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domingo, 26 de agosto de 2018

EL OBJETIVO LA SEXTA -Badajoz pretende ahorrar el 30% con la nueva concesión del albergue del Revellín,./ SALVADOS LA SEXTA - Mohamed piensa que los cajeros regalan el dinero,.

TITULO: EL OBJETIVO LA SEXTA  - Badajoz pretende ahorrar el 30% con la nueva concesión del albergue del Revellín,.

Badajoz pretende ahorrar el 30% con la nueva concesión del albergue del Revellín,.

Literas en uno de los cuartos recién acondicionados del Revellín::/PAKOPÍ
Literas en uno de los cuartos recién acondicionados del Revellín: foto.

La Concejalía de Juventud baraja la posibilidad de compartir beneficios del albergue con la próxima adjudicataria,.

Este noviembre hará un año que el albergue municipal habilitado en el Revellín de San Roque cesó su actividad. Tras cuatro años de gestión, expiró la vigencia del contrato de la empresa Geoactiva, que contaba con ocho empleados.
Durante los últimos meses, en el Revellín se han realizado algunas obras para la mejora de las instalaciones, entre las cuales destaca la construcción de una cocina industrial.
El concejal de Juventud, Franciso Javier Pizarro, señala que esta nueva incorporación «se ha llevado la mayor parte del montante de las obras». La intención es que la futura empresa concesionaria pueda ofrecer comidas.
Anteriormente, los huéspedes podían utilizar una pequeña cocina para calentar algunos platos. Sin embargo, para comidas más copiosas, cuenta Pizarro, «se ofrecía un servicio de catering externo que tenía que ser contratado directamente por el cliente». Entonces, la antigua concesionaria facilitaba un listado de servicios de restauración con los que solía trabajar.
Con la nueva cocina se podrá ofrecer un servicio que se contratará directamente al personal del albergue, como un servicio adicional que ofrecer.
Además, se han realizado una serie de mejoras en el acondicionamiento del edificio. Entre estas obras, el edil destaca que en los cuartos de baño se han sustituido las cortinas de las duchas por mamparas, porque «las cortinas no garantizaban que el agua cayese dentro del plato de la ducha y salían humedades». También se han instalado más espejos.
Francisco Pizarro admite que «las obras terminaron un poco más tarde de lo esperado», ya que la entrada en vigor el 9 de marzo de la nueva Ley de Contratos del Sector Público obligó a reiniciar el procedimiento administrativo.
Por este motivo, según cuenta el responsable municipal, «se tuvo que adaptar los pliegos de la concesión del nuevo contrato». La gestión del espacio aún está pendiente de cesión, a expensas de que la concejalía ultime los detalles del último documento. Hasta entonces, el Revellín no tendrá fecha de apertura prevista.
Para la concesión del contrato, el Ayuntamiento puntuará de forma positiva a aquellos proyectos que se sensibilicen con la discapacidad y que favorezcan la integración. Asimismo, también se atenderá a la concienciación con el medio ambiente, porque « la administración debe dar un paso adelante y dar ejemplo», argumenta Pizarro.
El concejal incide en que lo más importante de esta adjudicación es que al Ayuntamiento le cueste menos, y que «no será necesario que se emplee tanto dinero para que una empresa gestione el albergue». De esta forma, el Consistorio espera ahorrar más de un 30% con respecto a la última concesión. En 2013, el importe que se fijó inicialmente fue de 253.067,57 euros anuales.
Además, desde la Concejalía de Juventud se está barajando la posibilidad de que los beneficios que pueda dar el albergue se compartan entre el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria.
Instalaciones del albergue:: / PAKOPÍ
Antes, «lo rentable era que durmiera menos gente, porque así la empresa no tenía que emplear esfuerzos en contratar servicios de limpieza y ahorraba energía», cuenta el encargado municipal.
Según el edil, que la concesionaria obtenga rendimientos derivará en un mayor esfuerzo por atraer más huéspedes al Revellín.
La adjudicataria también llevará el mantenimiento del centro de asociaciones, que no se ha visto afectado por las obras. El centro, que ocupa el ala izquierda del espacio, oferta seis salas cuya gestión depende directamente de la Concejalía de Juventud, a la que hay que dirigirse para solicitar su uso.

