BLOC CULTURAL,

BLOC CULTURAL,

miércoles, 26 de diciembre de 2018

LA CESTA HUEVOS - ME RESBALA - Joaquín Berges: “¿Quién puede decir que no es un desertor?”,./ ¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -Bouchard: "No me importa lo que diga la gente sobre mí",.

TITULO: LA CESTA HUEVOS - ME RESBALA -Joaquín Berges: “¿Quién puede decir que no es un desertor?” ,.
 

LA CESTA HUEVOS - ME RESBALA - Joaquín Berges: “¿Quién puede decir que no es un desertor?” , fotos.

 Joaquín Berges: “¿Quién puede decir que no es un desertor?”,.

La nueva novela del autor zaragozano es una historia a caballo entre la I Guerra Mundial y la actualidad, una defensa de la búsqueda de la verdad y la dignidad,.

 

Joaquín Berges el pasado mes de noviembre en Madrid.rn rn
Joaquín Berges el pasado mes de noviembre en Madrid. 
Resultat d'imatges de LA CESTA HUEVOSConfiesa con humor Joaquín Berges –mirada viva, gesto contenido y simpático– que tiene algunos problemas. Es un neurótico con tendencias obsesivo-compulsivas y un espíritu nómada atrapado en la vida sedentaria. Por suerte, tiene la literatura. “Conviene reconocer que soy un neurótico. Las madres neuróticas de mis novelas me representan. Todos tenemos algún tipo de neurosis pero yo tengo la literatura, que me sirve de terapia, para escapar”, cuentaba Berges (Zaragoza, 1965) a EL PAÍS en Madrid en noviembre, donde llegó para promocionar su séptimo libro, Los desertores (Tusquets).
Resultat d'imatges de ME RESBALA“Es una novela de padres e hijos”, condensa el autor al máximo cuando se le pregunta por esta historia de traiciones –a los demás y a uno mismo–, frustraciones, palabras nunca dichas y vidas truncadas. Ingredientes que, unidos a la historia narrada podrían generar una novela asfixiante, cosa que no ocurre. “Busco la eficiencia narrativa. El control, la contención, que el estilo no se note, no repetir, evitar los bucles, contar el drama con naturalidad, como algo comprensible y aceptable”, explica.
El drama al que se refiere es el de los protagonistas de Los desertores. Por un lado, Alfred y Albert, dos soldados ingleses que murieron fusilados por traidores en la I Guerra Mundial. Por otro, Jota, un hombre que se acaba de jubilar, que nunca quiso a su mujer, enamorado de su cuñada, frustrado por el abandono de su padre, por la enfermedad de su madre, por el silencio de su hermana, y que busca en la historia de estos muchachos un camino de redención. Por eso coge el cuaderno que le dejó un padre del que no se pudo despedir y parte hacia Somme, a ser testigo de los vestigios del desastre de una de las peores batallas de la historia, a ver con sus propios ojos la inscripción que el padre de Alfred añadió en la lápida al clásico “Muerto al amanecer”, utilizado para señalar que alguien había perecido sin honor, fusilado. “Ahora pone además ‘Uno de los primeros en alistarse. Un digno hijo de su padre’ y ese es el homenaje de un padre a su hijo desertor a través de la verdad, que es la finalidad de la vida”, cuenta Berges, emocionado, antes de explicar su viaje, en familia, a Somme. Allí estuvo días esperando a ir a la tumba de Alfred, mitad emocionado, mitad temeroso de llevarse una decepción. El autor Berges cuenta cómo todo eso se ve en la novela y de cómo, cuando quitó los matojos que tapaban la inscripción, deseó haber podido crear ese momento para la ficción.
“¿Quién puede decir que no es un desertor?”, se cuestiona Berges antes de responderse a sí mismo: “Estuve dos años preguntándome eso a diario, mientras escribía la novela, al irme a la cama, analizando de cuántas cosas había desertado yo ese día”.
La obra de Berges ha ido casi siempre por otros derroteros, con el humor como herramienta esencial. El cambio de tono viene dado, confiesa, por las exigencias de la historia y por su necesidad de involucrarse en ese “culto a la verdad que ha sustituido al culto a la imaginación”. Los desertores mezcla la trama actual con poemas reales de soldados caídos en la batalla –“que prueban que la belleza es posible en medio del horror”–; cartas de uno de los soldados a su padre y partes a modo de ensayo para explicar aquella barbarie. “Tuve mucho miedo porque soy filólogo y no historiador. Me documenté como procede, obsesivamente, para evitar cualquier error”, cuenta aliviado, expresivo, fascinado con la grandeza del relato histórico.
En todos los personajes que pueblan esta novela familiar, en esa madre enferma que se aísla en una habitación para ir dejándose morir, en ese empresario triunfador y sin embargo solo, en ese hombre que parte en busca de una historia sin decir nada a nadie o en esa mujer que reprime todo su ser para no arriesgarse a sufrir hay también un problema de comunicación. “Sufren una deserción expresiva. Tienen pocas ganas de arreglar las cosas. Nos pasa un poco a todos. Modificamos la verdad para convencernos de que tenemos razón”, cuenta el autor de la sitcom Vive como puedas, que no cierra la puerta a volver a la comedia. “Ahora estoy en la ficción adulterada por la realidad, pero no he cerrado el camino al humor. Lo que ocurre es que es más difícil y no tiene prestigio literario. Es extraño”, arguye.
Escritor de ritmo constante  –“de velocidad crucero”– Berges está feliz de escapar de su escapatoria, de tener un tiempo para hablar, contar, dejar de lado la escritura. Hasta que se cruce la próxima historia y vuelva la hoja en blanco, el viaje del nómada, la contención y la seguridad. 

