BLOC CULTURAL,

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martes, 29 de marzo de 2022

Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado - 9- Abril - Pandemia, Ucrania... ¿Por qué las malas noticias nos obsesionan? ,./ El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero - Baloncesto - El Cáceres, a por otro gigante,. / La Paisana - Velaí - barrio - Cáceres Ayuda Humanitaria recauda 1.450 euros para Ucrania,.

 

TITULO: Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado - 9- Abril - Pandemia, Ucrania... ¿Por qué las malas noticias nos obsesionan?,.


Maneras de educar - SABADO -9- Abril.





 Programa que descubre los proyectos educativos más innovadores del país de la mano del profesor James Van der Lust. El espacio recorre diferentes colegios . El sabado- 9- Abril  ,  a las 10:15 por La 1, etc.

 

 Los desayunos de TVE ,.


Los desayunos de Televisión Española es un programa de televisión que se emite en La 1 de Televisión Española desde el 8 de enero de 1994, de lunes a viernes, en horario matinal.
Desde el 3 de septiembre de 2018, el programa de divide en dos partes. Primero, a las 08:25 horas, Los desayunos de TVE, siguiendo el formato clásico con noventa y cinco minutos de duración. Más tarde, alrededor de las 11:55, comienza Más desayunos, un debate político que cuenta con el mismo presentador y dura alrededor de noventa minutos., etc.


Pandemia, Ucrania... ¿Por qué las malas noticias nos obsesionan?,.

Esta adicción, llamada 'doomscrolling', tiene una curiosa explicación,.



foto / Todo empezó con la pandemia. No es una frase muy original, pero fue literalmente así. De la noche a la mañana nos vimos en peligro y encerrados en casa. Las únicas ventanas al mundo eran internet, los ordenadores, los móviles... y nos acostumbramos a buscar con desesperación informaciones del covid empujados por el miedo y la necesidad de respuestas, de poner algo de orden en un mundo patas arriba. Y ese hábito de consumir compulsivamente noticias catastróficas se ha quedado con nosotros: ahora, en lo que parecen los estertores de la pandemia, surge la guerra de Ucrania y llevamos ya un mes entero asistiendo a escenas de destrucción y amenazas nucleares, dándonos verdaderos atracones de información (y de algunas 'fake news', sí). Miramos cada poco nuestros móviles... ¿alguna novedad? ¿ya ha llegado la paz? ¿qué dice la OTAN? ¿Y Putin? ¿Todo igual que hace veinte minutos? ¿Es que nadie hace nada? Hace un año, las preguntas eran otras: ¿cómo va la enésima ola? ¿Nos quitan la mascarilla? ¿Otra dosis de vacuna, sí o no? ¿Es que nadie hace nada? (sí, esta es repetida). Vamos, el mismo miedo con distinta piel porque se trata del mismo fenómeno: 'doomscrolling' (de 'doom' –catástrofe o fatalidad– y 'scroll', –el desplazamiento hacia abajo en las pantallas para ver más–. Al parecer, el término nació en Twitter algo antes de la pandemia, pero se llenó de significado y se popularizó en 2020, en pleno auge del covid. Y ha venido para quedarse.

Recientemente, investigadores de la Universidad de Florida han determinado que el 'doomscrolling' es «un comportamiento nuevo y único» que se da en personas de todo el espectro ideológico. No es un nuevo 'palabro' para un fenómeno ya existente.

Y también se ha aceptado que este comportamiento obsesivo tiene consecuencias sobre nuestra salud. En Alemania, una encuesta realizada en los primeros compases del covid –publicada en European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience– reveló la conexión directa entre la frecuencia, duración y diversidad de exposición a los contenidos preocupantes con el aumento de síntomas de depresión y ansiedad.

