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jueves, 21 de febrero de 2019

Felipe VI entrega a Rebolo y Artal el Premio Nacional de Investigación,./ ¡Qué grande es el cine! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -8- MARZO - Joaquín Sabina: “Siempre he necesitado maestros y Javier Krahe fue el primero”,.

TITULO: Felipe VI entrega a Rebolo y Artal el Premio Nacional de Investigación,.

El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque; Luis Liz Marzán; Pedro Jordano; el Rey Felipe VI; la Reina Letizia; Rafael Rebolo; Ramón López de Mántaras; y Pablo Artal. /EFE
El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque; Luis Liz Marzán; Pedro Jordano; el Rey Felipe VI; la Reina Letizia; Rafael Rebolo; Ramón López de Mántaras; y Pablo Artal. / foto,.

El físico y catedrático de Óptica de la UMU destacó, en nombre de los premiados, que la ciencia fortalece las sociedades democráticas y que España tiene que tener «músculo científico propio»,.

Los cinco científicos galardonados con los Premios Nacionales de Investigación 2018, entre los que se encuentran el cartagenero Rafael Rebolo y el profesor de la Universidad de Murcia Pablo Artal, recogieron este jueves sus distinciones en un acto presidido por los Reyes y en el que se sucedieron los llamamientos para un mayor esfuerzo inversor en ciencia y tecnología ya que resulta rentable para el país. Estos premios, que se entregaron en el Palacio de El Pardo, se recuperaron tras cuatro años sin convocatoria debido a la crisis económica. Todos ellos recogieron la placa correspondiente de manos de los reyes, que estuvieron acompañados por el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque.
En su intervención, Felipe VI defendió que España siga esforzándose para aumentar los recursos destinados a investigación y conseguir un nivel de inversión en ciencia e innovación al nivel de los países de su entorno y de la media de la Unión Europea.
Rafael Rebolo recibe el premio de manos de doña Letizia.
Rafael Rebolo recibe el premio de manos de doña Letizia.
Para el monarca, la investigación que se desarrolla en la actualidad en España no se puede comparar con la de ninguna otra época anterior y consideró que la aprobación en 1986 de la primera Ley de Ciencia supuso un punto de inflexión. Pero cree que hay que seguir aumentando las inversiones, y subrayó que todos, tanto la Universidad como las empresas, administraciones y el conjunto de la sociedad, han de hacer todo lo posible para incrementar las capacidades, la calidad y la excelencia de la ciencia española.
Aunque reconoció que invertir en ciencia tiene altos costes, aseguró que es rentable a largo plazo y beneficioso para la economía, el empleo y el bienestar de la sociedad.
Por su parte, Pedro Duque hizo hincapié en que España «no puede volver a permitirse dejar de lado el conocimiento, la ciencia y la innovación; no podemos permitirnos -recalcó- que sean otros los que inventen por nosotros».
La Reina entrega el premio a Pablo Artal.
La Reina entrega el premio a Pablo Artal.
Añadió que «para nuestro país seguir la senda de la ciencia ha sido siempre un camino largo y tortuoso» y afirmó que la actividad científica en todas las áreas y la capacidad innovadora son ejes centrales sobre los que debe pivotar la política española.
«Actos como el de hoy, con el que reconocemos a cinco investigadores excelentes -prosiguió-, son fundamentales para que la sociedad se conciencie de la importancia de su trabajo para el presente y el futuro y demande a los gobiernos mayor inversión y mejores condiciones para los científicos».
Duque destacó la necesidad de consolidar el Ministerio de Ciencia, con competencias completas del conocimiento, ciencia e innovación, de una mayor financiación para la I+D+i y de dotar de flexibilidad al sistema, «algo que hemos podido abordar estos meses».
En nombre de los cinco premiados habló Pablo Artal, quien resumió que estas distinciones son un reconocimiento a la ciencia y a la tecnología que se hace en España. En este sentido, destacó la importancia de haber recuperado estos premios para «mostrar que aunque hemos pasado años difíciles, seguimos vivos y avanzado».
Relató que en España existe la tendencia a valorar mucho más lo foráneo, especialmente en la ciencia y la tecnología: una parte piensa que es imposible que desde aquí se inventen cosas de cierta importancia, pero «nosotros somos ejemplos de que eso no es cierto».
Este físico y catedrático de Óptica en la Universidad de Murcia recalcó estar «firmemente convencido», al igual que el resto de premiados, que la ciencia fortalece las sociedades democráticas y España tiene que tener «músculo científico propio». «En España somos capaces de estar en la primera línea», concluyó Artal, quien agregó que estos premios sirven de acicate para seguir trabajando.

