Su nombramiento como capitana del equipo de Copa Davis ha desatado una polémica desconocida en el deporte español. La
decisión del presidente de la Federación Española de Tenis, José Luis
Escañuela, de convertir a Gala León en la primera mujer al frente de una
selección masculina en nuestro país provocó una reacción de sorpresa,
incredulidad y molestia entre varios de los componentes de la Armada,
que no entienden que la elección se haya hecho sin haberles pedido
opinión previa. La extenista madrileña, que llegó a ser la
número 27 del mundo y que obtuvo un título en su carrera profesional,
fue recibida en el puesto entre las pegas de los que piensan, como Toni
Nadal, que «en el vestuario se convive mucho y es extraño que haya una
mujer porque genera una dificultad» y las dudas sobre el conocimiento que tiene del circuito masculino y los méritos que presenta para el cargo.
XLSemanal.
Un nombramiento así debería ser uno de los momentos más felices en la
vida del elegido, pero no sé si le ha provocado más problemas que
alegrías.
Gala León. Para mí sigue siendo un
honor, un orgullo y un reto. Las opiniones de los demás hay que
respetarlas y aceptarlas. Por mi parte, intento disfrutar el día a día.
XL. Si llega a saber lo que ha pasado tras ser elegida, ¿hubiera aceptado igualmente?
G.L. Hubiera aceptado incluso con mayor fuerza. He estado toda mi vida ligada al tenis, y a mí los retos me gustan de siempre.
XL. ¿Considera que se ha podido utilizar su nombramiento como una cortina de humo para tapar el descenso de categoría de España?
G.L. No, simplemente ha llegado el momento de hacer un cambio para mejorar todo lo que conlleva un equipo de Copa Davis.
XL. ¿El comentario de Toni Nadal ha sido lo que más le ha molestado? ¿Ha tenido oportunidad de hablar con él o con Rafa?
G.L.
Ni me ha molestado ni me ha dejado de molestar. Son opiniones de cada
uno, que son respetables. Yo estoy tranquila con mis decisiones. No he
hablado con ellos ni creo que tenga que aclarar nada. Con toda la
tranquilidad del mundo trataré con ellos cuando corresponda.
XL. ¿No es extraño que le hayan llegado más felicitaciones desde fuera de España que desde nuestro país?
G.L.
Es verdad que fuera se han volcado al cien por cien, y es de agradecer,
pero en España la sociedad también ha dejado muy claro que estamos en
2014 y que todo este debate es algo anecdótico.
XL. ¿Qué le duele más: que la cuestionen por su sexo o por las cualidades que tiene para un trabajo?
G.L. A mí lo único que me molesta es que me cuestionen antes de tiempo.
XL. También se ha dicho que la han elegido porque era la opción más económica para la Federación.
G.L.
No sé lo que cobraban otros, pero si mi sueldo sirve para ayudar al
tenis español a organizar otro tipo de eventos y a apoyar a otros
jugadores me parece bien.
XL. Por lo
visto, en el tenis español era una norma no escrita consultar con los
jugadores antes de elegir seleccionador. Con usted no se hizo.
G.L.
No sé cómo se consensuaba antes. Lo que sí sé es que la Federación es
independiente para tomar este tipo de decisiones. No se ha cometido
ninguna ilegalidad.
XL. ¿Entiende que los jugadores estén molestos al enterarse de su nombramiento por la prensa?
G.L.
Si ellos tenían otro concepto y les ha molestado, pues imagino que
cuando lo vayan pensando se darán cuenta de que no tiene ni pies ni
cabeza, pero es respetable.
XL. Tampoco suele ocurrir en otros deportes la cantidad de renuncias 'a la carta' que suele haber en el equipo de Copa Davis.
G.L.
Que te llame la selección española de cualquier deporte debería ser un
orgullo, un honor, y deberías estar siempre dispuesto a ir. Yo voy a
intentar que no vuelva a pasar, pero es una cosa que ni la entiendo ni
la puedo explicar.
XL. De entrada no se
lo han puesto nada fácil. Tiene a muchos jugadores recelosos de su
presencia en el equipo y, además, la eliminatoria que nos espera para
iniciar el camino del ascenso no va a ser nada sencilla.
G.L.
No es cierto que la mayoría de los jugadores estén recelosos. He
recibido muestras de apoyo de muchos de ellos y de sus entrenadores. Es
cierto que la eliminatoria que nos espera, seguramente en Rusia, va a
ser muy complicada, pero los retos están para superarlos.
XL. ¿Qué va a aportar nuevo Gala León al puesto? ¿Cómo piensa llevar a cabo su trabajo?
G.L.
Pienso consensuar, hablar mucho con ellos, saber cuáles han sido sus
dificultades, qué necesitan para formar parte de nuevo del equipo y, a
partir de ahí, intentar llegar a un acuerdo y acercar posiciones.
XL. ¿Hay diferencias a la hora de dirigir a un hombre o a una mujer? ¿Cambiará su manera de trabajar?
G.L. Yo
creo que no. Cuando hablamos de profesionales formados y maduros como
los que llevamos a la Davis, es más fácil hablar de tenis que con
alguien que está empezando su carrera deportiva. No creo que eso me
condicione para nada.