También están el insomnio los, cambios repentinos de humor... los efectos del 'doomsrolling' dependen de la sensibilidad de la persona. Los más racionales llevan mejor la sobreexposición porque son capaces de desconectar después, pero quienes tienen reacciones más emocionales deben andarse con cuidado: es muy probable que su 'enganche' al tema catastrófico no le abandone en todo el día y se vaya potenciando con cada consulta de información. En este tipo de perfiles, la escalada de malestar funciona así: por la mañana al levantarnos miramos el móvil y tomamos nuestra primera ración de horror (pero estamos aún más o menos frescos), después hacemos un repaso seis o siete veces a lo largo de la jornada aprovechando tiempos muertos –pausas del trabajo, trayectos de transporte, pequeñas esperas en tiendas o ante el cole de los peques, en el baño...–  (en esta fase vamos 'cargándonos' y apreciando un nerviosismo de fondo) y lo que es peor, llega la noche y antes de acostarnos rebuscamos por si nos hemos dejado alguna novedad (y acabamos de redondear la jornada dinamitando una transición tranquila hacia el sueño, que tardará en llegar y será agitado). ¿Debemos hacer algo al respecto si nos pasa algo así?

«Hacer algo funcional»

«La clave para intervenir o no es si esta conducta genera malestar o interfiere en alguna otra área de su vida. Si es así, hay que atajarla», sentencia Nieves Álvarez, psicóloga sanitaria experta en trastornos obsesivo compulsivos de la Asociación TOC Madrid. Según explica, el 'doomscrolling' es una obsesión y para controlarla deberíamos preguntarnos «por qué creemos que necesitamos tanta información y cómo nos sentimos antes y después de ponernos a mirar noticias». «Esto nos ayudará a encontrar qué hay detrás de esa conducta», alerta Álvarez. Como regla general, la psicóloga ofrece un consejo: «No es sólo dejar de hacerlo sino hacer otra cosa alternativa que no genere malestar y que sea más funcional». Aunque, claro, no es fácil, ya que los móviles y las redes están diseñados para crear dependencia. «Los colores, los sonidos, los 'me gusta», la publicidad, la monitorización de los segundos que pasamos en cada post, la emocionalidad.... todo destinado a lo mismo: estimular nuestras emociones y nuestro circuito de recompensa cerebral. ¿Y qué pasa cuando ese circuito, indispensable para la vida está sobreestimulado? Que genera dependencia», aclara Julio Rodríguez, psicólogo y divulgador científico.

'Puntos de descanso' en las redes sociales

Las redes sociales son tan conscientes de que hay una parte de sus usuarios 'adictos' a las malas noticias que se han creado ya 'puntos de descanso': vídeos o imágenes relajantes –paisajes, mascotas– que aparecen en las pantallas y 'limpian' nuestra mente un rato. Incluso suelen llevar un texto donde te invitan a quedarte ahí tanto tiempo como necesites. Instagram, Twitter y Tik Tok son las redes donde más hay. Aunque a veces los usuarios se enfadan (como todo 'yonki') cuando se les insinúa que deben controlarse. Las críticas no se han hecho esperar: ¿las redes nos 'enganchan' y luego nos dicen que descansemos porque nos pasamos de rosca?

Tal y como explica, la activación emocional exagerada de las emociones nubla el razonamiento. Es así por una cuestión fisiológica: cuando los centros cerebrales de la emoción se activan, se constriñe el flujo de sangre a la corteza prefrontal, centro neurálgico de la inteligencia. Por eso no es aconsejable tomar decisiones importantes cuando estamos aterrorizados por las malas noticias.

Lo peor es que nuestro cerebro pide más. «Buscamos continuamente nuevas descargas de dopamina que nos proporcionan las nuevas noticias, pero si no son más catastróficas que las anteriores, no nos 'llenan' ese vacío, y entonces nos deprimimos», argumenta Rodríguez. O sea, que buscamos chute tras chute, pero de lo que él llama «dopamina plastificada», es decir, no natural, ya que no responde a un estímulo gratificante real... ¿O sí?

¡El cerebro humano siempre busca 'recompensas'! Según algunos estudiosos, como Dean McKay, profesor de Psicología de la Universidad de Fordham (Nueva York), ser testigos de desgracias desde una postura de seguridad y comodidad nos calma. Es decir, comprobamos que existe el peligro y que está lejos y nos sentimos mejor. Esto no dice mucho de la bondad del ser humano, ¿no? Tampoco es eso, no hay que fustigarse. La sensación de placer que tenemos es inconsciente y tiene que ver con cuestiones evolutivas. «Al final, somos animales y lo que queremos es comprobar que estamos a salvo», recuerda Teresa Sánchez Gutiérrez, docente en el Máster en Psicología General Sanitaria de la Universidad de Internacional de La Rioja (UNIR). Según explica, la sensación de «falso control» que nos produce picotear desgracias es especialmente llamativa en personas que ya de entrada se sienten vulnerables.

