BLOC CULTURAL,

BLOC CULTURAL,

sábado, 6 de diciembre de 2025

España Directo -Economía - Señales que nadie mira ,. / Mi casa es la vuestra - Massimo Recalcati ,. Viernes - 12 - Diciembre ,. / Detrás del muro - PÁGINA DOS - David Trueba - Libro - Parecidos razonables ,. Martes - 9 - Diciembre ,. / Cartas de amor - Poema - Trigesimoctava variación,.

   TITULO: España Directo - Economía - Señales que nadie mira ,.

 Señales que nadie mira ,.

El déficit comercial se ha disparado un 51% este año y eso indica que el motor exterior puede haberse gripado,.

 El ministro Carlos Cuerpo

 foto - El ministro Carlos Cuerpo,.

Durante una década, a España le encantó repetir que había cambiado su patrón de crecimiento. Que, tras la crisis financiera, habíamos dejado atrás los viejos vicios de vivir por encima de nuestras posibilidades gracias a importaciones desbocadas y crédito barato. Que la economía se había vuelto más competitiva, más exportadora, más europea. Que la balanza por cuenta corriente era positiva, que España ya no dependía del exterior, se convirtió en un mantra.

Hoy ese indicador está empezando a emitir un sonido que conviene no ignorar. El déficit comercial –el viejo agujero negro de nuestra economía– se ha disparado un 51% en los nueve primeros meses del año y ha alcanzado máximos no vistos desde 2008. No es un dato menor. No implica que vayamos encaminados a una crisis, pero sí que el motor exterior, ese que tanto se alabó, empieza a griparse. La competitividad se pierde poco a poco y cuando te das cuenta ya es demasiado tarde.

Conviene entender lo que significa este movimiento. La balanza comercial es sólo una parte de la ecuación, pero es la más sensible. Cuando las exportaciones se estancan y las importaciones avanzan con alegría, lo que se debilita no es solo una cifra: es la narrativa de fondo. España presumía –con cierta razón– de haber encontrado un punto de equilibrio en su relación con el mundo. Pero ese equilibrio dependía de tres factores que hoy están mutando: la fortaleza del turismo, el dinamismo exportador y un consumo interno contenido.

El turismo sigue funcionando, pero ya no puede compensarlo todo. Las exportaciones de bienes están virtualmente planas y la industria pierde terreno frente a Estados Unidos, Asia y nuestros propios socios europeos. Y las importaciones crecen porque los españoles vuelven a consumir, algo que es positivo… siempre que puedas pagarlo con tus ventas al exterior. Si no puedes, el déficit reaparece. Y eso es exactamente lo que está pasando.

No se trata de alarmar, pero sí de advertir. Si el país vuelve a instalarse en déficits exteriores persistentes, se reduce nuestro margen de maniobra: dependemos más de financiación externa, somos más vulnerables a 'shocks' internacionales y perdemos capacidad para sostener la inversión y el crecimiento sin tensiones. El superávit por cuenta corriente de la década pasada no era un regalo del cielo. Era el resultado de un ajuste severo, un turismo en auge y una industria y servicios que encontraban mercado en un mundo sin proteccionismo. Hoy dos de esas tres patas crujen.

Quizá el déficit comercial actual sea un bache coyuntural. O quizá sea el primer síntoma de que el modelo basado en servicios, turismo y exportaciones está llegando a su límite. Hay que recordar algo elemental: los países no pueden vivir eternamente de vender poco y comprar mucho. España ya aprendió esa lección una vez. Conviene no olvidarla ahora.

 

TITULO: Mi casa es la vuestra -   Massimo Recalcati ,. Viernes -   12 - Diciembre   ,.

Viernes -   12 - Diciembre   a las 22.00, en Telecinco, foto,.

 

 Massimo Recalcati,.

