Fue un innovador y marcó el perfil de las artes escénicas modernas,.
-foto-Luca Ronconi, una
de las columnas del arte teatral europeo del siglo XX y máxima figura
de las artes escénicas de nuestro tiempo, murió este viernes a los 81
años en el hospital Policlínico de Milán alrededor de las ocho de la
tarde. Llevaba una semana ingresado por un proceso gripal que se
complicó. Había nacido en Susa (Túnez) el 8 de marzo de 1933. Figuras de
la política y de la cultura, intelectuales y artistas, se han
manifestado por esta pérdida. El gran director italiano era un innovador
nato que había marcado con su fuerte personalidad y sus montajes
teatrales y de óperas, el perfil de las artes escénicas modernas.
Sergio Escobar, director del Piccolo Teatro de Milán, al que Ronconi estuvo unido mucho tiempo y en diversas etapas, hizo sus primeras declaraciones desde el mismo hospital donde Ronconi falleció y que recoge el diario La Reppublica: “Estoy aquí en el hospital y esta noche no me siento capaz de hacer declaraciones. Son 34 años de hacer trabajos juntos, ahora debo afrontar su pérdida, después se verá”. El presidente del Consejo de ministros Matteo Renzi expresó enseguida sus condolencias y pesar por la muerte de Ronconi, lo mismo que Riccardo Muti, que desde Chicago, decía que la misma noche del óbito debió dirigir el Requiem de Mozart y que lo dedicó a su gran amigo. Fue precisamente Luca Ronconi el director escénico escogido por Muti para la reapertura del Teatro alla Scala de Milán en 2004 con el monumental montaje de la ópera L’Europa riconosciuta de Antonio Salieri. Conmovido, Muti dijo: “Es el director con que más trabajé, desde la primera vez que hicimos en Florencia el Orfeo y Eurídice de Gluck. Eran los años setenta y tuvimos un gran éxito, su dirección escénica revolucionó la manera de entender el teatro de ópera”.
Luca Ronconi se trasladó a Italia muy joven y se gradúa como actor en la Academia Nacional de Arte Dramático de la capital italiana en 1953, comenzando enseguida una carrera sobre las tablas con la obra Tre quarti di luna de Luigi Squarzina, dirigida por el mismo autor y por Vittorio Gassman donde encarna al joven seminarista, pasando después a actuar bajo la égida de otros célebres directores de la época como Orazio Costa, Giorgio De Lullo y Michelangelo Antonioni; ya en esta época conoce a Giorgio Strehler, que décadas después reconocería en Ronconi la única persona adecuada y digna de sucederle en el Piccolo milanés. Sus labores de dirección comenzaron en 1963 con la compañía de Corrado Pani e Gianmaria Volonté, en 1966 hace I lunatici de Thomas Middlenton y William Rowley; en 1967 Misura per misura y en 1968 Riccardo III (ambas de Shakespeare); hasta que en 1969, tras la Fedra (Séneca) idea un montaje que le daría fama universal y que aún se mantiene como uno de los grandes momentos del siglo XX teatral; el Orlando furioso de Ariosto, en la versión textual adaptada de Edoardo Sanguinetti con la mítica escenografía de Uberto Bertacca, estrenado en el festival de Spoleto de ese año en la iglesia desconsagrada de San Nicola. Una gira hasta Nueva York consagra a Ronconi y en 1974 dirige la versión cinematográfica de su montaje, hoy un clásico de referencia con la participación de importantes actores como Mariangela Melato. Un año después, en 1975, una versión especial para la televisión en cinco capítulos emitidos en domingos sucesivos marcó el género. Ronconi fue director del sector teatral de la Bienal de Venecia entre 1975 y 1977. Después funda el Laboratorio Teatrale di Prato, donde concibe obras monumentales como Orestea de Esquilo, Utopia de Aristófanes, Las bacantes de Eurípides y La torre de Von Hofmannsthal. Su proyección mundial no se detiene y dirige el Teatro Stabile de Torino de 1989 a 1994, donde experimenta con grandes masas de actores, como hizo con “Los últimos días de la humanidad” de Karl Kraus, para setenta actores estrenado en el Lingotto (antigua factoría de la Fiat) en 1991.
Luca Ronconi fue director artístico del Teatro de Roma de 1994 a 1998, donde termina mandato con Los hermanos Karamazov de Dostoieski. En 1999 pasa al Teatro Piccolo de Milán, donde trabaja junto a Sergio Escobar, que se establece como director artístico. El debut milanés es con La vida es sueño de Calderón de la Barca y El sueño de August Strindberg.
