DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - LA REVOLUCION DE LA VIDA SLOW DESPACITO,fotos.
LA REVOLUCION DE LA VIDA SLOW DESPACITO,.
La productividad ha enterrado nuestras vidas. Atrapados en la vertiginosa dinámica de la sociedad multitask, tenemos necesidad de parar. ¿Y eso cómo se cocina? A fuego lento, cómo si no...
Llegados a esta altura del año, echar el freno es más que una sugerencia que nos lanza con buen tino la canción del verano, es una necesidad que nos reclama el cuerpo. Las fuerzas flaquean, la concentración decae, la paciencia escasea... Trabajo, niños, atascos, información en bucle, emails y whatsapps a cualquier hora convierten nuestro día a día en un maratón que dura meses. El resultado: un 70% de los españoles sufre estrés cotidiano. Nada raro, ya que un tercio de los trabajadores dedica parte de su tiempo de ocio a "rematar" asuntos profesionales. Es el llamado efecto blurring, esa frontera cada vez más difusa entre vida personal y laboral. Stop. Es temporada de vacaciones, de bajar el ritmo y de replantearnos el uso que hacemos de las horas. ¿La clave? Llevarle la contraria al mundo, y dar un paso hacia un modo de vida a menos revoluciones.La filosofía de tomárselo con mucha calma
Es lo que lleva décadas proponiendo el movimiento slow, que cumple ahora 30 años y que nació como consecuencia del berrinche de un sociólogo y gastrónomo italiano llamado Carlo Petrini, que vio en la apertura de un McDonald´s en la Plaza de España de Roma el augurio del final de un modo de vida. Aquel en el que nos tomábamos nuestro tiempo para recorrer el mercado, elegir los productos, cocinar y comer en torno a una mesa y una conversación. Fundó entonces el movimiento Slow Food que hoy está presente en más de 150 países y sigue fiel a su filosofía de promover la práctica de una calidad de vida distinta, basada en el respeto al ritmo natural."La velocidad origina superficialidad, insatisfacción, soledad, estrés, crispación..."
También la moda, imbuida en los últimos años en un círculo de colecciones non stop, le ha salido una rama slow, impulsada por la profesora Kate Fletcher, del Centro de Moda Sostenible de Londres. Son cada vez más las marcas y consumidores que se suman al consumo responsable, centrado en los básicos y que tiene en cuenta el aspecto ético en los procesos de fabricación.
¿Tecnología lenta?
Algo serio está pasando cuando parece que hasta los geek, apasionados de las nuevas tecnologías, están agotados. La red social de moda se llama Mastodon y pretende hacerle la competencia a Twitter volviendo a la moderación de los inicios, cuando seguíamos a poca gente bien escogida. Hasta los ligues rápidos quieren ser ahora no tan rápidos. A Tinder, que permite encontrar el máximo de gente en el menor tiempo, le ha salido también un competidor tranquilo, Once, que te presenta a una posible pareja al día, no más.En busca del tiempo perdido
Carl Honoré se convirtió, gracias a su libro Elogio de la lentitud, en el gurú antiprisas, pero antes de eso era un periodista económico estresado sin tiempo para nada, un padre agobiado que, mientras le contaba un cuento a su hijo antes de dormir, miraba de reojo el reloj de la mesilla, repasaba mentalmente todo lo que le faltaba por hacer y se saltaba como quien no quiere la cosa, algunas páginas. Fue el niño quien le dio el primer toque de atención: "¡Vas muy rápido, papá!", cuenta el autor. El segundo se lo dio él a sí mismo, cuando en una librería de un aeropuerto, estuvo a punto de comprar uno de esos volúmenes que sintetizan los grandes clásicos infantiles en un minuto. Con el regalo entre las manos, su mente hizo clic: "¿Qué tipo de padre soy si ni siquiera tengo más de un minuto para leerle un cuento a mi hijo?", se preguntó entonces. En su libro, Honoré achaca a la velocidad muchos de los problemas de la sociedad: superficialidad, soledad, ansiedad, estrés, crispación...Señales de alto
El antídoto está en una inyección de calma, pero el autor no es ningún ingenuo. Sabe que en un mundo enfermo de prisa la desaceleración que propone el movimiento slow puede ser recibida por muchos, como poco, con escepticismo. O como una propuesta anacrónica imposible de encajar en nuestra realidad, la aventura de unos cuantos bohemios o activistas antisistema que se apuntan a cualquier cosa que suene a ir a contracorriente."No soy un fundamentalista de la lentitud. Mi lucha no es contra la velocidad, sino contra la adicción a la velocidad", aclara. Y lo explica: no se trata de vivir en slow motion las 24 horas, sino de buscar el ritmo justo que cada situación requiere para actuar con tranquilidad, o simplemente, para darnos el gusto de detenernos sin sentirnos culpables."Nuestro entorno ha hecho de la multitarea una virtud..."
