BLOC CULTURAL,

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domingo, 4 de enero de 2015

REVISTA GIGANTES, BALONCESTO, EXTREMEÑO, GUADALAJARA-81-CÁCRES-65-/ REVISTA GIGANTES, BALONCESTO, NBA, KNICKS-81-PISTONS-97-,/ EL BLOC DEL CARTERO, UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( XXXVII ),./ LA CARTA DE LA SEMANA, A MANTENER SUS OPCIONES ANTE EL DEPORTIVO,.

TÍTULO: REVISTA GIGANTES, BALONCESTO, EXTREMEÑO, GUADALAJARA-81-CÁCRES-65-,.

Resultado Final,./ foto,.

 GUADALAJARA-81-CÁCRES-65-,.

Los extremeños se dejan la clasificación en la pista del Guadalajara, donde cayeron por más de once puntos, etc,.

TÍTULO: REVISTA GIGANTES, BALONCESTO, NBA, KNICKS-81-PISTONS-97-,.

Resultado Final,. / foto,.

 KNICKS-81-PISTONS-97-,.

Los Kniscks vuelven a caer en el Madison para sumar la décima derrota consecutiva, etc,.

TÍTULO: EL BLOC DEL CARTERO, UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( XXXVII ),.

 UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( XXXVII ),.foto,.

 El peor enemigo exterior que España tuvo en el siglo XVIII -y hubo unos cuantos- fue Inglaterra. Al afán británico porque nunca hubiese buenos gobiernos en Europa hubo que añadir su rivalidad con el imperio español, que tuvo por principal escenario el mar. Las posesiones españolas en América eran pastel codiciado, y el flujo de riquezas a través del Atlántico resultaba demasiado tentador como para no darle mordiscos. Pese a muchas señales de recuperación, España no tenía industria, apenas fabricaba nada propio y vivía de comprarlo todo con el oro y la plata que, desde las minas donde trabajaban los indios esclavizados, seguían llegando a espuertas. Y ahí estaba el punto. Muchas fortunas en la City de Londres se hicieron con lo que se le quitaba a España y sus colonias: acabamos convirtiéndonos en la bisectriz de la Bernarda, porque todos se acercaban a rapiñar. El monopolio comercial español con sus posesiones americanas era mal visto por las compañías mercantiles inglesas, que nos echaron encima a sus corsarios (ladrones autorizados por la corona), sus piratas (ladrones por cuenta propia) y sus contrabandistas. Había bofetadas para ponerse a la cola depredadora, en plan aquí quién roba el último, hasta el punto de que faltó arroz para tanto pollo. Eso, claro, engordaba a las colonias británicas en Norteamérica, cuya próspera burguesía, forrándose con lo suyo y con lo nuestro entre exterminio y exterminio de indios, empezaba a pensar ya en separarse de Inglaterra. España, aunque con los Borbones se había recuperado mucho -obras públicas, avances científicos, correos, comunicaciones- del desastre con el que se despidieron los Austrias, seguía sin levantar cabeza, pese a los intentos ilustrados por conducirla al futuro. Y ahí tuvieron su papel ministros y hombres interesantes como el marqués de la Ensenada, que, dispuesto a plantar cara a Inglaterra en el mar, reformó la Real Armada, dotándola de buenos barcos y excelentes oficiales. Aunque era tarde para devolver a España al rango de primera potencia mundial, esa política permitió que siguiéramos siendo respetables en materia naval durante lo que quedaba de siglo. Prueba de lo bien encaminado que iba Ensenada es que los ingleses no pararon de ponerle zancadillas, conspirando y sobornando hasta que lograron que el rey se lo fumigara (esto seguía siendo España, a fin de cuentas, y en Londres nos conocían hasta de lejos); y nada dice tanto a favor de ese ministro, ni es tan vergonzoso para nosotros, como la carta enviada por el embajador inglés a Londres, celebrando su caída: «Los grandes proyectos para el fomento de la Real Armada han quedado suspendidos. Ya no se construirán más buques en España». De cualquier manera, con Ensenada o sin él, nuestro XVIII fue el siglo por excelencia de la Marina española, y lo seguiría siendo hasta que todo se fue a tomar por saco en Trafalgar. El problema era que teníamos unos barcos potentes, bien construidos, y unos oficiales de élite con excelente formación científica y marina, pero escaseaban las buenas tripulaciones. El sistema de reclutamiento era infame, las pagas eran pésimas, y a los que volvían enfermos o mutilados se les condenaba a la miseria (lo mismo eso les suena). A diferencia de los marinos ingleses, que tenían primas por botines y otros beneficios, las tripulaciones españolas no veían un puto duro, y todo marinero con experiencia procuraba evitar los barcos de la Real Armada, prefiriendo la marina mercante, la pesca e incluso (igual también les suena esto) las marinas extranjeras. Lo que pasa es que, como ocurre siempre, en todo momento hubo gente con patriotismo y con agallas; y, pese a que la Administración era desastrosa y corrupta hasta echar la pota, algunos marinos notables y algunas heroicas tripulaciones protagonizaron hechos magníficos en el mar y en la tierra, sobándoles el morro a los ingleses en muchas ocasiones. Lo que, considerando el paisanaje, la bandera bajo la que servían y el poco agradecimiento de sus compatriotas, tiene doble mérito. El férreo Blas de Lezo le dio por saco al comodoro Vernon en Cartagena, Velasco se batió como un tigre en la Habana, Gálvez -héroe en Estados Unidos, desconocido en España- se inmortalizó en la toma de Pensacola, y navíos como el Glorioso supieron hacérselo pagar muy caro a los ingleses antes de arriar bandera. Hasta el gran Horacio Nelson (detalle que los historiadores británicos callan pudorosamente), se quedó manco cuando quiso tomar Tenerife por la cara, y los de allí, que aún no estaban acostumbrados al turismo, le dieron las suyas y las del pulpo.

