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sábado, 9 de marzo de 2024

La Hora Musa - Sinéad O’Connor, trágica voz irlandesa ,. Martes -26 - Marzo ,. / Cachitos de hierro y cromo - Besmaya, un perfil de Spotify entre amigos convertido en una banda de «pop distendido» ,. Martes -26 - Marzo ,./ Locos por las motos - Acosta: “Cosas así no pasan todos los días”,.

 

   TITULO: La Hora Musa - Sinéad O’Connor, trágica voz irlandesa  ,. Martes - 26 - Marzo ,.


 'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes  -  -26 - Marzo  , foto,.

Sinéad O’Connor, trágica voz irlandesa,.

La cantante falleció a los 56 años apenas 18 meses después del suicidio de su hijo y de luchar contra depresiones, intentos de suicidio y trastorno bipolar,.

 Sinéad O'Connor: el grito a una sociedad sorda

Sinéad O’Connor,.

La cantante irlandesa Sinéad O’Connor falleció a los 56 años de edad por causas todavía desconocidas y apenas 18 meses después del suicido de su hijo Shane, según informaron medios británicos. Deja atrás una voz irrepetible, una personalidad única y una existencia trágica que incluyó el éxito y la caída, tanto en lo musical como en lo profesional. En su último tuit, la cantante publicó una foto de Shane y dijo: "Desde entonces, vivo como una criatura nocturna no muerta”.

Se va así una figura trágica que marcó una época en su tiempo con una voz tan única acompañada de una indómita personalidad. Nacida en Dublín el 8 de diciembre de 1966, su vida quedaría marcada por una infancia indeseable. Sus padres se divorciaron cuando tenía ocho años, se fue a vivir con su madre Marie y con ella sufriría abusos físicos y psíquicos hasta 1979, cuando se fue a vivir con su padre. Sin embargo, ya estaba marcada y viviría su adolescencia entre reformatorios y violencia.

Pero Sinead O’Connor tenía un don increíble, el de una voz impresionante. Primero le cautivaron las baladas del rico folk irlandés, después abrazó el punk y terminó de definir su sensibilidad musical con las canciones de Van Morrison y Bob Dylan, dos de sus grandes héroes. Era imposible que una voz así pasara inadvertida y pronto firmó un contrato con Ensing Records. Su álbum de debut contó con muchos problemas, incluido un embarazo e intentos para convencerla de que abortara. “The lion and the cobra” fue el título del disco, en 1987, con buenas críticas y regulares ventas por su indefinición musical. Dos años después llegaría “I Do Not Want What I Haven't Got”, con más de siete millones de copias y el bombazo que fue “Nothing Compares 2 U”, canción de Prince que ella elevó a otro nivel. También llegarían los reconocimientos y Grammys, que ella rechazaría mostrando su visceral carácter: “No me interesan. No quiero tomar parte en nada que anime a la gente a creer que el éxito material es importante, especialmente si eso representa que te has de sacrificar personalmente para obtenerlo”.

Su vida y carrera cambiarían fulminantemente el 3 de octubre de 1992, cuando apareció en el programa de televisión “Saturday Night Live” como invitada musical. Cantó sin instrumentación la canción "War", de Bob Marley, como protesta por los abusos sexuales de sacerdotes de la Iglesia católica, cambiando la palabra "racismo" por "abuso de menores". Luego mostró una foto del papa Juan Pablo II a la cámara mientras cantaba la palabra "evil" (maldad) y procedió a romperla gritando: “Lucha contra el verdadero enemigo”. La centralita de la NBC se saturó con miles de quejas. Hubo quemas públicas de sus discos y pasó a caer en desgracia.

Dos semanas después del incidente Sinéad O'Connor participó en un concierto homenaje a Bob Dylan y en cuanto salió a escena recibió tantos abucheos que fue obligada a salir del escenario sin pronunciar un solo verso. Iba a cantar “I believe in you”, un tema religioso dedicado a Jesucristo. Sinéad O’Connor se arrepentiría de su acción y argumentaría simple rebeldía adolescente. También citaría a San Agustín ("la ira es el primer paso hacia el coraje"), pero no habría perdón. Seguiría sacando buenos y variados discos, abordando infinidad de géneros, pero con escasa repercusión por lo general, aunque siempre con la admiración y respeto de sus todavía muchos seguidores. Sus conciertos, por lo general íntimos, eran todo un derroche de voz y autenticidad.