Bertrand Russell, filósofo y matemático británico, también le dio vueltas a la importancia de un cambio de prioridades, llegando a la conclusión de que el camino a la felicidad y la prosperidad reside en una disminución organizada del trabajo. En su ensayo Elogio de la ociosidad decía que jornadas laborales más cortas harían al hombre más amable y convertiría la vida en un trayecto "lento, dulce y ".
Que tengo prisa
Años después, la teoría de Russell parece sintonizar con los millennials. Un estudio de la consultora PwC, en colaboración con la Escuela de Negocios de Londres y la Universidad del Sur de California señala que la mayor parte de los trabajadores de esta generación renunciarían a una parte de su salario a cambio de tener más tiempo libre. Pero aunque parece que nadie está, a priori, en desacuerdo con la máxima de trabajar para vivir y no vivir para trabajar, ponerla en práctica no es tan sencillo en un entorno que hace de la "multitarea" una virtud. Un problema disfrazado de solución que es socialmente aceptado porque se relaciona con una "mejor productividad" cuando la ciencia demuestra lo contrario, que si estamos cansados, estresados o insatisfechos, somos menos eficaces.Un motivo más para perseguir, más allá de las vacaciones, un tiempo para estar sentado, en silencio y sin hacer nada. ¿Eres capaz? Tienes todo el verano para practicar.
5 tácticas slow para practicar no solo en verano
- Desconecta. Literalmente: apaga la tele, el teléfono y el portátil. Reserva algunos momentos del día para consultar tus mensajes y el resto del día, olvídate. También está prohibido hablar de trabajo.
- Practica el DIY (Do it yourself). Realizar una tarea manual es una técnica perfecta para despejar la mente. El verano es un buen momento para aprender a tejer, a restaurar muebles, a hacer pan....
- Constrúyete un refugio. Un pequeño rincón privado (por ejemplo, tu butaca favorita), que sea un remanso de paz y tranquilidad. Acude a él al menos una vez al día, si es sola y en silencio mejor que mejor.
- Agenda en blanco. Reserva unas horas a la semana sin planes. Cuando llegue el momento, haz lo que te pida el cuerpo (o, simplemente, no hagas nada).
- Aprende a decir no. Verás qué rápido podrás liberar tiempo en cuanto te deshagas de compromisos que no te interesan, eventos que no te apetecen, tareas que no te corresponden...
Mariela Michelena, fotos.
Psicoanalista y autora de ‘Mujeres que lo dan todo a cambio de nada’
Dices que hay más mujeres malqueridas que hombres
malqueridos, ¿podría tener esto que ver con el instinto maternal? ¿No
estarían en realidad actuando un poco como madres las mujeres ‘que lo
dan todo a cambio de nada’?
Yo me preguntaba por qué estamos las mujeres tan
dispuestas a sufrir por amor, y qué es lo que nos hace tan vulnerables,
tan dispuestas a entregarnos, a perdernos por el otro. Y se me ocurrió
que eso tiene que ver con la vena maternal. En los seres humanos no hay
nada que sea instintivo u obligatorio. Los animales se mueven por
instinto, siempre tienen las relaciones exactamente en la misma forma,
pero los humanos no, los humanos estamos muy atravesados por la cultura
y, en esa medida, no hay tal cosa como un instinto maternal, pero sí una
inclinación básica con la que tú puedes hacer lo que te parezca. Puedes
tener hijos, o no tenerlos, puedes tener un hijo y regalarlo o darlo en
adopción, o puedes tener un hijo y matarlo, porque esas cosas también
pasan. Puedes no tener hijos y, no obstante, rebosar instinto maternal y
ser la madre de todas tus amigas, de tus compañeros de trabajo y, sobre
todo, del marido. Nos encanta hacer del marido un bebé. En la mayoría
de los casos en los que vemos el sufrimiento por amor hay esta entrega
incondicional, esta disposición a perdonar una y otra vez, esta
preocupación por que el otro esté bien, una disposición a que el otro
esté cómodo y bien olvidándote de ti misma…, que son cosas que hace una
mamá.