 

 Massimo Recalcati, psicoanalista: “Un hombre feliz no es el que lo tiene  todo, sino el que sabe desear lo que importa” - AS.com

Massimo Recalcati, psicoanalista: “Un hombre feliz no es el que lo tiene todo, sino el que sabe desear lo que importa”,.

El famoso experto en psicología y ensayista italiano da las claves para alcanzar y reconocer la verdadera felicidad,.

La felicidad, ese estado anhelado por prácticamente todas las personas, ha sido tema de reflexión a lo largo de la historia: filósofos, psicólogos, poetas y hasta científicos han intentado descifrar qué es, de dónde surge y cómo alcanzarla. Aunque cada ser humano la define a su manera, suele entenderse como una sensación de bienestar profundo, una armonía entre lo que se desea, lo que se vive y lo que se valora.

Esta no es algo que se posee, sino algo que se vive, que se experimenta en matices y que se renueva a medida que cambiamos. Es un camino personal, dinámico y humano, tal como explica el famoso experto en psicología y ensayista italiano Massimo Recalcati: “La felicidad es amar lo que se tiene. Un hombre feliz no es el que lo tiene todo, sino el que sabe desear lo que importa. La dicha en esta tierra es cuando amamos lo que tenemos”, explica al medio local Ascuolaoggi.

Para Recalcati, solo de esta manera, abrazando cada día, se puede lograr la plenitud de la felicidad, descubriendo la belleza en cada instante, y mirando al futuro con curiosidad y ganas de encontrar valor en las cosas sencillas que llenan el corazón de amor.

Carácter subjetivo

Uno de los rasgos más fascinantes de la felicidad es su carácter subjetivo. Pese a los consejos de los expertos, para algunas personas, se encuentra en la realización personal; para otras, en el vínculo con seres queridos, en el crecimiento espiritual, en la libertad de elegir o en la simpleza de los pequeños momentos cotidianos.

No existe una fórmula universal, pero sí se sabe que ciertos ingredientes suelen favorecerla: cultivar relaciones significativas, mantener un propósito claro, desarrollar gratitud, practicar la atención plena y cuidar la salud física y emocional. 

 

TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS  - David Trueba - Libro - Parecidos razonables  , Martes - 9 - Diciembre  ,.


PÁGINA DOS - David Trueba - Libro - Parecidos razonables ,.

 

Martes - 9 - Diciembre a las 22:00, en La2, foto,.

 

 David Trueba - Libro - Parecidos razonables,.

 

 David Trueba te recomienda sus libros favoritos | AHORA QUE LEO

Escribir El dolor de los otros me ha llevado tres años. Quizá a alguien le sorprenda, dadas las escasas cien páginas del ensayo, pero cada persona tiene sus tiempos y sus demonios, y para los primeros soy lenta (a veces) y de los segundos puedo andar sobrada (también a veces). El caso es que, más allá de las dificultades de abordar un tema como el exceso de empatía, con sus múltiples ramificaciones, la principal dificultad ha sido lidiar conmigo misma y con mis ganas de abandonar el proyecto. Esto, que a algunos les puede parecer absurdo, a otros les sonará, me temo, bastante familiar, pues somos muchos los escritores que debemos lidiar con semejante cruz, lo cual no es óbice para seguir y hasta para disfrutar en otros momentos de lo conseguido.

La empresa era compleja, toda vez que implicaba, entre otras cosas, analizar cómo nos han llegado las noticias a lo largo de la historia, o la creciente sensación de miedo que nos invade diariamente ante tanta información, pero lo verdaderamente complicado, al menos para mí, fue lidiar con la enorme cantidad de documentación que tenía y la que fui descubriendo mientras investigaba más y más. Como los deportistas, a menudo me obligaba a fijarme una meta y no dejar que cantos de sirena —léase libros o artículos interesantísimos— me apartaran de mi camino. Pero cuando flaqueaba, ante mí se superponía una cantidad ingente de memorias que debía revisar, o de citas que tenía que incluir sí o sí, o documentales que eran imprescindibles si quería abordar el tema con rigor. Y todo ello huyendo de retóricas y buscando la claridad en la exposición, algo que me obsesiona tanto como encontrar ese ritmo invisible pero que está ahí, y que a veces se puede ir al garete por una palabra o por una coma de más.