En 2003 le diagnosticaron trastorno bipolar, la causa de su personalidad desequilibrada e inestable, y el 29 de noviembre de 2015 la policía abortó un intento de suicidio después de publicar un mensaje de despedida en su página de Facebook. El 3 de agosto de 2017 publicó un vídeo otra vez en Facebook en el que aseguró tener pensamientos suicidas al estar sola en un motel en Nueva Jersey. En 2018 confirmó su conversión al Islam y el 6 de enero de 2022 anunció la desaparición de su hijo Shane O’Connor, de 17 años, quien se encontraba internado en un hospital por riesgo de suicidio. Dos días después se confirmó el fallecimiento del joven, de la misma forma que ahora, poco después, se certifica la muerte de su madre.

Nada comparado con esto

Fue en enero de 1990 cuando en la MTV apareció un vídeo que no dejó indiferente a nadie. Era Sinéad O’Connor cantando “Nothing compares U 2”. Una cámara fija se iba acercando lentamente al rostro de la vocalista hasta llegar a un primer plano con los ojos llorando de la vocalista. Era una canción de abandono que la irlandesa asumió como propia interpretando su problemática y tóxica relación con su madre. Lo que era una canción de menor de Prince se transformaría en un clásico inmediato en la voz de Sinéad O’Connor, que entonces tuvo que comenzar a lidiar con algo para lo que no estaba preparada: el éxito masivo. Acostumbrada a la miseria y las privaciones, se convirtió en millonaria por un vídeo. Al mismo tiempo, comenzaría un conflicto con sus propios ideales y su crónica incapacidad para ser feliz producto de su naturaleza bipolar.

 

TITULO:  Cachitos de hierro y cromo - Besmaya, un perfil de Spotify entre amigos convertido en una banda de «pop distendido» ,. Martes - 26  - Marzo   ,.

   El martes -  26 - Marzo  a las 22:30 horas por La 2, foto,.

 Besmaya, un perfil de Spotify entre amigos convertido en una banda de «pop distendido»,.

Javi Ojan y Javi Echávarri presentan su primer disco, 'Nuevos lemas', con el que girarán por festivales y salas de España haciendo disfrutar al público con su «buenrollismo».

Los artistas Javi Ojan y Javi Echávarri llevan produciendo su música desde 2020.
 
Los artistas Javi Ojan y Javi Echávarri llevan produciendo su música desde 2020.

No dejan ninguna pregunta sin responder. Comienza uno y continúa el otro, con sincronización, sin pisarse y complementándose. Casi como lo han hecho desde que se conocieron con tres años. Así hasta que lo que antes era un perfil de Spotify compartido entre dos amigos ahora es una banda. Detrás de Besmaya están Javi Ojan y Javi Echávarri, de Barcelona y San Sebastián. Ahora publican 'Nuevos lemas', su primer disco, aunque llevan desde 2020 lanzando pequeñas dosis de ese «buen rollo» y «energía» que transmiten sus canciones.

Dios, irse de fiesta o un amor no correspondido. No tienen etiquetas a sus propuestas de «pop distendido» que el público ha acogido de manera «muy positiva» en su primera semana de vida. Aunque no se olvidan de otros temas que ya tenían publicados. 'Gas', que habla de cómo el ritmo de la vida moderna come o 'Cuerda auxiliar', una canción que podría entenderse con claras referencias a Dios pero que, defienden, no tiene un significado cerrado sino que va «de lo que tú quieras que vaya». Aunque la carta de presentación para esta nueva etapa la tienen muy clara. Lo dicen abiertamente en la primera estrofa de 'Nuevos lemas', la primera canción del disco homónimo, y lo ratifican cuando les preguntamos por su divisa: «Tengo un lema para tatuarme en la frente: haz lo que tú quieras, siempre y 'fuck' la gente». Es decirle a la gente que haga «lo que más le emocione, lo que más le guste. Porque es muy fácil condicionarte cuando alguien te está examinando».

Y aunque reconocen que el disco era algo que les daba «mucho respeto» por ser una «propuesta artística fuerte», a tenor de la primera semana se sienten «muy contentos». La crítica que reciben, aseguran estos dos amigos, es muy positiva. Todo a pesar de incluir en la producción algo no muy habitual dentro de una industria con una oferta muy variada y en un mundo en el que el usuario elige las canciones y crea su propia playlist.

Con Besmaya esto es diferente. Sus canciones están relacionadas unas con otras, es decir, una empieza con el final de la anterior. «¿Si te puedes hacer una playlist con tus canciones favoritas, qué motivos tienes para escuchar un álbum entero?», lanzan al aire al justificar el hilo de conexión entre los temas. Una «frikada» -ríen- que les apetecía hacer y que, aseguran, ha comprado mucha gente. «Creo que el público ha entendido la intención con la que hemos hecho el disco y el cariño que hemos puesto para que, en global, tenga sentido».