TÍTULO:  LA CARTA DE LA SEMANA, EL DON BENITO, A MANTENER SUS OPCIONES ANTE EL DEPORTIVO,.

A MANTENER SUS OPCIONES ANTE EL DEPORTIVO,.-foto,.

Año nuevo, mismos objetivos. Don Benito y Deportivo Pacense se cruzan en el Vicente Sanz para cerrar la primera vuelta del campeonato y ...

Los rojiblancos reciben a los pacenses con el objetivo de cerrar una gran primera vuelta y no descolgarse de la cuarta plaza,.

Año nuevo, mismos objetivos. Don Benito y Deportivo Pacense se cruzan en el Vicente Sanz para cerrar la primera vuelta del campeonato y no desviarse en exceso de sus respectivos caminos. Los rojiblancos, tras perder en Santa Amalia, buscan reaccionar y sellar en 33 los puntos de una primera vuelta por encima de sus expectativas. En condiciones normales, con dicha puntuación, la cuarta plaza debería estar más cerca, pero la desigualdad del grupo y el frenético ritmo de los cuatro de cabeza la han quedado más lejos de lo esperado. Aún así, para seguir soñando, a los calabazones sólo les vale un triunfo. Ganar y respirar necesitaría también el Deportivo Pacense. Sus cuatro últimas derrotas lo han condenado al último puesto de la tabla y, aunque la permanencia estaría a un partido, las últimas sensaciones del equipo no son buenas.
El Don Benito espera comenzar con buen pie un 2015 esperanzador. A nivel deportivo, el club está cumpliendo con creces en su segunda campaña de transición. A nivel institucional, las cuentas salen y a largo plazo la entidad podría aspirar a cotas más altas. Mientras, toca pensar en el presente. Isidro y Óscar Hernández, lesionados, son bajas para hoy. También lo es Pablo Toledano, por acumulación de tarjetas. Ante la ausencia de centrales, Sosa podría optar por situar a Javi Ramiro, que vuelve tras sanción, en el eje de la zaga junto a Emilio Pinto.
«La gente de abajo se nos está dando mal. No quiero que caigamos en la relajación. El Deportivo tiene jugadores muy jóvenes, pero con calidad. Hay referencias como el partido ante el Díter que indican que pueden llegar a hacerlo muy bien», advierte Emilio Sosa. No se fía el entrenador del Don Benito de su rival de hoy. Por ello la semana de trabajo ha sido seria, con entrenamiento incluido el día de Año Nuevo.
En cuanto al mercado, el Don Benito sigue buscando refuerzos. Desde la directiva se habla de un central y un delantero, pero Sosa deja claro que la prioridad es el ataque.
El Deportivo
En estas fechas, los deseos del Deportivo Pacense no difieren en exceso a los de cualquier club de nuestra Tercera, es decir, comenzar bien el nuevo año. El problema es que la soga cada vez aprieta más el cuello de los cachorros de Juan Antonio Macarro, alojados en un farolillo rojo evitable cueste lo que cueste. «Yo sólo quiero que en este 2015 tengamos la suerte que nos ha faltado en los últimos partidos», suspira el técnico. Que la cita del Vicente Sanz sea complicada no implica arrojar la toalla pues este equipo ha dado buenas impresiones ante clubes de mayor calado.
Macarro tiene las bajas de Caparrete, con microrotura en el cuadriceps desde el partido ante el Olivenza; Parri, con molestias en los isquios que aconsejan descanso para evitar males mayores; y el meta Josemi, por decisión técnica.

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