-foto - Raquel Molina es periodista nacida en Zaragoza es simpatica y guapisima, y nos escribe este texto llamado Brais Piñar y Chandavila,.
Brais Piñar y Chandavila, foto,.
Brais Piñar y Chandavila,.
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Gracias a Lobo se ha hablado mucho este verano de los nombres,.
Que levante la mano quien no haya participado estas vacaciones en alguna tertulia en la que se hablara del niño al que sus padres han decidido llamar Lobo. El tema ha sido la serpiente de verano, como aquella leona de antaño o la niña de la curva de cada estío. Aunque el caso de Lobo me ha extrañado un poco: que una leona recorra los campos extremeños sí es tema de conversación apasionante, pero llamar a un niño Lobo no debería llamar la atención si tenemos en cuenta que ya hay muchos Delfín y Delfina y un montón de Castor y Paloma.
Más llamativo que lo de Lobo me parecen los casos de padres que, apellidándose sus hijos Cuesta Mogollón o Bronca Seguro, los bautizaron como Luz a la primera y como Armando al segundo. Y así tuvieron a Luz Cuesta Mogollón y a Armando Bronca Seguro, nombres y apellidos que no les van a la zaga a otros como Miguel Marco Gol o Domingo Díaz Festivo. Aunque el que más me gusta es el de la niña apellidada Nito del Bosque, a la que bautizaron como Elena sin darse cuenta del efecto que provoca este nombre pronunciado deprisa: Elena Nito del Bosque.
La semana pasada, durante la comida de fin de vacaciones en Galicia, surgió el tema del niño Lobo y los comensales empezaron a exponer casos curiosos. Uno de los que más me divirtió es el de una niña de Vilanova de Arousa a la que bautizaron como Kimberley Denisse. La pobre se hacía tal lío cuando le preguntaban su nombre que, para que no se le olvidara, su abuela se lo bordó en un mandil y en el babi. Así, cuando la maestra o las amigas de sus padres le preguntaban: «¿Cómo te llamas, guapa?», ella evitaba el trabalenguas de su nombre y señalaba las letras bordadas en su mandil: Kimberley Denisse.
Frente a este santoral tan triste, ahí están nombres alegres y de moda como Xiomara o Naiara. Algo menos me gusta Kemema por razones obvias y un poco forzado me parece bautizar a una hija con apelativos de moda como Shakira o Khaleesi, que cualquier día dejan de estar de moda y, dentro de 50 años, te queda un nombre inexplicable.
De los nombres populares que algún día saltaron a los periódicos, me gusta mucho el de Kevin Costner de Jesús. Creo que el Cacereño ha fichado a un delantero llamado Kevin, aunque supongo que no lleva incorporado el Costner. Kevin es un nombre gaélico y su traducción sería Galbán. En ese punto, los comensales gallegos presumieron de los nombres de aquella tierra, que se han puesto de moda y convierten cada bautizo en un acto casi patriótico. Así, los niños gallegos se suelen llamar Uxía (Eugenia), Xoel, Cibrán, que sería nuestro Cipriano, pero sonando más fino, Breixo, o sea, Verísimo, Xonxa (Asunción) o Brais, que es la manera gallega de llamar a los Blas, ese nombre que en castellano llegó a tener mucha carga política por ser el del líder fascista Blas Piñar. Por esa razón, se prohibió en los 70 una canción de Fórmula V que decía así: «En la fiesta de Blas, en la fiesta de Blas, todo el mundo salía con unas cuantas copas de más».
Llegados a ese punto de la conversación, sentí que había llegado mi turno y dejé atónito a la mesa entera exponiendo los nombres que usamos los extremeños para nuestras hijas, sin pedir por ello ni la independencia ni tan siquiera una mejora de nuestra financiación autonómica. Nombres, por cierto, que no tienen traducción a ninguna lengua ni son adaptación de otros. A saber: Montaña, Puerto, Arjeme, Prado, Chandavila o Sopetrán. A ver quién lo supera.
AL RINCON DE PENSAR MARTES 6 SEPTIEMBRE,.
Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar,
fue un programa de televisión español en el que cada semana dos
personajes de plena actualidad (Cantantes, políticos, actores,
deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular
rincón. Se emitio los martes a las 00:00 horas en Antena 3, el martes 6 septiembre, etc.
RAJOY SERÍA UN BUEN COLEGA,.
«Rajoy sería un buen colega»
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Pablo Motos regresa este martes con la undécima temporada de 'El Hormiguero'. Entre las novedades, los fichajes de Emilio Aragón y de un robot. «Estoy emocionado y asustado
Pablo Motos (Requena, Valencia, 1965) no se libra de la vuelta al
cole y regresa este martes con ‘El Hormiguero 3.0’ (a las 21.45 horas).
El año pasado batió el récord de audiencia, con una media del 15,4% de
‘share’ y 2.887.000 espectadores, y toca echarle más leña al fuego si
quiere mantener esas cifras. Por eso, el presentador ha fichado este año
a Emilio Aragón, que colaborará en una sección fija, y a un robot, de
nombre José Miguel, que será el primer androide en tener un hueco en la
parrilla. «Aquí soy el jefe pero en casa, no».
– Le toca volver al cole.
– Estoy emocionado y asustado, siempre tengo el vértigo de si a la gente le va a seguir gustando o ya no. Es difícil de entender, pero desde hace quince años trabajaba de lunes a domingo y no descansaba nada, hasta que este verano por fin he desconectado...
– ¿Cómo evitará caer en el piloto automático?
– Si me aburro, me marcharé. En la octava temporada noté el bajón y estuve a punto de dejarlo, me parecía que ya estaba bien. Pero ya no hago previsiones, estoy feliz.
– Empieza con Penélope Cruz, ¿por qué no había acudido hasta ahora?
– Durante una etapa la prensa se ensañó con ella y Bardem y ambos le dieron la espalda. Nosotros llevábamos insistiendo desde hace mucho. Somos persistentes cuando queremos tener a alguien. Rafa Nadal nos costó cuatro años.
– En ‘El Hormiguero’ trabajan su familia, sus amigos… ¿no le da miedo que se acabe?
– Miedo no sería la palabra, pero lo pienso a menudo: «¿Qué va a ser de mí cuando acabe?». Mi principal preocupación es toda la gente que trabaja en este programa, más de 110 personas. Siento ese peso.
– Además de su pareja, también trabajan sus dos hijastras.
– Hay un código estricto. Yo aquí soy el jefe pero cuando estoy en casa soy uno más y no mando.
– A su pareja la conquistó con un calefactor…
– (Risas) Trabajábamos juntos en una redacción diminuta y no me hacía ni caso, pero yo estaba enamorado de ella desde hacía mucho tiempo. Un día me dijo que tenía frío y yo baje a la calle a comprar un calefactor… Parece ser que esa fue la primera vez que me vio de otra manera.
– ¿Volvería a invitar a Bieber?
– Desde luego. En su última visita tuvo un día flojo pero las otras veces han sido extraordinarias. Yo lo pasé mal ese día, aunque no pasa nada.
– ¿Quién es ahora el invitado que más desea?
– Usain Bolt, me haría ilusión porque es Superman. Corre los 100 metros y antes de llegar posa para la foto. Es un tipo físicamente superior a cualquier ser humano.
«Errejón estuvo sembrado»
– Se le criticó por no ser incisivo con Mariano Rajoy.
– Todas las entrevistas políticas fueron iguales. Pero cuando haces algo así es imposible que la gente lo perciba con objetividad, lo hacen según su ideología política.
– ¿Qué le sorprendió de ellos?
– Rajoy gana mucho en las distancias cortas, seguramente sería un buen colega. Me divertí con él y es una buena persona, otra cosa es que sea buen político. No tengo buena opinión de ninguno, aunque la mejor entrevista fue la de Íñigo Errejón. Estuvo sembrado.
– ¿Le han decepcionado?
– Políticamente todos están por debajo de mis expectativas, estoy decepcionado porque están desprestigiando la democracia.
– ¿Va a seguir invitando a su madre al programa?
– No, mi madre está muy malita. La temporada pasada la operaron del corazón y estuvo cuidando también a mi padre, que falleció. A ella le encantaría volver pero no puede... Está con oxígeno.