Simone de Beauvoir pensaba que nosotras sufríamos por amor y nos
entregábamos con esa desesperación porque dependíamos económicamente de
los hombres, pero ya no dependemos económicamente de los hombres y
seguimos haciendo cualquier cosa con tal de no perderlos. Entonces hay
algo en nosotras, algo en lo femenino, que tiene una cierta disposición a
una entrega desmedida. Y ese algo tiene que ver con la maternidad, que
nos hace transformar al señor de 40 años con bigote en nuestro bebé.No solo es la maternidad, pero lo subrayo porque es un elemento universal que vale a la gran mayoría, y luego está lo particular, que es la historia personal de cada quien, y cómo cada quien repite modelos que ha vivido, pero no modelos culturales, sino vivencias personales. Como digo en el libro el ser humano es el único ser en la naturaleza que tropieza dos veces en la misma piedra. Y nosotras tenemos pasión por la piedra, porque una cosa es que tropieces dos veces con la misma piedra, y otra que le cojas cariño a la piedra y tropieces con ella una vez y otra. Cuando algo se repite cabe pensar que hay algo personal en la historia individual que necesita aflorar y que no se ha podido elaborar, y que en esa búsqueda de elaboración hay una repetición ciega que tiene que ver con la historia infantil, con el inconsciente, con las cosas que quedaron grabadas en el inconsciente y de las que somos solamente víctimas. Por eso a veces elegimos una y otra vez el mismo tipo de hombre; con otro tamaño, con otra talla, con distinto color, pero con una forma de funcionar parecida.
Se dice que el último en enterarse de un engaño
sentimental –unos cuernos, hablando coloquialmente– es precisamente el
engañado, y parece que lo mismo ocurre con otros problemas de pareja; de
hecho, un capítulo de tu libro se titula ‘cuando le ocurre a mis amigas
lo veo con cristalina claridad’. ¿Por qué no lo vemos entonces cuando
nos ocurre a nosotras? ¿O acaso es que no queremos verlo?
“En la mayoría de los casos en los que vemos el sufrimiento por amor hay esta entrega incondicional, esta disposición a perdonar una y otra vez, esta preocupación por que el otro esté cómodo olvidándote de ti misma…, que son cosas que hace una mamá”
Sí, se nos ponen los pelos de punta y pensamos ‘cómo
es posible que fulanita haga esto’, ‘desde luego es tonta, yo nunca
habría…’. Esa es la diferencia entre la teoría y la realidad; la teoría
todas la tenemos clarísima. Y ¿por qué no nos damos cuenta? Porque hay
una cosa que se llama negación, y negamos las cosas que no concuerdan
con lo que nosotros queremos escuchar o queremos saber. Es muy probable
que él o ella te esté dando todas las pistas posibles, como un paciente
mío al que yo sabía que la mujer le era infiel por lo que me contaba –y
yo a la mujer no la conocía de nada–, pero a él no le daba la gana de
enterarse. Y lo mismo con otra paciente que llegó al límite de que las
amigas –que lo sabían– se reunieron con ella para contárselo y ella se
ofendió muchísimo. E incluso una vez le pilló unos mensajes subidísimos
de tono en el móvil, y después estaba orgullosísima porque ahora delante
de ella apagaba el teléfono. Eso se llama negación, no querer
enterarse, y hay una parte de la persona que sabe, porque no es tan
tonta ni tan ingenua como hace ver, pero convive con otra parte que no
se quiere enterar, y gana esta parte.
Bueno, en el caso de que esta persona sea feliz viviendo así, no habría por qué discutir su elección…
“En el caso de la sumisión en el pecado llevamos la penitencia porque el deseo es lo único que se alimenta del hambre, no de la saciedad, y para mantener vivo el deseo tiene que faltar algo, no sirve el aquí te lo doy todo, yo soy toda tuya”
Claro, pero lo de la infidelidad todavía, tú puedes
hacer la vista gorda y ‘ojos que no ven corazón que no siente’, y
tomártelo con una cierta dignidad y pasar; eso es una alternativa, es
una opción, lo que pasa es que hay maltratos ante los que es
muy perjudicial cerrar los ojos. La infidelidad es menos perniciosa que
otro tipo de maltrato, pero hay cosas peores que también se justifican y
se pasan por alto.
Tipos de relaciones y amores de otra talla
¿Qué características suelen ser las que se repiten
con más frecuencia en las relaciones de las mujeres que te han contado
su historia?
Yo hablo de tipos de relaciones que se repiten. Está la intermitencia, las relaciones on&off, es decir, relaciones que empiezan, que terminan, que son montañas rusas
de grandes pasiones, grandes peleas, grandes broncas, lo dejamos para
siempre jamás, y con unas reconciliaciones espectaculares. Y en nombre
de esas reconciliaciones todo vale la pena y todo se perdona. Estas
relaciones que empiezan y terminan una y otra vez, más que una relación
son un pecado. Hay algo allí que no funciona y que no va a funcionar
nunca, porque no es verdad que él va a cambiar, ni es verdad que tú vas a
cambiar.
Otra es la impostura, lo que yo llamo el síndrome de Cenicienta, que es cuando el hombre viene con su zapatito
y tú tratas de adaptarte a él. En el cuento de los hermanos Grimm una
de las hermanastras de Cenicienta se corta los dedos de los pies para
entrar en el zapato, inútilmente, y la otra, al ver que esto no
funciona, se rebana el talón para entrar en el zapato, también
inútilmente. Las mujeres, con tal de entrar en el zapato que el otro nos presenta, somos capaces de sacrificios innombrables que cercenan lo que somos, lo que hacemos, lo que hemos conseguido, con tal de encajar en el zapatito.Otra es la sumisión que, como su nombre indica, es decir a todo que sí. Y llega un momento en el que –y esto no sucede de la noche a la mañana– vamos haciendo pequeñas renuncias que nos parecen intrascendentes. ‘A él no le gusta que lleve falda, ¿y qué mas me da? La vida no es si llevas falda o si llevas pantalones’. ‘Él prefiere que lleve el pelo recogido, pues me lo recojo ¿por qué molestarle si a mí me da igual?’ ‘Le fastidia que quede a cenar con mis amigas, pues quedo a comer y así evito que se preocupe’… Y vas cediendo pequeños terrenos hasta que un buen día no te reconoces en el espejo. Y lo has hecho porque has querido. En el caso de la sumisión en el pecado llevamos la penitencia porque el deseo es lo único que se alimenta del hambre, no de la saciedad, y para que haya deseo tiene que faltar algo, tiene que haber algo escondido. Y eso es lo que mantiene vivo el deseo, no ‘aquí te lo doy todo, yo soy toda tuya’, porque eso es una madre.
Otra es la adicción, que forma parte de este tipo de relaciones en las que da igual el tiempo que haya pasado entre un encuentro y el siguiente, porque el efecto es como el del primer whisky en un alcohólico. Y yo el único consejo que doy es el de ‘no al primer café’.
Otra cosa muy importante es el tema de la autoestima, y es que a mí no me parece que el origen de una mujer malquerida se encuentre en una baja autoestima, sino en todo lo contrario, en una autoestima mal entendida. En una persona que se cree capaz de soportarlo todo, capaz de perdonarlo todo, capaz de tolerarlo todo. No sabemos decir ‘no quiero o no puedo’. En Facebook no existe un ‘no me gusta’, pero en la vida tiene que haber un punto en el que uno pueda decir ‘no me gusta’. Pero si crees que decir ‘no puedo’ da una imagen de fragilidad… empiezas a decir síes donde tenías que haber dicho noes, y empiezas a enfundarte en zapatos imposibles y en vestidos de otra talla. Son amores de otra talla, y a lo mejor a otra mujer le va estupendo con este señor, pero a ti te va fatal.