Los poetas de la guerra

“Hay poetas profesionales. Escritores que perecieron las trincheras de la I Guerra Mundial, pero la mayoría de los que yo incluyo son War Poets”, explica Berges. “Ahí, tirados en la trinchera, en medio del frío y del barro esperando la muerte su escapatoria era literaria”. Poemas como el citado más abajo de Huge R. Freston, del Tercer batallón del Regimiento Royal Berkshire, dan la novela un tono elegíaco.
“Cuando haya muerto,
Y forme parte del suelo de Francia,
Todo esto recordaréis de mí:
Fui un gran pecador, un gran amante
Y la vida me llenó de desconcierto.
¡Ah, el amor! ¡Habría muerto por amor!
El amor puede hacer mucho, tanto bien como mal.
Hace pensar en madres y en niños chicos,
Y en tantas otras cosas.
¡Oh, hombres aún no nacidos, me marcho sin
Terminar mi labor!
¡Ahí tenéis el conflicto: el mundo os odiará: Sed valientes!,.

    TITULO: ¡ QUE GRANDE ES EL CINE !  - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -   Bouchard: "No me importa lo que diga la gente sobre mí",.
 

  ¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! ,.

 ¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentación de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1​ El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.


  AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! -Bouchard: "No me importa lo que diga la gente sobre mí",.

 Bouchard: "No me importa lo que diga la gente sobre mí",.

La canadiense afronta el nuevo año con optimismo después de una gran mejora en la segunda parte de 2018. Viene de ganar hace escasos días a Muguruza en Hawái. foto,.

Resultado de imagen de Bouchard: "No me importa lo que diga la gente sobre mí",.Eugenie Bouchard quiere que el nuevo año sea el que le devuelva a la élite del tenis mundial. Al menos, a volver a ser competitiva en grandes escenarios como hiciera especialmente en 2014, teniendo como tope la final de Wimbledon. Es una de las tenistas más carismáticas... aunque en la mayoría de ocasiones suele ser por cosas que poco tienen que ver con el tenis. Ahora, ha vuelto al top 100 tras su gran segunda mitad de año y viene de ganar a Muguruza en Hawái.
Sus malos resultados le hicieron tener que jugar torneo de muy poca categoría y teniendo que jugar hasta tres fases previas en los Grand Slam. No tuvo reparos en pasar por esos duros momentos y ahora ve la mejoría tras aquello. "Me siento bien de cara al nuevo año, con un nuevo entrenador (Michael Joyce) que me gusta y quiero seguir con la dinámica con la que terminé este 2018", afirma. También compartió relax y tiempo libre en Hawái su gran amiga la golfista Michelle Wie. 
 En febrero, Bouchard cumplirá 25 años y desde los 22, su carrera fue decreciendo tras aquel mágico 2014. "Mi vida cambió por completo tras aquel año. Sentí una presión tremenda para mantener el nivel cada semana y lograr resultados constantes. No salió bien. Necesito tener una mente libre y sin presión, no me importa lo que diga la gente sobre mí". Veremos si en 2019 vuelve aquella Bouchard que demostró, en un tiempo pasado, que puede pelear por grandes éxitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario