BLOC CULTURAL,

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domingo, 12 de octubre de 2014

DESAYUNO DE LUNES CON BAPTISTE GIABIACONI,./ EL BLOC DE CALLEJEROS, Forever young, Bruce./ LUNES CINE, ASÍ NOS VA,./ LA COCINA DEL LUNES, GUACAMOLE CON ANCHOAS,.

TÍTULO; DESAYUNO DE LUNES CON BAPTISTE GIABIACONI,.

El modelo con más fans,.

Qué mejor manera de empezar el año que con una fotografía de, foto- Baptiste Giabiconi. El modelo fetiche de Karl Lagerfeld quiso regalarle a todas sus seguidoras y seguidores una imagen única a través de su perfil de Twitter. Colocado frente a un espejo, el modelo y cantante francés, se retrato desnudo.
Mostrando su escultural cuerpo, brazos trabajados, abdominales muy marcados y una espalda ancha, Baptiste posó como en la mejor de sus sesiones de fotos. Sin embargo, el maniquí utilizó su inseparable guitarra para tapar sus partes más íntimas.
Poco después de colgar este regalo de navidades, todos sus fans empezaron a retuitear la imagen, prueba de la admiración que sienten por él.
 A sus 22 años este joven se ha colado en las listas de los modelos más importantes del mundo. En 2008, Karl Lagerfeld  descubrió a este diamante en bruto que, en muy poco tiempo se convertiría en la imagen de Chanel. Gracias a esta oportunidad Baptiste empezó a protagonizar portadas en todo el mundo: Vogue, Elle, Marie-Claire, Harper’s Bazaar, l’Officiel...
Y es que según cuentan algunos, se trata del hombre más guapo en Francia desde Alain Delon.
 Su desayuno: «Un buen zumo de naranja y una tostada con tomate y mucho jamón. Un plátano y un puñado de frutos secos, unos 20 g. Nada de café ni de leche».

TÍTULO: EL BLOC DE CALLEJEROS, , Forever young, Bruce.

 Cuando yo era chaval, dibujaba en mi imaginario a los señores de sesenta y cinco años como unos ancianos inalcanzables. Supongo que a ...foto,.

Cuando yo era chaval, dibujaba en mi imaginario a los señores de sesenta y cinco años como unos ancianos inalcanzables. Supongo que a usted le pasaría algo parecido. De hecho, a todos nos ha pasado algo así: mi abuelo vería al suyo, de pequeño, como un individuo jurásico, provecto, legendario y anciano. A estas alturas, en cambio, con los cincuenta y siete cumplidos, un señor de sesenta y cinco me parece un compañero de parrandas, un hermano algo mayor, un tipo con muchos años por delante para el disfrute relajado de la jubilación. Hay tipos de sesenta y pico que parecen chavales y hay tipos de treinta y pocos que parecen sus padres, cuando no sus abuelos. Y al revés. Pero, vengo a decir, hoy un hombre que pase de la sesentena no tiene por qué ser un anciano, cosa que sí era hace cuatro décadas o así, ni tiene por qué ser un mueble arrinconado en la sociedad familiar o callejera. Me acuerdo, por ejemplo, de mi suegro: murió con setenta y pocos en un malhadado accidente de circulación y, cuando nos poníamos a caminar, me sacaba varias leguas de distancia sin descomponerse lo más mínimo. Cosa de navarros, digo yo, ya que a su hijo Salvador ni por asomo le veo la suela de las zapatillas cuando echa a correr. Y tiene mis años y unos diez mil gin-tonics más.
Viene esto a cuento por aquel tipo que yo veía tan mayor cuando me asomé al primer disco que descubrí de él: The Wild, the Innocent and the E Street Shuffle. Era un sujeto enjuto y barbado, vestido con vaqueros y camiseta de tirantes de las de vestir debajo de la camisa de colegio, que aparecía fotografiado en la portada y contraportada de un disco que a mí me pareció casi providencial. Era Bruce Springsteen y apenas tenía veinticuatro años. Puede que incluso menos. Y había grabado otro LP anteriormente con el que no había pasado nada, pero que la gente que sabía escuchar ya se había percatado de que antes o después sacudiría el mundo del rock como el que ventea una alfombra en un balcón. Con poco más de veintiséis escribió, compuso e interpretó uno de esos discos que cambió la historia de la música y que, escucharas como lo escucharas, a nadie pudo dejar indiferente: Born to Run. Con esa grabación el rock toma un rumbo determinado, guste más o menos. Como lo tomó con otros ejemplos claros que dejaron los Stones o los Beatles (el sargento Pepper's tuvo que ver), como lo hicieron Led Zeppelin, o los Pink Floyd con Dark Side of the Moon, o Michael Jackson y su Thriller, o los Purple con el archifamoso Made in Japan, o Dylan con cualquiera de sus locuras. Eso no quiere decir que todas las figuras que no nombro no hayan sido fundamentales, pero los nombrados marcaron sendas y dejaron pautas, de la misma manera que en el toreo sentaron rumbos a seguir tres figuras desde la Guerra Civil hasta aquí: Manolete, el Cordobés y Paco Ojeda. ¿Quiere eso decir que figurones del toreo como Ordóñez o Luis Miguel o Camino no han sido trascendentales?: ni mucho menos. Ellos, como Dámaso o Curro o el Viti o Tomás, han sentado bases, han sido leyendas, pero los anteriores estuvieron en el lugar apropiado el día en el que había que romper cánones. Exactamente como hizo Bruce el día en el que se metió en un estudio con su banda para grabar un disco trascendental, pletórico, asombroso que, escuchado hoy en día, sigue resultando fresco, conmovedor y vigoroso.
Todo esto viene a cuento porque este sujeto, al que la mayoría de los aficionados hemos podido ver y aplaudir en más de una ocasión (cosa que no pasaba con otras leyendas anteriormente nombradas), acaba de cumplir sesenta y cinco tacos. Y sigue tan pancho, tan talentoso y tan proteico como siempre, como cuando asombró al productor Jon Landau y le hizo decir aquello tan célebre de: «He visto el futuro del rock y se llama Bruce Springsteen».
El futuro, ya ven, sigue ahí. Con pasado frondoso y presente eléctrico. Y sin asomo de jubilación. Es por ello que hay que agradecerle al rock, entre otras cosas, que nos haga eternamente jóvenes. Forever young, Bruce. 