Como director escénico de óperas la labor de Ronconi y su influencia es inmensa; en 1999 mostró un polémico Don Juan en Salzburgo y durante una época dirigió varios títulos en el festival Rossini de Pesaro, como La donna del lago (2001); otros rossini de Ronconi son El viaje a Reims, Ricardo y Zoraida y La cenerentola. Entre los títulos de ópera del siglo XX que dirigió están El caso Makropulos de Janacek y Otra vuelta de tuerca de Britten. En 2006 dirigió cinco espectáculos monumentales para los Juegos Olímpicos de invierno en Turín. En las hemerotecas está muy documentado la deserción de Luca Ronconi del montaje de L’Incoronazione di Poppea de Claudio Monteverdi en 1994, que polemizó con el cuerpo de bomberos de Cremona por los mecanismos escenográficos que proponia para esa ópera, muy del gusto del barroco y que los bomberos no aceptaron al considerarlos peligrosos para los artistas.
En España Ronconi era muy admirado y querido, desde las legendarias presentaciones del Orlando furioso en el Palacio de los Deportes de Madrid en 1970; nadie olvida la grandeza y el impacto de aquellos artefactos móviles, como el hipogrifo inspirado por Leonardo da Vinci y que reseñara José Monleón en su revista de teatro. En 1990 presentó en el Teatro María Guerrero de Madrid su versión de Las tres hermanas de Chéjov y antes en el VIII festival de teatro de la capital había traído al Teatro Español La serva amorosa de Goldoni. En 2002 dirigió la escena de Julio César en Egipto de Haendel en el Teatro Real de Madrid y llegó hasta Salamanca la compañía del Piccolo milanés con Los dos gemelos venecianos (Goldoni). En 2007 vino a Madrid su versión de Il ventaglio de Goldoni y el Teatro de La Maestranza de Sevilla presentó su dirección de Tosca (Puccini) en una producción del Teatro alla Scala de Milán de 1996; ya antes en Sevilla se había visto su Lohengrin de Wagner. En 2009 el Festival Grec de Barcelona programó su Sueño de una noche de verano de Shakespeare realizado con actores de su escuela italiana de Umbría. En el año 2002 Ronconi vivió un duro intento de censura por parte de unos miembros del partido de Berlusconi, cuando estrenaba en el Teatro Griego de Siracusa (Sicilia) su versión de Las ranas de Aristófanes, como una ácida sátira al gabinete del entonces primer ministro, que tuvo que intervenir para decir que el arte no se censuraba. De todas fromas, una parte del decorado no pudo presentarse.
Sergio Escobar, director del Piccolo Teatro de Milán, al que Ronconi estuvo unido mucho tiempo y en diversas etapas, hizo sus primeras declaraciones desde el mismo hospital donde Ronconi falleció y que recoge el diario La Reppublica: “Estoy aquí en el hospital y esta noche no me siento capaz de hacer declaraciones. Son 34 años de hacer trabajos juntos, ahora debo afrontar su pérdida, después se verá”. El presidente del Consejo de ministros Matteo Renzi expresó enseguida sus condolencias y pesar por la muerte de Ronconi, lo mismo que Riccardo Muti, que desde Chicago, decía que la misma noche del óbito debió dirigir el Requiem de Mozart y que lo dedicó a su gran amigo. Fue precisamente Luca Ronconi el director escénico escogido por Muti para la reapertura del Teatro alla Scala de Milán en 2004 con el monumental montaje de la ópera L’Europa riconosciuta de Antonio Salieri. Conmovido, Muti dijo: “Es el director con que más trabajé, desde la primera vez que hicimos en Florencia el Orfeo y Eurídice de Gluck. Eran los años setenta y tuvimos un gran éxito, su dirección escénica revolucionó la manera de entender el teatro de ópera”.
