" Tambien en el metro te puedes sentir como si fueras de la jet set,"
Si estás en el metro camino de la oficina, te puedes sentir como si fueras de la jet set. Si revisas las fotos de las famosas cuando llegan al ...foto,.
Michael Kors: "También en el metro te puedes sentir como si fueras de la jet set"
Le atribuyen la democratización del
'glamour', sus complementos arrasan en nuestro país y acaba de lanzarse a
la cosmética. El diseñador norteamericano nos desvela las claves de la
mujer perfecta.
XLSemanal. ¿Qué es para usted la belleza?
Michael Kors. El conocimiento esencial de cómo eres. Consiste en saber bien lo que te gusta de ti misma y poner el énfasis en lo positivo. Hay que entender todo lo que te rodea y tener claro qué es lo que a ti te funciona.
XL. ¿Cuáles son las claves del nuevo sexy?
M.K. La confianza en una misma. Aunque no seas una belleza clásica, si estás segura de ti misma y entras en una habitación como si el mundo te perteneciera, la gente va a darse la vuelta para mirarte. Eso es ser sexy.
XL. ¿Y qué da más confianza a una mujer: un buen rojo de labios o una laca de uñas sobresaliente?
M.K. Si tienes la suficiente seguridad en ti misma, atrévete con los dos.
XL. ¿Un poco de maquillaje puede cambiar el mundo?
M.K. Sin duda. Su poder es su capacidad de transformación. Los pequeños cambios que puedes conseguir con una barra de labios varían la perspectiva que las mujeres tienen de sí mismas. Es muy parecido a lo que hago como diseñador: la ropa transforma a las personas, les da la seguridad que no poseen o amplifica la que ya tienen.
XL. ¿Y qué cosméticos no deberían faltar en todo neceser?
M.K. El número uno indiscutible es el perfume. La mayoría de nosotros no podemos vivir siempre de vacaciones, pero una fragancia puede conseguir que te escapes a ese paraíso de forma instantánea. Así que llévala siempre contigo. Por supuesto, también una barra de labios y un poco de brillo en la piel. Me gustan los rostros naturales y jugosos, con un toque de iluminador.
XL. ¿En qué se inspira para crear?
M.K. En mis viajes... para las colecciones y también para el maquillaje. Por ejemplo, una sombra de ojos intensa y vibrante me evoca los tiempos de Studio 54 y esas mujeres espectaculares como Bianca Jagger. Sin embargo, los tonos optimistas me recuerdan a lugares como Hawái; y los nude, a las mujeres fascinantes que viven al aire libre en California.
XL. Y cuando creó su primer perfume, ¿a qué quería que oliera?
M.K. A ese momento exacto en el que llegas a Hawái procedente de cualquier gran ciudad del mundo y sales de un ambiente lleno de tráfico y polución para encontrarte de repente con una fragancia natural que es como húmeda y exuberante y muy persistente.
XL. ¿En qué tipo de mujer piensa cuando está creando una colección?
M.K. En mujeres que viajan, que tienen vidas muy ajetreadas en las que encuentran tiempo para ir a la oficina, al gimnasio y a recoger a los niños. Pero hacen que todo parezca muy fácil, aunque su día a día sea realmente complicado. Mujeres como Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Halle Berry...
XL. ¿Y tiene un icono femenino?
M.K. Jackie Kennedy. Siempre aparecía impecable, chic, perfecta. Pero lo primero que veías era a la mujer no la ropa. Sentías la personalidad antes que el estilo. Y siempre me han intrigado las mujeres que logran ese efecto en los demás.
XL. ¿De verdad se puede estar glamurosa hasta en el transporte público?
M.K. Absolutamente. Eso es lo interesante. Debes encontrar el equilibrio entre la comodidad (elige siempre ropa con la que te puedas mover sin problemas) y el toque de diva. Si estás en el metro camino de la oficina, te puedes sentir como si fueras de la jet set. Si revisas las fotos de las famosas cuando llegan al aeropuerto, puedes aprender mucho de ellas.