No se debe municipalizar

El pasado marzo, Podemos pidió la gestión pública del albergue Revellín, porque considera que su municipalización permitiría reducir costes en relación a la gestión privada que ha habido los últimos años. Para ello, la formación morada llevó a cabo un estudio en el que se demostraba esta necesidad, según ellos. Sin embargo, Pizarro asegura: «A día de hoy sigo sin conocer la propuesta».
La reforma se retrasó al entrar en vigor la nueva Ley de Contratos del Sector Público
La mayor parte el presupuesto ha sido destinado a la nueva cocina del albergue
El concejal afirma que la municipalización del albergue no sería viable, ya que solo desde el punto de vista de las contrataciones –según los informes aportados por el Ayuntamiento–, los trabajadores cuestan 16.833 euros mensuales si tomamos como referencia la plantilla que había antes.
«Ya solamente en personal superamos en casi 20.000 la asignación anterior –calcula el edil, que insiste– con una gestión externalizada ya estaríamos reduciendo el coste en un 30%».
Por otra parte, el edil criticó a Remigio Cordero, portavoz municipal, a quien afeó que crea «que la gestión del albergue sería perfectamente posible con cuatro personas». Ante esto, Pizarro cuestiona que «sea posible abrir 7 días a la semana durante 24 horas sin explotar a nadie», algo que califica de imposible.

   TITULO: SALVADOS LA SEXTA -Mohamed piensa que los cajeros regalan el dinero,.

Mohamed piensa que los cajeros regalan el dinero,.

Isamel, Jalid y Mohamed (de pie en el centro), junto a sus familias de acogida . :: pakopí/
foto ,. Isamel, Jalid y Mohamed (de pie en el centro), junto a sus familias de acogida .

Tres familias que acogen a niños saharauis en Badajoz narran a HOY su experiencia,.

«Alguna vez que he tenido que decirle, cuando nos íbamos para casa, que ya no había dinero, Mohamed me decía que fuésemos al cajero que allí nos daban más. Claro, ellos no han visto un cajero nunca y cuando me ve a mí que llego con la tarjeta y sale el dinero, no lo entienden. Se piensan que te lo dan gratis», comenta Lali Ramos, una de las participantes en el proyecto 'Vacaciones en paz'.
Este proyecto se dedica a encontrar familias adoptivas para niños procedentes del Sáhara durante dos meses en verano. Pertenece a la Federación de Asociaciones del Pueblo Saharaui en Extremadura y tiene la autorización del Frente Polisario (representante político del pueblo saharaui).
Antes había una entidad regional que se disolvió y se creó una federación de asociaciones, Fedesaex, que es la actual oenegé que gestiona el proyecto con la cooperación de todas las asociaciones locales que existen en la región.
«Le parece rarísimo que nos cambiemos de ropa tantas veces» «Cuando Ismael vio los fuegos artificiales no se podía creer de dónde salían tantas luces»
No obstante, «todos los años han venido niños saharauis a Badajoz y a Extremadura. De todas formas, ya tenemos una nueva asociación que fue creada el 12 de mayo de 2018», explica el secretario y coordinador de este año, Javier Callejas Marín.
«La primera vez que fuimos a comer a un bar, Mohamed se esperó hasta que estuvimos todos sentados y con nuestra comida delante. Tenemos muchas cosas que aprender de otras culturas, y otras muchas que ya sabemos pero las hacemos regular», comenta Ramos. «La familia. Para ellos la familia es lo más importante que hay en el mundo, y la figura de la madre está más valorada», añade.
Anéctodas hay muchísimas, algunas ya son conocidas por todos, como su fascinación ante los grifos o los interruptores de la luz. «¿Por qué tenéis tanta ropa?, me dice. Ellos suelen tener una muda para todo y duermen hasta con ella. A Mohamed le parece rarísimo que nos cambiemos de ropa tantas veces al día», comenta Ramos.
A pesar de que las experiencias son buenas casi en su totalidad, hay niños a los que la adaptación se les presenta más complicada. «El idioma es en muchos casos una barrera para la comunicación de los chavales nuevos y las familias de acogida. Algunos no son capaces de integrarse y quieren volver a los campamentos», señala Callejas.
Así lo afirma Asunción Díaz González. «Llevo ya cinco veranos participando y una de las primeras experiencias no fue nada buena. A la niña le costó mucho adaptarse, era muy desobediente y nos dio mucha guerra. Pero también te digo que la experiencia de este año con Jalida me está encantando».
«La verdad es que no quiero que se vaya y ella tampoco se quiere ir. Me da miedo que no vuelva», comenta Díaz. «Yo creo que soy masoquista, pero me siento muy bien haciendo esto con ella y me quedo satisfecha».

