignatura pendiente está en un fondo de armario que aún genera algunas dudas sobre el rendimiento que pueda presentar en la categoría, teniendo en cuenta los imprevistos en forma de lesiones, sanciones e incluso marchas en el mercado invernal que puedan sucederse en el próximo curso.
TÍTULO: REVISTA CAMPO - TOROS - PERERA SE IMPONE Y TRIUNFA CON DOS OREJAS,.
Perera se impone y triunfa con dos orejas
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El diestro extremeño se supera ante la adversidad ganadera y demuestra en Málaga el gran momento que atesora
El primero de Ventura fue un toro colaborador, de nobles y prontas en sus embestidas, lo que aprovechó el jinete para diseñar una labor de alto nivel. Destacó en el recibo con Altazona, pero los momentos de mayor intensidad los protagonizó sobre Nazarí en banderillas, llevando siempre al toro enceladito a dos pistas, y con Maño, con quiebros, recortes y adornos, con los que hizo las delicias de los tendidos malagueños, que le premiaron con un merecido apéndice.
El cuarto fue bien distinto, un toro manso y complicado, moviéndose a arreones y sin ninguna fijeza. La faena de Ventura, de mucha entrega, contó con los pasajes más estimables a lomos de Chalana, principalmente en los 'efectos especiales'. Con Remate subió el diapasón de su faena con las cortas al violín en el epílogo de una labor malograda a última hora.
El Juli, sin toros propicios para su estilo, estuvo también toda la tarde a medio gas. El madrileño apechó en primer lugar con un toro tan noble y dócil, como falto de raza y fondo. Diseñó una faena correcta, con tandas sobre la mano derecha de muletazos largos y templados, limpios y ligados, pero con poquito ajuste y sin la transmisión requerida. El toro se vino a menos enseguida y la faena se acabó diluyendo. Pinchó el torero antes de dejar la estocada, y fue ovacionado.
El quinto no tuvo ni un pase. El Juli trató de estructurar una faena a todas luces imposible por la nula colaboración del astado, con el que anduvo mal en la suerte suprema.
Buena tarde la firmada por Miguel Ángel Perera, que fue el triunfador. En su primero dejó constancia de su gran concepto del toreo ante el mejor toro de la corrida. Cambiados por la espalda dieron paso a una labor de notable dominio y hondura sobre la derecha. Todo con importancia y belleza. Funcionó la espada. Oreja de peso.
El sexto fue un toro manso pero con la virtud de la movilidad, y Perera estuvo firme con él, toreando con suficiencia y aplomo en un primer tramo de faena en el que logró muletazos meritorios. Ya con el toro prácticamente en las últimas, el extremeño exhibió su labor, con un arrimón final, dejándose acariciar los muslos con los pitones de mucho calado. Lástima de los dos bajonazos finales, lo que enturbiaron, en cierta parte, su quehacer. El presidente le concedió un apéndice.
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