XL. La democratización del glamour es precisamente el secreto de su éxito...
M.K. El glamour cotidiano es de lo que va Michael Kors en realidad. Adoro a las mujeres. Lo quieren todo y deberían tenerlo todo. Me horroriza la idea de los básicos aburridos. Por eso diseño prendas glamurosas, pero nunca tan excesivas que no puedas llevarlas más que una sola vez. Hago ropa que te hace sentir sensual pero que se puede vestir. Esa es la clave.
XL. ¿Qué significa la moda para usted?
M.K. Es la forma de expresarte cada día, de reinventarte. Gracias a ella puedes sentirte como si acabaras de bajarte del yate, aunque estés en la parada del autobús. Pero también refleja lo que sucede en el mundo, en el arte y en la cultura pop.
XL. ¿Cuál es la clave de esta temporada?
M.K. El punto va a ser esencial. En vestidos, abrigos y cárdigan, es el tejido que define el otoño-invierno 2014. Pero se trata de un punto con caída y movimiento, que avanza contigo y te aporta elegancia.
XL. ¿Cuál es el secreto de que su trabajo le guste a gente tan distinta?
M.K. Creo que las necesidades de vestir bien son las mismas en Sevilla que en Los Ángeles.
XL. En España es imposible no cruzarse por la calle con uno de sus bolsos...
M.K. Sí, es muy halagador comprobar que a las españolas sofisticadas les gustan mis diseños. Pero creo que el secreto del éxito está en entender lo que quiere el consumidor.
XL. ¿Y qué es lo que quiere?
M.K. Prendas de calidad, algo que sea tendencia pero que, al mismo tiempo, resulte atemporal. Creo que ahora mismo, y más que nunca en toda la historia reciente, las mujeres se visten para sí mismas. Los selfies son lo mejor que le ha podido pasar a la moda porque permite verte y conocer lo que te sienta bien, probar cosas nuevas y experimentar.
El fondo de armario de la mujerdiez, según Michael Kors
Es el diseñador que más sabe de mujeres bien vestidas. Lo ha demostrado durante nueve temporadas en el reality americano Project runway, donde juzgaba el trabajo de futuros diseñadores. Sus acertados consejos lo han convertido en toda una celebridad fashion. Le pedimos que nos construya el vestuario perfecto:
Primero los básicos, «esenciales pero jamás aburridos»:
-Traje de chaqueta negro, «que sea sexy y lo puedas llevar de día, aunque también de noche».
-Abrigos y chaquetas. «Un buen trench y una americana bien cortada pueden marcar la diferencia. Incluso si debajo llevas la ropa del gimnasio».
-Un buen par de vaqueros blancos. «Son glamour instantáneo, también en invierno. Hacen que te sientas como Jackie Kennedy».
Sube el nivel con los accesorios:
-Imprescindible un bolso de cadena. «Si tu ropa es de tonos neutros, elevas el conjunto con un bolso azul o naranja».
-Unos zapatos de salón con tacón «porque alargan visualmente las piernas, pero es imprescindible que puedas andar con ellos».
-Un reloj masculino oversized y de cadena metálica.
-Unas gafas de aviador grandes «que te convierten en Angelina Jolie».
La belleza según Michael Kors
-Un perfume.
«Que te traslade con la imaginación a un lugar maravilloso como Capri,
con el aroma nocturno a madreselva y el espíritu de la jet set». -Una barra de labios intensa. «Puede ser roja, fucsia o granate, pero debe tener fuerza, iluminar tu rostro y destacarte sobre la multitud».
-Una laca de uñas. Eléctrica y vibrante.
Su desayuno: «A diario tomo un zumo de naranja, café con leche y bollería con mantequilla. Los domingos: una tortilla a la francesa con queso, con setas o con un poco de jamón».
TÍTULO: EL BLOC DEL CARTERO, Candice Swanepoel, MODELO, .
Candice Swanepoel, foto,.