Volver

Ramos se muestra más optimista que su compañera. Ella asegura que no tiene miedo. «La gente me dice que soy cruel porque esto es como darle un caramelo que después le vas a quitar, pero yo no lo siento así. Vuelven a la cruda realidad, sí, pero ellos quieren estar allí, Mohamed cuenta los días para volver a casa. Él es feliz allí, ahora tiene a su mamá del Sáhara y a su mamá española»
«Yo llevo ya diez años y he tenido tres niños diferentes, porque puedes volver a acoger al mismo niño el verano siguiente», señala Filo de la Cruz. «Es que ya me he acostumbrado y cuando se acerca el verano, el cuerpo me lo pide, ellos a mí me dan vida».
Filo comenta la cara de asombro que puso Ismael cuando vio los fuegos artificiales por primera vez. No sabía de dónde salían tantas luces en el cielo. Y lo mismo ocurrió cuando lo llevó por primera vez a la playa, «yo creo que nunca había visto tal cantidad de agua junta. Lo primero que hizo fue salir corriendo a bañarse», destaca.
Los primordial cuando se duda si acoger un niño saharaui es tener consenso dentro de la familia. Una vez alcanzado, el siguiente paso es contactar con la asociación de la localidad a la que se pertenezca. En el caso de Badajoz es Bashali (Badajoz por un Sáhara libre).
A partir de ahí, el coordinador del proyecto 'Vacaciones en paz' queda con la familia y les hace una entrevista, informándoles de todo lo que conlleva la adopción. Después de esto, la familia ha de pensarlo de nuevo.
En la siguiente reunión los interesados reciben la documentación y se les informa de los papeles que han de entregar para formalizar el acogimiento durante los dos meses de verano.
«Las familias que se decantan por acoger un niño saharaui tienen que ingresar 250 euros del billete del avión, hacerse cargo de todos los gastos del niño durante estos dos meses y responsabilizarse de la sanidad del niño», comenta Callejas.
El Frente Polisario, en este caso el Ministerio de Juventud y Deporte Saharaui, se pone como objetivo un número de menores para participar en el proyecto. Luego se reúne con las coordinadoras de las asociaciones autonómicas y los delegados saharauis y se determina cuántos niños pueden venir a cada comunidad autónoma a partir del número de familias que participaron el año anterior.
«A ellos lo que les gustaría sería pasar dos meses aquí y dos allí, pero no se olvidan nunca de su casa y de su familia, siempre les apetece volver, aunque luego quieran estar aquí de nuevo», comenta de la Cruz. «Yo dinero tengo lo justo, esa es la pena que tengo, no poder ir a verlos al Sáhara, porque si lo tuviera iría a ver a mis niños. Para mí son como mis hijos, me acuerdo todos los días de ellos». Tanto es así, que Filo tiene un gato llamado Mohamed, como el niño que se encontró al animal en la calle.
«Para mí la asociación Bashali es un sueño hecho realidad. Creo que estamos unidos por una misma causa, el pueblo saharaui, y por un mismo objetivo, trabajar con transparencia; ya que en la actualidad la sociedad desconfía mucho sobre la ayuda humanitaria y sobre la cooperación en países subdesarrollados», zanja Callejas.

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