TITULO: HORA 25 LA SER - LOS INDIOS DE LA NACIÓN,.
HORA 25 LA SER ,.
Escucha 'Hora 25', el informativo nocturno de referencia en la radio española, de lunes a viernes a las 20:00 con Àngels Barceló., etc.
LOS INDIOS DE LA NACIÓN,.
Los indios de la nación
España y Extremadura soportan una leyenda negra con efectos,.
Para que en el imaginario irreflexivo y automático de mis colegas, esté asentada esa percepción de Extremadura, han tenido que pasar muchas cosas. Por ejemplo, que Gregorio de Salas escribiera que somos por nuestra pereza los indios de la nación; por ejemplo, que Unamuno destacara nuestra pasión por el juego y nos describiera como seres apáticos, irritables, inconstantes y faltos de sutileza intelectual; por ejemplo, que en novelas como 'Los santos inocentes' (Delibes), 'La tierra que pisamos' (Carrasco) o 'Soles negros' (Del Valle) aparezcamos como una tierra violenta, dura, abandonada y salvaje; por ejemplo, que la historia de los conquistadores se haya contado presentándolos como extremeños analfabetos, pobres y miserables sin piedad; por ejemplo, que políticos de Cataluña o Baleares hayan sentenciado que nos dedicamos a vivir de las subvenciones sin salir del bar. El resultado de esta leyenda negra es que nadie se extraña si los gobiernos no invierten aquí y sí lo hacen en las regiones que han sabido labrarse una leyenda áurea, aunque sea a costa del trabajo de los extremeños.
Acabo de leer 'Imperiofobia y leyenda negra', un interesante libro escrito por María Elvira Roca, investigadora del CSIC, profesora en Harvard y docente en el IES de Alhaurín de la Torre (Málaga). En él, se analizan los tópicos de la propaganda antiespañola en la Europa protestante y cómo los españoles hemos asumido nuestra condición de malos de la película. Al leerlo, el paralelismo con la imagen de Extremadura en España me ha golpeado en cada página.
Elvira Roca detalla cómo empieza la hispanofobia a partir de que España se convierte en un gran Imperio. Los italianos nos presentan en el siglo XVI como medio judíos atrasados e impuros e identifican marrano con español. Los luteranos nos transforman en hijos del Anticristo y defensores de esa ramera de Babilonia que es la iglesia de Roma. El holandés Guillermo de Orange aprovecha los escritos de fray Bartolomé de las Casas para, añadiéndole los atroces grabados de De Bry, donde se ve a españoles comiendo niños, presentarnos como genocidas de nativos.
Toda Europa sabe que, en 1492, los judíos fueron expulsados de España, pero en 'Historia de una tragedia' Joseph Pérez demuestra que también fueron expulsados de Francia, Alemania o Inglaterra sin darles, como aquí, la posibilidad de convertirse y quedarse. La Inquisición es española según el imaginario europeo, pero en Alemania, la disidencia religiosa llevó a la muerte sin juicio a 25.000 personas, mientras que en España, entre 1550 y 1700, hubo 44.000 juicios con abogado defensor y testigos y 1.300 ajusticiados por la Inquisición, que no solo juzgaba los temas religiosos, sino también pederastia, asesinato y robo.
Hay hispanofobia en 'El nombre de la rosa' (el terror lo representa un monje español) y en la obra de Dan Brown. Son hispanófobos el Humanismo y la Ilustración, los españoles hemos asumido esa carga y nuestros intelectuales presumen de «ser español sin ganas» (Caballero Bonald).
El resultado es que pagamos más por los préstamos, hemos pasado de marranos a 'PIGS' y, a pesar de que nunca hemos dejado de pagar las deudas en Europa, al contrario que los alemanes, Dijsselbloem dice que nos gastamos el dinero en alcohol y mujeres, o sea, todo el día en el bar y en el club. ¿Entienden el paralelismo entre España y Extremadura?,.
TITULO: EUROPEO -SUB 21 - FUTBOL - ALEMANIA -1- ESPAÑA -0-,.
Resultado Final - ALEMANIA -1- ESPAÑA -0-, foto.
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