Para ponerle coto

  • Acotar tiempos No dejarnos llevar por el impulso de mirar una y otra vez. Fijar unas horas (por ejemplo, al levantarnos, después de comer y al terminar el trabajo).

  • Nunca antes de dormir No debemos terminar el día con angustia. Al menos una hora antes, evitaremos todas las pantallas.

  • Seleccionar los contenidos No consumirt todo (whatsapps, 'mememes', blogs, noticias, vídeos...) y acudir a fuentes serias.

  • Alejamiento físico del móvil que es el principal amigo del 'doomscrooling' porque lo tenemos muy a mano

  • Vida activa Debemos contrarrestar la sobredosis de contenidos que nos obsesionan haciendo algo (pasar a la acción) para que nuestro foco atencional cambie. A poder ser, acompañados de otras personas. Se trata de 'romper' el bucle.

Por ejemplo, las personas mayores que pasan demasiado tiempo en casa o en algún recurso asistencial frente a la tele, oyendo y viendo horrores durante horas (en su caso el consumo es pasivo, ellos no 'buscan') y que pueden caer fácilmente en un estado de angustia. También hay que tener cuidado con los más jóvenes de la casa. A nivel familiar, «un consumo excesivo de información puede resultarnos altamente tóxico», alerta María José Abad, coordinadora de contenidos de Empantallados.com, plataforma sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es ayudar a padres y madres a educar a sus hijos en el entorno digital . La experta aconseja que los progenitores –el 54% comenta con sus hijos noticias de actualidad– aprovechen la ocasión para advertir a los adolescentes (el 74% usa las redes sociales para informarse) sobre las 'fake news' y el consumo descontrolado de malas noticias. Predicar con el ejemplo es buena idea. ¿Y los más chiquitines? «Es mejor alejarles de las malas noticias y, si ya han visto algo, ser empáticos con sus preocupaciones para que se sientan seguros», añade Abad.

Cuidado con los 'todólogos': potencian la adicción y la ansiedad

A mar revuelto... proliferación de 'todólogos', esos tertulianos, blogueros o personajes públicos de todo pelaje que, sin formación para ello, lanzan mensajes machacones sobre temas de actualidad, generalmente, poco tranquilizadora. Son un clavo más en el ataúd de las personas más hipersensibles. Alejandro Romero Reche, sociólogo de la Universidad de Granada, nos explica cómo actúan los 'todólogos' y dónde resultan más dañinos. Y también por qué cala su mensaje...

–Los 'todólogos' son especialmente aficionados a recrearse en las malas noticias...

-Un buen 'todólogo', ya sea profesional o amateur, debe estar, si no informado, como mínimo conectado a las discusiones del momento. Y nosotros sentimos la necesidad de formar parte de la conversación y ejercer, en la medida de lo posible, de ciudadanos con opinión, aunque nuestro ágora sea el bar de la esquina.

-¿Qué 'hábitat' mediático es el preferido de los 'todólogos'?

-Las redes sociales pueden parecernos el medio más peligroso por su insidiosa capacidad de penetrar en todos los espacios y tiempos de nuestra vida y estimularnos con alertas y puntos rojos urgentísimos para destacar noticias que necesitamos conocer ya, mientras vestimos la comida y cocinamos al niño. Pero el ritmo y las formas de la televisión, con infografías espectaculares y música épica, y la promesa constante de la enésima bomba informativa inminente mientras se estira un tema durante horas, también puede generar dinámicas poco saludables.

-¿Por qué nos enganchan los 'todólogos' y las malas noticias?

-Es una de las operaciones que llevamos a cabo para construir nuestra imagen del mundo en que vivimos y de los peligros que encierra, del lugar que nosotros ocupamos en él y de nuestra relación con esos peligros.

  • TITULO: El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero  -   Baloncesto -  El Cáceres, a por otro gigante,.


    El larguero La Ser,.