XL. Feliciano
López ha dicho que si Carlos Moyá no logró persuadir a los jugadores
para que acudieran a evitar el descenso, no sabe cómo lo va a conseguir
usted. ¿Cómo piensa lograr que la Copa Davis vuelva a ser importante
para ellos?
G.L. Hablando mucho con ellos, intentando motivarlos y que para ellos sea un motivo de orgullo estar en el equipo.
XL. Apuesta por el diálogo, pero si no encuentra una respuesta positiva, ¿cuál sería el siguiente paso?
G.L.
Creo que no va a ser necesario tomar otro tipo de medidas. Cuando
llegue el momento, se verá qué se hace, pero espero no llegar a ese
punto.
XL. Y si tuviera que tomar otras decisiones más duras, ¿no le temblaría la mano?
G.L.
No creo que sea un problema de temblar la mano o no. Es un tema de que
tenemos que ser equipo, estar todos juntos y trabajar en la misma línea.
XL.
A su favor se va a encontrar que el próximo año hay varios jugadores
que necesitan jugar la Davis para poder acudir a los Juegos Olímpicos.
G.L. Algunos
ya lo han conseguido, otros no, pero no sé si será motivo de ayuda o no
porque, por ranking, también pueden clasificar. Mi objetivo es que los
jugadores estén ahí porque jugar la Davis y lucir la camiseta de España
sea lo más importante para ellos.
XL.
¿Cree que el éxito o el fracaso de su capitanía va a depender de que
pueda convencer al mayor número de jugadores de que acudan al equipo?
G.L. Yo creo que el fracaso de un profesional es no intentarlo y yo haré todo lo que esté en mi mano.
XL. ¿No cree que es mejor intentar romper el hielo cuanto antes entre usted y jugadores como Nadal para aclarar posturas?
G.L.
Ahora mismo estoy trabajando en muchas cosas. Creo que esto hay que
llevarlo con total naturalidad, sin forzar la situación. Es mi forma de
ser y de ver la vida. Voy a seguir tratando a los que conozco, que son
la mayoría, y a trabajar con sus entrenadores con total tranquilidad.
XL.
¿Qué le diría a la gente que piensa que Gala León no tiene la autoridad
o la experiencia necesarias para, por ejemplo, corregirle cosas durante
un partido a Rafa Nadal?
G.L. Él es lo
suficientemente bueno como para corregirse él mismo, pero creo que es
más fácil ver un mínimo detalle de Rafa Nadal que cien detalles de un
jugador que todavía está por hacer. Mucha gente no me ha visto porque no
me pongo en el palco, pero llevo toda mi vida dedicada al tenis,
entreno a chicas, a chicos... A lo mejor no estaban completamente
informados de mi carrera profesional.
XL. ¿Qué cualidades de su personalidad cree que le van a servir para desempeñar este puesto?
G.L.
Soy una persona que no se ha caracterizado por estar en un lado o en
otro, simplemente he creído en mi personalidad, en mi forma de entender
el tenis. Soy abierta e intento comprender todas las posiciones. Como
entrenadora he podido ver muchas cosas que como jugadora no entendía... y
al revés. Y eso es una ventaja para afrontar este reto.
Cambio radical en el banquillo
Gala
León es el quinto capitán de la Copa Davis en nueve años, algo inusual
en el panorama internacional, donde los equipos suelen apostar por la
continuidad de sus seleccionadores. Desde 2005 han pasado por el
banquillo del equipo nacional Emilio Sánchez Vicario, que estuvo hasta
2008, Albert Costa (2008-2011), Àlex Corretja (2011-2013), Carlos Moyá
(2012-2013) y, ahora, Gala León. Lo cierto es que con esta
rotación, a España le fue bien hasta hace dos años, acumulando cinco
'ensaladeras' y dos finales en doce años. Durante este periodo, la
elección del capitán respondía a un pacto no escrito. La Federación
elegía a un exjugador de élite que tuviera el visto bueno de los
tenistas a cambio de que estos respondieran afirmativamente a las
llamadas del equipo. Sin embargo, este acuerdo se ha roto en las últimas
eliminatorias; varios jugadores han puesto por delante sus intereses en el circuito antes que participar en la Copa Davis.
Las
lesiones de unos y las ausencias de otros han ido mermando el potencial
del conjunto hasta llegar al enfrentamiento con Brasil en septiembre
pasado, cuando España se jugaba mantenerse o no en una élite que no
abandonaba desde hacía 19 años. La renuncia de hasta siete
jugadores a la llamada de Moyá y el posterior descenso del equipo a
Segunda ha propiciado que los responsables de la Federación se sientan
liberados de antiguos compromisos y hayan decidido dar un golpe de timón
apostando por otra vía. Sin consensos previos. Una decisión
arriesgada y polémica. Aunque el debate generado sobre el sexismo
también puede jugar a su favor. ¿Se atreverán ahora los jugadores a afrontar las consecuencias que pueda tener el no acudir a un equipo dirigido por una mujer?
No hay comentarios:
Publicar un comentario