Así nos va TÍTULO: LUNES CINE, ASÍ NOS VA,.

Reparto,

Michael Douglas, Diane Keaton, Sterling Jerins, Frances Sternhagen, Paloma Guzmán, Annie Parisse, Austin Lysy, Michael Terra, Sawyer Tanner Simpkins, Maxwell Simkins, Maurice Jones, Yaya DaCosta, Scott Shepherd, Andy Karl, Frankie Valli, Luke Robertson,.
 
 Un agente inmobiliario se ve obligado a pedir ayuda a su vecina cuando, de repente, su hijo, al que hacía mucho que no veía, se presenta en su casa para que se haga cargo de una nieta, cuya existencia desconocía.
 
TÍTULO: LA COCINA DEL LUNES, GUACAMOLE CON ANCHOAS,.

-foto--Ingredientes: 250 g de aguacate, 50 g de cebolla, 15 g de zumo de limón, 100 g de tomate, 6 tomates cherry, guindillas encurtidas, 1 cucharilla de cilantro picado, tabasco, sal y pimienta. Además: 1 bote de anchoas en aceite, 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra, 2 dientes de ajo fileteados, media guindilla fresca picada, 1 endibia y hojas de perifollo. Elaboración: se pica la cebolla en dados pequeños y se escaldan los tomates para quitarles la piel. Luego se cortan en dados de 0,5 cm. Se pisa el aguacate con un tenedor. Se mezcla la cebolla con el tomate y el aguacate. Se añaden el zumo de limón y las guindillas picadas, se salpimenta y se agregan el tabasco y el cilantro picado. Se cubre con papel plata y se refresca en la nevera durante una hora. Se mezcla bien y se sirve con los tomates cherry, cortados por la mitad, por encima. Se extienden las anchoas en un plato. Se calienta el refrito de ajos, la guindilla picada y las 3 cucharadas de aceite de oliva en una sartén. Cuando el ajo tome un color anaranjado, se retira del fuego y se deja enfriar. Acabado y presentación: se vierte el refrito sobre las anchoas y se deja marinar unos 15 minutos. Se deshoja la endibia, se le quitan las primeras hojas si están malas, se rellenan las hojas con un poco de guacamole y se ponen un par de anchoas marinadas. Se decora con unas hojitas de perifollo. El vino
Le Domaine 2013 La bodega Abadía Retuerta, en Sardón de Duero, vendimia desde 1998 cepas de sauvignon blanc. Tras diez años de investigación crea este blanco de guarda del terroir, con gran cuerpo, untuoso y un final fresco y delicado. Único en la zona, desarrollará su potencial en estos años. 21 eruos. J. L. Recio.
Reinos de humor, por Benjamín Lana Comer 'off line'
El mundo digital es todavía imperfecto, gracias a Dios. Hay porciones de realidad que no se pueden capturar, enviar ni consumir a través de una pantalla. No es posible paladear, degustar o quitarse el hambre virtualmente. Los restaurantes que triunfan de verdad siguen ofreciendo producto analógico.La cocina llegó antes que otras disciplinas al concepto de 'tecno-emoción', gracias a Ferran Adrià, pero ni Google ha logrado sustituir la experiencia real de sentarse ante un plato y una botella. No quiero imaginarme dónde estaríamos si fuera posible cenar en El Celler de Can Roca sin salir de casa ni mover la mandíbula. Qué quieren que les diga. Me encanta esta singularidad de nuestro vicio-pasión. Hay de casi todo virtual: bancos, agencias matrimoniales, tiendas... hasta sexo, ¡pero no Vega Sicilia ni tortilla virtual!
El rodaballo a la parrilla de Elkano de Guetaria, la gamba roja de Denia o el jamón que Joselito seca en Guijuelo son imbatibles en versión original. O te los comes o no te los comes. No hay sustitutivo. Y creo que a Apple le falta mucho hasta lograr una experiencia como la de esas tres sensaciones grasas en la boca. Hay esperanza.Me encanta almorzar con amigos cuando no hay Wi-Fi y apenas cobertura de móvil. Disfrutar de la charla y la ingesta sin que nadie pueda monitorizar ni trackear salvo el que cobre la cuenta cuántas croquetas de jamón llevamos engullidas o si nuestro consumo per cápita de garnacha ÿde Alfaro, amontillado de Jerez o destilado añejo de la británica Escocia es superior a la media de nuestro target.

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