Luca Ronconi se trasladó a Italia muy joven y se gradúa como actor en la Academia Nacional de Arte Dramático de la capital italiana en 1953, comenzando enseguida una carrera sobre las tablas con la obra Tre quarti di luna de Luigi Squarzina, dirigida por el mismo autor y por Vittorio Gassman donde encarna al joven seminarista, pasando después a actuar bajo la égida de otros célebres directores de la época como Orazio Costa, Giorgio De Lullo y Michelangelo Antonioni; ya en esta época conoce a Giorgio Strehler, que décadas después reconocería en Ronconi la única persona adecuada y digna de sucederle en el Piccolo milanés. Sus labores de dirección comenzaron en 1963 con la compañía de Corrado Pani e Gianmaria Volonté, en 1966 hace I lunatici de Thomas Middlenton y William Rowley; en 1967 Misura per misura y en 1968 Riccardo III (ambas de Shakespeare); hasta que en 1969, tras la Fedra (Séneca) idea un montaje que le daría fama universal y que aún se mantiene como uno de los grandes momentos del siglo XX teatral; el Orlando furioso de Ariosto, en la versión textual adaptada de Edoardo Sanguinetti con la mítica escenografía de Uberto Bertacca, estrenado en el festival de Spoleto de ese año en la iglesia desconsagrada de San Nicola. Una gira hasta Nueva York consagra a Ronconi y en 1974 dirige la versión cinematográfica de su montaje, hoy un clásico de referencia con la participación de importantes actores como Mariangela Melato. Un año después, en 1975, una versión especial para la televisión en cinco capítulos emitidos en domingos sucesivos marcó el género. Ronconi fue director del sector teatral de la Bienal de Venecia entre 1975 y 1977. Después funda el Laboratorio Teatrale di Prato, donde concibe obras monumentales como Orestea de Esquilo, Utopia de Aristófanes, Las bacantes de Eurípides y La torre de Von Hofmannsthal. Su proyección mundial no se detiene y dirige el Teatro Stabile de Torino de 1989 a 1994, donde experimenta con grandes masas de actores, como hizo con “Los últimos días de la humanidad” de Karl Kraus, para setenta actores estrenado en el Lingotto (antigua factoría de la Fiat) en 1991.
Luca Ronconi fue director artístico del Teatro de Roma de 1994 a 1998, donde termina mandato con Los hermanos Karamazov de Dostoieski. En 1999 pasa al Teatro Piccolo de Milán, donde trabaja junto a Sergio Escobar, que se establece como director artístico. El debut milanés es con La vida es sueño de Calderón de la Barca y El sueño de August Strindberg.
Como director escénico de óperas la labor de Ronconi y su influencia es inmensa; en 1999 mostró un polémico Don Juan en Salzburgo y durante una época dirigió varios títulos en el festival Rossini de Pesaro, como La donna del lago (2001); otros rossini de Ronconi son El viaje a Reims, Ricardo y Zoraida y La cenerentola. Entre los títulos de ópera del siglo XX que dirigió están El caso Makropulos de Janacek y Otra vuelta de tuerca de Britten. En 2006 dirigió cinco espectáculos monumentales para los Juegos Olímpicos de invierno en Turín. En las hemerotecas está muy documentado la deserción de Luca Ronconi del montaje de L’Incoronazione di Poppea de Claudio Monteverdi en 1994, que polemizó con el cuerpo de bomberos de Cremona por los mecanismos escenográficos que proponia para esa ópera, muy del gusto del barroco y que los bomberos no aceptaron al considerarlos peligrosos para los artistas.
En España Ronconi era muy admirado y querido, desde las legendarias presentaciones del Orlando furioso en el Palacio de los Deportes de Madrid en 1970; nadie olvida la grandeza y el impacto de aquellos artefactos móviles, como el hipogrifo inspirado por Leonardo da Vinci y que reseñara José Monleón en su revista de teatro. En 1990 presentó en el Teatro María Guerrero de Madrid su versión de Las tres hermanas de Chéjov y antes en el VIII festival de teatro de la capital había traído al Teatro Español La serva amorosa de Goldoni. En 2002 dirigió la escena de Julio César en Egipto de Haendel en el Teatro Real de Madrid y llegó hasta Salamanca la compañía del Piccolo milanés con Los dos gemelos venecianos (Goldoni). En 2007 vino a Madrid su versión de Il ventaglio de Goldoni y el Teatro de La Maestranza de Sevilla presentó su dirección de Tosca (Puccini) en una producción del Teatro alla Scala de Milán de 1996; ya antes en Sevilla se había visto su Lohengrin de Wagner. En 2009 el Festival Grec de Barcelona programó su Sueño de una noche de verano de Shakespeare realizado con actores de su escuela italiana de Umbría. En el año 2002 Ronconi vivió un duro intento de censura por parte de unos miembros del partido de Berlusconi, cuando estrenaba en el Teatro Griego de Siracusa (Sicilia) su versión de Las ranas de Aristófanes, como una ácida sátira al gabinete del entonces primer ministro, que tuvo que intervenir para decir que el arte no se censuraba. De todas fromas, una parte del decorado no pudo presentarse.