Transmitir «cercanía»

Pero si hay una palabra que les describe es «distendido», creen. Y es que se sienten «afortunados» de poder haber lanzado un disco que «transmite» la cercanía que tienen entre los dos pero que, aseguran, envuelven al público de sus conciertos. «Nos miramos tocando y esa misma mirada es con la que nos dirigimos a la peña, por lo que es como un grupo de amigos en el que el público también entra», aseguran los Javis de la música que ven que el hecho de tener tanta complicidad y conocerse tanto es «una ayuda en vez de una dificultad» a la hora de trabajar en una industria como la musical en la que «el hueco te lo hace el público».

Eso sí, tienen muy claro que es fundamental sentirse «muy cómodo con lo que estás defendiendo». Y ellos sienten que lo han conseguido con un trabajo que, desvelan, no está grabado en su totalidad en un estudio. «Hay cosas grabadas en una casa, pero preferimos perder un poco de profesionalidad en la grabación y sentirnos más a gusto a la hora de trabajar», afirman quienes ven que de un tiempo a esta parte están saliendo en España «proyectos musicales con una fuerza increíble que están rompiendo muchas barreras» después de un tiempo en el que todo el mundo, continúan, «quería copiar» la música extranjera. «Muchas veces los españoles tenemos un complejo de inferioridad del que ahora nos hemos desacomplejado y han salido artistas que han reivindicado lo nacional, con toda la fuerza y toda la tradición que tiene la cultura occidental e hispana».

A pesar de la defensa de la industria musical española y los artistas que hay aquí pero que no se encuentran fuera, ni Ojan ni Echávarri se mojan entre festivales o grandes conciertos. Y es que ven que son experiencias distintas, «un festival es como salir de fiesta a una discoteca con tus colegas y tienes que ser súper extrovertido. Y un concierto es como una cena con tus amigos, una cosa como más íntima. Los dos son planazos, pero son distintos».

Inspiración

«La culpa de esta movida es de Cupido y Alizz», reconoce Javi Ojan mientras Echávarri asiente convencido. Su música fue la que les hizo volver a «conectar con la música en español de una forma que nunca nos habían hecho conectar otros artistas». Les gustaría colaborar con ellos, se lo han dicho alguna vez, pero «tiempo al tiempo, las cosas pasan cuando tienen que pasar».

Con quien sí que han colaborado ha sido con Sidonie. El pasado mes de febrero publicaron 'Instante' juntos, un pequeño adelanto de lo que sería el nuevo disco. «Nos hicieron ver que te puedes no desenamorar nunca de la música. Ellos estaban emocionados por su gira, por las canciones que sacaban, por su disco y también vimos que llevaban 25 años con el proyecto y seguían siendo súper amigos. Y eso fue como una lección de vida bastante importante», afirman.

Sea como fuere, lo que sí tienen claro es su objetivo en la música. Y así se lo dicen al público. «Si quieres algo tierno y canalla, escucha a los Besmaya».

 

TITULO:  Locos por las motos - Acosta: “Cosas así no pasan todos los días”,.

 Acosta: “Cosas así no pasan todos los días”,.

 

“Lo primero que me dijeron cuando llegué a MotoGP fue que cuanto más lento hiciese las cosas, mejor me iban a salir”, dice tras su tercero.


Tan pichi compareció Pedro Acosta ante los periodistas desplazados hasta Qatar para este primer GP de la temporada 2024, sin darse importancia por haber sido tercero tanto en la sesión de seco como en la de mojado, independientemente de que fuera su primer día en un GP de MotoGP.

El bicampeón no ocultaba su alegría con tan buen inicio: “Bueno, tenemos que estar súper contentos, tenemos que estar contentos porque hemos mejorado respecto al test en algunos puntos en los que estábamos perdiendo cosas tontas, bastantes cosas, y en agua hemos mejorado mucho. Porque el año pasado empezamos que era algo casi vergonzoso, porque fue el peor resultado del año, y hemos mejorado mucho. Es verdad que ya fuimos dando pasos durante el año, pero más potencia, neumáticos diferentes, la moto que baja también, son muchos cambios. Probamos la moto en agua en Malasia y fue bien dentro de lo poco que duré, porque me caí. Y hoy es verdad que hemos mejorado bastante”.

Sobre lo que ha mejorado respecto al test, profundiza: “Nunca he sido un tío al que le salieran fáciles los pasos por curva, sobre todo esa parte del final, curvas 12, 13 y 14, y hemos mejorado bastante. Sobre todo las sensaciones. Es verdad que han venido las cosas que tenía el equipo oficial que nosotros probamos en Malasia, y la moto es un poquito más estable y gira un poquito mejor. Estamos en ello”.

