DESAYUNO - CENA - DOMINGO -CISQUI EX TECNICO DEL EXTREMADURA UD,.foto,.
Me han privado injustamente de una fase de ascenso que merecia,.
Cisqui', extécnico del Extremadura UD, se siente muy dolido por su destitución y agradece las numerosas muestras de apoyo,.
Francisco Javier Diosado 'Cisqui' ya no es entrenador del Extremadura. Tras la derrota del pasado jueves ante el Iberitos Santa Amalia fue destituido con el argumento de haber perdido la confianza por parte de la directiva azulgrana. La decisión cogió por sorpresa al técnico almendralejense y también a parte de la afición azulgrana. El Extremadura tiene prácticamente asegurado poder jugar la fase de ascenso, es segundo a once puntos del Mérida (con una jornada menos) y cuenta con seis de ventaja sobre el Jerez, tercer clasificado. Cisqui reconoce sentirse dolido y decepcionado y según sus propias palabras, tras la reunión en la que se le comunicó su cese, salió «herido y con el corazón sangrando a borbotones». Un par de días después de su marcha asegura sentirse «reconfortado» por el apoyo recibido y «deseando volver a entrenar».
¿Qué sucedió después de la derrota ante el Santa Amalia?, ¿cómo y quién le comunica que ya no es entrenador del Extremadura?
Fran Escudero y Kiko Espino fueron las dos personas
que me esperaron y me dijeron que habían perdido la confianza en mí. Fue
una sorpresa, no lo entendía, lo intentaba aceptar porque sé que en el
fútbol estas cosas ocurren aunque yo les insistía en que tenía plenas
fuerzas y confianza para seguir. Era consciente de que habíamos hecho un
mal partido, pero creo que por encima de eso mi objetivo se estaba
cumpliendo para poder jugar la liguilla y pelear por el ascenso.
¿Es cierto que le plantean la posibilidad de que fuera usted el que dimita?
Sí, pero yo lo descarto en todo momento porque estaba
lleno de ilusión, de ganas y de confianza. Además, creo que contaba con
el apoyo de mi plantilla para conseguir el ascenso.
¿Se podía esperar una decisión así?
No, en absoluto. Cómo me lo voy a esperar si hace un par de semanas
había tenido el apoyo incondicional del presidente del club, que me
mostraba toda su confianza.
¿Ha tenido ocasión de hablar con el presidente tras su cese?
No. Franganillo en ningún momento se ha dirigido a mí, ni se ha puesto en contacto conmigo.
¿Y con los jugadores? Dice que sentía su apoyo...
Quiero decir bien alto que si de algo estoy orgulloso
es de haber entrenado a estos jugadores. Me han hecho sentir muy bien
durante estos meses, han estado soberbios. Su actitud, su entrega y su
disposición han sido inmejorables.
¿Se ha podido despedir de ellos?
Me vine de inmediato a Almería con mi familia y los
niños de la escuela. He hablado con algunos pero por supuesto la semana
que viene me despediré de todos ellos. La herida que el domingo me
abrieron en el corazón me la han cerrado la gran cantidad de apoyos que
he recibido, entre ellos los de mis jugadores.
El aspecto económico no va a ser un problema para desvincularse del club...
Evidentemente, lo tengo clarísimo, nunca supondré una
carga para el Extremadura, ellos ya lo saben. No cobraré ni un euro a
partir de hoy, jamás lo haría.
¿Qué opinión le merece que sólo unas horas después de su cese el club anunciase el nombre de su sustituto?
Me da la sensación de que lo mío era una muerte
anunciada. Franganillo no fue sincero conmigo cuando me dio su apoyo
hace sólo dos semanas. Me ha sorprendido y decepcionado.
¿Siente que usted se ha podido equivocar en algo en su paso por el Extremadura?, ¿algo que hubiera cambiado?
Nada, en absoluto. Yo lo he dado todo por el
Extremadura: profesionalidad, trabajo, entrega, dedicación, sacrificio,
ilusión. He puesto todo lo que tenía dentro.
Y ahora, ¿qué va a ser de Cisqui?
Me he recompuesto bien, ayer me sangraba el corazón a
borbotones pero la herida se me está cerrando por los apoyos recibidos
de compañeros, jugadores, aficionados... Voy a seguir entrenando y
preparándome, de hecho a día de hoy ya estoy deseando volver a entrenar.
¿Quiere mandar algún mensaje a modo de despedida para la afición?