TÍTULO: DESAYUNO, CENA-- LUNES, Santi Barragán disputará el Mundial de Superbikes 2015,.
DESAYUNO, CENA-- LUNES, Santi Barragán disputará el Mundial de Superbikes 2015,.fotos,.
El extremeño ficha por el Grillini Racing y pilotará una Kawasaki,.
El piloto extremeño Santi Barragán ha
firmado ya contrato con el Grillini Racing Team para el Campeonato del
Mundo de Superbikes durante la temporada 2015.
Esta misma semana se ha refrendado el acuerdo el acuerdo entre el almendralejense y la escuadra italiana. La oportunidad le llega a Barragán en un buen momento dado su nivel de conocimiento sobre la Kawasaki, marca con la que ha competido los tres últimos años.
Sin embargo, desde su equipo de colaboradores se destaca que es la única coincidencia: le esperan nueva moto, nuevo reglamento con nuevas especificaciones, material distinto... a lo que se suma cambio en la marca de neumáticos, Pirelli.
La mayoría de circuitos del calendario ya son conocidos por Barragán, que participó en el mismo campeonato pero dentro de la categoría de Supersport durante el 2008 con el Team Glaner Honda.
Se presenta una buena opción para el extremeño que afronta el próximo año con grandes expectativas. "Estoy muy contento y agradecido con la oportunidad del Team Grillini. Los cambios que se presentan en Superbike para la próxima temporada hacen que la diferencia entre equipos oficiales y no oficiales se acorten de manera que nos dan algo más igualdad", dice.
Según añade, "ahora nos toca afrontar este camino de duro trabajo y entendimiento en el que espero llegar a conseguir una estabilidad lo antes posible. Confío en que juntos podemos llegar a conseguir buenos resultados. Estoy deseando poder empezar a rodar de nuevo".
TÍTULO: LUNES CINE, EL CASO SLEVIN,.
Esta misma semana se ha refrendado el acuerdo el acuerdo entre el almendralejense y la escuadra italiana. La oportunidad le llega a Barragán en un buen momento dado su nivel de conocimiento sobre la Kawasaki, marca con la que ha competido los tres últimos años.
Sin embargo, desde su equipo de colaboradores se destaca que es la única coincidencia: le esperan nueva moto, nuevo reglamento con nuevas especificaciones, material distinto... a lo que se suma cambio en la marca de neumáticos, Pirelli.
La mayoría de circuitos del calendario ya son conocidos por Barragán, que participó en el mismo campeonato pero dentro de la categoría de Supersport durante el 2008 con el Team Glaner Honda.
Se presenta una buena opción para el extremeño que afronta el próximo año con grandes expectativas. "Estoy muy contento y agradecido con la oportunidad del Team Grillini. Los cambios que se presentan en Superbike para la próxima temporada hacen que la diferencia entre equipos oficiales y no oficiales se acorten de manera que nos dan algo más igualdad", dice.
Según añade, "ahora nos toca afrontar este camino de duro trabajo y entendimiento en el que espero llegar a conseguir una estabilidad lo antes posible. Confío en que juntos podemos llegar a conseguir buenos resultados. Estoy deseando poder empezar a rodar de nuevo".
TÍTULO: LUNES CINE, EL CASO SLEVIN,.
- Reparto
- Josh Hartnett, Bruce Willis, Lucy Liu, Ben Kingsley, Morgan Freeman, Stanley Tucci, Mykelti Williamson, Danny Aiello, Robert Forster,.
- A Slevin la vida no le va nada bien: después de que su casa sea declarada en ruinas, encuentra a su novia con otro en la cama. Desesperado, decide irse de Los Ángeles una temporada y alojarse en el apartamento que un amigo tiene en Nueva York. Pero la auténtica pesadilla de Slevin empezará cuando se vea involucrado en el sórdido mundo de la mafia neoyorquina. Los dos gánsteres más respetados y temidos de la ciudad, El Rabino y El Jefe, antes socios y ahora enemigos acérrimos, viven atrincherados en sus fortalezas y llevan 20 años sin salir de ellas. Para vengar el asesinato de su hijo, El Jefe planea matar al hijo del Rabino, pero sin dejar huellas, pues, en caso contrario, estallaría una sangrienta guerra entre los dos clanes. El plan consiste en buscar un jugador que le deba mucho dinero al Jefe y encargarle el asunto.
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