    El larguero es un programa deportivo radiofónico español, dedicado en su mayoría al fútbol, que se emite en la Cadena SER todos los días, a partir de las 23:30 horas. Su director y presentador principal es Manu Carreño.1​ El programa es presentado los viernes y sábados por Yago de Vega, y excepcionalmente lo presenta Francisco José Delgado o Álvaro Benito en ausencia de ambos., etc.

     

    El Transistor Onda Cero ,.

    El Transistor es el programa deportivo creado y dirigido por José Ramón de la Morena. Inició su primera emisión el 4 de septiembre de 2016.
    Su horario es de lunes a domingo a partir de las 23.30 horas.
    José Ramón de la Morena inicia esta andadura deportiva en Onda Cero con colaboradores de su anterior etapa en el Larguero de la Ser: Carlos Bustillo, David Alonso, Eduardo Pidal, Ana María Rodríguez, Aitor Gómez , Ángel Rubiano, Jorge Valdano, el ciclista Perico Delgado, el ex subdirector de As Juanma Trueba, Sebastián Álvaro Lomba , el alpinista que creó y dirigió en TVE Al filo de lo imposible, los doctores José González y Antonio Escribano ., etc.

Baloncesto - El Cáceres, a por otro gigante,. 

El Cáceres, a por otro gigante,.


Estudiantes 83 - Cáceres 76: Al Cáceres no le llega con el orgullo ante el Estudiantes,.

foto / El equipo de Roberto Blanco solo cede en los minutos finales ante un todopoderoso rival,.

83 - Movistar Estudiantes: Lucas Faggiano (10), Johnny Dee (15), Adams Sola (3), Nacho Martín (1), Kevin Larsen (17) -cinco inicial- Felipe dos Anjos (2), Rubén Domínguez (0), Alex Urtasun (15), Nacho Arroyo(2), Javier Beirán (8), Nemanja Djurisic (10), Emil Stoilov (0).

76 - Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Jorge Sanz (11), Devin Schmidt (13), Manu Rodríguez (15), Duje Dukan (8), Ben Mbala (5) -cinco inicial- Mateo Díaz(4), Jaume Lobo (6), Carlos Toledo (2), Romaric Belemene (2), Julen Olaizola (10).

Marcador por cuartos: 16-16, 34-37 (descanso), 63-55 y 83-76. 

Árbitros: Cañigueral, García y Fanes. Eliminado: Mbala (min. 37).

Incidencias: Vigesimosexta jornada LEB Oro. Partido disputado en el WiZink Center de Madrid.

Soñó durante muchos minutos el Cáceres Patrimonio de la Humanidad con dar la gran sorpresa en el WiZink Center, pero finalmente el Movistar Estudiantes fue más sólido y cumplió el pronóstico. El 83-76 le permite colocarse como colíder de la LEB Oro, mientras que para los extremeños no produce ningún daño inesperado. Saben que se jugarán estar en los playoffs de ascenso en partidos como el del próximo jueves en el Multiusos frente al HLA Alicante (21.00 horas).

El duelo de la madrileña calle Goya, en un recinto que horas antes había cogido una fiesta de eminente sabor cacereño como el Festival Horteralia, resultó muy parejo durante su mayor parte. Los visitantes lucharon admirablemente ante un rival histórico, superior en todos los aspectos, que necesitó explotar todos sus recursos para imponerse. Recordó lo sucedido al partido de la primera vuelta entre ambos contendientes en el Multiusos, cuando los madrileños solo consiguieron despegarse en los tres últimos minutos para firmar el 62-71 definitivo.

Los jugadores de Roberto Blanco no le perdieron la cara al choque casi en ningún momento, pese a un inicio frío que hizo temer lo peor. A los 4 minutos el ‘Estu’, con un Kevin Larsen incontenible, ganaba 9-1 a un Cáceres visiblemente nervioso, pero que se agarró a su defensa. 

Un parcial de 4-25

Y es que durante largas fases protegió su aro de forma admirable. Cuando consiguió compaginar eso con el acierto desde la línea de tres puntos, con un Jorge Sanz muy inspirado, equilibró rápidamente el partido. Los colegiales se quedaron estupefactos al ver que no podían aplicar el frecuente rodillo que sacan en sus partidos y al final del primer cuarto la situación estaba equilibrada (16-16).