Candice Swanepoel | |
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La modelo en 2010 |
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Nombre real | Candice Susan Swanepoel |
Nacimiento | 20 de octubre de 1988 Provincia de Natal, Sudáfrica |
Ocupación | Modelo, actriz (ocasional) |
Sitio oficial Ficha en IMDb Candice Swanepoel en Twitter |
Carrera
Swanepoel nació en Mooi River, en la provincia de KwaZulu-Natal. Fue contratada por un diseñador en un mercado ambulante en Durban a los 15 años de edad,1 y a los 16 años ya Swanepoel ganaba 40 000 rands (5000 €) por cada día de trabajo.1 Es mayormente conocida por su trabajo en Victoria's Secret.Swanepoel ha aparecido en las portadas de las revistas Vogue, Elle y Ocean Drive (Estados Unidos),2 además de publicidad para Nike, Diesel, Guess? y Versus Eyewear.2 Swanepoel también ha desfilado en la pasarela para Tommy Hilfiger, Dolce & Gabbana, Sass and Bide, Betsey Johnson, Diane von Fürstenberg y muchísimos otros diseñadores;2 también para Victoria's Secret en 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013. Además de aparecer en la publicidad de la marca de lencería, fue una modelo destacada en el catálogo "SWIM" de 2010.2011, 2012 y 2013.3
Vida privada
Swanepoel nació y se crió en un pequeño pueblo llamado Río Moii en Sudáfrica, en una hermosa y gran granja al lado de sus padres Eileen Swanepoel y Willem Swanepoel, junto con su hermano mayor Stephen Swanepoel.4 Su educación fue en el colegio de St. Anne’s. Habla el afrikáans, y domina perfectamente el inglés y portugués, enseñado por su novio el modelo brasileño Hermann Nicoli, a quien conoció en París y con quien sale desde que tenía 17 años.5 6 Es amiga cercana de la modelo de Namibia y de Victoria's Secret, Behati Prinsloo, de la también modelo de Victoria's Secret Erin Heatherton y de la ex-Victoria's Secret, actriz y modelo británica Rosie Huntington-Whiteley.Victoria's Secret
Candice comenzó en VS como fit model (modelo de prueba), luego fue llevada a la pasarela apareciendo por primera vez en el Fashion Show de 2007, en la sección PINK, donde impactó a todos por su extrema belleza y absoluta perfección corporal. Ha participado en los desfiles anuales de la marca, en el año 2007, 2008, 2009, 2010, 2011, 2012 y 2013 se ha convertido en uno de los 'Ángeles' de Victoria's Secret más importantes7 de dicha marca ya que se le asigno una sección especial en los años 2010 y una mucho más emotiva en 2012. El año 2008 Swanepoel lució sus primeras alas durante la sección PINK y en 2011 y 2013 Candice abrió el Show en el último mencionado se le otorgó el famoso ''The Royal Fantasy Bra'' valorado por 10 millones de dólares.Fantasy Bra 2013
Candice fue la portadora del sostén de Fantasía "Royal Fantasy Bra" en el desfile anual de Victoria's Secret 2013. El sostén, con una valoración de más de 10 millones de dólares y 2400 piedras preciosas, incluye diamantes, rubíes amarillos y azules y zafiros, además está completamente hecho a mano con oro.TÍTULO: LA CARTA DE LA SEMANA, Libros a bordo,.
- Hace exactamente veinte años que navego con una biblioteca a bordo. Porque una biblioteca personal, como saben ustedes, no es un lugar ...foto,.Hace exactamente veinte años que navego con una biblioteca a bordo. Porque una biblioteca personal, como saben ustedes, no es un lugar donde se colocan libros, sino un territorio en el que uno vive rodeado de inmediatez y de posibilidades. Hay libros que están ahí, sin leerse todavía, aguardando pacientes su momento, y otros que ya leíste y a cuyas páginas conocidas retornas en busca de memoria, de utilidad, incluso de consuelo. A medida que envejeces, el número de esa segunda clase de libros, los viejos amigos y conocidos, aumenta respecto a los que aguardan turno; aunque siempre existe la melancólica certeza de que, por mucho que vivas, nunca acabarás de leerlos todos; que la vida tiene límites, que siempre habrá libros de los que te acompañan que apenas abrirás nunca, y que un día, tanto ellos como los ya leídos caerán en manos de otros lectores: amueblarán otras vidas. Parece algo triste, pero en realidad no lo es. Porque tales son las reglas. En cierto modo, más que una vida de lecturas, una biblioteca es un proyecto de vida que nunca llegará a culminarse del todo. Eso es lo triste, y lo fascinante.