Me hubiese gustado triunfar y celebrar con la afición
el ascenso pero siento que me han privado injustamente de jugar una fase
de ascenso que merecía, no me han dejado intentarlo. Seguiré pendiente
del Extremadura, deseó que ascienda porque los jugadores se lo merecen.
Además creo que si se asciende en algún porcentaje, aunque con un
granito de arena, yo habré contribuido a ello. Ojalá lo consigan, yo
confiaba en hacerlo con ellos.TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER, Dos Passos y Hemingway acabaron bien”
VIAJANDO CON CHESTER, Dos Passos y Hemingway acabaron bien”fotos,.
El nieto del autor de ‘Manhattan Transfer’ participa en un filme sobre sus años españoles,.
La de John Dos Passos y Ernest Hemingway, dos gigantes de la
Generación perdida estadounidense, fue una amistad torturada, en la que
la Guerra Civil española jugó un papel principal, pero terminó bien.
El nieto de Dos Passos, que también se llama John Dos Passos, es escritor y abogado medioambientalista, y rueda en España en los escenarios en los que su abuelo estuvo cuando él y otros escritores y voluntarios extranjeros vivieron nuestra guerra civil.
Cree John, un joven que nació en 1973, tres años después de la muerte del autor de Manhattan Transfer, “que no es ajustado decir que la amistad” de su abuelo con Hemingway “se perdió, aunque es cierto que la Guerra Civil española fue una vuelta de tuerca a peor en aquella relación”.
Tras los ataques de Hemingway (contenidos en París era una fiesta), que establecía el carácter derechista en que había derivado la forma de ser de John Dos Passos, se produjo entre ellos un distanciamiento. Pero “sí se vieron después de la guerra, no es verdad que dejaran de comunicarse. Intercambiaron cartas y creo que la última vez que se vieron fue en 1961 en Idaho (EE UU)”. El escritor cubano Leonardo Padura, autor de la novela Adiós, Hemingway, comentó ayer en Madrid que desconocía esta circunstancia, pero abundó en la dificultad de Hemingway para mantener amistades, como en este o en otros casos.
Ese encuentro entre los dos escritores más importantes de los que se ocuparon de la guerra española en sus propios escenarios se produjo “poco después de la muerte de Katie, primera mujer de mi abuelo, en un accidente de coche. Creo que Hemingway estaba muy triste porque Katie había sido amiga suya de la infancia”.
Dos y Hem, que eran sus nombres de amigos, “se vieron en Cuba y por lo visto conversaron durante varias horas. No sé de qué hablaron y las cartas tampoco lo revelan, pero llegaron a una especie de acercamiento. Cuando mi madre supo de la tensión entre ellos, porque lo leyó en un artículo en torno a esa torturada amistad, explicó en alto que ese fue, por tanto, el fin de una amistad... Mi abuelo reaccionó al oírla y la corrigió: ‘No, éramos amigos y lo fuimos hasta el final. Hasta que él se mató”. Hemingway se suicidó en Idaho, Estados Unidos, en 1961.
John Dos Passos nieto está en España convocado a participar en un documental que se titula Duelo al sol, que dirige Sonia Tercero; es una coproducción de TVE y Time Zone, con la agencia literaria Dos Passos, que dirige Palmira Márquez. Cuando hablamos con el nieto de Dos Passos este acaba de rodar en Fuentidueña de Tajo, uno de los escenarios en los que el escritor vivió nuestra guerra.
Aún sobre aquella amistad “que acabó bien”, John Dos Passos júnior explicó: “Aquella respuesta de mi abuelo a mi madre no era habitual, él no era tan tajante, según su hija. Y mi madre me dijo que él pensaba que la gente debía interpretar su amistad como eterna, permanente, hasta la muerte. Cuando se suicidó Hemingway, mi abuelo lo lamentó, y mi tío, su hijastro, me comentó que el día en que se supo la noticia los periodistas lo llamaron insistentemente; él lamentó la muerte del gran escritor, premio Nobel. Dijo que era un talento magnífico. Y a la tercera llamada ya no quiso ponerse más, estaba muy emocionado y se fueron en el coche... En aquellos tiempos el teléfono estaba atornillado a la pared y él no podía descolgarlo, su manera de no ponerse era yéndose de la casa... Fue una amistad dolorosa, pero una amistad muy larga de todas maneras”.
