CALLEJEROS AQUEMARROPA ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - PIQUITOS DE ORO Y BARRO,./ REVISTA CAMPO - EXTREMADURA PIDE AL GOBIERNO AYUDAS PARA LOS PRODUCTORES DE LECHE DE OVEJA Y CABRA.
TITULO: CALLEJEROS AQUEMARROPA ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - PIQUITOS DE ORO Y BARRO,.
Piquitos de oro... y barro, foto,.
Duterte llama «hijo de puta» a Obama y al Papa. Boris Johnson,
«enfermera sádica» a Hillary... «El insulto cumple una función catártica
en política»,.
El poder de la oratoria es inmenso. Sobre todo, en política. Su arma
principal es la palabra, con la que hay que convencer a los partidarios,
rebatir a los adversarios y divertir a los aburridos. Los políticos más
profesionales practican ante el espejo horas y calientan la voz como
sopranos y tenores. Sin embargo, nada les aleja del error. Un gazapo,
una cifra equivocada, una acotación mal leída –acuérdense del «fin de la
cita» de Mariano Rajoy– o un exabrupto y todo puede acabar en la
basura... O en un incidente diplomático.
Esto último ocurrió a principios de semana en la cumbre de Países del
Sureste Asiático en Laos. Al presidente de Filipinas, el controvertido
Rodrigo Duterte, se le calentó la boca y terminó llamando «hijo de puta»
a Barack Obama. Su intención era pedirle respeto por su polémica lucha
contra la droga, pero acabó por tirarse al barro. Aunque pidió
disculpas, el dirigente estadounidense suspendió su reunión bilateral.
El desliz de Duterte no es una sorpresa. De hecho, el insulto que
dirigió a Obama lo tiene pegado en la boca de continuo. Se lo llamó al
Papa Francisco cuando visitó Manila por los atascos que causó y a los
traficantes de droga que tanto odia. «A veces sale lo peor de mí por la
boca», se excusa. Pero el acto de contrición le dura poco.
No es el único político de mecha corta. Se disputa el primer puesto
del ranking con Donald Trump. El candidato republicano a la Casa Blanca
tiene la discutible habilidad de liarla parda cada vez que despliega los
labios. Muros en la frontera mexicana y salidas de tono machistas
aparte –llama feas a las mujeres de sus rivales y se apoyó en el
argumento de que «estaba menstruando» para explicar la combatividad de
una periodista con él–, el multimillonario se ha ‘lucido’ en sus
batallas dialécticas con Hillary Clinton: «corrupta», «estridente»,
«deshonesta»... y hasta «‘vergueada’» le ha llamado.
«Huele a azufre»
«El insulto no solo no debería usarse en política, debería estar
desterrado», defiende Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones
Internacionales en la Universidad Europea. Este docente subraya que hay
«otras armas» mucho más efectivas que los exabruptos que, además, pasan
factura. Lo vivió en sus propias carnes Pilar Manjón, la presidenta de
la Fundación 11-M, en el verano de 2014. Para quejarse por el apoyo
estadounidense a Israel en la ofensiva contra el grupo islamista Hamás
en Gaza, escribió en Twitter: «Odio al negro de la Casa Blanca. Quiero a
mis niños asesinados en Gaza. Quiero que la P de su mujer retire el
vídeo de las niñas secuestradas». Levantó ampollas. «Al final, el
insulto no hace daño a la persona a la que se dirige, sino a la que lo
usa», incide Benedicto.
Duterte tiene la espalda casi tan ancha para soportar las
reprobaciones como Hugo Chávez . ‘El arañero de Sabaneta’ se despachó a
gusto con George W. Bush (un político bastante vapuleado) cuando era
presidente de Venezuela. Le empezó llamando «ignorante» para pasar luego
a «burro», «borracho» y «genocida». También le comparó con el mismísimo
Lucifer. Fue en septiembre de 2006 en la Asamblea General de Naciones
Unidas. Se subió a la tribuna un día después que su íntimo enemigo y
vociferó:«Ayer estuvo el diablo aquí. Todavía huele a azufre». Mítica
también es la escena con Zapatero y el Rey emérito durante la Cumbre
Iberoamericana de Santiago de Chile en 2007. El venezolano llamó
«fascista» a Aznar. Su sucesor le pidió respeto, aunque sin éxito, y don
Juan Carlos, harto de las interrupciones, le soltó el famoso «¿por qué
no te callas?».
El sucesor de ‘El Comandante’, Nicolás Maduro, gasta la misma
retórica faltona. Hace unos días, tuvo una enganchada con Luis Almagro,
secretario general de la Organización de Estados Americanos, que,
preocupado por la situación de los venezolanos, solicitó una reunión de
emergencia. Maduro le sugirió que se metiera la Carta Democrática «por
donde le quepa». A lo que Almagro le respondió con «dictadorzuelo»,
«traidor» y «loco como una cabra».
El «gran masturbador»
¿Se podría evitar que los políticos se insultaran? Pancracio Cerdán,
doctor en Filosofía y autor del libro ‘Manual de insultos para
políticos’, cree que no. «Está en la naturaleza de las campañas
electorales el sacar a relucir los trapos sucios del adversario, e
incluso se basa en el éxito de esa ruin práctica el destino del
partido». Boris Johnson, exalcalde de Londres y actual ministro de
Relaciones Exteriores de Reino Unido, es famoso y hasta querido por su
afilada lengua. Aunque a veces se pasa: a Hillary Clinton le llamó
«enfermera sádica» y al presidente turco Tayyip Erdogan, «gran
masturbador», aunque a través de un poema.
«El insulto canaliza la irritación y cumple una función catártica. Es
mejor que un político llame a otro analfabestia a que se coceen
mutuamente», matiza Cerdán. Aun así, el experto reconoce que
«generalmente quien más insulta suele ser el que menos razona». Por eso,
Miguel Ángel Benedicto, autor del libro ‘Obama 3.0’, recomienda «el uso
del humor y la ironía» antes que el del insulto.
– ¿Qué nivel tenemos en España?
– Hemos tenido oradores muy duros y brillantes, sin caer en la
grosería de Duterte. Es el caso de Herrero de Miñón, Julio Anguita,
Alfonso Guerra...
Este último fue muy beligerante con Adolfo Suárez durante los
primeros años de la Transición. Le llamó «tahúr del Misisipi con su
chaleco y su reloj». Feo, sí, pero nada que ver con el chabacano
presidente filipino. También a mucha distancia del agudo Winston
Churchill, que en sus batallas con el primer ministro Clement Attlee
formuló una frase para la historia:«Un taxi vacío se detuvo en Downing
Street. De él se bajó Clement Atlee».
TITULO:REVISTA CAMPO - EXTREMADURA PIDE AL GOBIERNO AYUDAS PARA LOS PRODUCTORES DE LECHE DE OVEJA Y CABRA. foto La Junta propondrá al Ministerio de Agricultura que los productores
de leche de oveja y cabra accedan a las ayudas incluidas en el paquete
de medidas para el sector lácteo que van a aplicar por la "importante
crisis del precios" del vacuno de leche, que está contagiando al sector
ovino y caprino.
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