Acosta: “Cosas así no pasan todos los días”
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foto / Pedro Acosta
  • KALEX
  • España

En cuanto a si le sorprende su gran arranque, dice: “Hemos tenido una buena pretemporada, hemos estado bien, pero la verdad es que no… Creo que ni los pilotos oficiales de MotoGP pueden decir si pueden esperar estar un día delante, porque al final en 0.5 están los 16 primeros. ¿Qué te vas a esperar? Por una décima estás fuera. Creo que tenemos que estar contentos, que tenemos que vivirlo día a día, porque cosas así no pasan todos los días”.

Desde fuera se te ve con mucho flow, muy suelto, algo que él siente mejor que nadie: “Creo que todo es un poco como me han enseñado a pilotar en los últimos años. Yo cogía la información que necesitaba, me la llevaba a casa y entrenaba eso. Y me daba igual ir más lento, y me daba igual que me ganasen, y me daba igual todo. Yo quería ser mejor en lo que me decían. Creo que ha sido un poco lo que KTM ha intentado, suavizar un poco todo, porque quizás llegué siendo un poco un Pedro demasiado agresivo, que iba bien en algunos puntos del año, pero en otros no. Me acuerdo del primer año, que venía ganando cinco carreras y llegué a Silverstone y quedé el 15, o algo así. En circuitos más fluidos como Assen o Silverstone, Malasia un poco, hemos ido suavizando un poco eso. También lo primero que me dijeron cuando llegué a MotoGP fue que cuanto más lento hiciese las cosas, mejor me iban a salir. Poquito a poco estamos entendiendo esto para que salga más natural, porque no es fácil cambiar las cosas de la noche a la mañana.

Al preguntarle si ya sueña con el podio o con ganar en el esprint, pone los pies en el suelo: “Bueno, primero creo que nos tenemos que clasificar… Es verdad que me va a venir mejor hacer el práctico por la mañana, porque a las horas en las que yo corría en Moto3 y en Moto2 era cuando te daba el sol en los ojos, y no tengo tanta experiencia corriendo de noche como ellos. Entonces, siempre que venía la noche me costaba un poco más. Entonces estoy contento de que sea por la mañana y pienso que eso nos ayudará un poco, pero eso no va a hacer el trabajo. Una vez hagamos la práctica de mañana ya veremos, porque todos sabemos cómo juegan los pilotos de MotoGP, que meten un neumático blando y se meten en el récord de la pista”.

Le comentamos si había visto sus salvadas. Sonrió y confesó que las había visto. Le parece esto: “Ha estado guay. Da gusto cuando estás en ese momento en el que todo te sale bien, que todo va para adelante, en el que la gente trabaja bien, que tú te encuentras bien. Esperemos seguir en este momento mucho tiempo”. Y al insistirle si eso es arte o suerte, responde: “Creo que KTM tiene bastante culpa en esto. Llevo subido en una KTM desde que tengo 13 años, voy a hacer 20, son siete. Al final el ADN de la moto está ahí, no han cambiado. Saben cómo hacer motos que ganen. Creo que yo me tengo que acostumbrar todavía a muchas cosas, creo que me tengo que acostumbrar un poco a ellos también, porque cambiar el equipo después de cuatro años no es fácil. Poquito a poco para adelante”.

Se le comentó que haciendo supermotard las salvadas de ese estilo, a lo Márquez, están a la orden del día. Y dice: “Haciendo supermotard últimamente estoy intentando tocar con el manillar en el suelo, pero no me sale todavía… Sobre todo con las motos pequeñas, tengo una 65cc con la que voy a entrenar con chavalines, y al final los chavalines, cuando tú eres mayor, quieras o no te aprietan con motos pequeñas. Me hacen ir siempre con el gancho y buscarme la vida. Y voy a susto sí y a susto también… Creo que el invierno me ha valido de mucho”.

Y para terminar, le pedimos que compara este debut con el que tuvo en el 2021 en Moto3, cuando acabó segundo: “Creo que en Moto3 no disfruté mucho. (Sonrisas). Disfruté en las cuatro primeras porque ganaba mucho, pero cuando crecí un poco ya dejé de disfrutar. Me lo estoy pasando muy bien, me lo estoy pasando bien de verdad. Me paro en el box y se me ve la sonrisa. Ya lo dije cuando me paré en Valencia: llevaba sin sonreír así dos años, desde que me subí a una Moto2. Agradecí mucho el salto a Moto2 y agradezco más el salto a MotoGP”.

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