La sombra de la tortura sobre las amistades cubrió todas las relaciones de Hemingway. Cuenta Scott Donaldson (Hemingway contra Fitzgerald. Auge y decadencia de una amistad literaria,
Siglo XXI) algo que dijo uno de esos amigos torturados, Donald Ogden
Stewart, “que conoció bien a Hemingway durante los años veinte y fue el
modelo para el simpático Bill Gorton en Fiesta”. Según Stewart,
“en el minuto en que empezaba a quererte, o en el minuto en que Ernest
empezaba a tener cierto tipo de obligación hacia ti, de cariño, de
amistad, entonces era cuando tenía que matarte. Te habías puesto
demasiado cerca de algo de lo que Ernest se protegía a toda costa. Una
por una acabó con las mejores amistades que tuvo. Lo hizo con Scott; lo
hizo con Dos Passos y lo hizo con todo el mundo”.
Pero John Dos Passos júnior no vino a hablar de esa amistad, que aquí se interrumpió, sino a seguir las huellas de su abuelo. “Estar aquí, donde él vivió aquella tragedia, es aleccionador e inspirador, porque de este modo rememoro las vicisitudes y tragedias que supuso la Guerra Civil. Pero también es una oportunidad de andar por las sendas de inspiración que él disfrutó también en España… España fue un pozo sin fin de inspiración artística: los colores, la arquitectura, la gente, el paisaje, todo le atrajo de joven. Aquí vino por primera vez, creo, en 1916... Y en 1937 vino a explorar la muerte de su amigo y traductor, José Robles. Quería saber lo que le había ocurrido a su mejor amigo en una tierra que él consideraba parte de su corazón”.
Robles había completado, dice el nieto del autor, la primera traducción española de Manhattan Transfer, había traducido a Babbitt de Sinclair Lewis, uno de los primeros autores que apoyó a mi abuelo... De forma que tenía un gusto muy sofisticado, una tendencia a la literatura innovadora de vanguardia. Su muerte me parece una tragedia desde muchos puntos de vista, pero sobre todo a España y a Estados Unidos se les arrebató un gran artista, y en este y en otros casos el arte y la civilización son víctimas de la guerra. Creo que el arte de José Robles nunca debería ser olvidado, de la misma manera que nunca se debe olvidar el lugar de mi abuelo en la búsqueda de la verdad sobre su vida”.
Lo dice Ignacio Martínez de Pisón en su prólogo de Años inolvidables (Seix Barral), el libro más español de Dos Passos: esos tiempos mejores a los que alude en ese libro se rompieron; “el descubrimiento del asesinato de José Robles, su amigo y traductor, fue el detonante, y con la explosión subsiguiente saltaron por los aires los pilares que sustentaban esa armonía: se acabó el Dos Passos viajero y enamorado de España, se acabó el izquierdista activo y enamorado de España, se acabó el amigo de Hemingway…”. Al menos este último eslabón no se dinamitó del todo, según dice ahora su nieto sentado en el bar de Madrid donde rememora, para un documental, la presencia de su abuelo en este país.
El nieto de Dos Passos, que también se llama John Dos Passos, es escritor y abogado medioambientalista, y rueda en España en los escenarios en los que su abuelo estuvo cuando él y otros escritores y voluntarios extranjeros vivieron nuestra guerra civil.
Cree John, un joven que nació en 1973, tres años después de la muerte del autor de Manhattan Transfer, “que no es ajustado decir que la amistad” de su abuelo con Hemingway “se perdió, aunque es cierto que la Guerra Civil española fue una vuelta de tuerca a peor en aquella relación”.
Tras los ataques de Hemingway (contenidos en París era una fiesta), que establecía el carácter derechista en que había derivado la forma de ser de John Dos Passos, se produjo entre ellos un distanciamiento. Pero “sí se vieron después de la guerra, no es verdad que dejaran de comunicarse. Intercambiaron cartas y creo que la última vez que se vieron fue en 1961 en Idaho (EE UU)”. El escritor cubano Leonardo Padura, autor de la novela Adiós, Hemingway, comentó ayer en Madrid que desconocía esta circunstancia, pero abundó en la dificultad de Hemingway para mantener amistades, como en este o en otros casos.
Ese encuentro entre los dos escritores más importantes de los que se ocuparon de la guerra española en sus propios escenarios se produjo “poco después de la muerte de Katie, primera mujer de mi abuelo, en un accidente de coche. Creo que Hemingway estaba muy triste porque Katie había sido amiga suya de la infancia”.
Dos y Hem, que eran sus nombres de amigos, “se vieron en Cuba y por lo visto conversaron durante varias horas. No sé de qué hablaron y las cartas tampoco lo revelan, pero llegaron a una especie de acercamiento. Cuando mi madre supo de la tensión entre ellos, porque lo leyó en un artículo en torno a esa torturada amistad, explicó en alto que ese fue, por tanto, el fin de una amistad... Mi abuelo reaccionó al oírla y la corrigió: ‘No, éramos amigos y lo fuimos hasta el final. Hasta que él se mató”. Hemingway se suicidó en Idaho, Estados Unidos, en 1961.