Premiados

Creados en 1982 y concedidos por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, los premiados en esta edición han sido: el astrofísico y director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Rafael Rebolo López (Premio Nacional 'Blas Cabrera' de Ciencias Físicas, de los Materiales y de la Tierra).
También se ha entregado el Premio Nacional 'Julio Rey Pastor' de Matemáticas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones a Ramón López de Mántaras, informático, físico y profesor de investigación del CSIC y actual director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA-CSIC).
El Premio Nacional 'Alejandro Malaspina' de Ciencias y Tecnologías de los Recursos Naturales ha sido concedido a Pedro Jordano Barbudo, doctor en Biología y profesor de investigación del CSIC en la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).
El químico, profesor de investigación de Ikerbasque y director científico del Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales CIC biomaGUNE, Luis Liz Marzán, ha recogido el Premio Nacional 'Enrique Moles' de Ciencia y Tecnología Química.
Y finalmente, Pablo Artal Soriano, físico y catedrático de Óptica de la Universidad de Murcia, el Premio Nacional 'Juan de la Cierva' de Transferencia de Tecnología.

TITULO:   ¡Qué grande es el cine! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -8- MARZO - Joaquín Sabina: “Siempre he necesitado maestros y Javier Krahe fue el primero”,.

¡Qué grande es el cine! ,.
 

 
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentación de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1​ El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.


 ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -8- MARZO -Joaquín Sabina: “Siempre he necesitado maestros y Javier Krahe fue el primero”,.


ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -8- MARZO -Joaquín Sabina: “Siempre he necesitado maestros y Javier Krahe fue el primero”  , fotos,.

Joaquín Sabina: “Siempre he necesitado maestros y Javier Krahe fue el primero”,.

Joaquín Sabina canta en la presentación del disco homenaje a Javier Krahe hoy en la sala Galileo Galilei en Madrid.El cantante, acompañado del Gran Wyoming y Javier López de Guereña, presenta el disco y DVD de homenaje al cantautor fallecido,.

Resultat d'imatges de me resbalaNo es fácil, por no decir casi imposible, encontrar a Joaquín Sabina en el papel de secundario. En sus propias palabras, en el rol de “escudero”. Pero tampoco es fácil, por no decir casi imposible, encontrar una figura tan iconoclasta como la de Javier Krahe. “Siempre he necesitado rodearme de maestros y Krahe fue el primero”, ha confesado Sabina durante la presentación de La sonrisa de Krahe, el disco y el DVD que Sony publica en homenaje al arquetípico cantautor madrileño, fallecido en 2015.
Sentado sobre el escenario de la sala Galileo Galilei, la misma que se convirtió en uno de los últimos refugios de Krahe en su ciudad, Sabina se ha acompañado de otros dos amigos del cantautor desaparecido: El Gran Wyoming y Javier López de Guereña. Los tres han celebrado este jueves la obra de este poeta urbano y sarcástico, cuya lengua era afilada como un cuchillo, cuya inteligencia se despechaba por igual para criticar a lo establecido y cuya insobornabilidad estaba a prueba de bombas.
“No es que fuera vanidoso, es que era el mejor y él lo sabía”, ha afirmado Sabina, emocionado al recordar al tipo del que más aprendió “lo bueno y lo malo” de la vida crápula del Madrid noctámbulo y bohemio. Krahe fue el hombre con el que Sabina entró a actuar en el mítico bar de la capital española de La Mandrágora, donde ambos dieron rienda suelta a su creatividad y a sus excesos callejeros y que se erigió como cuna de cantautores en los primeros años 80. "Sin duda alguna el momento en que me sentí con más éxito en mi vida fue en ese bar y también el más feliz”, ha afirmado el de Úbeda. "Krahe era el espíritu de La Mandrágora”, ha añadido.
“El día que murió estábamos destrozados, llorando a mares y muertos de risa simultáneamente, porque cualquier cosa que recordáramos era un motivo de sonrisa. Javier nos dejó una sonrisa permanente”, ha recordado López de Guereña durante el encuentro con los medios. “A veces se me planta un lagrimón al recordarle", ha reconocido Sabina, quien ha añadido: “Ha sido el mejor amigo que he tenido nunca”. “Este hombre, como el Cid Campeador, ha cobrado más fama tras su deceso”, ha ironizado Wyoming, quien ha despachado de humor para señalar que Krahe “vender discos, no vendía”, pero se le quería.
No le hizo falta. Admirador de los poetas del Siglo de Oro, de la Generación del 27, Ángel González y Gil de Biedma, Krahe fue una especie de juglar irreverente, un músico que se reconocía brasseniano -por Brassens- y al mismo tiempo tenía el dardo en la palabra, tanto como los mayores portavoces de la crítica social y política de este país, convirtiéndose en el primer músico censurado de la democracia en 1986 por su canción Cuervo ingenuo, que criticaba a Felipe González, entonces presidente del Gobierno. Y en esa posición incómoda, forajida y a contracorriente se ganó un lugar en el corazón de un público exigente y una profesión, la del músico o cantautor, que le admiraba.
La sonrisa de Krahe refleja el concierto especial de 2016 que se celebró al año de su muerte y añade tres temas más, incluido uno póstumo, el único que dejó inédito y terminado el artista, Coplas patéticas, que se ha encargado de grabar el propio Sabina. Este homenaje se extenderá hasta octubre con la publicación de una biografía titulada Javier Krahe. Ni feo ni católico ni sentimental, escrita por Federico de Haro en una edición dirigida por Violante Krahe.

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