Un velero no siempre deja tiempo para la lectura. A menudo estás atento a la maniobra, al estado de la mar, a la recha en el horizonte, al tráfico de los malditos mercantes que te vienen encima. Pero siempre hay ratos de calma: días tranquilos con marejadilla y quince nudos de viento, con todo el trapo arriba, o fondeos apacibles en lugares sin algas, donde cuarenta metros de cadena permiten dormir algo más tranquilo. Ahí es donde los libros se vuelven compañía perfecta, al sol o a la sombra en verano, abajo en la camareta en invierno, a veces de noche, a la luz de una lámpara, mientras arriba, en la bañera, alguien te releva cuatro horas en la guardia y oyes el vago rumor del canal 16 en la radio.
Durante mucho tiempo, a bordo sólo llevé libros sobre el mar. Es una vieja costumbre. Quizá porque he leído demasiados de ellos, hace un par de años empecé a admitir polizones terrícolas en la biblioteca marinera, donde antes estaban proscritos. Aun así, éstos siguen siendo pocos, y por lo general se relacionan con la novela que estoy escribiendo en cada momento. Lo seguro es que vuelvo una y otra vez a los de siempre, los marinos, releyéndolos a menudo. Hace poco dediqué una temporada a calzarme por enésima vez todas las novelas de Joseph Conrad que tienen el mar y a los marinos por protagonistas, empezando por la Línea de sombra y acabando por el ejemplar de El espejo de mar traducido por Javier Marías que siempre llevo a bordo. En realidad, la biblioteca del barco se reparte en tres zonas. Bajo la mesa de la camareta llevo los derroteros y los libros de señales, faros y mareas, y en las estanterías sobre la entrada al motor van los libros técnicos e históricos, incluidos los dos derroteros de Tofiño -es asombroso cómo aún son útiles para un velero, dos siglos y medio después- y también, lleno de subrayados y notas, el sobado e imprescindible Navegación con mal tiempo, de Adlard Coles. Con ellos, entre otros, el Diccionario marítimo de O'Scanlan, dos obras de Fernández de Navarrete en las que me sumerjo gozoso de vez en cuando (Historia de la Náutica y los cinco magníficos volúmenes de Viajes y descubrimientos de los españoles) y varios clásicos lomos amarillos de Editorial Juventud, entre ellos mis dos favoritos, que también lo fueron de mi padre: Corsarios alemanes en la Primera Guerra Mundial y Corsarios alemanes en la Segunda Guerra Mundial.
Los libros que más se renuevan a bordo son los de la tercera zona, correspondiente a novelas y otros libros de ficción que ocupan estantes y armarios en la camareta. Por ahí han pasado, y regresan de vez en cuando, los 20 volúmenes de la serie Capitán de mar y guerra, de Patrick O'Brian, así como los de Alexander Kent y C. S. Forester -los de la serie Ramage de Dudley Pope, sólo disfrutables por anglosajones cretinos aficionados al tópico, los arrojé hace años por la borda-. También, por supuesto, con amarre fijo en un estante, Moby Dick, de Melville, y la trilogía de Nordhoff y Hall sobre la Bounty. A eso hay que añadir la soberbia novela El cazador de barcos, de Justin Scott, La Cacería, del gran Alejandro Paternain, El enigma de las arenas, de R. E. Childers -una de las más hermosas novelas sobre mar y espionaje que leí nunca-, y la obra maestra sobre la batalla del Atlántico: Mar Cruel, de Nicholas Monsarrat. Cuya magnífica película, aunque sólo puede encontrarse en inglés, regalo a mis amigos cada vez que me la tropiezo.
Libros y mar, en resumen. Memoria, aventura, navegación. Y la tierra, bien lejos. Les aseguro que no puedo imaginar combinación más feliz. Situación más perfecta.
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