DESAYUNO--CENA--JUEVES, ESPAÑA NO VA AL EUROPEO DE BÁDMINTON POR UNA GUERRA ENTRE JUGADORES Y FEDERACIÓN, fotos,.
Carolina Marín y sus compañeros se quejan, no sólo de un reparto desequilibrado de los derechos de imagen, sino también de falta de tiempo para aceptar o rechazar el acuerdo,.
Ahora que el bádminton tiene una campeona del mundo como Carolina Marín y que esta disciplina tan minoritaria pretende potenciar el número de practicantes y expandirse por Asia, el dinero por los derechos de imagen ha provocado una guerra entre deportistas y dirigentes federativos que ya se ha saldado con la retirada de España del Europeo mixto por equipos que comenzó ayer en Bélgica.La Federación Española de Bádminton (Fesba) defiende que los representantes de los jugadores participaron en la elaboración de la nueva normativa sobre los derechos de imagen y que se ha visto obligada a renunciar al Europeo después de que los deportistas se negasen a firmar el contrato de cesión al organismo. Por su parte, Carolina Marín y sus compañeros se quejan, no sólo de un reparto desequilibrado de los derechos, sino también de falta de tiempo para aceptar o rechazar el acuerdo y de un presunto chantaje por parte de la federación ante el que no han cedido la campeona mundial y el resto de seleccionados.
En el conflicto tendrá que mediar mañana el Consejo Superior de Deportes (CSD). La Administración siempre ha puesto como modelo a seguir a la Fesba, hasta este desencuentro económico también elogiada por Carolina Marín y sus compañeros, con excepciones como la del mejor jugador español en categoría masculina, Pablo Abián, «fastidiado» por la retirada del equipo español del Europeo para el que no fue seleccionado.
Un acercamiento
Durante la última reunión celebrada el pasado viernes ya se produjo un importante enfrentamiento verbal entre los deportistas y la Federación Española de Bádminton y, pese a que los jugadores lamentan supuestas presiones federativas, el desencuentro «se desbloqueará en breve», aventura el representante de Carolina Marín, Gonzalo Iglesias, que reconoce que «se ha pecado un poco de inexperiencia».
La Fesba reconoce, por su parte, que ha podido equivocarse con el corto período de tiempo establecido para que los deportistas aceptasen o no la cesión de los derechos de imagen, pero insiste en que siempre ha intentado un acercamiento con los deportistas y son éstos, que demuestran unidad frente a las instituciones, los que aún no han trasladado sus quejas a la propia federación ni los motivos de su disconformidad.
- TÍTULO: LOS GRAFFITIS, NO SE COMO VIVIR, IMPROVISO,.
- LOS GRAFFITIS, NO SE COMO VIVIR, IMPROVISO,.fotos,.
'No sé cómo vivir, improviso',.
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Paseo por 40 años de máximas utópicas, soñadoras, nihilistas y ocurrentes,.
'Lo imposible solo tarda un poco más.' Pues está tardando. Maldito paso del tiempo. Fue en 1977. Nunca he vivido más de ilusiones. Estaba tan entusiasmado con las elecciones de aquel mes de junio que ni tan siquiera me interesaban las chicas. Iba de mitin en mitin. Todo el día hablando de lo mismo, de cómo íbamos a cambiarlo todo. Mayo del 68 había quedado muy atrás, pero seguían moviéndonos sus consignas. Yo tenía varias escritas en cartulinas y colgadas en mi habitación. 'Prohibido prohibir', ponía en una pared. 'La imaginación al poder', se podía leer debajo. Hasta en el techo tenía consignas utópicas sesentaiochistas, para poder leerlas incluso acostado: 'Seamos realistas, pidamos lo imposible. Bajo los adoquines está la playa.'.
Era bonito. Muy bonito. Pero lo imposible tardó demasiado y llegó aquello que se llamó desencanto y que consistió en ser normales, o sea, en que volvieran a interesarme más las chicas que la política. Había una frase del 68 también para eso: 'Lo raro es ser normal'. Pues sí, nos hicimos raros-normales y los grafitis fueron degenerando desde la utopía simplona hasta la ocurrencia pura y dura: 'Menos hipoteca y más discoteca'. Y después, algo de metafísica y algo de amor, es decir, escapismo en estado puro para resistir los estertores del desencanto. Frases como 'El amor vive en el corazón de los valientes. El mundo está oscuro, ilumina tu parte' o una que me hace gracia: 'El dinero no hace la felicidad, la compra hecha'. Qué bonito y qué inútil. Los eslóganes no son de mucha utilidad, pero reflejan la temperatura.
A medida que pasaban los años, las máximas se iban caldeando. Primero apuntaron al nihilismo, que es una salida muy práctica con millones de seguidores: 'Todos prometen y nadie cumple, vota por nadie'. En esa estaban los soñadores, en la abstención. Si se movilizaban, temblaba el país y podían provocar sorpresas como aquellas elecciones que ganó Zapatero. Luego volvieron a sus 'in arcadia ego' de plácida existencia entre el ser y la nada y entre la nada y la nada. Pero la olla cogía presión y los grafitis se crispaban. Comenzaba el movimiento de fondo que nos ha traído hasta aquí. Primero, las ganas de imaginar y la amenaza a quien lo impida: 'Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir'. Después, inspirándose en Neruda, a por los conformistas: 'Me gustas cuando votas porque estás como ausente'. Ya lanzados, el desencanto se trocó en emoción y empezaron a retornar las ilusiones cíclicas que en el 77 tanto habían entusiasmado. Al grito de 'La política pasa en las calles', retornaba el estilo 68 con frases como 'La barricada cierra la calle, pero abre el camino' o 'Cuando los de abajo se mueven, se caen los de arriba'.
Y en esas estamos, 'Sin luz, sin agua y sin miedo.'. Pero han pasado los años. La edad. Te intentan animar a soñar otra vez: 'Si el plan no funciona, cambia el plan, pero no cambies las metas'. Vale, lo intento. Lo sé, lo sé. 'Solo está derrotado aquel que deja de soñar'. Pero es tan difícil apartarse del escepticismo, renegar de la experiencia, 'Creer que un cielo en un infierno cabe' (¡qué coño hace aquí Lope!).
El paso de los años es también un tránsito de las frases explosivas y optimistas a los dichos conservadores y miedosos como este de Nicolás Gómez Dávila: 'El pueblo a veces acierta cuando se asusta, pero siempre se equivoca cuando se entusiasma'.
Dávila fue un filósofo colombiano bastante reaccionario y muy crítico con la modernidad. Pero esta frase ayuda a entender la transición e inquieta. En el 77, el pueblo se asustó y más o menos acertó, todo salió medio bien. Ahora parece entusiasmado, ha perdido el miedo y todo puede pasar. Incluso lo mejor. Casi 40 años después de aquel 77 lleno de imposibles y entusiasmos, he de refugiarme en otra frase que me cobija: 'Yo tampoco sé cómo vivir, estoy improvisando'. Disfruten de este tiempo intenso. Merece la pena vivirlo. Pero acierten, por favor, aunque sea con entusiasmo.
- TÍTULO: JUEVES CINE-- TOKAREV,.
- Reparto
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