Faltaban los mejores momentos del Cáceres, que con una canasta de Romaric Belemene se puso por delante por primera vez al arrancar el segundo. Una maravillosa exhibición ofensiva y defensa se encadenó entonces, curiosamente con la ‘segunda unidad’ verdinegra en la pista superando con claridad a la del anfitrión.

La diferencia llegó a ser de 13 puntos (16-29, min. 15), con un puñado de seguidores cacereños en la grada disfrutando al máximo de cada jugada y sintiendo que el milagro era posible. 

Sin embargo, Jota Cuspinera, entrenador del Estudiantes, encontró en Alex Urtasun la solución. La entrada del veterano escolta varió rápidamente la tendencia. En ese lapso no faltaron varias opciones de auténtica mala fortuna del Cáceres y una extraña técnica a Roberto Blanco. Los locales se pusieron a tiro de piedra (29-31, min. 18), aunque no lograron culminar su remontada antes del descanso, al que se llegó con 34-37. Su desacierto en el tiro exterior les estaba penalizando (3 de 17 en triples).

Segunda parte

Johnny Dee empezó a solucionar eso a la vuelta de vestuarios y devolvió la iniciativa a su equipo desde lejos (41-39, min. 22). El Cáceres podía haberse dejado intimidar, pero respondió de la misma manera. Un triple de Devin Schmidt --una de sus escasas acciones de gran mérito cuando el partido todavía estaba vivo-- y dos de Duje Dukan, que se medía a su exequipo, insuflaron oxígeno (53-55, min. 27).

Llegó en ese momento quizás el punto de inflexión de la tarde madrileña. El Cáceres se olvidó de anotar y, aunque no permitía que su oponente lo hiciese con demasiada continuidad, sí se vio demasiado atrás para sus propios méritos al final del tercer cuarto (63-55 con polémica falta en el último segundo y dos tiros libres anotados para Urtasun). 

Aún así, Cáceres no entregó las armas. Con más corazón que cabeza y peleando por cada balón, aunque sufriendo enormemente cada vez que le llegaba a Larsen, sobre todo si le defendía Mbala, se agarró a sus opciones. De hecho, a falta de cinco minutos solo perdía por tres (67-64) y Schmidt tuvo un triple frontal para empatar, pero el balón se le salió de dentro y en su respuesta el Estudiantes ya no tuvo piedad de ningún tipo.

Hubo un momento que hasta pareció que el marcador iba a ser más cruel de lo deseable. No fue así y los cacereños pudieron salir con la cabeza alta del WiZink Center, donde aún no ha ganado visitante alguno esta temporada que no sea. La del partido del Estudiantes no era su batalla principal, aunque ganar hubiese sido un aldabonazo, como ocurrió semanas atrás en la pista del Covirán Granada.

TITULO:   La Paisana -   Velaí -  El barrio - Cáceres Ayuda Humanitaria recauda 1.450 euros para Ucrania ,. 


 La Paisana - Velaí -  El barrio - Cáceres Ayuda Humanitaria recauda 1.450 euros para Ucrania ,. 


Viernes -8- Abril    a las 22:05 horas en La 1 / foto,.

Cáceres Ayuda Humanitaria recauda 1.450 euros para Ucrania,.

La iniciativa solidaria ha logrado una cuantía que ya ha sido destinada a la Fundación Mensajeros por la Paz,.



Cáceres Ayuda Humanitaria ha logrado recaudar 1.450 euros con la ruta soliaria 'Caminando por Ucrania' que tuvo ayer lugar por el entorno del pantano y La Mata. Será destinada a la Fundación Mensajeros por la paz, que trabaja en la zona del conflicto.

Desde este colectivo, que a través de redes sociales ha dado a conocer la cuantía donada por participantes de la localidad y de fuera de ella, agradecen las ayudas aportadas, tanto por la participación en la ruta como por otras donaciones realizadas.

El encuentro contó con la colaboración de la asociación El Mosquetón, y la presencia de DYA Extremadura. El Ayuntamiento casareño donó el desayuno para todos los inscritos.


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