– ¿Le riñe cuando dice palabrotas en directo?
– Mi madre está en un punto dulce donde ya es abrazable y todo le parece bien.
– ¿Cómo lleva el paso del tiempo?
– Mal, cuando cumples años te empieza a dar miedo la muerte. El año pasado se murió una amiga con 44 años y eso te quita las tonterías.
– ¿Cuándo se cogió su último ‘pedo’?
– Voy a quedar fatal, pero fue el martes pasado (risas). Es que vino a grabar el cantante Pablo López y nos quedamos de cervezas luego.
– Le toca volver al cole.
– Estoy emocionado y asustado, siempre tengo el vértigo de si a la gente le va a seguir gustando o ya no. Es difícil de entender, pero desde hace quince años trabajaba de lunes a domingo y no descansaba nada, hasta que este verano por fin he desconectado...
– Si me aburro, me marcharé. En la octava temporada noté el bajón y estuve a punto de dejarlo, me parecía que ya estaba bien. Pero ya no hago previsiones, estoy feliz.
– Empieza con Penélope Cruz, ¿por qué no había acudido hasta ahora?
– Durante una etapa la prensa se ensañó con ella y Bardem y ambos le dieron la espalda. Nosotros llevábamos insistiendo desde hace mucho. Somos persistentes cuando queremos tener a alguien. Rafa Nadal nos costó cuatro años.
– En ‘El Hormiguero’ trabajan su familia, sus amigos… ¿no le da miedo que se acabe?
– Miedo no sería la palabra, pero lo pienso a menudo: «¿Qué va a ser de mí cuando acabe?». Mi principal preocupación es toda la gente que trabaja en este programa, más de 110 personas. Siento ese peso.
– Además de su pareja, también trabajan sus dos hijastras.
– Hay un código estricto. Yo aquí soy el jefe pero cuando estoy en casa soy uno más y no mando.
– A su pareja la conquistó con un calefactor…
– (Risas) Trabajábamos juntos en una redacción diminuta y no me hacía ni caso, pero yo estaba enamorado de ella desde hacía mucho tiempo. Un día me dijo que tenía frío y yo baje a la calle a comprar un calefactor… Parece ser que esa fue la primera vez que me vio de otra manera.
– ¿Volvería a invitar a Bieber?
– Desde luego. En su última visita tuvo un día flojo pero las otras veces han sido extraordinarias. Yo lo pasé mal ese día, aunque no pasa nada.
– ¿Quién es ahora el invitado que más desea?
– Usain Bolt, me haría ilusión porque es Superman. Corre los 100 metros y antes de llegar posa para la foto. Es un tipo físicamente superior a cualquier ser humano.
«Errejón estuvo sembrado»
– Se le criticó por no ser incisivo con Mariano Rajoy.
– Todas las entrevistas políticas fueron iguales. Pero cuando haces algo así es imposible que la gente lo perciba con objetividad, lo hacen según su ideología política.
– ¿Qué le sorprendió de ellos?
– Rajoy gana mucho en las distancias cortas, seguramente sería un buen colega. Me divertí con él y es una buena persona, otra cosa es que sea buen político. No tengo buena opinión de ninguno, aunque la mejor entrevista fue la de Íñigo Errejón. Estuvo sembrado.
– ¿Le han decepcionado?
– Políticamente todos están por debajo de mis expectativas, estoy decepcionado porque están desprestigiando la democracia.
– ¿Va a seguir invitando a su madre al programa?
– No, mi madre está muy malita. La temporada pasada la operaron del corazón y estuvo cuidando también a mi padre, que falleció. A ella le encantaría volver pero no puede... Está con oxígeno.
– ¿Le riñe cuando dice palabrotas en directo?
– Mi madre está en un punto dulce donde ya es abrazable y todo le parece bien.
– ¿Cómo lleva el paso del tiempo?
– Mal, cuando cumples años te empieza a dar miedo la muerte. El año pasado se murió una amiga con 44 años y eso te quita las tonterías.
– ¿Cuándo se cogió su último ‘pedo’?
– Voy a quedar fatal, pero fue el martes pasado (risas). Es que vino a grabar el cantante Pablo López y nos quedamos de cervezas luego.
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