"Cada vez que leía un artículo que mencionaba la palabra empatía, me entraban sudores fríos"

Huelga decir que, cuando me enfrentaba a esas montañas de notas, la tentación de abandonar se antojaba más que razonable. ¿Y por qué me había metido yo en semejantes jardines —me decía— pudiendo hacer una novela o una biografía? A veces incluso paré por períodos breves. Pero siempre volvía a mi ordenador y a mi manuscrito. Eso sí: retomarlo me exigía volver a empaparme de todo; es decir, más esfuerzo. Mientras tanto, no eran pocas las veces que oía a algún colega decir que disfruta escribiendo, que por eso no para de publicar, lo cual acrecentaba aún más la sensación de extrañamiento. Menos mal que también recordaba a otros, como Rafael Chirbes, que en sus diarios describía muy bien cuánto deseaba terminar un libro y cuántas veces lo dejaba porque sentía que ese era un esfuerzo inútil.

Luego había otro problema. Cada vez que leía un artículo que mencionaba la palabra empatía me entraban sudores fríos. ¿Y si dice lo que digo yo? ¿Y si antes de acabar mi libro a alguien se le ocurre escribir algo parecido? En cierta ocasión, David Trueba dijo que siempre que se le ocurría una historia para un guion —un padre que se va de viaje por Europa con su hija, por ejemplo— había un tío, en la otra punta del mundo, que decidía escribir una historia sobre lo mismo. ¿Y si me pasaba eso a mí, cuando ya tenía tan avanzado el libro? De hecho, fueron varias las ocasiones en las que vi la palabra en cuestión —empatía— en libros o artículos, pero luego los leía y comprobaba que no tenían nada que ver con lo que yo estaba haciendo. A veces ni siquiera tenían que ver con la empatía, y el título solo era un gancho para atraer al personal, lo cual me colocaba de nuevo en la casilla de salida. Además —y esto David Trueba también lo decía—, dos personas pueden escribir sobre lo mismo y hacer dos obras totalmente distintas. Autosabotaje neutralizado. Tocaba continuar.

"El debate sobre mostrar o no mostrar era cada vez más intenso, si cabe. Y la realidad cada vez más compleja"

Las noticias brutales seguían y siguen. El debate sobre mostrar o no mostrar era cada vez más intenso, si cabe. Y la realidad cada vez más compleja. Además de ir avanzando en la escritura marcándome metas cortas, la responsabilidad de aportar un poco de luz a todo eso se fue imponiendo. Al fin y al cabo, este libro es producto de una obsesión, de muchos años de obsesión que me han llevado a leer y a ver cualquier cosa que cayera en mis manos sobre el tema. Y cuando algo se superpone a todo lo demás, no hay nada que una pueda hacer.

Bien, seguí. Por eso El dolor de los otros está ya, felizmente, en las librerías. Se lo debía a mis amigos y a la gente que me animó a seguir; me lo debía a mí, pero sobre todo se lo debía a tantas personas de las que supe alguna vez, en alguna noticia, y a las que no he podido olvidar.

TITULO:  Cartas de amor - Poema - Trigesimoctava variación,. 

Poema - Trigesimoctava variación,.

 Renaldo & Clara (@RenaldoiClara)

foto / El alba es un laúd lejano
El cielo es una gaviota imaginada
E imaginado es todo hasta el olvido

No hay más acá que sirva de paréntesis
Ni más allá que sirva de horizonte
Imaginado es todo hasta la muerte

E imaginé tu amor que no existía
E imaginé que imaginé tu amor que no existía
E imaginé que imaginé que imaginé tu amor que no existía

El olvido y la muerte fueron reales sin embargo,.

No hay comentarios:

Publicar un comentario