John Dos Passos nieto está en España convocado a participar en un documental que se titula Duelo al sol, que dirige Sonia Tercero; es una coproducción de TVE y Time Zone, con la agencia literaria Dos Passos, que dirige Palmira Márquez. Cuando hablamos con el nieto de Dos Passos este acaba de rodar en Fuentidueña de Tajo, uno de los escenarios en los que el escritor vivió nuestra guerra.
Aún sobre aquella amistad “que acabó bien”, John Dos Passos júnior explicó: “Aquella respuesta de mi abuelo a mi madre no era habitual, él no era tan tajante, según su hija. Y mi madre me dijo que él pensaba que la gente debía interpretar su amistad como eterna, permanente, hasta la muerte. Cuando se suicidó Hemingway, mi abuelo lo lamentó, y mi tío, su hijastro, me comentó que el día en que se supo la noticia los periodistas lo llamaron insistentemente; él lamentó la muerte del gran escritor, premio Nobel. Dijo que era un talento magnífico. Y a la tercera llamada ya no quiso ponerse más, estaba muy emocionado y se fueron en el coche... En aquellos tiempos el teléfono estaba atornillado a la pared y él no podía descolgarlo, su manera de no ponerse era yéndose de la casa... Fue una amistad dolorosa, pero una amistad muy larga de todas maneras”.
Estar aquí, donde él vivió la tragedia de la Guerra Civil, es aleccionador
John Dos Passos júnior, nieto del escritor
Pero John Dos Passos júnior no vino a hablar de esa amistad, que aquí se interrumpió, sino a seguir las huellas de su abuelo. “Estar aquí, donde él vivió aquella tragedia, es aleccionador e inspirador, porque de este modo rememoro las vicisitudes y tragedias que supuso la Guerra Civil. Pero también es una oportunidad de andar por las sendas de inspiración que él disfrutó también en España… España fue un pozo sin fin de inspiración artística: los colores, la arquitectura, la gente, el paisaje, todo le atrajo de joven. Aquí vino por primera vez, creo, en 1916... Y en 1937 vino a explorar la muerte de su amigo y traductor, José Robles. Quería saber lo que le había ocurrido a su mejor amigo en una tierra que él consideraba parte de su corazón”.
Robles había completado, dice el nieto del autor, la primera traducción española de Manhattan Transfer, había traducido a Babbitt de Sinclair Lewis, uno de los primeros autores que apoyó a mi abuelo... De forma que tenía un gusto muy sofisticado, una tendencia a la literatura innovadora de vanguardia. Su muerte me parece una tragedia desde muchos puntos de vista, pero sobre todo a España y a Estados Unidos se les arrebató un gran artista, y en este y en otros casos el arte y la civilización son víctimas de la guerra. Creo que el arte de José Robles nunca debería ser olvidado, de la misma manera que nunca se debe olvidar el lugar de mi abuelo en la búsqueda de la verdad sobre su vida”.
Lo dice Ignacio Martínez de Pisón en su prólogo de Años inolvidables (Seix Barral), el libro más español de Dos Passos: esos tiempos mejores a los que alude en ese libro se rompieron; “el descubrimiento del asesinato de José Robles, su amigo y traductor, fue el detonante, y con la explosión subsiguiente saltaron por los aires los pilares que sustentaban esa armonía: se acabó el Dos Passos viajero y enamorado de España, se acabó el izquierdista activo y enamorado de España, se acabó el amigo de Hemingway…”. Al menos este último eslabón no se dinamitó del todo, según dice ahora su nieto sentado en el bar de Madrid donde rememora, para un documental, la presencia de su abuelo en este país.
FE DE ERRORES
En la versión de este artículo publicada el 3 de junio de 2014 a las 00:06 se mencionaba erróneamente que Ernest Hemingway se suicidó en Cuba en 1959. En realidad lo hizo en Idaho, Estados Unidos, en 1961, por lo que se corrigió el 4 de junio de 2014 a las 17:25.TÍTULO: DOMINGO CINE, Divergente ,.
- Reparto
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- TÍTULO: PRECIO DE LOS ALIMENTOS,.
- ASÍ VIVIÓ ALBERTO CHICOTE EL RODAJE DE 'EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS'
¿Qué le sorprendió a Alberto Chicote? / foto
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